por Hugh Ross
El universo como habitat apto
En años recientes éstos y otros parámetros para el universo se han
definido y se han analizado más detalladamente. Ahora, casi dos
docenas de coincidencias que mostraban diseño (del universo) se han
reconocido:
-
La constante
de acople gravitacional
-
La constante
de acople de la fuerza nuclear fuerte
-
La constante
de acople de la fuerza nuclear débil
-
La constante de acople electromágnetica
-
La relación
de masa del electrón a masa del protón
-
La edad del
universo
-
El índice de
la expansión del universo
-
El nivel de
la entropía del universo
-
La masa del
universo
-
La
uniformidad del universo
-
La
estabilidad del protón
-
Las
constantes de estructura fina
-
La velocidad
de la luz
-
Los niveles de energía mostrados por estos tres núclidos:
8Be, 12C y 16O
-
La distancia
entre las estrellas
-
El índice
del aumento de la luminosidad para las estrellas
1. La constante de acople gravitacional -- es decir, la fuerza de la
gravedad, que determina qué clases de estrellas son posibles en el
universo. Si la fuerza gravitacional fuera levemente más fuerte, la
formación de la estrella procedería más eficientemente y todas las
estrellas serían más masivas que nuestro sol en por lo menos 1,4
veces. Estas estrellas grandes son importantes en que sólo ellas
logran la fabricación de elementos más pesados que el hierro, y ellas
solas dispersan los elementos más pesados que el berilio al espacio
interestelar.
Tales elementos son esenciales para la formación de
planetas así como de seres vivos en cualquier forma. Sin embargo,
estas estrellas se queman demasiado rápidamente y mantienen demasiado
irregularmente las condiciones para la vida en los planetas
circundantes a ellas. Las estrellas tan pequeñas como nuestro sol son
necesarias para esa condición.
Por otra parte, si la fuerza gravitacional fuera levemente más débil,
todas las estrellas tendrían menos de 0,8 la masa del sol. Aunque
tales estrellas se queman larga y uniformemente bastante lapso como
para mantener los planetas aptos para la vida, ellas carecen de
elementos pesados esenciales para construir tales planetas o la vida.
Regresar
2. La constante de acople de la fuerza nuclear fuerte liga las
partículas en el núcleo de un átomo. Si la fuerza nuclear fuerte fuera
levemente más débil, los núcleos multi-protónicos no se ligarían. El
hidrógeno sería el único elemento en el universo.
Si esta fuerza fuera levemente más fuerte, el hidrógeno sería no
solamente raro en el universo, sino también la fuente de varios
elementos más pesados que el hierro (elementos que resultan de la
fisión de elementos muy pesados) aptos para la vida, sería escaso. De
cualquier manera, la vida sería imposible.
a
Regresar
3. La constante de acople de la fuerza nuclear débil
afecta el
comportamiento de leptones. Los leptones forman una clase entera de
partículas elementales (p.ej., neutrinos, electrones, y fotones) que
no participan en reacciones nucleares fuertes. El efecto de
interacción débil más familiar es la radiactividad, en detalle, la
reacción del decaimiento beta:
neutrón==> protón + electrón + neutrino
La disponibilidad de neutrones a medida que el universo se enfría,
pasando por las temperaturas apropiadas para la fusión nuclear,
determina la cantidad de helio producida durante los minutos primeros
del Gran Pum. Si la constante de acople de la fuerza nuclear débil
fuera levemente más grande, los neutrones decaerían más fácilmente - y
por lo tanto estarían menos disponibles.
De esto, poco o nada de helio
sería producido por el Gran Pum. Sin el helio necesario, los elementos
pesados suficientes para construir la vida no serían hechos por los
hornos nucleares dentro de las estrellas. Por otra parte, si esta
constante fuera levemente más pequeña, el gran pum quemaría más o todo
el hidrógeno en helio, con una sobre-abundancia subsecuente de
elementos pesados hechos por las estrellas. Otra vez, la vida no sería
posible.
