El Despertar I
Lobos en piel de oveja
La idea de que el mundo material en el que vivimos, nos movemos y
pasamos nuestro estado de existencia cotidiano, es en realidad un "sistema
simbólico" reflejo de una realidad aun más profunda, es para algunas
personas algo bastante obvio. Las interpretaciones, no obstante, son
muchas y muy variadas. Algunas personas piensan que el "sistema de
símbolos" es una realidad auto-creada que se manifiesta con la
finalidad de que nuestro "yo hiperdimensional" se pueda comunicar
con la mente consciente. Cuando se considera la idea de que todo lo
que existe es, en última instancia, Dios/La Unidad, esa pareciera
ser la más sencilla y verdadera de las explicaciones. Y hay
capacidades manifiestas en los seres humanos que nos demuestran que
este es el caso, como por ejemplo la psicokinesis.
Pero quisiera hablar acerca de ello desde una perspectiva y nivel
diferentes. La única manera en que puedo referirme a este asunto en
términos prácticos es relatando algunas extrañas experiencias
personales. Siempre he dudado de hacer esto puesto que no es mi
intención aburrir al lector, y sin embargo no hay mejor forma de ser
prácticos que enumerando una serie de ejemplos más o menos concretos
que puedan encontrar cierto nivel de resonancia en las experiencias
de otros individuos. Trataré de hacerlo de la manera más concisa
posible, sin dejar de incluir los detalles suficientes como para
poder comunicar en forma efectiva el grado de complejidad realmente
desconcertante que permea alguna de estas "dramatizaciones cósmicas".
Pero antes de entrar en las aplicaciones prácticas de toda esta
información, hay algunas cosas más que revisten suma importancia
dentro del tópico presente y a las que es menester referirse.
En otros archivos nos hemos referido al hecho de que Gurdjieff,
Castañeda y los
Cassiopaeans han coincidido todos al referirse a la
realidad de la 3ª densidad como una especie de prisión. Gurdjieff
es de la opinión de que esto es así en virtud de las "fuerzas" que
actúan sobre el hombre para tratar de controlarlo, y que estas
fuerzas son un tanto nebulosas y pertenecen a otros "niveles" o "mundos"
de la creación. De acuerdo a don Juan, nos encontramos en una
prisión porque el Depredador Cósmico nos ha dado "su propia mente"
con la finalidad de poder controlarnos y hacer presa fácil de todos
nosotros. El habla acerca de dimensiones superiores cuando se
refiere a "lo desconocido" o "incognoscible". Los
Cassiopaeans dicen
que nos encontramos en una prisión esencialmente porque escogimos
esta circunstancia con la finalidad de aprender y adquirir
experiencia; que el Dios/Universo se recrea a sí mismo en el gran
Drama Cósmico concebido en el sétimo nivel y escenificado en todos
los niveles inferiores de densidad a través de guionistas,
productores, directores, actores y todo el resto del personal de "puesta
en escena". Y todas estas partes son "interpretadas" por el Ser
Único.
Al mismo tiempo, Ouspensky sugiere que nosotros estamos en capacidad
de escoger alrededor de cual de las fuerzas o leyes (o partes de la
obra) vamos a gravitar. El apunta:
"Las fuerzas pasan a través del hombre y este suele interpretarlas
como sus propios deseos, simpatías, atracciones, no obstante que son
solamente fuerzas pasando a través de él en todas direcciones"
En tal caso, una persona vive bajo "la ley de lo fortuito", como lo
describe él. Los Cassiopaeans dicen que esta condición de "aleatoriedad"
significa que el hombre vive bajo un sistema de control diseñado
para mantenerlo en un estado de confusión y de ignorancia de forma
tal que pueda seguir siendo "alimento" para seres de dimensiones
superiores.
Don Juan, a su vez, dice algo similar con distintas
palabras. Yo lo llamaría la ley del caos.
Luego Gurdjieff (a través de Ouspensky) sugiere que este estado de
confusión y aleatoriedad comienza a desaparecer cuando comenzamos a
"despertar". Señala que es esta "una ley muy grande y multifacética"
y que todo es asunto de grados:
"solo en el Absoluto son las cosas
absolutas. Para nosotros es una gran sucesión de escalones, y con
cada paso se adquiere mayor libertad".
Indica que en realidad no
estamos en capacidad de HACER nada, es decir, tener ningún control
sobre nuestras opciones y curso existencial, hasta que alcancemos
los niveles más altos, y que la única forma de conseguir esto es
tratando de comenzar a entender estas influencias, porque, como él
señala:
"solo cuando adquirimos conocimiento
podemos cambiar las
cosas".
Lo que pareciera estar sugiriendo es que este "conocimiento" es
parte del proceso de apertura hacia las "fuerzas superiores". Señala:
"Las fuerzas o influencias superiores son normales y de carácter
cósmico; pero podemos abrirnos a nosotros mismos para ser receptivos
a ellas, o podemos cerrarnos y aislarnos de ellas. Si estamos
dormidos, estamos más aislados de ellas. Si despertamos, abrimos
nuestro ser a las influencias superiores".
Este proceso de "apertura a la influencia de las fuerzas superiores"
parece ser un elemento clave, en virtud del cual podemos comenzar a
diferenciar cual influencia en particular proviene de cual "fuerza
superior", de manera que se pueda operar un cambio en la consciencia
y estemos en posición de seleccionar la influencia cósmica bajo cuya
égida deseamos estar.
