Capítulo 40
1 Después de eso vi miles de miles y miríadas, vi una multitud
innumerable e incalculable, que se sostiene ante el Señor de los
espíritus.
2 Y sobre los cuatro costados del Señor de los espíritus vi cuatro
presencias diferentes de aquellos que no duermen y aprendí sus nombres
porque el ángel que va conmigo me los dio a conocer y me mostró todas
las cosas ocultas.
3 Y escuché las voces de esas cuatro presencias y cómo ellas
pronuncian alabanzas ante el Señor de la Gloria.
4 La primera voz bendice al Señor de los espíritus por los siglos de
los siglos.
5 A la segunda voz la escuché bendiciendo Elegido y a los elegidos que
dependen del Señor de los espíritus.
6 A la tercera voz la oí orar e interceder por los que viven sobre la
tierra y suplicar en nombre del Señor de los espíritus.
7 Y escuché la cuarta voz expulsando a los Satanes e impidiendo que
lleguen hasta el Señor de los espíritus a acusar a quienes viven en la
tierra Él.
8 Después de eso pregunté al ángel de paz que iba conmigo y me
mostraba todas las cosas que están ocultas: "¿Quiénes son esas cuatro
presencias que he visto y cuyas palabras he oído y escrito abajo?".
9 Me dijo: "El primero, el misericordioso y muy paciente, es Miguel;
el segundo, que está encargado de las enfermedades y de todas las
heridas de los hijos de los hombres, es Rafael; el tercero, que está
encargado de todos los poderes, es Gabriel; el cuarto, que está
encargado de la esperanza de quienes heredarán la vida eterna, es
llamado Sariel.
10 Estos son los cuatro ángeles del Señor de los espíritus y las
cuatro voces que he escuchado esos días.
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Capítulo 41
1 Después vi todos los misterios de los cielos y cómo el reino está
dividido y cómo las acciones de los humanos son pesadas en la balanza.
2 Allí vi la habitación de los elegidos y la morada de los santos y
mis ojos vieron a los pecadores cuando eran expulsados de allí porque
rechazaron el nombre del Señor de los espíritus y no podían quedarse a
causa del castigo que procede del Señor de los espíritus.
3 Allí mis ojos vieron los misterios del relámpago y del trueno; y los
secretos de los vientos y cómo se distribuyen para soplar sobre la
tierra; y los secretos de las nubes y el rocío, de dónde proceden en
ese lugar y desde dónde saturan el polvo de la tierra.
4 Allí vi las cámaras cerradas desde donde son distribuidos los
vientos, el depósito del granizo y del viento, el depósito de la
neblina y las nubes que revolotean sobre la tierra desde el comienzo
del mundo.
5 Y vi las cámaras del sol y de la luna, de dónde proceden y hacia
dónde regresan, y su maravilloso retorno; cómo el uno es superior a la
otra; su magnífica órbita y cómo no se alejan de ella y mantienen
fielmente el juramento que han hecho uno a otro.
6 El sol sale primero y sigue su ruta según el mandamiento del Señor
de los espíritus, cuyo nombre es poderoso por los siglos de los
siglos.
7 Y después de eso vi el camino oculto de la luna y el visible y ella
cumple el recorrido de su camino en ese lugar de día y de noche; y uno
mantiene una posición opuesta al otro, ante el Señor de los espíritus.
ellos dan gracias y alaban sin descanso, porque para ellos dar gracias
es descansar.
8 El sol gira frecuentemente para bendecir, o para maldecir y el
recorrido de la ruta de la luna es bendición para los justos y
tinieblas para los pecadores, en el nombre del Señor, que ha separado
la luz de las tinieblas, ha repartido los espíritus de los humanos y
ha fortalecido los espíritus de los justos en nombre de su justicia.
9 Porque ningún ángel lo impide y ningún poder es capaz de impedirlo,
porque Él cita un juicio para todos ellos y los juzga a todos ante Él.
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Capítulo 42
1 La Sabiduría no encuentra un lugar donde pueda habitar, entonces su
casa está en los cielos.
(Pr 9:1)
2 La Sabiduría fue a habitar entre los hijos de los hombres y no
encontró sitio. Entonces la Sabiduría ha regresado a su hogar y ha
tomado su silla entre los ángeles.
(Pr 8:1-4; Jn 1:11)
3 Y la injusticia ha salido de sus cuevas, ha encontrado a los que no
buscaban y ha habitado entre ellos, como la lluvia en el desierto y
como el rocío sobre la tierra sedienta.
(Pr 2:12-19)
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Capítulo 43
1 Después vi otros relámpagos y estrellas del cielo y vi cómo Él las
llamaba por sus nombres y ellas le ponían atención.
2 Y vi cómo ellas eran pesadas en balanzas justas, de acuerdo con su
luminosidad, sus dimensiones y el día de su aparición y cómo su
movimiento genera relámpagos; y vi su curso de acuerdo con el número
de los ángeles y cómo se guardan fidelidad entre ellas.
3 Le pregunté al ángel que iba conmigo y me mostró los que estaba
oculto: "¿Qué es eso?".
4 Me dijo: "El Señor de los espíritus te ha mostrado su parábola;
estos son los nombres de los santos que viven sobre la tierra y creen
en el Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
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Capítulo 44
1 Vi también otros fenómenos relativos a los relámpagos: cómo algunas
estrellas surgen, llegan a ser relámpagos y no pueden abandonar su
nueva forma.
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Capítulo 45
1 "Ésta es la segunda parábola, acerca de quienes rechazan la
comunidad de los santos y al Señor de los espíritus.
2 "Ellos no subirán al interior del cielo ni volverán a la tierra, tal
será la suerte los pecadores que han renegado del nombre del Señor de
los espíritus a quienes tú has reservado para el día del sufrimiento y
la tribulación.
(Pr 2:22)
3 "En este día mi Elegido se sentará sobre el trono de gloria y
juzgará sus obras; sus sitios de descanso serán innumerables y dentro
de ellos sus espíritus se fortalecerán cuando vean a mi Elegido y a
aquellos que han apelado a mi nombre glorioso.
4 "Entonces, haré que mi Elegido habite entre ellos; transformaré el
cielo y lo convertiré en bendición y luz eternas;
5 transformaré la tierra y haré que mis elegidos la habiten, pero los
pecadores y los malvados no pondrán los pies allí.
6 "Porque he abastecido y satisfecho con paz a mis justos y los he
hecho vivir ante mí; pero el juicio de los pecadores es inminente, de
manera que los destruiré en la faz de la tierra".
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Capítulo 46
1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era
blanca como lana; con Él había otro, cuya figura tenía la apariencia
de un hombre y su cara era llena de gracia como la de los santos
ángeles.
(Dn 7:9,13; Ap 1:13,14)
2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las
cosas secretas con respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién es éste,
de dónde viene y por qué va con la Cabeza de los Días?".
3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre, que posee la
justicia y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros
ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como
destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y
por siempre.
(Dn 7:14; Mt 24:30, 26:64; Mc 13:26, 14:52; Lc 21:27, 22:69)
4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los
poderosos de sus lechos y a los fuertes de sus tronos; desatará los
frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los pecadores;
(Sal 110:5)
5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos, porque ellos no le han
ensalzado y alabado ni reconocieron humildemente de dónde les fue
otorgada la realeza.
(Lc 1:52)
6 "Le cambiará la cara a los fuertes llenándolos de temor; las
tinieblas serán su morada y los gusanos su cama, y no tendrán
esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el nombre del
Señor de los espíritus.
7 "Estos que juzgan a las estrellas del cielo, que levantan sus manos
contra el más Alto, que oprimen la tierra y habitan sobre ella, cuyas
acciones expresan todas injusticia, cuyo poder reside en su riqueza,
cuya confianza está puesta en los dioses que ellos han hecho con sus
manos: ellos niegan el nombre del Señor de los espíritus;
8 ellos persiguen sus congregaciones y a los fieles, a quienes
condenan en nombre del Señor de los espíritus.
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Capítulo 47
1 En esos días la oración de los justos y la sangre de los justos
habrán subido desde la tierra, hasta el Señor de los espíritus.
2 En tales días los santos que habitan en lo alto de los cielos se
unirán en una sola voz: suplicarán, orarán, alabarán, darán gracias y
bendecirán el nombre del Señor de los espíritus, en nombre de la
sangre de los justos que ha sido derramada y para que la oración de
los justos no sea en vano ante el Señor de los espíritus, se haga
justicia y su paciencia no sea eterna .
(Ap 6:10; 4Es 4:35-37)
3 En esos tiempos vi la Cabeza de los Días cuando se sentó en el trono
de su gloria y los libros de los vivos fueron abiertos ante Él. Todas
sus huestes que habitan en lo alto del cielo y su corte estaban ante
Él.
(Ap 20:11,12)
4 Y el corazón de los santos se llenó de alegría, porque el número de
los justos ha sido establecido, la oración de los justos ha sido
escuchada y la sangre de los justo ha sido denunciada ante el Señor de
los espíritus.