Un segundo balance, posiblemente más delicado, ocurre para las
supernovas. Parece que una emisión hacia el exterior de neutrinos
gatilla y determina si una supernova puede expulsar sus elementos
pesados al espacio interestelar. Si la constante de acople de la
fuerza nuclear débil fuera levemente más grande, los neutrinos
pasarían a través de la cáscara de una supernova sin turbarla. Por lo
tanto, seguirían en su núcleo los elementos pesados producidos por la
supernova. Si la constante fuera levemente más pequeña, los neutrinos
no serían capaces de arrojar al espacio esa cáscara que rodea al
núcleo.
Una vez más los elementos pesados esenciales para la vida
seguirían atrapados para siempre dentro de las cenizas de las
supernovas.
Regresar
4. La constante de acople electromágnetica liga electrones con
protones en átomos. Las características de las órbitas de electrones
en torno a los átomos determinan el grado con que los átomos podrán o
no formar moléculas. Si la constante de acople electromagnética fuera
levemente más pequeña, no sostendría electrones en órbitas alrededor
de núcleos.
Si fuera levemente más grande, un átomo no podría
"compartir" una órbita del electrón con otros átomos. De cualquier
manera, moléculas y por lo tanto vida, serían imposibles.
Regresar
5. La relación de masa del electrón a masa del protón también
determina las características de las órbitas de electrones girando
sobre núcleos. Un protón es 1836 veces más masivo que un electrón.
Si
la relación de masas electrón/protón fuera levemente más grande o
levemente más pequeño, otra vez, las moléculas no se formarían y la
vida sería imposible.
Regresar
6. La edad del universo gobierna la existencia de qué clases de
estrellas habría. Lleva cerca de tres mil millones años para que las
primeras estrellas se formen. Toma otros 1 a 1,2 billones de años para
que las supernovas arrojen hacia fuera bastantes elementos pesados
como para posibilitar estrellas como nuestro sol, estrellas capaces de
generar planetas de alta densidad o rocosos.
Otros pocos mil millones
años son necesarios para estabilizar estrellas del tipo solar lo
suficiente como para llegar a vida avanzada en cualesquiera de sus
planetas. Por lo tanto, si el universo fuera justo un par mil millones
años de más joven, ningún ambiente conveniente para la vida existiría.
Sin embargo, si el universo fuera cerca de un billón (o más) de años
más viejo de lo que es, no habría estrellas del tipo solar cocinando
establemente en una zona correcta de una galaxia.
Es decir la ventana
del tiempo durante la cual la vida es posible en el universo es
relativamente estrecha.
Regresar
7. El índice de la expansión del universo determina qué clases de
estrellas, si las hubiera, forman parte del universo. Si el índice de
la expansión fuera levemente menor, el universo entero tendría que recolapsar antes de que cualquier tipo solar de estrellas se hubiera
logrado colocar en una fase de cocción estable. Si el universo se
ampliara levemente más rápido, ninguna galaxia (y por lo tanto
ningunas estrellas) condensaría (se nuclearía) de toda esa expansión
general.
¿Cuán crítica es esa tasa de expansión?
Según Alan Guth,6
debe tener un ajuste fino calibrado a una exactitud de una porción en
10^(55). Guth, sin embargo, sugiere que su modelo inflacionario, dados
ciertos valores para las cuatro fuerzas fundamentales de la física,
puede proporcionar una explicación natural a la tasa crítica de la
expansión.
Regresar
8. El nivel de la entropía del universo afecta la condensación de
sistemas masivos. El universo contiene 100.000.000 fotones para cada
barión. Esto hace el universo extremadamente entrópico, es decir, un
radiador muy eficiente y un motor muy pobre. Si el nivel de la
entropía para el universo fuera levemente más grande, no se formaría
ningún sistema galáctico (y por lo tanto tampoco estrellas).