Todo esto se remonta al ejemplo de la "Obliteración de Realidades",
donde las realidades cósmicas se describen como "Centros de
Pensamiento" que atraviesan todas las densidades. Ouspensky asevera
que:
"El hombre y la Humanidad no existen de manera separada, sino más
bien como parte integral del todo de la vida orgánica. La Tierra
necesita de la vida orgánica como un todo - del hombre, los animales
y las plantas. El Rayo de la Creación es como una rama en
crecimiento, y esta comunicación es necesaria para que la rama pueda
continuar creciendo. Todo está interconectado, nada está separado y
hasta las cosas más diminutas, una vez que existen, sirven a un todo
más grande... La vida orgánica es una particular unidad cósmica y el
hombre es una unidad dentro de esta gran masa de vida orgánica. El
tiene la posibilidad de desarrollarse aun mas, pero este desarrollo
depende de su propio esfuerzo y entendimiento. Es parte del plan
cósmico que un cierto número de hombres se desarrollen, pero no
todos, porque esto entraría en contradicción con otro propósito
cósmico. Evidentemente la humanidad debe permanecer en la Tierra y
sobrellevar su vida y sufrimientos. Pero un cierto número de hombres
puede escapar, y esto también entra dentro del plan cósmico..."
La manera en que se puede conseguir esto, según sugieren los
Cassiopaeans, es llegando a tener consciencia del significado
encerrado en los Símbolos de la Realidad. El primer contacto que
tenemos con estos símbolos es a través de su manifestación en
nosotros mismos, en sus formas física, psíquica, emocional y mental,
desde donde comenzamos a expandir esta percepción hacia afuera,
hacia el entendimiento de nuestro ambiente. Parece ser que nuestro
ambiente y experiencias, tanto individuales como colectivas,
reflejan nuestra particular Selección de Influencias. Así, debemos
en primera instancia examinarnos a nosotros mismos, nuestros
pensamientos y acciones y la fuente de la cual se originan, es decir,
la "influencia" que opera como dominante, para luego poder comenzar
a tomar decisiones acerca de si queremos o no continuar
interactuando con -o "encarnando"- esta influencia.
Veremos entonces
como nuestro ambiente y nuestras experiencias comienzan a reflejar
los "resultados" de nuestras escogencias y se convierten en un "sistema
de retroalimentación" que confirma o refuta la "conveniencia" de
nuestras decisiones. Y las escogencias que hagamos en relación con
nuestra realidad dependerán de si operamos en el modo de "percepción
externa" o el modo de "percepción interna". Ouspensky dice:
"Si comenzamos a conocernos a nosotros mismos, nos liberamos de una
ley... así que, con vistas a liberarnos de las leyes limitantes,
primero es necesario identificar la ley en particular de la cual
queremos liberarnos para luego escapar de ella. Una vez conseguido
esto, debemos encontrar otra nueva ley. De nuevo nos liberamos de
ella, y continuamos de esta manera. Es esta la forma práctica de
estudiar las leyes... Existen leyes que nos obstaculizan y nos
mantienen subyugados..."
El liberarse de estas "leyes del caos y la aleatoriedad" es posible
de varias maneras. Esto se puede evidenciar de manera empírica
cuando se estudia la profusa literatura asociada a numerosas
religiones y filosofías. Pero cuando se aboca uno al estudio de este
cuerpo de material, hay ciertas cosas que se vuelven evidentes al
establecer comparaciones, y Gurdjieff enuncia estos problemas de
manera clara cuando describe las "Cuatro Vías".
Hemos hablado ya acerca de la mente y de la ilusión y de cómo todas
las cosas son en última instancia el "Ente Único". Sí, todo es mente/consciencia...
pero mi ponencia a lo largo de toda esta labor ha sido la de que
necesitamos adoptar medidas "prácticas" en relación a este asunto y
lidiar con las cosas que son más accesibles a nuestro particular
nivel de desarrollo. Somos entes de la 3ª densidad y eso es un
hecho. Nuestros actuales "fragmentos de consciencia" están enfocados
en este ambiente. Así que pretender saltar de la 3ª densidad para
"fusionarnos con la Unidad" en términos cósmicos es como tratar de
poner la carreta delante de los bueyes y querer morar en los
conceptos de la 7ª Densidad.
Sí, podemos conocer estos conceptos,
si bien con ciertas limitaciones -podemos ocupar nuestro tiempo en
la dilucidación de los mismos- pero para efectos prácticos, sería
más conveniente aprender las lecciones propias de esta dimensión
aquí y ahora para luego dar el siguiente paso. Esta parece ser una "ley"
según se entiende en el contexto presente, y aquí es donde corremos
el peligro de caer en un estado de ofuscación. Pero, nuevamente, hay
un propósito para ello, como veremos enseguida. Muchas fuentes
canalizadas hablan acerca de esta idea de ser en última instancia "uno
con el Universo" y de la creación de la Ilusión por medio de la
Mente, ¡y todo eso es CIERTO! El embuste se presenta cuando sugieren
que todo lo que debemos hacer es sentarnos debajo de un árbol a
contemplarnos el ombligo hasta convertirnos en seres iluminados como
Buda. Si bien en algunos raros casos esto es posible y, en otras
instancias, la adquisición de "poderes" también lo es, no es sino
hasta que examinamos la literatura con vistas a desenmascarar la
oculta "agenda de las motivaciones veladas" que comenzamos a
encontrar ciertas pequeñas inconsistencias dentro de tales
enseñanzas.