(Ap 6:11)
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Capítulo 48
1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la cual era inagotable, y
a su alrededor había muchas fuentes de sabiduría, todos los sedientos
bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y habitaban con los santos,
los justos y los elegidos.
(Jn 4.10-14; Ap 20:6)
2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue nombrado en presencia del
Señor de los espíritus y su nombre ante la Cabeza de los Días.
3 Ya antes de que el sol y los signos fueran creados, antes de que las
estrellas del cielo fueran hechas, su nombre fue pronunciado ante el
Señor de los espíritus.
4 Él será para los justos un bastón en el que puedan apoyarse y no
caer; será luz para las naciones y esperanza para los que sufren.
5 Todos los que habitan sobre la tierra se prosternarán y lo adorarán;
alabarán, bendecirán y celebrarán con canciones al Señor de los
espíritus.
6 Por tal razón ha sido él Elegido y reservado ante Él, desde antes de
la creación del mundo y para siempre.
(Pr 8:23-30; Jn 1:3)
7 La sabiduría del Señor de los espíritus lo ha revelado a los santos
y a los justos, porque Él ha preservado el destino de los justos,
porque ellos han odiado y despreciado a este mundo de injusticia y han
odiado todas sus obras y caminos, en el nombre del Señor de los
espíritus, porque por su nombre serán salvados ellos y Él vengará sus
vidas.
8 En estos días los reyes de la tierra y los poderosos que dominan la
tierra tendrán el rostro abatido a causa de la obra de sus manos,
porque del día de la su angustia y aflicción no se salvarán.
9 Los entregaré en las manos de mis elegidos, como la paja en el fuego
arderán frente la cara de los santos y como el plomo en el agua serán
sumergidos frente a la cara de los justos , así serán sumergidos
frente a la cara de los justos y no se encontrará más rastro de ellos.
10 En el día de su aflicción habrá descanso en la tierra, ante ellos
caerán y no se levantarán jamás y nadie estará para levantarlos,
porque han renegado del Señor de los espíritus y su Ungido. ¡Qué sea
bendito el nombre del de Señor de los espíritus!
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Capítulo 49
1 Porque ante Él, la Sabiduría está brotando como agua y la Gloria no
decae por los siglos de los siglos.
2 Como tiene poder sobre todos los secretos de justicia, la injusticia
desaparecerá como la sombra y no tendrá refugio, porque el Elegido
está de pie ante el Señor de los espíritus y su gloria permanece por
los siglos de los siglos y su poder por todas las generaciones.
3 En el habita el espíritu de la sabiduría, el espíritu que ilumina y
da discernimiento, el espíritu de entendimiento y de poder, el
espíritu de quienes han dormido en justicia.
4 Él es quien juzga las cosas secretas y nadie puede pronunciar
palabras vanas frente a él, porque es el Elegido ante el Señor de los
espíritus, según su voluntad.
(Lc 9:35)
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Capítulo 50
1 En esos días tendrá lugar un cambio para los santos y elegidos: la
Luz de los Días residirá sobre ellos y la gloria y el honor virarán
hacia los santos.
(Ro 2:10)
2 En el día de la aflicción, cuando la desgracia se acumule sobre los
pecadores, los justos triunfarán por el nombre del Señor de los
espíritus y hará que otros testifiquen que pueden arrepentirse y
renunciar a la obra de sus manos.
(Sb 11:23; Ro 1:18-32, 2:4)
3 Ellos no tendrán ningún mérito en nombre del Señor de los espíritus,
sin embargo serán salvados por su nombre y el Señor de los espíritus
tendrá compasión de ellos porque su misericordia es grande.
(Ro 3:24, 5:10)
4 Además Él es justo en su juicio y en presencia de su Gloria, la
injusticia no podrá mantenerse; en su juicio el que no se arrepienta
perecerá ante Él.
(Ro 2:2-5,8-9)
5 "Y desde ese momento no tendré más misericordia con ellos", dijo el
Señor de los espíritus.
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Capítulo 51
1 En esos días la tierra devolverá lo que ha sido depositado en ella;
el seol también devolverá lo que ha recibido y los infiernos
devolverán lo que deben.
(Is 26:19; Ez 37:1-4; Dn 12:2;Ap 20:13)
5a Por los mismos días el Elegido se levantará
2 y de entre ellos seleccionará a los justos y a los santos, porque se
acerca el día en que serán salvados.
(Mt 25:32)
3 El Elegido se sentará en mi trono en esos días y de su boca fluirán
todos los misterios de la sabiduría y consejo, porque el Señor de los
espíritus se lo ha concedido y lo ha glorificado.
(Lc 9:35)
4 En esos días las montañas se moverán como arietes y las colinas
saltarán como corderos que han tomado leche hasta quedar satisfechos;
los rostros de los ángeles del cielo brillarán alegremente;
5b la tierra se regocijará, los justos la habitarán y los elegidos se
pasearán por ella.
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Capítulo 52
1 Después de esos días, en el sitio donde había visto todas las
visiones de lo que está oculto, porque había sido arrastrado por un
ciclón y conducido hacia el occidente,
2 allí mis ojos vieron los todos secretos del cielo que llegará: una
montaña de cobre, otra de plata, otra de oro, otra de estaño y otra de
plata.
3 Pregunté al ángel que iba conmigo, diciendo: "¿Qué cosas son éstas
que he visto en secreto?".
4 Me dijo: "Todo lo que has visto servirá para el gobierno de su
Ungido, para que pueda ser fuerte y poderoso sobre la tierra".
5 Y luego este ángel de paz dijo: "Espera un poco y te serán revelados
todos los misterios que rodean al Señor de los espíritus:
6 "Esas montañas que tus ojos han visto, de hierro, cobre, plata, oro,
estaño y plomo, en presencia del Elegido serán como la cera frente al
fuego y como el agua derramada y se derretirán a sus pies.
(Dn 2:34-45)
7 "Sucederá en esos días que nadie será salvado ni por el oro ni por
la plata y nadie podrá escapar;
8 no habrá hierro para la guerra, ni revestimiento para corazas; el
bronce será inútil, el estaño no será estimado y el plomo será
indeseable.
9 "Todas estas cosas serán serán eliminadas de la superficie de la
tierra cuando aparezca el Elegido ante el rostro del Señor de los
espíritus".
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Capítulo 53
1 Mis ojos vieron allí un profundo valle con amplias entradas y todos
los que viven en los continentes, el mar y las islas le llevan
regalos, presentes y símbolos de honor, sin que ese profundo valle
llegara a llenarse.
2 Sus manos perpetraron crímenes y los pecadores devoran todo lo que
producen con fatiga aquellos a quienes criminalmente oprimen; así los
pecadores serán destruidos ante el rostro del Señor de los espíritus,
serán desterrados de la faz de la tierra y perecerán para siempre.
(Mi 3:2-4)
3 Porque vi a todos los ángeles del castigo establecerse allí y
preparar todos los instrumentos de Satanás.
4 Y le pregunté al ángel de paz que iba conmigo: "¿Para qué preparan
esos instrumentos?".
5 Me dijo: "Preparan eso para que los reyes y los poderosos de la
tierra puedan ser destruidos.
(Ap 16:14, 19:20, 20:7-10)
6 "Después de esto el Justo, el Elegido, hará aparecer la casa de su
congregación y desde entonces, ellos no serán estorbados más en nombre
del Señor de los espíritus.
7 "En presencia de su justicia, estas montañas no estarán más en la
tierra, las colinas se convertirán en fuentes de agua y los justos
descansarán de la opresión de los pecadores.
(Mt 11:28)
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Capítulo 54
1 Volví la mirada hacia otra parte de la tierra y vi allí un valle
profundo con fuego ardiente,
2 y llevaron a los reyes y a los poderosos y comenzaron a arrojarlos
en este valle profundo.
3 Allí mis ojos vieron cómo fabricaban sus instrumentos: cadenas de un
peso inconmensurable.
4 Le pregunté al ángel de paz que iba conmigo, diciendo: "¿Para qué
están siendo preparadas esas cadenas?".
5 Y me dijo: "Esas están siendo preparadas para las tropas de 'Asa'el,
para que puedan agarrarlos y lanzarlos al abismo de total condenación
y cubrir sus quijadas con piedras ásperas tal como mandó el Señor de
los espíritus.
(Ap 20:1-3)
6 Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel en ese gran día los agarrarán y los
arrojarán en el horno ardiente, para que el Señor de los espíritus
pueda vengarse de ellos por convertirse en súbditos de Satanás y
descarriar a aquellos que habitan sobre la tierra.
7 Como en los tiempos en que vino el castigo del Señor de los
espíritus y Él abrió los depósitos de agua que están sobre los cielos
y las fuentes subterráneas.
8 Y todas esas aguas se juntaron, aguas con aguas: las que están sobre
los cielos son masculinas y las que están bajo la tierra son
femeninas.
9 Y fueron exterminados los que habitaban sobre la tierra y bajo los
límites del cielo,
10 para que reconocieran la injusticia que perpetraron sobre la tierra
y por ella perecieron.