Si el
nivel de la entropía fuera levemente más pequeño, los sistemas
galácticos que se hubiesen formado atraparían (apantallarían) con
eficacia la radiación y prevendrían cualquier fragmentación de los
sistemas galácticos en estrellas. De cualquier manera el universo
quedaría desprovista de estrellas y, así, de vida. Algunos modelos
para el universo justifican esta coincidencia postulando una
dependencia de la entropía (efecto) hacia la constante de acople
gravitacional (causa).7-8
Regresar
9. La masa del universo (realmente masa + energía, puesto que E = mc2)
determina cuánto será la cocción nuclear mientras que el universo se
va enfriando del gran pum caliente. Si la masa fuera levemente más
grande, demasiado deuterio (átomos del hidrógeno con los núcleos que
contienen un protón y un neutrón) se formaría durante el enfriamiento
del gran pum. El deuterio es un catalizador de gran actividad para la
cocción nuclear subsecuente en estrellas. Este deuterio adicional
haría que las estrellas cocinaran demasiado rápidamente para sostener
posible vida en cualquier posible planeta.
Por otra parte, si la masa del universo fuera levemente más pequeña,
no se generaría helio alguno durante el enfriamiento del gran pum. Sin
helio, las estrellas no pueden producir los elementos pesados
necesarios para la vida. Así, vemos una razón para que el universo sea
de la masa que tiene. Si fuera más pequeña (o más grande), ni siquiera
un solo planeta como la Tierra sería posible.
Regresar
10. La uniformidad del universo determina sus componentes estelares.
Nuestro universo tiene un alto grado de uniformidad. Tal uniformidad
se considera que probablemente se presentó a partir de un período muy
breve de la expansión inflacionaria cerca de la era del origen del
universo. Si la inflación (u otro mecanismo) no hubiera alisado el
universo al grado que vemos, el universo se habría convertido en una
plétora de agujeros negros separados por espacio virtualmente vacío.
Por otra parte, si el universo hubiese sido alisado más allá de este
grado, las estrellas, los racimos de estrellas y las galaxias nunca se
habrían podido formar. De cualquier manera, el universo resultante
sería incapaz de mantener la vida.
Regresar
11. La estabilidad del protón afecta la cantidad de materia en el
universo y también el nivel de la radiación que sin duda afecta a las
formas de vida más altas. Cada protón contiene tres quarks. A través
de la agencia de otras partículas (llamadas bosones) los quarks decaen
en antiquarks, piones y electrones positivos. Actualmente, en nuestro
universo, este proceso del decaimiento ocurre en promedio solamente
una vez por protón cada 10^(32) años. Si esa tasa fuera mayor, las
consecuencias biológicas para los animales grandes y el hombre serían
catastróficos, porque el protón al decaer entregaría dosis mortales de
radiación.
Por otra parte, si el protón fuera más estable (formado menos
fácilmente y con decaimiento menos probable), habría emergido menos
materia de los acontecimientos que ocurrieron en la primera fracción
de segundo de la existencia del universo. Habría materia escasa en el
universo- imposibilidad para la vida.
Regresar
12. Las constantes de estructura fina se relacionan directamente con
cada uno de las cuatro fuerzas fundamentales de la física
(gravitacional, electromagnética, nuclear débil, nuclear fuerte).
Comparado a las constantes de acople, las constantes de estructura
fina resultan en restricciones más estrictas en el diseño para el
universo. Por ejemplo, la constante de estructura fina
electromagnética afecta la opacidad del material estelar. (La opacidad
es el grado al cual un material permite que la energía radiante pase a
través suyo).
En la formación de la estrella, la gravedad atrae al
material y lo junta, mientras que los movimientos térmicos tienden a
separarlo. Un aumento en la opacidad de este material limitará el
efecto de movimientos térmicos. Por lo tanto, agrupamientos más
pequeños de material podrán mostrar mayor resistencia a los
movimientos térmicos. Si la constante de estructura fina
electromagnética fuese levemente más grande, todas las estrellas
tendrían a lo sumo 0,7 veces la masa del sol.
Si la constante de
estructura fina electromagnética fuese levemente más pequeña, todas
las estrellas tendrían más de 1,8 veces la masa del sol.
Regresar
13. La velocidad de la luz se puede expresar en una variedad de
maneras en función de las fuerzas fundamentales de la física o en
función de una de las constantes de estructura fina.