En una reciente comunicación circulada dentro de alguno de los
grupos electrónicos de discusión de la Red se citaba a Carla Rueckert McCarthy diciendo lo siguiente:
"Para mi hay básicamente dos maneras de trabajar espiritualmente en
esta densidad: el camino al Amor y el camino de la Sabiduría. En
términos generales podría decir que el Budismo sigue el camino de la
sabiduría mientras que el Cristianismo sigue el camino del corazón.
Dentro de la estructura de la sabiduría, se aspira al conocimiento,
la paz, el desapego, y se apunta hacia la recreación de un
sentimiento de vacío y nada. Se tiene acceso a estados de mucha
calma y paz, pero considero que se trata de la vía lenta en
comparación con el camino del amor.
En el camino del amor la persona
se enfoca en la compasión y pureza de pasión, así como en la
voluntad que sustenta todo esto, aspirando hacia un sentimiento de
plenitud y unificación de todas las cosas. En lo personal, encuentro
que el trabajo realizado en esta densidad parece en el momento
presente estar siguiendo la estrategia del amor, de la apertura del
corazón hacia las oportunidades de cada momento y el potencial de
amor en cada circunstancia. Este trabajo generalmente no es ni
apacible ni calmo, pero reporta un sentimiento gratificante. Pienso
que es un asunto de preferencias: ambos caminos de aprendizaje son
útiles."
Esta es una interpretación bastante estándar dentro del
paradigma de
la "Nueva Era". Es un tanto más amplia y menos restringente que la
perspectiva Fundamentalista Cristiana, pero no mucho más. Se trata,
de hecho, de la Vía del Monje o Santo.
En realidad hay más de dos vías; como se mencionaba anteriormente,
hay cuatro. Está la "Vía del Monje", la "Vía del Yogui", la "Vía del
Fakir" y, tal y como propone Gurdjieff, la "Cuarta Vía" que en
apariencia es el resultado de su largo contacto con las enseñanzas
Sufíes y ciertamente guarda similitudes con las enseñanzas de Don
Juan y con las sugerencias de los Cassiopaeans.
La Vía del Monje es muy parecida a lo que el corresponsal citado
anteriormente describe como su modo favorecido. Este es el camino de
la Fe, que resuena con el sentimiento de religiosidad y sacrificio.
Es el camino para las personas con una fuerte emoción e imaginación
religiosas. Es un camino largo y arduo, como lo indica la escritora
cuando dice:
"Este trabajo generalmente no es ni apacible ni calmo,
pero reporta un sentimiento gratificante".
Esta vía consiste en años
tras años de lucha con el ego y las emociones; lucha con los
sentimientos. El individuo somete todas sus emociones al gobierno de
una sola en particular, desarrollando la unidad del ser dentro de sí.
Trabaja en el desarrollo de la "Voluntad emocional". El anterior
corresponsal la manifiesta de manera clara:
"En el camino del amor
la persona se enfoca en la compasión y pureza de pasión, así como en
la voluntad que sustenta todo esto, aspirando hacia un sentimiento
de plenitud y unificación de todas las cosas".
Gurdjieff, sin embargo, sugiere que en estos individuos tanto el
cuerpo físico como el mental permanecen subdesarrollados y que para
poder hacer USO de lo aprendido por medio del camino del Monje o
Santo, es preciso enfocar la atención en el desarrollo del cuerpo y
de la capacidad de pensar. Esto solamente puede conseguirse por
medio de otra serie de sacrificios. El monje debe convertirse en un
yogui y un fakir. Muy pocos son capaces de conseguir esto ya que por
lo común mueren antes de poder superar todas las dificultades.
El camino de la "sabiduría", según lo denomina Carla, o también
llamado la "Vía del yogui", es el camino del conocimiento,
de la
mente. Consiste en el desarrollo de la mente, pero puede acarrear,
según anota Carla de manera muy acertada, el dejar el cuerpo y las
emociones en un estado de subdesarrollo. Ella dice:
"Dentro de la
estructura de la sabiduría, se aspira al conocimiento, la paz, el desapego, y se apunta hacia la recreación de un sentimiento de vacío
y nada. Se tiene acceso a estados de mucha calma y paz".
No
obstante, sin el desarrollo de los cuerpos físico y emocional, el
individuo podría no estar capacitado para hacer uso de sus logros
antes de abocarse a un trabajo arduo sobre el cuerpo y las
emociones. Tal individuo "sabe todo" pero no puede HACER nada. Debe
aplicarse de nuevo al trabajo orientado hacia la consecución de
resultados por medio de otra serie diferente de esfuerzos
prolongados para la aplicación de lo que conoce. La diferencia
principal entre el camino del conocimiento y las vías del fakir y
del monje consiste en que el yogui tiene eventualmente la ventaja de
entender su posición, de saber lo que le hace falta y lo que debe
hacer, así como en qué dirección debe seguir. No obstante, se debe
reiterar que muy pocos consiguen llegar a la meta final antes de
morir en el intento.
La Vía del fakir es el camino de la lucha por el dominio del cuerpo
físico. Es largo y dificultoso. El objetivo es alcanzar un estado de
"trascendencia" mediante el desarrollo de la voluntad física y el
señorío sobre el cuerpo. Involucra prácticas que conllevan terribles
sufrimientos y torturas del cuerpo: sacrificios físicos con un
enorme grado de dificultad tales como estar de pie en estado de
inmovilidad durante varias horas, días, meses o inclusive años. De
no morir o enfermarse antes de completar el ejercicio, es posible
para el fakir conseguir algo, pero, ¿qué es exactamente lo que
consigue? Enorme voluntad física, si bien no tiene ninguna cosa
sobre la que pueda aplicarla. No puede entonces hacer uso de ella
antes de alcanzar conocimiento o auto-perfección, y para entonces
estará muy viejo o en trance de morir.