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Capítulo 55
1 Tras ello la cabeza de los Días se arrepintió y dijo: "En vano he
destruido a todos los que habitan sobre la tierra".
2 Y juró por su gran nombre: "De ahora en adelante no actuaré más así
con los que habitantes de la tierra; colocaré un símbolo en los cielos
como prenda de la fidelidad mía para con ellos por el tiempo que los
cielos estén sobre la tierra.
3 "Esta es lo que está de acuerdo con mi decisión: Cuando desee
atraparlos por manos de los ángeles en el día de la tribulación y el
sufrimiento a causa de esto, desataré mi castigo y mi ira sobre
ellos", dijo el Señor de los espíritus;
4 "reyes y poderosos que habitáis sobre la tierra, veréis a mi Elegido
sentarse sobre el trono de gloria y juzgar a 'Asa'el, sus cómplices y
sus tropas, en el nombre del Señor de los espíritus".
(Mc 14:62)
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Capítulo 56
1 Vi las huestes de los ángeles de castigo que iban sosteniendo
látigos y cadenas de hierro y bronce.
2 Pregunté al ángel de paz que iba conmigo, diciendo: "¿A donde quién
van aquellos que llevan látigos?".
3 Me dijo: "hacia sus queridos elegidos, para que sean arrojados a los
profundo del abismo del valle;
4 entonces este valle será llenado con sus elegidos queridos, los días
de su vida llegarán a su fin y a partir de ahí, el tiempo de su
extravía no será contado.
5 "En esos días los ángeles regresarán y se lanzarán hacia el oriente,
donde los partos y medos y sacudirán a los reyes, tanto que un
espíritu de desasosiego los invadirá, y los derrocarán de sus tronos,
de manera que huirán como leones de sus guaridas y como lobos
hambrientos entre su manada.
6 "Ellos irán y pisarán la tierra de sus elegidos y la tierra de sus
elegidos será ante ellos un camino trillado.
7 "Pero la ciudad de mis justos será un obstáculos para sus caballos:
comenzarán a combatir contra ellos y su mano derecha desplegará su
fuerza contra ellos. Un hombre no conocerá a su hermano ni un hijo a
su padre ni a su madre, hasta que el número de cadáveres complete su
matanza y su castigo no será en vano.
8 En ese tiempo el seol abrirá sus mandíbulas, serán engullidos por él
y su destrucción culminará: la muerte devorará a los pecadores en
presencia de los elegidos.
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Capítulo 57
1 Sucedió después de eso que vi un ejército de carros conducidos por
hombre y que iban sobre los vientos desde el oriente y desde el
occidente hacia el sur.
2 Se escuchaba el ruido de los carros y cuando ocurrió tal alboroto
los santos notaron que las columnas de la tierra se movieron de su
sitio y el sonido que se produjo se oyó de un extremo al otro del
cielo durante un día.
3 Y ellos se prosternaron y adoraron al Señor de los espíritus. Este
es el fin de la segunda parábola.
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Capítulo 58
1 Comencé a recitar la tercera parábola acerca de los justos y de los
elegidos.
2 ¡Felices vosotros justos y elegidos pues vuestra suerte será
gloriosa!
3 Los justos estarán a la luz del sol y los elegidos en la luz de la
vida eterna; los días de su vida no tendrán fin y los días de los
santos serán innumerables.
(Ap 21:23-24; 4Es 2:35)
4 Buscarán la luz y encontrarán justicia con el Señor de los
espíritus: habrá paz para los justos en nombre del Señor eterno.
(Lc 2:14, 24:36)
5 Después de esto serán enviados los santos del cielo a buscar los
misterios de la justicia, patrimonio de la fe, pues brilla como el sol
sobre la tierra y las tinieblas están desapareciendo.
6 Habrá una luz infinita aunque por determinados días ellos no
vendrán, porque antes habrán sido destruidas las tinieblas, la luz
habrá sido afirmada ante el Señor de los espíritus y la luz de la
verdad habrá sido establecida para siempre ante el Señor de los
espíritus.
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Capítulo 59
1 En esos días mis ojos vieron los misterios de los relámpagos, de las
luces y de su juicio: ellos resplandecen para una bendición o para una
maldición según la voluntad del Señor de los espíritus.
2 Allí vi los misterios del trueno y cómo cuando resuena en arriba en
el cielo, su voz es escuchada y me hace ver el juicio ejecutado sobre
la tierra, ya sea que sea para bienestar y bendición, o para
maldición, según la voluntas del Señor de los espíritus.
3 [Y después de esto todos los misterios de las luces y de los
relámpagos me fueron mostrados: ellos brillan para bendecir y
satisfacer].
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Capítulo 60
1 [En el decimocuarto día, del séptimo mes, del año quinientos de la
vida de [Noé] Vi que un poderoso temblor sacudió el cielo de los
cielos y las huestes del Más Alto, multitudes de ángeles, miles y
miles se veían angustiados por una gran agitación.
2 La Cabeza de los Días estaba sentado sobre el trono de su gloria y
los ángeles y los justos permanecían a su alrededor.
3 Se apoderó de mí un gran temblor y me sobrecogió el temor: mis
entrañas se abrieron, mis riñones se derritieron y caí sobre mi
rostro.
4 Entonces Miguel otro de los ángeles santos, fue enviado para
levantarme. Cuando me levantó mi espíritu retornó, pero yo no era
capaz de soportar la visión de estas huestes, de su agitación y de las
sacudidas del cielo.
5 Y Miguel me dijo: " "¿Por qué te asusta la visión de estas cosas?
Hasta ahora ha sido el tiempo de su misericordia y Él ha sido
misericordioso y lento para la ira para aquellos que viven sobre la
tierra.
6 "Pero cuando venga el día, del poder, del castigo, del juicio que el
Señor de los espíritus ha preparado para aquellos que no se inclinan
ante la ley de la justicia, para aquellos que rechazan el juicio de la
justicia y para aquellos que toman su nombre en vano, ese día está
preparado para los elegidos un pacto, pero para los pecadores castigo.
7 [Ese día se harán salir separados dos monstruos, unos femenino y
otro masculino. El monstruo femenino se llama Leviatán y habita en el
fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
8 El monstruo masculino se llama Behemoth, se posa sobre su pecho en
un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del jardín que
habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue tomado, el
séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus
creó.
9 Le supliqué a otro ángel que me revelara el poder de esos monstruos,
cómo fueron separados en un solo día y arrojados el uno al fondo del
mar y el otro al suelo seco del desierto.
10 Me dijo: "Hijo de hombre, aquí vas a conocer los que es un
misterio".
11 Me habló otro ángel que iba conmigo, que me revelaba lo que estaba
oculto, el principio y el fin, en lo alto del cielo y bajo la tierra
en lo profundo, en las extremidades del cielo y en sus cimientos;
12 y en los depósitos de los vientos, cómo los vientos son divididos,
cómo son pesados y cómo en sus puertas los vientos son registrados de
acuerdo con su fuerza; y el poder de la luz de la luna cómo es el
poder que le corresponde; y la diferenciación entre las estrellas de
acuerdo con sus nombres y cómo están subdivididas y clasificadas;
13 y el trueno en los lugares donde retumba y toda la distinción que
es hecha entre los relámpagos para que ellos brillen y entre sus
huestes para que ellas obedezcan rápidamente.
14 El trueno hace pausas mientras espera su eco. Trueno y relámpago
son inseparables, son unidos por medio del espíritu y no están
separados,
15 pues cuando el relámpago resplandece, el trueno hace oír su voz y
el espíritu lo aplaca mientras repica, y distribuye por igual entre
ambos, pues el depósito de sus ecos es como arena y cada uno de ellos
como sus ecos son retenidos con un freno y devueltos por el poder del
espíritu, son impulsados hacia muchas regiones de la tierra.
16 El espíritu del mar es masculino y vigoroso y según su fuerza lo
devuelve con un freno y así es alejado y dispersado entre todas las
montañas de la tierra.
17 El espíritu de la helada es su propio ángel y el espíritu del
granizo es un buen ángel.
18 El espíritu de la nieve la deja caer de sus por su propia fuerza
desde sus depósitos; ella tiene un espíritu especial que sube de ella
como humo y se llama escarcha.
19 El espíritu de la neblina no está unido con ellos en sus depósito,
sino que tiene un depósito propio, ya que su ruta es maravillosa,
tanto en la luz como en la oscuridad, en invierno como en verano y su
mismo depósito es un ángel.
20 El espíritu del rocío habita en los límites del cielo y está
conectado con los depósitos de la lluvia; viaja en invierno o en
verano y su nube y la nube de la neblina están relacionadas y la una
da a la otra.
21 Cuando el espíritu de la lluvia sale del depósito, los ángeles van,
abren el depósito y la dejan salir y cuando ella se derrama sobre toda
la tierra, se une al agua que está sobre la tierra .