Por lo tanto, en
el caso de esta constante, el cambio más leve, encima o abajo, negaría
cualquier posibilidad de la vida en el universo.
Regresar
14. Los niveles de energía mostrados por estos tres núclidos: 8Be,
12C
y 16O afectan la fabricación y las abundancias de los elementos
esenciales para la vida. Los núcleos atómicos existen en varios
niveles de energía discretos. Una transición a partir de un nivel a
otro ocurre con la emisión o la captura de un fotón que posea la
diferencia exacta de energía entre los dos niveles.
La primera coincidencia aquí es que 8Be decae en justo 10-15 segundos.
Dado que ese 8Be es tan altamente inestable, retrasa el proceso de la
fusión. Si fuera más estable, la fusión de elementos más pesados
procedería tan fácilmente que resultarían catastróficas explosiones
estelares. Tales explosiones prevendrían la formación de muchos
elementos pesados esenciales para la vida. Por otra parte, si 8Be
fuese aún más inestable, la producción de elementos más allá de 8Be no
ocurriría.
La segunda coincidencia es que 12C resulta tener un nivel de energía
nuclear muy levemente sobre la suma de los niveles de energía de 8Be
más 4He. Cualquier cosa con excepción de este nivel de energía nuclear
exacto para 12C garantizaría la producción insuficiente del elemento
carbono para la vida.
La tercera coincidencia es que 16O tiene exactamente el nivel de
energía nuclear adecuado
ya sea para evitar que todo el carbono pase a oxígeno
ya sea para facilitar la suficiente producción de 16O para la vida.
Fred Hoyle, que descubrió estas coincidencias en 1953, concluyó que
"un superintelecto ha participado en la física, así como en la química
y la biología."
10
Regresar
15. La distancia entre las estrellas
afecta las órbitas e incluso la
existencia de planetas. La distancia media entre las estrellas en
nuestra parte de la galaxia es cerca de 5 .10^(15) km. Si esta
distancia fuera levemente más pequeña, la interacción gravitacional
entre las estrellas sería tan fuerte que desestabilizaría las órbitas
planetarias.
Esta desestabilización crearía variaciones extremas de la
temperatura del planeta. Si esta distancia fuera levemente más grande,
las basuras resultantes de los elementos pesados expelidos por las
supernovas serían distribuidos a una concentración demasiado fina para
que se pudiera dar la formación de planetas rocosos como lo es la
Tierra.
La distancia media entre las estrellas es justo la correcta para hacer
posible un sistema planetario tal como el nuestro propio.
Regresar
16. El índice del aumento de la luminosidad para las estrellas afecta
las condiciones de temperatura en los planetas circundantes. Las
estrellas pequeñas, como el sol, anidan en su núcleo un proceso de
fusión del hidrógeno que se ignita y luego se establece en una fase de
cocción estable durante el cual manifiestan un aumento muy gradual en
su luminosidad. Este aumento gradual es sumamente conveniente para la
introducción gradual de formas de vida, en una secuencia desde las
primitivas a las avanzadas, sobre un planeta.
Si el coeficiente de
incremento fuera levemente mayor, un desmesurado efecto c invernadero
sería sentido alguna vez en el lapso entre la introducción de las
formas de vida primitivas y de las avanzadas. Si el coeficiente de
incremento fuera levemente más pequeño, ocurriría un desmesurado
congelamiento de los océanos y de los lagos. De cualquier manera, la
temperatura del planeta llegaría a ser demasiado extrema para la vida
avanzada y aún para la supervivencia a largo plazo de la vida
primitiva.
Esta lista de constantes sensibles no es de manera alguna completa.
Con todo demuestra por qué un número creciente de físicos y de
astrónomos se ha convencido que el universo no sólo fue introducido a
la existencia por agencia divina, sino también fue divinamente
diseñado.