En la Vía del fakir generalmente no existe el maestro. Es posible
que el practicante haya sido testigo de increíbles actos de voluntad
que le impresionaron y obsesionaron hasta el punto de querer
emularlos, de querer tener logros similares para sí mismo.
En la Vía del monje, el aspecto primordial ES justamente el maestro.
Parte del trabajo que involucra esta modalidad consiste en tener fe
absoluta en el maestro y someterse por completo a sus indicaciones o
a sus enseñanzas en un estado de obediencia absoluta. Lo más
importante en esta modalidad es la fe en Dios, en el amor de Dios,
en los esfuerzos constantes para obedecer y servir a Dios. Por
supuesto que, tal y como lo demuestra la historia de la religiones,
el entendimiento que pueda tener esta persona de la idea de Dios y
de servir a Dios es muy subjetiva y hasta contradictoria.
Afortunadamente cada vez se ha vuelto más fácil de aceptar la idea
de que esta "Vía del monje" puede operar en diferentes contextos,
así que en general la gente siente ahora menos propensión hacia la
aniquilación de todos aquellos que no comulgan con su particular
concepto de Dios. No obstante, todos los que siguen este camino
generalmente se aferran a la idea de que es una senda "mejor" que
las otras. Carla no está precisamente diciendo esto: ella dice que
considera a la senda del corazón como la "vía rápida", y en verdad
lo es para ella y para muchos otros, por razones que discutiremos
más adelante.
En el camino del yogui, se comienza con un maestro, o muchos
maestros, pero se termina siendo su propio maestro. Se aprenden los
métodos a través del estudio y luego se comienzan a aplicar estos de
manera independiente. Lo más importante acerca de estos tres caminos
es que todos requieren un nivel no poco considerable de retiro de la
vida mundana. Gran parte de la lucha debe escenificarse en el
"retiro" o durante la meditación privada. Cada uno de estos métodos
está en buen grado opuesto a la vida cotidiana, de manera que sus
practicantes encuentran dificultades para adaptarse a las
condiciones del "mundo real". La CUARTA vía, según
Gurdjieff, y que
además parece ser la que proponen tanto los Sufíes como los
Cassiopaeans, NO requiere del retiro del mundo real. Además de esto,
a diferencia de las modalidades del fakir, el monje y el yogui, no
tiene una "forma definida".
El "trabajo" dentro de esta modalidad consiste en utilizar las
circunstancias de la vida tal y como se le presentan a la persona en
su propio medio, para trabajar en todos los aspectos en forma
simultánea. La persona trabaja en el dominio físico, en el
desarrollo mental y en el control y la integración emocionales. Y
esto solo es posible hacerlo a través de la PERCEPTIBILIDAD, en
combinación con el CONOCIMIENTO y la VOLUNTAD. Uno debe convertirse
en maestro de su propio cuerpo, mente y emociones. El requerimiento
principal de la Cuarta vía, de acuerdo con las enseñanzas tanto de
los Sufíes como de los Cassiopaeans, es el ENTENDIMIENTO. Debemos
llegar a estar conscientes de tantos aspectos de nuestra realidad
como nos sea posible y abstenernos de HACER NADA que no podamos
entender a cabalidad excepto a modo experimental y con la finalidad
implícita de descubrir y entender aun más cosas. Entre más
entendimiento tengamos de QUÉ cosa hacemos, PORQUÉ la hacemos y CÓMO
la hacemos, nuestro grado de consciencia será mayor. No se requiere
de la fe en esta vía; de hecho, la fe puede ser un obstáculo. En la
Cuarta vía la persona debe "verificar por sí misma el grado de
verdad de todo lo que se le dice" por medio de la investigación y la
comprobación empíricas. Hasta que esté satisfecha, no deberá actuar
solamente movida por la fe.
De las cuatro vías, la más menos refinada es la del fakir, como
señala Gurdjieff. El fakir sabe muy poco y entiende aun menos, pero
tiene un poder INCREÍBLE sobre su propio cuerpo físico.
El monje apenas sabe un poco más. Es impelido por su "sentimiento"
religioso y su particular tradición religiosa, así como por su
fijación en la "meta" contemplada, es decir, su deseo de SALVACIÓN.
El tiene confianza en su sistema particular de creencias y en su
maestro de preferencia (Jesús, Buda, o algún otro) y tiene confianza
en que todos sus esfuerzos son "agradables a la vista de Dios".
De qué manera funciona todo esto resulta evidente del análisis de
varias de las claves contenidas en la correspondencia citada más
arriba. Carla indica que el camino de la sabiduría "aspira a la
recreación de un sentimiento de vacío" mientras que el camino del
amor aspira a un "sentimiento de plenitud". Esto nos trae de vuelta
a las palabras de don Juan con relación al
Depredador Cósmico:
"Para mantenernos sumisos, mansos y débiles, los
depredadores...
¡nos han dado su propia mente!... La mente del Depredador es
grotesca, contradictoria, malhumorada, llena del temor de ser
descubierto en cualquier momento".
"Sé que aun cuando nunca has sufrido de hambre... padeces de
ansiedad por el alimento, que no es otra cosa sino la ansiedad del
depredador temeroso de que en cualquier momento su maniobra pueda
ser descubierta y le sea negado el alimento. A través de nuestra
mente, que después de todo es la suya propia, los depredadores han
podido inyectar en el ser humano todo aquello que les resulta
conveniente. Y de esta manera se garantizan un margen de seguridad
que sirve para contrarrestar su propio temor".