22 Porque las aguas son para los que viven sobre la tierra y son un
alimento para la tierra seca, que viene desde el Más Alto que está en
el cielo, por eso hay una medida para la lluvia y los ángeles se
encargan de ella.
23 Estas cosas vi en los alrededores del jardín de los justos]
24 [y el ángel de paz que estaba conmigo me dijo: "Esos dos monstruos
han sido preparados para el gran día de Dios y son alimentados a fin
de que
25 el castigo del Señor de los espíritus no caiga en vano sobre ellos,
harán morir los niños con sus madres y los hijos con sus padres y
luego tendrá lugar el juicio acorde con su misericordia y su
paciencia.]
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Capítulo 61
1 He aquí que en esos días vi como unas cuerdas largas fueron dadas a
esos ángeles y ellos se colocaron alas y volaron hacia el norte.
2 Le pregunté al ángel diciéndole: "¿Por qué han tomado esas cuerdas y
se han ido?". El me dijo "Se han ido a medir".
3 El ángel que iba conmigo me dijo: "Ellos llevan a los justos las
medidas de los justos y las cuerdas de los justos para que se apoyen
en el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
4 "Los elegidos comenzaron a residir con el Elegido y esas son las
medidas que serán dadas para fe y que fortalecerán la justicia.
5 "Estas medidas revelarán todos los misterios de las profundidades de
la tierra y los que han sido destruidos por el desierto o tragados por
las fieras o por los peces del mar, esos podrán regresar sostenidos
por el día del Elegido, porque ninguno será destruido ante el señor de
los espíritus, ninguno podrá ser destruido.
6 "Todos los que habitan en lo alto del cielo han recibido un
mandamiento, un poder, una sola voz y una luz como fuego.
7 "A él con sus primeras palabras lo bendijeron, ensalzaron y alabaron
con sabiduría y han sido sabios en la palabra y el espíritu de vida.
(Hb 5.12)
8 "El Señor de los Espíritus colocó al Elegido sobre el trono de
gloria y el juzgará todas las obras de los santos y sus acciones serán
pesadas en la balanza.
9 "Cuando alce la cara para juzgar sus vidas secretas según la palabra
del nombre del Señor de los espíritus, su sendero por la vía del
juicio justo del Señor de los espíritus, entonces a una sola voz
hablarán, bendecirán, glorificarán, exaltarán y proclamarán santo el
nombre del Señor de los espíritus.
10 "Él convocará a todas las huestes de los cielos, a todos los
santos, a las huestes de Dios, a los Querubines, a los Serafines, a
los Ofanines, a todos los ángeles de poder, a todos los ángeles de los
principados y al Elegido y a los demás poderes sobre la tierra y sobre
el agua.
(Ef 1:21; Cl 1.16; 1P 3:22)
11 Ese día ellos elevarán una sola voz, bendecirán, alabarán y
exaltarán en espíritu de fidelidad, en espíritu de sabiduría, en
espíritu de paciencia, en espíritu de misericordia, en espíritu de
justicia, en espíritu de paz y en espíritu de verdad y dirán a una
sola voz: "Bendito es Él y bendito sea el nombre del Señor de los
espíritus para siempre y por toda la eternidad.
12 "Todos los que no duermen en el cielo alto le bendecirán; todos los
santo que están en el cielo te bendecirán; todos los elegidos que
habitan en el jardín de la vida y todo espíritu de luz que sea capaz
de bendecir, alabar, ensalzar y proclamar santo tu nombre y toda carne
glorificará y bendecirá tu nombre más allá de toda medida por los
siglos de los siglos.
13 "Porque grande es la misericordia del Señor de los espíritus, Él es
paciente y todas sus obras y toda su creación las ha revelado a los
justos y a los elegidos, en nombre del Señor de los espíritus .
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Capítulo 62
1 Así ordenó el Señor a los reyes, a los poderosos, a los dignatarios
y a todos los que viven sobre la tierra, diciendo: "Abrid los ojos y
levantad vuestras frentes por si sois capaces de reconocer al
Elegido".
2 El Señor de los espíritus se sentó en su trono de gloria, el
espíritu de justicia se esparció sobre Él y la palabra de su boca
exterminó a todos los pecadores e injustos y ninguno de ellos
subsistirá frente a Él.
(Ap 19:15)
3 Ese día todos los reyes y los poderosos y los que dominan la tierra
se levantarán, le verán y le reconocerán cuando se siente sobre el
trono de su gloria; la justicia será juzgada ante Él y no se
pronunciará palabra vana frente a Él.
4 El dolor vendrá sobre ellos como a una mujer en un parto difícil,
cuando su hijo viene por la abertura de la pelvis y sufre para dar a
luz.
(Mc 13:8)
5 Se mirarán los unos a los otros aterrorizados, bajarán la mirada y
la pena se apoderará de ellos cuando vean a este Hijo de Mujer
sentarse sobre el trono de su gloria.
(Dn 7:13; Mt 25:31; Mc 14:62)
6 Y los reyes, los poderosos y todos los que dominan la tierra
alabarán, bendecirán y ensalzarán a quien reina sobre todo lo que es
secreto.
7 Porque desde el principio el Hijo del Hombre fue ocultado y el Más
Alto lo preservó en medio de su poder y lo reveló a los elegidos.
8 La asamblea de los elegidos y los santos será sembrada y todos los
elegidos se sostendrán en pie en ese día;
9 pero los reyes, los poderosos, los dignatarios y los que dominan la
tierra caerán ante Él sobre sus rostros, adorarán y pondrán su
esperanza en este Hijo del Hombre, le suplicarán y le pedirán
misericordia.
10 Sin embargo, el Señor de los espíritus los apremiará para que se
apresuren a salir de su presencia, avergonzará sus caras y las
tinieblas se acumularán sobre sus rostros;
(Mt 25:41)
11 Él los entregará a los de castigo para ejecutar la venganza porque
han oprimido a sus hijos, a sus elegidos.
12 Serán un espectáculo para los justos y los elegidos, quienes se
alegrarán a costa de ellos, porque la ira del Señor de los espíritus
cayó sobre ellos y su espada se emborrachó con su sangre.
13 En cambio los justos y los elegidos serán salvados ese día y nunca
más le verán la cara a los pecadores ni a los injustos.
14 El Señor de los espíritus residirá sobre ellos y con este Hijo del
Hombre comerán, descansarán y se levantarán por los siglos de los
siglos.
15 Los justos y los elegidos se habrán levantado de la tierra, dejarán
de estar cabizbajos y se vestirán con prendas de gloria.
(1Co 15:53)
16 Tales serán las prendas de vida del Señor de los espíritus: vuestra
ropa no envejecerá y vuestra gloria no terminará ante el Señor de los
espíritus.
(2Co 5:2)
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Capítulo 63
1 En esos días los reyes, los poderosos y los que dominan la tierra
suplicarán a los ángeles del castigo, a quienes habrán sido
entregados, para que les den un poco de descanso, y puedan postrarse
ante el Señor de los espíritus, adorarlo y reconocer sus pecados ante
Él.
(Lc 16:23-31)
2 Bendecirán y alabarán al Señor de los espíritus y dirán: "Bendito es
el Señor de los espíritus, Señor de reyes, Señor de los poderosos,
Señor de los ricos, Señor de gloria, Señor de sabiduría;
3 "Sobre todas las cosas secretas es esplendoroso tu poder de
generación en generación y tu gloria por los siglos de los siglos;
profundos e innumerables son tus misterios e inconmensurable es tu
justicia.
4 "Ahora hemos aprendido que debemos alabar y bendecir al Señor de los
reyes pues reina sobre todos los reyes".
(Mt 23:39)
5 Y ellos dirán: "Ojalá hubiera descanso para glorificar y dar gracias
y confesar nuestra fe ante su gloria.
6 "Ahora suspiramos por un pequeño descanso, pero no lo encontramos,
insistimos pero no lo obtenemos; la luz se desvanece ante nosotros y
las tinieblas son nuestra morada por los siglos de los siglos.
7 "Porque ante Él no hemos creído ni hemos alabado el nombre del Señor
de los espíritus y en cambio nuestras esperanzas estuvieron en el
cetro de nuestro reinado y en nuestra gloria.
8 "Así, el día de nuestro sufrimiento y tribulación Él no nos ha
salvado y no encontramos tregua para confesar que nuestro Señor es
veraz en todas su obras y su justicia y que en su juicio no hace
acepción de personas.
(Si 42:1; St 2:5-9)
9 "Desaparecemos de su presencia a causa de nuestras obras y todos
nuestros pecados han sido contabilizados justamente."
10 Después ellos se dirán: "Nuestras almas están llenas de riquezas
injustas pero ellas no nos preservan de descender en medio del peso de
la muerte".
(Lc 16:9)
11 Luego, sus rostros estarán llenos de oscuridad y de vergüenza ante
el Hijo del Hombre, serán expulsados de su presencia y la espada
permanecerá frente a sus caras.
(Mt 26:64)
12 Entonces dijo el Señor de los espíritus: "Tal es la sentencia y el
juicio con respecto a los poderosos, los reyes, los dignatarios y
aquellos que dominaron la tierra frente al Señor de los espíritus".