El astrónomo estadounidense George Greenstein expresa así
sus pensamientos:
A medida que examinamos toda la evidencia, el recurrente pensamiento
se presenta acerca de que debe estar implicada una cierta agencia
sobrenatural -- o, mejor, Agencia. ¿Es posible que repentinamente, sin
pensar, hayamos tropezado con la prueba científica de la existencia de
un ser supremo? ¿Era Dios quien hizo el cosmos tan providencialmente
para nuestra ventaja?11
Regresar
La tierra como habitat apto
No es sólo el universo que muestra la evidencia para el diseño. La
Tierra por si mismo revela tal evidencia. Frank Drake, Carl Sagan, e
Iosef Shklovsky estuvieron entre los primeros astrónomos capaces de
conceder este argumento cuando procuraron estimar el número de
planetas en el universo con ambientes favorables para ayudar a la
vida. Al principio de la década del '60, reconocieron que solamente
cierta clase de estrellas con un planeta con la distancia correcta
medida a partir de esa estrella, proporcionaría las condiciones
necesarias para la vida.12
Partiendo de esta base hicieron algunas
estimaciones algo optimistas para la probabilidad de encontrar vida en
otra parte en el universo. Shklovsky y Sagan, por ejemplo, estimaron
que 0,001 por ciento de todas las estrellas podría tener un planeta
sobre el cual la vida avanzada podría residir.13
Mientras que sus análisis eran un paso dado en la dirección correcta,
sobrestimaron el rango de los tipos permitidos de estrellas y el rango
de las distancias planetarias permitidas. También no hicieron caso de
muchos otros factores significativos.
Una muestra de los parámetros
sensibles para la ayuda de la vida en un planeta se enumera en la
Tabla 1.
Regresar
Tabla 1: Evidencia para el diseño del sistema sol-tierra-luna14-31
Los parámetros siguientes no pueden exceder ciertos límites sin
interferir en la capacidad de la Tierra de facilitar la vida. Algunos
de estos parámetros están acotando límites más estrechos que otros.
Por ejemplo, el primer parámetro eliminaría solamente la mitad de las
estrellas de la candidatura para los sistemas favorables a la vida,
mientras que los parámetros cinco, siete y ocho cada uno eliminarían
más del noventa y nueve por ciento en sistemas estrella-planetas.
Deben los parámetros para la vida no sólo caer dentro de cierto rango
restricto, sino que deben seguir siéndolo en un cierto plazo
relativamente constante. Y sabemos que en varios casos, tales como el
de los parámetros catorce a diecinueve, están sujetos a fluctuaciones
potencialmente catastróficas.
Además de los parámetros enumerados
aquí, hay otros, tales como la excentricidad de la órbita de un
planeta, que tienen su propio límite superior (o inferior).
1. número de compañeros de la estrella
si más de uno: las interacciones de mareas interrumpirían órbitas
planetarias
si menos de uno: insuficiente calor para la vida
2. fecha del nacimiento de la estrella paterna
si es más reciente: la estrella todavía no habría alcanzado fase de
cocción estable
si es menos reciente: el sistema estelar todavía no contendría
bastantes elementos pesados
3. edad de la estrella paterna
si es más vieja: la luminosidad de la estrella no sería
suficientemente estable
si es más joven: la luminosidad de la estrella no sería
suficientemente estable
4. distancia de la estrella paterna del centro de la galaxia
si es mayor: no bastantes elementos pesados para hacer planetas
rocosos
si es menor: la densidad y la radiación estelares serían demasiado
grandes
5. masa de la estrella paterna
si es mayor: la luminosidad emergente de la estrella no sería
suficientemente estable
si es menor: el rango de las distancias apropiadas para la vida sería
demasiado estrecho; las fuerzas de marea interrumpirían el período
rotatorio para un planeta a la distancia correcta
6. color de la estrella paterna
si es más roja: respuesta fotosintética escasa
si es más azul: respuesta fotosintética escasa
7. gravedad superficial
si es más fuerte: la atmósfera del planeta conservaría cantidades
enormes de amoníaco y de metano