Las personas que escogen el "camino del corazón" están muy
conscientes de experimentar todas estas sensaciones dentro de sí
mismas... contradicciones, culpa (temor de ser descubiertos en
cualquier momento) y HAMBRE. Están constantemente empeñadas en
manifestar amor aun de cara a todos estas emociones negativas, para
poder llenar un vacío interno. Carla nos confiesa sus propias luchas
cuando dice:
"Este trabajo generalmente no es ni apacible ni calmo,
pero reporta un sentimiento gratificante".
La condición usual dentro de esta senda es:
"Me encuentro a mí mismo
en toda clase de situaciones dolorosas y miserables. Me encuentro a
mí mismo respondiendo con sentimientos específicos hacia la gente y
las situaciones que son negativas o bien, las situaciones mismas que
se manifiestan en mi vida son negativas y dolorosas. Pero es mi
elección superar todo esto por medio de la manifestación (a través
de la voluntad) del sentimiento de AMOR hacia todas las cosas y
todos los seres. De esta forma me enfoco en "la compasión y pureza
de pasión, así como en la voluntad que sustenta todo esto, aspirando
hacia un sentimiento de plenitud y unificación de todas las cosas".
En otras palabras, puedo ser torturado por dentro y por fuera, pero
aun así voy a PRODIGAR AMOR y SENTIR AMOR y me voy a concentrar en
amasar este sentimiento de plenitud en mi interior sin importar las
consecuencias.
De esta manera, ella contrarresta el influjo de la "mente del
depredador" al rehusarse a aceptar las contradicciones, el malhumor,
la culpa, el hambre. Y esta es, de hecho, una manera de superar las
"leyes"... una manera de generar la "lucha entre el sí y el no", que
con toda probabilidad producirá resultados, tal y como lo atestigua
la literatura.
Hablando desde un punto de vista relativo, el monje puede conseguir
en una semana de ayuno, oración y concentración en la manifestación
del amor, lo que el fakir consigue en un mes de tortura. Así se
libera de la influencia de la mente del Depredador.
El yogui sabe considerablemente más. El tiene consciencia de la
existencia de la mente del Depredador, y sabe que desea liberarse de
ella. Sabe porqué desea esto, así que se aboca a sus estudios para
alcanzar el conocimiento específico de la manera en que puede
conseguirlo. Lo que aprende eventualmente, y si hace bien su
"tarea", es que para liberarse de las "leyes" que lo subyugan debe
producir una cierta "sustancia" en su interior. Aprende que cierto
tipo de ejercicio mental o concentración de la consciencia puede
producir esta sustancia en un día. No se descarta que podría haberle
tomado la vida entera aprender esto, el mismo período de tiempo que
el monje ha estado empleando en la manifestación del amor, pero
generalmente le toma menos que eso puesto que el yogui comienza con
un maestro que es probable que ya haya alcanzado un cierto nivel, de
manera que mucho del conocimiento puede ser comunicado por medios
prácticos con considerable ahorro de tiempo.
Entonces, como resultado de establecer algunas comparaciones
relativas podemos ver como el yogui puede producir en un día lo que
el monje produce en una semana y el fakir en un mes. Pero eso es
medir a todo el mundo con la misma vara. No podemos dejar fuera de
la ecuación la posibilidad de que una persona ya haya "realizado la
tarea" correspondiente a una de las modalidades en alguna "vida
anterior", estando entonces lista para realizar el trabajo en otra
de las modalidades en el curso de la presente existencia. Para
Carla, el camino del corazón es la "vía rápida", y para otros es
posible que así lo sea. Podríamos conjeturar que tales personas que
encuentran que esta es la vía que reporta el sentimiento más
"gratificante" y que les impele con mayor fuerza y rapidez, es
posible que ya hayan transitado los caminos del yogui y el fakir en
vidas previas/simultáneas. Para algunos, el camino del corazón
podría ser la última pieza del rompecabezas de auto-integración. Y
en estos casos, es precisamente la vía correcta.
Para otros, ya se transitó por el "camino del corazón", razón por la
que son propensos a enfocarse en la vía del fakir o del yogui. En el
caso de otros más, ya se han completado los tres caminos, por lo que
evolucionan rápidamente a lo largo de las varias modalidades en el
curso de una sola vida, consolidando los efectos de las varias
"cristalizaciones". Es realmente imposible para una persona juzgar
una de las vías como "correcta" y otra como "incorrecta". Cada
individuo y cada situación es diferente.
El lector que encuentre que este material está "en resonancia" o "en
sincronía" con sus propios sentimientos más profundos, es posible
que ya haya realizado el trabajo correspondiente a las vías del
fakir, monje y yogui, y se encuentre ahora buscando la síntesis y la
aplicación práctica enfocada hacia la integración de su estado de
consciencia. En la Cuarta vía, de acuerdo a Gurdjieff y los
textos
Sufíes relativos al tema (a pesar de que estos son deliberadamente
"oscuros"), el buscador tiene consciencia de las otras vías, sabe
que hay sustancias específicas que se deben producir en el cuerpo,
sabe que se pueden producir al cabo de un mes de tortura, una semana
de oración y ayuno, o un día de ejercicios mentales, pero también
sabe que hay otra manera de producirlas. La Cuarta Vía, si bien no
necesariamente me refiero a la Cuarta Vía según la entienden Gurdjieff y
Ouspensky. ¿A qué nos referimos?