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Capítulo 64
1 Después, vi otras figuras ocultas en ese lugar.
2 Escuché la voz de un ángel diciendo: "Estos son los Vigilantes que
descendieron sobre la tierra y le revelaron a los humanos lo que era
secreto y los indujeron a pecar".
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Capítulo 65
1 [En esos días Noé vio que la tierra estaba amenazada de ruina y que
su destrucción era inminente;
2 y partió de allí y fue hasta los extremos de la tierra; le gritó
fuerte a su abuelo Enoc y le dijo tres veces con voz amargada:
"¡Escúchame, escúchame, escúchame!"
3 Yo le dije: "Dime, ¿Qué es lo que está pasando sobre la tierra para
que sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá yo pereceré con ella".
4 Tras esto hubo una gran sacudida sobre la tierra y luego una voz se
hizo oír desde el cielo y yo caí sobre mi rostro".
5 Y Enoc, mi abuelo vino, se mantuvo cerca de mí y me dijo: "¿Por qué
me has gritado con amargura y llanto?".
6 Después fue expedida un orden desde la presencia del Señor de los
espíritus sobre los que viven en la tierra, para que se cumpliera su
ruina, porque todos han conocido los misterios de los Vigilantes, toda
la violencia de los Satanes, todos sus poderes secretos, el poder de
los maleficios, el poder de los hechiceros y el poder de quienes
funden artículos de metal para toda la tierra:
7 cómo la plata se produce del polvo de la tierra, cómo el estaño se
origina en la tierra,
8 pero el plomo y el bronce no son producidos por la tierra como la
primera, sino que una fuente los produce y hay un ángel prominente
permanece allí.
9 Luego, mi abuelo Enoc me tomó por la mano, me levantó y me dijo:
"Vete, porque le he preguntado al Señor de los espíritus sobre esta
sacudida de la tierra;
10 Él me ha dicho: "Por causa de su injusticia se ha determinado su
juicio y no será detenido por mí nunca porque las brujerías que ellos
han buscado y aprendido, la tierra y los que habitan en ella, serán
destruidos".
11 En cuanto a esos ángeles, no habrá lugar para su arrepentimiento,
porque han revelado lo que era secreto y están malditos, pero en
cuanto a ti, hijo mío, el Señor de los espíritus sabe que eres puro, y
sin culpa ni reproche al respecto de los secretos.
12 "Él ha destinado tu nombre entre los santos y te preservará entre
los que viven sobre la tierra. Él ha destinado tu linaje para la
realeza y para grandes honores y de tu semilla brotará una fuente de
justos y de santos innumerables, por siempre.
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Capítulo 66
1 Después me mostró los ángeles de castigo que estaban listos para
venir y desatar la fuerza de las aguas que están debajo de la tierra.]
2 [y el Señor de los espíritu le mandó a los ángeles que iban saliendo
que no levantaran las aguas sino que las represarán, ya que estos
ángeles estaban encargados de la potencia de las aguas.]
3 [Y yo me retiré de la presencia de Enoc.]
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Capítulo 67
1 [En esos días la palabra del Señor del universo vino a mí y Él me
dijo: "Noé, tu destino ha llegado hasta mí, un destino sin mancha, un
destino de amor y rectitud.
2 "Ahora los ángeles están construyendo una casa de madera y cuando
terminen su tarea, extenderé mi mano sobre ella y la preservaré y la
semilla de vida germinará de ella y se producirá un cambio para que la
tierra no quede desocupada.
3 "Yo consolidaré tu linaje ante mí para siempre, diseminaré a los que
viven contigo y no será estéril, sino será bendecida y multiplicada
sobre la superficie de la tierra en el nombre del Señor".
4 Él encarcelará a los Vigilantes que han demostrado injusticia, en
este valle ardiente que antes me había mostrado mi abuelo Enoc en el
occidente, cerca de las montañas de oro, plata, hierro, estaño y
plomo.
5 Vi ese valle donde había gran perturbación y agitación de aguas.
6 Cuando todo esto ocurrió, de aquel ardiente metal fundido y desde la
agitación, en ese lugar se produjo un olor a azufre y se mezcló con
las aguas y ese valle donde estaban los Vigilantes que habían seducido
a la humanidad, arde bajo la tierra.
7 De sus valles salen ríos de fuego donde son castigados esos
Vigilantes que han seducido a quienes habitan sobre la tierra.
8 Esas aguas servirán en estos días a los reyes, a los poderosos y a
los dignatarios y a aquellos que habitan sobre la tierra, para salud
del cuerpo y para castigo del espíritu, pero su espíritu está lleno de
codicia y su carne será castigada porque han rechazado al Señor de los
espíritus. Serán castigados diariamente y aun así no creerán en el
Señor de los espíritus.
9 Tanto como su cuerpo es quemado severamente , se produce un cambio
en su espíritu por los siglos de los siglos, porque nadie profiere una
palabra vana ante el Señor de los espíritus.
10 Porque el juicio vendrá sobre ellos a causa de que ellos creen en
el deseo de su carne y rechazan al Espíritu del Señor.
11 En esos días hubo en esas aguas un cambio, pues cuando los
Vigilantes son castigados en ellas las fuentes de agua cambian de
temperatura, y cuando los ángeles suben las aguas se vuelven frías.]
12 Oí a Miguel hablar y decir: "Este juicio en el que los Vigilantes
son sentenciados es un testimonio para los reyes y los poderosos que
dominan la tierra;
(2P 2:4)
13 porque estas aguas de castigo proporcionan salud a los cuerpos de
los reyes y curan la concupiscencia de su carne, sin embargo ellos no
creen ni ven que esas aguas cambiarán y se convertirán en fuego que
arderá para siempre".
(Mt 3:12)
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Capítulo 68
1 [Después de eso, mi abuelo Enoc me dio la explicación de todos los
misterios en un libro y en las parábolas que le habían sido dadas y él
las reunió para mí en las palabras del Libro de las Parábolas.]
2 Ese día Miguel habló y le dijo a Rafael: "El poder del Espíritu me
transporta y me hace estremecer a causa de la severidad del juicio por
los secretos y del castigo de los ángeles. ¿Quién podrá soportar la
rigurosa sentencia que ha sido ejecutada y frente la cual ellos se
deshacen?".
3 Miguel habló de nuevo y le dijo a Rafael: "¿Existe alguien cuyo
corazón no sea tocado por esto y cuyos riñones no se turben por esta
sentencia proferida contra aquellos que han sido arrojados?".
4 Pero sucedió que cuando Miguel llegó ante el Señor de lo espíritus,
le dijo a Rafael: "No haré la defensa de ellos a los ojos del Señor,
pues el Señor de los espíritus está furioso con ellos, porque se
comportaron como si fueran el Señor.
5 "Por esto, todo lo que es secreto vendrá contra ellos por los siglos
de los siglos; pues ni ángel ni humano recibirán su porción, pero
ellos han recibido sus sentencia por los siglos de los siglos".
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Capítulo 69
1 Después de este juicio estarán llenos de estupor y los harán temblar
porque ellos han revelado aquello a los humanos que habitan la tierra.
2 He aquí los nombres de estos Vigilantes: Shemihaza, quien era el
principal y en orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el,
-'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el, Harmoni, Matra'el,
'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y
Yehadi'el.
3 Y los que siguen son los nombres de sus ángeles, de sus jefes de
centenas y cincuentenas.
4 El primero es Yeqon, éste indujo a todos los hijos del cielo y los
hizo descender sobre la tierra y los sedujo con las hijas de los
hombres.
5 El nombre del segundo es Asbe'el, éste dio un mal consejo a los
hijos del cielo y los condujo a corromperse a sí mismos con las hijas
de los hombres.
6 El nombre del tercero es G'adri'el, este mostró a las hijas de los
hombres todas las formas de dar muerte, fue él quien sedujo a Eva y él
es quien enseñó a los hijos de los hombres los escudos, las corazas,
las espadas de combate y todas las armas de muerte;
7 desde su mano ellos han procedido en contra de quienes viven en la
tierra desde ese día y por todas las generaciones.
8 El nombre del cuarto es Panamu'el, éste mostró a los hijos de los
hombres lo amargo y lo dulce y les reveló todos los secretos de su
sabiduría:
9 les enseñó a los humanos a escribir con tinta y papiros y son muchos
los que se han descarriado a causa de ello, desde el comienzo hasta
este día.
10 Porque los hombres no han sido traídos al mundo con el propósito de
afianzar su creencia en la tinta y el papel,
11 sino que los humanos han sido creados con la intención de que
vivieran puros y justos para que la muerte que todo lo destruye no
pudiera alcanzarles. Pero por culpa de este conocimiento suyo, el
poder de ella me devora.
12 El nombre del quinto es K'asdeya'el, este mostró a los hijos de los
hombres todas la plagas de los espíritus y los demonios: la plaga de
embrión en el vientre para que aborte, la mordedura de serpiente, la
plaga que sobreviene con el calor de mediodía, el hijo de la serpiente
cuyo nombre es Taba'et.