si es más débil: la atmósfera del planeta perdería demasiada agua
8. distancia de la estrella paterna
si más lejos: demasiado frío para un ciclo estable del agua
si más cerca: demasiado calor para un ciclo estable del agua
9. espesor de la corteza
si el valor es mayor: demasiado oxígeno sería transferido de la
atmósfera a la corteza
si el valor es menor: la actividad volcánica y tectónica sería
demasiado grande
10. período de rotación
si más de largo: las diferencias diarias de la temperatura serían
demasiado grandes
si es más corto: las velocidades atmosféricas del viento serían
demasiado grandes
11. interacción gravitacional con una luna
si es mayor: los efectos de marea sobre los océanos, la atmósfera, y
el período rotatorio serían demasiado severos
si es menor: la oblicuidad orbital de la tierra cambiaría demasiado
provocando inestabilidades climáticas
12. campo magnético
si es más fuerte: las tormentas electromagnéticas serían demasiado
severas
si es más débil: ninguna protección contra partículas del viento solar
13. inclinación axial
si es mayor: las diferencias de la temperatura superficial serían
demasiado grandes
si menos: las diferencias de la temperatura superficial serían
demasiado grandes
14. albedo (relación de luz reflejada con respecto a la cantidad total
de luz que cae en superficie)
si es mayor:. edad de hielo incontrolable
si es menor: efecto invernadero incontrolable
15. relación oxígeno a nitrógeno en atmósfera
si es más grande: las funciones de la vida procederían demasiado
rápidamente
si es más pequeña: las funciones de la vida procederían demasiado
lentamente
16. niveles de bióxido de carbono y vapor de agua en atmósfera
si ambos son mayores: efecto invernadero incontrolable
si ambos son menores: efecto invernadero insuficiente
17. nivel del ozono en atmósfera
si es mayor: las temperaturas superficiales llegan a ser demasiado
bajas
si es menor: las temperaturas superficiales serían demasiado altas;
demasiada radiación uv en la superficie
18. tasa de descargas eléctricas en la atmósfera
si es mayor: demasiada destrucción por el fuego
si es menor: demasiado escasa fijación de nitrógeno en el suelo
19. actividad sísmica
si es mayor: destrucción exagerada de muchas formas de vida
si es menor: los alimentos sedimentados en suelos submarinos no serían
levantados para su reuso
Más de una docena de otros parámetros, tales como la composición
química atmosférica, se están investigando actualmente para conocer su
sensibilidad en la ayuda para la vida. Sin embargo, los diecinueve
enumerados en la Tabla 1, por sí mismos, permiten llegar a una
conclusión: solamente menos de una de cada 10^(28) estrellas tendría
planetas habitables. En el universo hay 10^(11) estrellas/galaxia y
10^(14) galaxias/cosmos, lo cual da un total de 10^(25) estrellas/cosmos. e
Podemos ver que - por procesos naturales solamente - ni siquiera un
planeta habitable habría en todo el cosmos.
f No nos podemos maravillar
de las afirmaciones de Robert Rood y James Trefil 14 y otros:
han
conjeturado que la vida física inteligente existe solamente en la
Tierra. Parece extraordinariamente claro que la Tierra, también,
además del universo mismo, ha sido objeto de diseño divino.
Nota: una lista actualizada con 33 parámetros más una docena
adicional se puede encontrar en "The Creator and the Cosmos" por
Hugh
Ross, copyright 1993
Reasons To Believe. Edición revisada, copyright
1995. NavPress, p131-145
Regresar
NOTAS AL PIE DE PÁGINA:
a. La fuerza nuclear fuerte está balanceada mucho mas delicadamente.
Un aumento tan pequeño como el dos por ciento provocaría que los
protones nunca se formasen a partir de quarks (las partículas que
forman los ladrillos para edificar bariones y mesones). Una
disminución similar significaría que ciertos elementos pesados
esenciales para la vida serían inestables.
b. Las observaciones directas del decaimiento del protón tienen
todavía que ser confirmadas. Los experimentos revelan simplemente que
el período de vida media del protón debe exceder los 10^(32) años.9.