Al estudiar la historia de los fenómenos religiosos, paranormales y
extrasensoriales, uno se percata de algunas extrañas conexiones. Hay
fakires y yoguis que pueden controlar sus funciones corporales hasta
extremos que superan el entendimiento común. Pueden ralentizar su
metabolismo, controlar el ritmo cardíaco, producir calor o frío
extremos, levitar, correr durante días sin detenerse, bilocarse, y
manifestar la presencia de objetos con el poder de su mente. He
escuchado de algunos casos de individuos que han entrado en un
profundo estado de meditación en presencia de sus estudiantes o
condiscípulos, y de repente, simplemente han desaparecido en forma
instantánea en medio de un destello de luz enceguecedora, ¡para no
volver a ser vistos jamás!. Obviamente se han podido desembarazar de
la influencia de alguna de las "leyes" de la 3ª densidad en mayor
o menor grado. Al mismo tiempo, uno puede leer las crónicas de
santos cristianos que han realizado las mismas cosas. Hay
shamanes
que dan evidencia de logros similares, lo mismo que algunos
practicantes de varias formas de "magia" ritual. Así, podemos ver a
través de estas "señales en la carretera" que efectivamente HAY una
cierta correlación tal y como lo sugirió Gurdjieff.
Luego tenemos el caso de los "acontecimientos anormales" que parecen
ocurrir en forma espontánea. En tales casos es común encontrar
algunas referencias recurrentes al ADN, es decir, una relación entre
el ámbito paranormal y la genética. Una y otra vez escuchamos decir
a alguna persona capaz de manifestar cierto tipo de "poderes supranormales" cosas como "heredé la visión de mi tía", o abuela,
madre, tío, etc. Y no siempre se trata de la "visión": hay muchos
otros "poderes" susceptibles de ser explicados de la misma manera.
Está además la curiosa conexión entre el sistema endocrino y los
fenómenos paranormales. Muchos estudios serios del fenómeno de tipo
"poltergeist" que muy a menudo -sino siempre- se manifiesta en la
presencia de un niño en etapa pubescente o una mujer sexualmente
"fluctuante", incluyendo aquellas que están en una u otra etapa de
la menopausia. Las hormonas producidas por el sistema endocrino
juegan un papel importante en la activación o desactivación del ADN.
Una cosa me resulta clara luego de todos estos años de estudio: el
fenómeno paranormal, bien se trate de sanación, manifestación de
materia, bilocación o cualquiera otro, prácticamente no guarda
NINGUNA relación con el nivel de espiritualidad de la persona. En mi
trabajo de investigación me fue posible encontrar un grupo familiar
consanguíneo con la habilidad de "detener el flujo de la sangre" con
el toque de la mano, a pesar de que casi la totalidad de sus
miembros eran alcohólicos, promiscuos, abusivos hacia su pareja o
los niños y, en general, lo que uno consideraría como individuos
éticamente deficientes. No obstante, algunos miembros de la familia
tenían este interesante "poder" y eran llamados a menudo por vecinos
o amigos para salvar vidas, ¡aún si había que arrastrarlos fuera de
un bar en estado de completa embriaguez!
Otro detalle curioso son los múltiples registros de aparición de
fenómenos paranormales luego de un trauma severo de la cabeza o una
fuerte descarga de corriente. La corriente eléctrica puede alterar
el ADN puesto que afecta la permeabilidad de las membranas neurales
y altera el balance o composición de los neurotransmisores,
provocando de esa manera una activación o desactivación del ADN. (En
algún punto de la exposición examinaré esto en sus detalles técnicos
para que el lector pueda realizar una aplicación práctica en las
situaciones individuales de su vida).
Parece ser que lo que separa a los mundos físico y etéreo, o la 3ª
y 4ª densidades, y que se refleja en nuestro nivel de
perceptibilidad, es justamente nuestro ADN. Parece ser la
"interfase" o "sistema operativo" que determina cuanto, o qué tan
bien, o qué tan completamente, pueden nuestras almas manifestarse a
través del instrumento de nuestros cuerpos, en la realidad de la
3ª densidad. Se ha podido demostrar que algunas prácticas que
podríamos llamar "extáticas" y que involucran las tres vías
mencionadas con anterioridad, operan modificaciones en la corriente
eléctrica del cuerpo así como en las sustancias químicas, incluyendo
las hormonas y los neurotransmisores. A menudo se ha anotado que
solamente el 2% de nuestro ADN tiene que ver con la síntesis de
proteínas que forman nuestro cuerpo; al resto se le denomina
comúnmente ADN "basura".
Hay algunas teorías que intentan explicar
la razón de que esto sea así, incluyendo la teoría del "Gen Egomaníaco" a través de la cual se postula que los seres humanos son
meras construcciones somáticas creadas por el ADN con la finalidad
de garantizar su propia auto-propagación. Otra de las observaciones
reiteradas es que solamente utilizamos entre el 5 y el 10% de
nuestros cerebros, y hay una serie de teorías acerca de esto
también. Quisiera sugerir que hay una conexión entre las dos cosas.
Así que tenemos una curiosa serie de factores que deben tomarse en
cuenta y que parecen todos apuntar hacia la idea de que el ADN es
aún más interesante y misterioso de lo que suponíamos.