13 Esta es la tarea de K'asbe'el, mostró a los santos el jefe del
juramento, cuyo nombre es B'iq'a.
14 Éste pidió a Miguel que le revelase el nombre secreto para que el
lo mencionara en el juramento, porque aquellos que han revelado a los
hijos de los hombres todo lo que es secreto, tiemblan ante este
nombre.
15 He aquí que el poder de este juramento es fuerte y poderos y Él
dispuso este juramento Aka'e, en la mano de Miguel.
16 Estos son los secretos de este juramento: ellos son fuertes en su
juramento y el cielo fue suspendido antes de que el mundo fuera
creado;
17 por ello la tierra ha sido cimentada sobre el agua y desde lo más
recóndito de las montañas provienen aguas hermosas, desde la creación
del mundo hasta la eternidad;
18 debido a este juramento el mar ha sido creado y para su cimiento en
el tiempo de la cólera Él le ha dado arena y ella no se atreve a irse
más allá desde la creación del mundo hasta la eternidad;
19 por este juramento las profundidades son firmes y estables y no se
mueven de su sitio, desde la eternidad hasta la eternidad;
20 por este juramento el sol y la luna cumplen su ruta sin desobedecer
sus leyes, desde la eternidad hasta la eternidad;
21 por este juramente las estrellas siguen su curso, Él las llama por
su nombre y ellas le responden, desde la eternidad hasta la eternidad.
22 [De igual forma los espíritus del agua, de los vientos y de todas
las brisas desde todas las regiones de la tierra.
23 Allí son preservadas la voz del trueno y la luz del relámpago y
allí son preservados los depósitos del granizo, la escarcha, la nieve
la lluvia y el rocío.
24 Todos estos son fieles y dan gracias ante el Señor de los espíritus
y le alaban con todas sus fuerzas y su alimento está en toda acción de
gracias y agradecen, alaban y ensalzan el nombre del Señor de los
espíritus por los siglos de los siglos.]
25 Este juramento es poderoso y a través de él, sus senderos son
preservados y su curso no será destruido.
26 Y hubo gran alegría entre ellos, bendijeron alabaron y ensalzaron
al Señor, porque les ha sido revelado el nombre de este Hijo del
Hombre.
27 El se sentó sobre el trono de su gloria y la suma del juicio le ha
sido dada al Hijo del Hombre y Él ha hecho que los pecadores sean
expulsados y destruidos de la faz de la tierra;
28 y los que han descarriado al mundo serán atados con cadenas y en el
lugar donde habían sido reunidos para la destrucción serán
encarcelados y todas sus obras desaparecerán de la faz de la tierra.
(Ap 20:1-3)
29 A partir de entonces nada se corromperá, porque este Hijo del
Hombre ha aparecido y se ha sentado en el trono de su gloria, toda
maldad se alejará de su presencia y la palabra de este Hijo del Hombre
saldrá y se fortalecerá ante el Señor de los espíritus. Esta es la
tercera parábola de Enoc.
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Capítulo 70
1 Y sucedió después esto: que su nombre fue elevado en vida, arriba
hacia este Hijo del Hombre y hacia el Señor de los espíritus, lejos de
los que viven en la tierra;
(Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10-11; Hb 11:5)
2 y fue elevado sobre el carro del espíritu y el nombre desapareció de
entre ellos.
3 Desde ese día no fui contado más entre ellos y Él me hizo sentar
entre dos regiones, entre el norte y el occidente, allí donde los
ángeles habían tomado cuerdas para medir para mí el lugar para los
elegidos y los justos.
4 Allí vi a los primeros padres y a los justos que desde el comienzo
habitan en ese lugar.
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Capítulo 71
1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue trasladado y ascendió a los
cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos caminaban sobre llamas de
fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía como el cristal.
2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego brillaba como el jacinto
y caí sobre mi rostro ante el Señor de los espíritus.
3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha, me levantó y me condujo
dentro de toso los misterios y me reveló los secretos de los justos;
(Dn 12:1)
4 me reveló los secretos de los límites del cielo y todos los
depósitos de las estrellas, de las luminarias, por donde nacen en
presencia de los santos.
5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de los cielos y vi que allí
había una edificación de cristal y entre esos cristales, lenguas de
fuego vivo.
(Ac 2:34)
6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego esta edificación y
en sus cuatro esquinas había fuentes de fuego vivo.
(Ap 21:11)
7 Al rededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines, estos son
los que no duermen y vigilan el trono de su gloria.
8 Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas y miríadas rodeando
esa edificación
9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos
incontable.
10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era blanca y pura
como la lana y sus vestidos eran indescriptibles.
11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi espíritu fue
trasfigurado, grité con voz fuerte, con espíritu de poder y bendije,
alabé y exalté.
12 Estas bendiciones que salieron de mi boca fuero consideradas
agradables ante esta Cabeza de los Días.
13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel
y una multitud innumerable de ángeles.
14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: "Este es el Hijo del
Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la justicia reside
sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará".
(Dn 7:13; Za 6:12)
15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por
venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la creación del
mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la
eternidad.
(Is 9:5)
16 Todo andará por su camino y mientras, la justicia no lo abandonará
jamás, con Él vivirá, con Él su herencia y de Él no será separada
nunca ni por toda la eternidad.
(Sal 85:11-14)
17 Serán muchos días con este Retoño del Hombre y la paz y el camino
correcto será para los justos en nombre del señor de los espíritus,
eternamente.
(Is 11:1; 53:2; 60:21)
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Libro sobre el Movimiento de las
Luminarias Celestiales
[Astronómico]
Capítulo 72
1 El Libro del Movimiento de la Luminarias Celestiales, las relaciones
entre ellas, de acuerdo con su clase, su dominio y su estación, cada
una según su nombre y el sitio de su salida y según sus meses, las
cuales Uriel, el santo ángel que estaba conmigo y que es su guía, me
mostró y me reveló todas sus leyes exactamente como son y como se
observan todos los años del mundo, hasta la eternidad, hasta que se
complete la nueva creación que durará hasta la eternidad.
2 Esta es la primera ley de las luminarias, la luminaria del sol, que
tiene su nacimiento en las puertas orientales del cielo y su puesta en
las puertas occidentales del cielo.
3 Vi seis puertas donde el sol nace y seis puertas donde el sol se
oculta, y la luna nace y se oculta por esas puertas, así como los
líderes de las estrellas y quienes los guían a ellos. Son seis puertas
al oriente y seis al occidente, una tras la otra en riguroso orden y
además muchas ventanas a la derecha y a la izquierda de esas puertas.
4 Primero allí aparecía la gran luminaria cuyo nombre es el sol y cuya
circunferencia es como la circunferencia del cielo y está totalmente
lleno de un fuego que alumbra y abrasa.
5 El viento lleva el carro en el que él asciende y el sol se oculta y
retorna a través del norte para regresar al oriente y es conducido
para que entre por esa puerta y brille en la faz del cielo.
6 En esta forma nace en el primer mes por la gran puerta que es la
cuarta.
7 En esta cuarta puerta por la cual el sol nace el primer mes hay doce
ventanas abiertas de las cuales procede una llama cuando están
abiertas en su estación.
8 Cuando el sol nace viene desde esa cuarta puerta por treinta mañanas
seguidas y se pone exactamente por la cuarta puerta en el occidente
del cielo.
9 Durante este período cada día llega a ser más largo que el anterior
y cada noche llega a ser más corta que la anterior:
10 En ese momento el día se ha alargado en una novena parte a costa de
la noche: el día equivale a diez partes y la noche exactamente a ocho
partes.
11 El sol nace por esa cuarta puerta y se pone por la cuarta y vuelve
a la quinta puerta oriental a las treinta mañanas y nace por la quinta
puerta y se pone por la quinta puerta.
12 Entonces el día se ha alargado en dos partes y es de once partes y
la noche es más corta y es de siete partes.
13 Y retorna al oriente y entra en la sexta puerta y nace; y se oculta
por la sexta puerta durante treinta y una mañanas, por cuenta de su
signo.
14 En ese momento el día es más largo que la noche, el día llega a ser
el doble de la noche y equivale a doce partes y la noche es acortada y
equivale a seis partes.
15 Entonces el sol se eleva para acortar el día y alargar la noche y
el sol regresa al oriente para entrar por la sexta puerta y nace por
ella, y se pone, durante treinta mañanas.
16 Y cuando las treinta mañanas han pasado el sol ha disminuido en una
parte exactamente y equivale a once partes y la noche a siete.
17 El sol sale del occidente por esa sexta puerta y va al oriente y
nace por la quinta puerta durante treinta mañanas y se pone en el
occidente, de nuevo por la quinta puerta.
18 En ese momento el día disminuye en otra parte y equivale a diez
partes y la noche a ocho.
19 El sol va desde esa quinta puerta y se oculta por la quinta puerta
del occidente y nace por la cuarta puerta durante treinta y un mañanas
a causa de su signo y se oculta por el occidente.
20 En ese momento el día es igual a la noche, llegan a ser
equivalentes: la noche tiene nueve partes y el día nueve partes.
21 El sol que nace por esa puerta y se oculta por el occidente, , nace
por la tercera puerta por treinta mañanas y se pone al occidente por
la tercera puerta.
22 En ese momento la noche es más larga que el día y que las noches
anteriores y cada día es más corto que el día anterior hasta la
trigésima mañana; la noche equivale exactamente a diez partes y el día
a ocho.
23 El sol que nace por aquella tercera puerta y se pone por la tercera
puerta en el occidente, regresa para salir por el oriente y nace por
la segunda puerta durante treinta mañanas y así mismo se pone por la
segunda puerta al occidente del cielo.
24 En ese momento la noche equivale a once partes y el día a siete.
25 El sol que sale durante ese período por esa segunda puerta y se
pone al occidente por la segunda puerta, vuelve al oriente por la
primera puerta durante treinta y una mañanas y se oculta por la
primera puerta al occidente del cielo.
26 En ese momento la noche se ha alargado hasta llegar a ser dos veces
el día: la noche equivale exactamente a doce partes y el día a seis.
27 El sol que ha recorrido las secciones de sus órbitas, vuelve de
nuevo sobre ellas y entra por cada una de sus puertas durante treinta
mañanas y se pone al occidente por la opuesta.
28 Entonces la noche disminuye una parte su duración y la noche
equivale a once partes y el día a siete.
29 El sol ha regresado y ha entrado por la segunda puerta del oriente
y retorna por las secciones de su órbita durante treinta mañanas
naciendo y ocultándose.
30 En ese momento la duración de la noche disminuye y equivale a diez
partes y el día a ocho.
31 Entonces el sol nace por la segunda puerta y se pone por el
occidente y vuelve al oriente y nace por la tercera puerta durante
treinta y una mañana y se pone al occidente del cielo.
32 En ese momento la noche se ha acortado y equivale a nueve partes y
el día equivale a nueve partes, la noche es igual al día y el año
tiene exactamente trescientos sesenta y cuatro días.
(Jubileos 6:32)
33 La duración del día y de la noche y el acortamiento del día o de la
noche, son señaladas por el recorrido del sol.
34 Así en ese recorrido el día se alarga y la noche se acorta.
35 Ésta es la ley del recorrido del sol y su retorno, según la cual el
vuelve y nace sesenta veces, así la gran luminaria que se llama sol,
por los siglos de los siglos.
36 La que se levanta es la gran luminaria, nombrada según su propia
apariencia, como lo ha ordenado el Señor.
37 Así como nace se oculta, sin decrecer ni descansar, sino
recorriendo día y noche; y su luz brilla siete veces más que la de la
luna, aunque al observarlos a ambos tengan igual tamaño.
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Capítulo 73
1 Después de esta ley, vi otra ley, que trata sobre la pequeña
luminaria, cuyo nombre es luna.
2 Su circunferencia es como la circunferencia del cielo y el carro en
el cual monta y la luz le es dada con mesura;
3 y cada mes su nacimiento y su puesta se modifican; sus días son como
los días del sol y cuando su luz es plena, es la séptima parte de la
luz del sol.
4 Así nace: en su primera fase nace del lado del oriente el trigésimo
día y en la época en que ella aparece es para vosotros el principio
del mes sobre el trigésimo día, simultáneamente cuando el sol está en
la puerta por la cual nace.
5 Es visible en la mitad de la séptima parte; toda su circunferencia
está vacía sin luz, con excepción de medio séptimo, la catorceava
parte de su luz.
6 Y cuando recibe medio séptimo de su luz, su luz se incrementa la
mitad de la séptima parte de ella.
7 Se pone con el sol y cuando el sol nace la luna nace con él y recibe
la mitad de una séptima parte de luz y en esa noche, en el comienzo de
su mañana, la luna se oculta con el sol y es invisible esa noche en
sus catorceavo o en el medio séptimo.
8 Ella nace en ese momento exactamente con una séptima parte y sale y
se inclina hacia el nacimiento del sol y en el resto de sus días llega
a brillar en las otras trece partes.
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Capítulo 74
1 He visto otra ruta, una ley para ella, cómo por medio de esta ley se
cumple el movimiento de sus meses.
2 Todo esto me lo mostró Uriel, el ángel santo que el el líder de
todos ellos, anotó su posición tal y como él me la ha revelado y anotó
sus meses tal y como son y el aspecto de su luz hasta que se cumplan
quince días.
3 En cada séptima parte ella cumple su luz al oriente y en cada
séptima parte ella cumple su oscuridad al occidente.
4 En ciertos meses ella altera sus puestas y en ciertos meses ella
sigue su propio curso.
5 Son dos los meses en que la luna se oculta con el sol, por las dos
puertas que está en la mitad, la tercera y la cuarta.
6 Ella sale por siete días, vira y retorna por la puerta por donde
sale el sol.
7 Cuando el sol sale por la séptima puerta, ella sale por siete días,
hasta que nace por la quinta y vira y regresa de nuevo durante siete
día por la cuarta puerta, completa toda su luz, se aleja y entra por
la primera puerta durante ocho días.
8 Ella retorna durante siete días por la cuarta puerta por la que sale
el sol.
9 Así he visto su posición, cómo la luna sale y el sol se pone durante
esos días.
10 Si añadimos cinco años el sol tiene un excedente de treinta días y
todos los días que suma uno de estos cinco años al completarse, son
trescientos sesenta y cuatro días.
11 El excedente del sol y las estrellas llega a seis día, en cinco
años de a seis días por año son treinta días y a la luna le faltan
treinta días con respecto al sol y las estrellas.
12 El sol y las estrellas llevan completo el año exactamente, tanto
que ellos no adelantan ni retroceden su posición ni un sólo día por
toda la eternidad y completan los años con perfecta justicia cada
trescientos sesenta y cuatro días.
13 En tres años hay mil noventa y dos días, en cinco años, mil
ochocientos veinte días y en ocho años dos mil novecientos doce días.
14 Pero para la luna sola sus días en tres años llegan a mil sesenta y
dos y a los cinco años le faltan cincuenta días,
15 Ella tiene en cinco años mil setecientos setenta días y así hay
para la luna durante ocho años, dos mil ochocientos treinta y dos
días.
16 A los ocho años le faltan ochenta días.
17 El año se cumple regularmente según las estaciones del mundo y la
posición del sol, que sale por las puertas por las cuales nace y se
oculta durante treinta días.
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Capítulo 75
1 Los jefes de las cabezas de mil que están encargados de toda la
creación y de todas las estrellas tienen qué hacer con los cuatro días
intercalados, siendo inseparables de su obra de acuerdo con el cómputo
del año, tienen que prestar servicio durante cuatro días que no son
contabilizados.
2 Por esta causa los hombres se equivocan pues estas luminarias
prestan servicio exactamente a las estaciones del mundo, una por la
primera puerta , otra por la tercera, otra por la cuarta y otra por la
sexta puerta y la armonía del mundo se cumple en trescientos sesenta y
cuatro estaciones.
3 Porque los signos, los tiempos, los años y los días me los mostró
Uriel, el Vigilante a quien el Señor de gloria ha encargado de todas
las luminarias del cielo y en el mundo, para que reinen sobre la faz
del cielo, sean vistas desde la tierra y sean las guías del día y de
la noche, así el sol la luna, las estrellas y todas las criaturas
auxiliares que recorren sus órbitas en los carros del cielo.
4 De la misma forma Uriel me mostró doce puertas abiertas en el
recorrido de los carros del sol en los cielos; por ellas salen los
rayos del sol y se expande el calor sobre la tierra cuando están
abiertas en las estaciones que le son asignadas.
5 [Ellas sirven también para los viento y el espíritu del rocío cuando
están abiertas en los límites de los cielos.]
6 Son doce las puertas del cielo en los confines de la tierra, de las
cuales salen el sol, la luna, las estrellas y toda creación en el
cielo al oriente y al occidente;
7 y hay numerosas ventanas abiertas a su derecha y a su izquierda y
cada ventana esparce calor en su estación; ellas corresponde a esas
puertas por las que salen las estrellas y se ocultan de acuerdo con su
número, según lo ha mandado Él.
8 He visto en los cielos carros que recorren el mundo por encima de
esas puertas y en ellos ruedan las estrellas que no se ocultan.
9 Hay uno más grande que todos, que le da la vuelta al mundo entero.
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Capítulo 76
1 En los límites de la tierra he visto doce puertas abiertas para
todas las regiones; por ellas salen los vientos y desde ellas soplan
sobre la tierra.
2 Tres de ellas están abiertas sobre la faz del cielo, tres al
occidente, tres a la derecha del cielo y tres a la izquierda.
3 Las tres primeras son las que están al oriente, las tres siguientes
al al sur, las tres siguientes al norte y las tres siguientes al
occidente.