Por un lado tenemos los "poderes" que se transmiten en forma
natural, y por otro lado tenemos a los individuos que se involucran
en un tipo de actividad que temporal o permanentemente opera un
cambio en su fisiología y el resultado aparente de esto es la
liberación del yugo impuesto por las leyes de la 3ª densidad. El
único problema es que, tal y como lo anotábamos anteriormente,
algunos cambios no se operan de manera integral y entonces se
manifiestan meramente como "picos" transitorios, como aberraciones,
señales indicativas de que algo está sucediendo, si bien algo que no
tiene utilidad práctica sin el conocimiento necesario para su
aplicación en los "cuatro cuerpos" del ser. El siguiente extracto de
las transcripciones del material recopilado de los Cassiopaeans será
especialmente importante conforme avancemos en nuestra historia. La
discusión giraba alrededor de los "Símbolos de la Realidad" y su
manifestación en el cuerpo humano a través de dolores físicos
relacionados con ciertos trastornos patológicos.
10-10-98
(R) Cuando uno recibe un mensaje de dolor... ¿podría ser simbólico
de un avance potencial o de un estado de neo-corporeidad? (P) Conozco a mucha gente que sufre de dolores y no se trata más que
de personas frustradas o afligidas. (R) Sí, pero ¿porqué afligidas? Piensa, querida...y recuerda, tu
consciencia opera en cuatro niveles diferentes, ¡no en uno! El
cuerpo físico, la mente, el cuerpo genético y el cuerpo espiritual o etérico.
(P) ¿Son esos acaso los cuatro componentes de la
manifestación humana en la 3ª densidad- (R) En la 3ª y la 4ª. Uno provoca en sí mismo, a través de sus
acciones tanto físicas como psíquicas, la manifestación de estos
"problemas" cuando se está preparando para "girar el selector" hacia
un nivel más alto.
Recordemos lo que decía
Ouspensky:
"Las Cuatro Vías son caminos para liberarse de leyes innecesarias.
Se le puede mostrar a uno un camino... pero uno debe hacer el
trabajo por sí mismo. La mayoría de las leyes que tenemos que
obedecer son el resultado de nuestro estado de sueño e
inconsciencia. Cada paso que damos para ascender a un grado mayor de
consciencia nos vuelve más libres. Supongamos que un hombre está
satisfecho con llevar una vida mecánica; como resultado de esto se
aísla de las influencias más elevadas (que podrían enseñarle la
manera de despertar) y recibe solamente influencias (provenientes de
los niveles inferiores, incluidas las emanadas de sus propias
inclinaciones). Este hombre ciertamente se encontrará en una
posición más desventajosa que el hombre que recibe influencias de
los mundos más elevados. Muchas influencias pueden recibirse en
forma mecánica, pero otras más requieren de un esfuerzo..."
-Ouspensky-
Entonces, parece ser que el asunto radica en estar en contacto con
las "influencias más elevadas". Ya hemos hablado sobre la profusa
cantidad de material recopilado por el método de canalización a lo
largo y ancho del planeta, cuyo volumen y variedad crece
diariamente. Y hemos también hablado sobre el hecho de que algunas
de estas comunicaciones, cuando no la mayoría, provienen sin lugar a
dudas de "influencias" propias de los niveles inferiores. Lo que
quiero decir con esto es que, descrito de una manera coloquial, hay
una diferencia entre las comunicaciones provenientes de cualquier
"tipo" desencarnado y las de fuentes propias de las más altas
densidades.
¿Porqué es importante hacer semejante distinción? ¿Acaso "cualquier
tipo desencarnado" no es ya de por sí una entidad de la "quinta
densidad"? ¿No son las comunicaciones de "los muertos" efectivamente
comunicaciones de la 5ª densidad? ¿No provienen ya de una fuente
"más elevada" en virtud de ser originadas en una entidad "muerta"?
¿Y qué hay de las comunicaciones de los seres de la 4ª densidad?
Claramente ellos son "más elevados". Bueno, este es parte del
problema de adquirir consciencia de las cosas y "elegir" cual es la
influencia alrededor de la que queremos gravitar, ¡y NO es tan fácil
como podría suponerse!
Como ya se ha anotado en otra parte del sitio de la red, hasta donde
llegan mis conocimientos, antes de la manifestación de
Ra por medio
de Elkins, Rueckert y McCarty, el concepto de la 4ª densidad
estaba muy pobremente definido. Sí, es obvio que Gurdjieff estaba
hablando de ella, y se piensa que su conocimiento derivó de las
antiguas escuelas secretas de misterios del Asia Central. Pero
también parece que sus extrapolaciones pueden haberle dado un giro
particular al asunto. Mis propias reflexiones al respecto, después
de largas discusiones con mi esposo Ark, y a la luz de las
diferencias entre lo que Gurdjieff estaba diciendo y haciendo, así
como de las conclusiones sacadas a resultas de examinar sus escritos
y charlas acerca de sus propias experiencias, me conducen a la
conclusión de Gurdjieff estaba en realidad "experimentando" con
diferentes maneras de abrir a la gente ordinaria de la cultura
occidental hacia un conocimiento decididamente más elevado de las
cosas, en forma tal que se facilitara este acceso desde la
perspectiva de sus vidas ordinarias. Podría haber sido el caso que
él obedeciera a un mandato al actuar de esta forma, o bien podría
haber sido simplemente su propia iniciativa.