4 Por cuatro de ellas salen los vientos que son para la curación de la
tierra y para su vivificación, y por ocho salen los vientos
perjudiciales que cuando son enviados destruyen toda la tierra, las
aguas y todo lo que hay en ellas, lo que crece, florece o repta, tanto
en las aguas como en la tierra seca y todo lo que vive en ella.
5 Primero sale el viento del oriente por la primera puerta oriental y
se inclina hacia el sur. Por allí sale la destrucción, la sequía, el
calor y la desolación
6 Por la segunda puerta, la del medio, sale el viento del Este-Este:
la lluvia, los frutos, la reanimación y el rocío. Por la tercera
puerta sale el viento del nororiente que está cerca del viento del
norte: frío y sequía.
7 Detrás de ellos, por las tres puertas que están al sur de los
cielos, sale en primer lugar por la primera puerta un viento del sur
que está al sur y al oriente un viento de calor.
8 Por la segunda puerta sale un viento del sur al que llaman sur:
rocío, lluvia, bienestar, reanimación.
9 Por la tercera puerta sale un viento del suroccidente: rocío,
lluvia, langosta y destrucción.
10 Tras este, sale un viento norte que viene de la séptima puerta,
hacia el oriente, con rocío, lluvia, langostas y desolación.
11 De la puerta del medio sale directamente un viento con salud,
lluvia, rocío y prosperidad. Por la tercera puerta, la que se inclina
al occidente, viene un viento con nubes, escarcha, nieve, lluvia,
rocío y langostas.
12 Después de estos están los vientos del occidente. Por la primera
puerta, que está inclinada hacia el norte, sale un viento con rocío,
escarcha, frío, nieve y helada.
13 Por la puerta de en medio sale un viento con rocío, lluvia,
prosperidad y bendición. A través de la última puerta, la que se
inclina al sur, sale un viento con carestía, ruina, quema y
desolación.
14 Se acabaron las doce puertas de los cuatro puntos cardinales del
cielo. Te he enseñado su explicación completa ¡Oh, hijo mío,
Matusalén!.
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Capítulo 77
1 Al oriente lo llaman este porque es el primero; al sur lo llaman
mediodía porque allí habita el Grande y en Él reside el Bendito por
siempre.
2 Al gran punto cardinal lo llaman poniente porque allí van las
estrellas del cielo, por allí se ponen y por allí se ocultan, por eso
lo llaman poniente.
3 Al norte lo llaman norte porque en el se esconden, se reúnen y se
vuelven todos los astros del cielo y se dirigen hacia el oriente de
los cielos. Al oriente lo llaman levante porque desde allí se alzan
los cuerpos celestes y desde allí se levantan. Vi tres secciones de la
tierra: una para que en ella habiten los hijos de los hombres, otra
para todos los mares y los ríos y otra para Los Siete y para el
Paraíso de Justicia.
4 Vi siete montañas más altas que todas las montañas que hay sobre la
tierra, la nieve las cubre y de ellas vienen los días , las estaciones
y los años.
5 Vi siete ríos sobre la tierra, más grandes que todos los ríos, uno
de los cuales viene del occidente y sus aguas desembocan en el Gran
Mar.
6 Otros dos vienen desde el norte hacia el mar y sus aguas desembocan
en el Mar de Eritrea.
7 Los otros cuatro salen del lado del norte cada uno hacia su
respectivo mar: dos de ellos hacia el Mar de Eritrea y dos dentro del
Gran Mar.
8 Vi siete grandes islas en el mar y el continente, dos hacia el
continente y cinco en alta mar.
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Capítulo 78
1 [Los nombres del sol son los siguientes: el primero es Oranyes y el
segundo Tomás;
2 y la luna tiene cuatro nombres: el primero es Asonya, el segundo
Ebela, el tercero Benase y el cuarto Era'el.]
3 Estas son las dos grandes luminarias, su circunferencia es como la
circunferencia del cielo y la talla de sus dos circunferencias es
similar.
4 Dentro de la circunferencia del sol hay siete partes de luz que le
son añadidas de más con respecto a la luna y con completa mesura le es
transferida a ella hasta la séptima parte extraída al sol.
5 Ellas se ponen y entran por las puertas del occidente, hacen su
viraje por el norte y vuelven por las puertas del oriente sobre la faz
del cielo.
6 Cuando la luna se levanta, la mitad de un séptimo de su luz brilla
en los cielos para aparecer sobre la tierra y se completa de día en
día, hasta el día catorce cuando toda su luz está completa.
7 Su luz crece por quinceavos y se completa de día en día hasta el día
quince, en el cual toda su luz está completa, según el signo de los
años. La luna crece y realiza sus fases de a medios séptimos.
8 En su fase menguante la luna disminuye su luz: el primer día un
catorceavo; el segundo, un treceavo; el tercero, un doceavo; el
cuarto, un onceavo; el quinto, un décimo; el sexto, un noveno; el
séptimo, un octavo; el octavo, un sétimo; el noveno, un sexto; el
décimo, un quinto; el undécimo, un cuarto; el duodécimo, un tercio; el
treceavo, un medio; el catorceavo la mitad de un séptimo; hasta que el
quinceavo desaparece todo remanente de luz.
9 En ciertos meses tiene veintinueve días y otras veces veintiocho
días.
10 Y Uriel me enseñó otro cálculo, habiéndome mostrado cuando la luz
es transferida a la luna y sobre cual lado se la transfiere el sol.
11 Durante toda la fase creciente de la luna, se transfiere su luz
frente al sol durante catorce días hasta que se ilumina toda y su luz
es completa en el cielo.
12 El primer día es llamada luna nueva, porque desde ese día su luz
crece.
13 Llega a ser luna llena exactamente en el momento en que el sol se
oculta por el occidente y ella asciende desde el oriente por la noche
y la luna brilla durante toda la noche, hasta que el sol nace frente a
ella y la luna es observada frente al sol.
14 Por el lado por que la luz de la luna llega, por ahí decrece de
nuevo, hasta que toda su luz desaparece, los días del mes se completan
y su circunferencia está vacía, sin luz.
15 Por tres meses ella sale de treinta días y en su tiempo ella sale
por tres meses de veintinueve días cada uno, en los cuales ella cumple
su menguante en el primer período de tiempo y en el primer portal, por
cinto setenta y siete días.
16 En el tiempo de su nacimiento ella aparece por tres meses de
treinta días cada uno y por tres meses aparece veintinueve días cada
uno.
17 En la noche ella aparece por veinte días cada mes.
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Capítulo 79
1 Hijo mío: ya te he enseñado todo y la ley de todas las estrellas de
los cielos ha concluido.
2 Me ha enseñado todas su leyes para todos los días, para todas las
estaciones imperantes, para todos los años y su finalización, para el
orden prescrito para todos los meses y todas las semanas, por veinte
días cada mes;
3 y el menguante de la luna que comienza a través de la sexta puerta
en la cual se completa su luz,
4 que ocurre en el primer portal en su tiempo y se completa a los
ciento setenta y siete días o contado en semanas, veinticinco semanas
y dos días.
5 Ella se atrasa exactamente cinco días en el curso de un período, con
respecto del sol y del orden de las estrellas y al ocurrir esto es
corregida. Parece como la imagen de una visión cuando su luz se
atrasa.
6 Cuando ella se encuentra en su plenitud, en la noche esta visión
parece como un hombre, en la noche aparece como la imagen del sol en
el cielo y no hay nada más en ella, salvo su luz. Tal es la visión y
la imagen de todas las luminarias, que me mostró Uriel, el gran ángel.
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Capítulo 80
1 En esos días Uriel me dirigió la palabra y me dijo: "Mirad que te he
revelado todo, Enoc, te he enseñado todo para que pudieras ver este
sol, esta luna, las guías de las estrellas de los cielos y todos
aquellos que las hacen recorrer y sus tareas, tiempos y salidas.
2 En los días de los pecadores los años serán acortados y su semilla
llegará tarde a sus tierras y campos; todas las cosas sobre la tierra
se alterarán y no saldrán a su debido tiempo; la lluvia será retenida
y los cielos la retendrán.
3 En esa época los frutos de la tierra serán retenidos, no crecerán a
tiempo los frutos de los árboles, serán retardados;
4 la luna alterará su orden y no aparecerá a su debido tiempo
5 [En esos días el sol será visto [en el cielo ardiente extendiendo la
esterilidad y] viajará por la noche sobre el límite del gran carro del
occidente] y brillará más que lo que corresponde al orden de su luz.
6 Muchas guías de las estrellas trasgredirán el orden, alterarán sus
órbitas y tareas y no aparecerán en el momento prescrito para ellas.
7 Todas las leyes de las estrellas serán ocultadas a los pecadores;
los pensamientos de quienes viven sobre la tierra estarán errados al
respecto y ellos equivocarán sus caminos y tendrán a las estrellas
como dioses.
(Sb 13:2; Ro 1:25)
8 El mal se multiplicará sobre ellos y el castigo contra ellos llegará
para aniquilarlos a todos.
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