De cualquier forma, con anterioridad a la aparición de las ideas
acerca de las diferentes densidades, en realidad no había más que
dos modalidades de existencia: física o astral; vida o muerte, en el
cuerpo o fuera del cuerpo; en la Tierra o en el Cielo/Infierno. Esas
eran las opciones. Cuando un persona moría en la Tierra solo se
podía proceder hacia una existencia "etérea" o "astral", o algo
vagamente similar. Se podía estar "en espíritu" o "en cuerpo".
Por supuesto, esta es una sobre-simplificación del asunto. De la
misma manera que hay distinciones económicas y sociales aquí en la
tierra, una verdadera plétora de fuentes han elaborado una serie
intrincada de sistemas de "niveles y etapas" de progreso a través de
la esfera astral. Helena Blavatsky, Rudolf Steiner,
Alice Baily y
otros más en sucesión ininterrumpida hasta su canalizador
contemporáneo de preferencia, han incorporado interminables
permutaciones a estos planos, subplanos y variados sistemas
jerárquicos. Estas explicaciones parecen haber sido creadas en
respuesta a la creciente consciencia de que ¡"algo estaba podrido"
en el otro mundo!
Si bien la mayoría de la gente prefiere pensar que
al morir uno es de súbito transportado ya sea al cielo, para
sentarse en la presencia de Dios o Buda o alguien similar, o a lo
infiernos sin posibilidad alguna de enfriarse las posaderas, cada
vez era más evidente que este probablemente NO era el caso. Las
numerosas voces que se dejaban oír desde el "mundo espiritual"
sugerían de manera abundante que una actividad en extremo complicada
tenía lugar fuera del alcance de la percepción y el entendimiento
humanos. Y mucha de ella era inconfundiblemente desagradable.
Así entonces la humanidad fue presentada con la explicación de los
planos y subplanos, planos causales y semi-causales, como solución a
este problema. La clave ahora estaba en determinar el verdadero
NIVEL de la entidad con la que uno se comunicaba para poder a su vez
determinar la validez y confiabilidad de la información.
Naturalmente, una vez que tal jerarquía ha sido definida, ¡cualquier
espíritu medianamente astuto declarará su membresía en los más altos
niveles de la misma! En algún punto del estado general de confusión
hubo un gran paso en la historia de la canalización: Seth. Michael Topper escribe acerca de
Seth:
"Lo que hizo tan notable al material de
Seth, y lo que le ha
permitido sobresalir inclusive hasta el día de hoy, tiene tanto que
ver con la misma Jane Roberts, la canalizadora que, junto al texto
canalizado narró la crónica continua de su propia lucha interna con
el fenómeno de canalización, como con el contenido mismo del
material. La uniforme calidad, consistencia e integridad de las
enseñanzas de Seth, que se extendieron a la largo de varios años (en
comparación con los múltiples casos de "flores de un día" en la
actualidad) se debió en gran parte a la extrañeza y desconocimiento
de tal modalidad en esos "primeros días", y a su manifestación en la
consciencia de una personalidad racional e inteligente, si bien
crítica e inicialmente escéptica.
"Como Roberts misma lo ha manifestado desde la perspectiva de su
experiencia, fueron las profundas dudas iniciales que la acompañaron
durante su renuente participación en un fenómeno tan radical y
extremo, las que mantuvieron la quilla a flote y ayudaron a mantener
la comunicación constantemente balanceada entre los potenciales
vados de la egolatría, por un lado, y las racionalizaciones
simplistas, por otro.
Como resultaría evidente para cualquiera, hay
un universo de diferencia entre estas sesiones cuidadosamente
monitoreadas, sistematizadas y conducidas con esmero, y la
inmoderada obra compilada de forma casual en el intervalo de tiempo
transcurrido desde los Llamados de Seth, donde el aspecto principal
de los recientes libros parece ser el canalizador mismo,
profusamente retratado en los insertos fotográficos con sendas
leyendas que tímidamente rezan "de la infancia a la madurez" (y
donde se ve que, después de haber cargado la gorra de "zopenco", en
algún momento de capricho el sujeto súbitamente se convirtió en el
Improbable Anfitrión de alguna entidad desencarnada, ¡misma que se
esmeró en aclarar las cosas de arranque no más anunciando Su supremo
estado de Iluminación!).
"Al considerar el
material de Seth como un todo, podemos
recomendarlo aunque fuera solamente por la innegable virtud (que hoy
en día se da por sentada, pero que sin duda era única en su tiempo)
de que introduce la importante clave de las probabilidades en el
campo de la realidad psicológica. Anteriormente era un fenómeno
abstruso exclusivo del campo de la Física y que ocurría únicamente a
nivel del principio de Indeterminación de Heisenberg con relación a
la "posición y velocidad de los electrones". Este concepto,
introducido por Seth, le permitió a la humanidad liberar la mente
material de su fijación en los condicionamientos causales rígidos y
en la hipótesis determinista de la acción.
La discusión de Seth
acerca de la multidimensionalidad y de la constante bifurcación de
rutas probables en el proceso de navegación consciente a través del
estado de sueño y vigilia, sirvieron para desplazar el punto de
apoyo del poder hacia el presente psíquico, aflojando de una vez los
grilletes de la psicología behaviorista dominante y efectuando una
modificación largamente requerida en el hasta entonces prevaleciente
énfasis religioso-espiritual sobre conceptos como el karma o la
irresistible presión de las acciones pasadas, el condicionamiento
mnemónico, etc. En este particular el material de Seth sirvió su
propósito en forma admirable, y ese propósito era el de ayudar a la
consciencia a dar el siguiente gran paso, el paso necesario hacia un
nuevo Etapa en el progreso y desarrollo espirituales"
-Topper-.
Continua
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