Si el período de vida media del protón excede cerca de 10^(34)> años,
ya no habría medios físicos para generar la materia que se observa en
el universo.
c. Un ejemplo del efecto invernadero es un coche bloqueado estacionado
en el sol. La luz visible del sol pasa fácilmente a través de las
ventanas del coche, es absorbida por el interior, y reradiada como luz
infrarroja. Pero, las ventanas no permitirán el paso de la radiación
infrarroja. Por lo tanto, el calor se acumula en el interior del
coche. El bióxido de carbono en la atmósfera trabaja como las ventanas
de un coche. La Tierra temprana tenía mucho más bióxido de carbono en
su atmósfera. Sin embargo, las primeras plantas extrajeron este
bióxido de carbono y emitieron oxígeno. Por lo tanto, el aumento en la
luminosidad del sol fue balanceado por la disminución del efecto
invernadero causado por una cantidad aminorada de bióxido de carbono
en la atmósfera.
d. El congelamiento incontrolable ocurriría porque la nieve y el hielo
reflejan mejor que otros materiales en la superficie terrestre. Menos
energía solar se absorbe, de tal modo que baja la temperatura
superficial que consiguientemente crea más nieve e hielo.
e. El número medio de planetas por estrella sigue siendo en gran parte
desconocido. La investigación más reciente sugiere que solamente las
estrellas solitarias (sin formar binarias) con características
similares a las del sol pueden poseer planetas. Cueste lo que cueste,
todos los investigadores aceptan que la cifra es ciertamente mucho
menor de un planeta por estrella.
f. La suposición es que todo tipo de vida está basado en el carbono.
El silicio y el boro - en cierta época pasada - eran considerados como
candidatos a químicas alternas de la vida. Sin embargo, el silicio
puede sostener encadenamientos de aminoácido no más que cientos de
tales aminoácidos de largo. El boro permite un poco más de complejidad
pero tiene la desventaja de no ser muy abundante en el universo.
g. Uno puede llevarse fácilmente la falsa impresión leyendo la
bibliografía de la física, que la interpretación de Copenhague de la
cuántica es la única explicación filosófica validada de lo que sucede
en el micromundo. Según esta escuela del pensamiento,
1) "no existe la realidad en ausencia de observación";
2) "la observación crea realidad". Además de la interpretación de
Copenhague hay seis diversos modelos filosóficos para interpretar
acontecimientos cuánticos según el físico Nick Herbert, que los
describe y critica.
35. El físico y teólogo
Stanley Jaki plantea un
octavo modelo.36 .Mientras aún no existe una comprensión filosófica
clara de la realidad de la cuántica, de todos modos los físicos están
de acuerdo con los resultados que uno espera de los eventos cuánticos.
h. Bariones son protones y otras partículas fundamentales, tales como
neutrones, que decaen en protones.
i. Una refutación común es que no todos los aminoácidos formando
macromoléculas orgánicas necesitan estar rigurosamente ordenados. Uno
puede destruir o sustituir aleatoriamente cerca de 1 aminoácido de
cada 100 sin hacer daño a la función de la macromolécula. Esto es
vital ya que la vida existe necesariamente en un ambiente destructor
de secuencias con motivo de la radiación ambiental. Sin embargo, esto
es equivalente a escribir un programa de computadora que tolere la
destrucción de 1 frase de código de cada 100. Es decir esta capacidad
de resistencia al error de las macromoléculas constituye una
ocurrencia mucho más inverosímil que el caso de las moléculas
rigurosamente ordenadas.
Regresar
REFERENCIAS
-
Wheeler, John A. "Foreword," in The Anthropic Cosmological Principle
by John D. Barrow and Frank J. Tipler. (Oxford, U. K.: Clarendon Press,
1986), p. vii.
-
Franz, Marie-Louise. Patterns of Creativity Mirrored in Creation Myths.
(Zurich: Spring, 1972).
-
Kilzhaher, Albert R. Myths, Fables, and Folktales. New York: Holt,
1974), pp.113-114.
-
Dirac, P. A. M. "The Cosmological Constants," in Nature 139. (1937),
p.323.
-
Dicke, Robert H. "Dirac's Cosmology and Mach's Principle," in Nature,
192. (1961), pp.440-441.
-
Guth, Alan H. "Inflationary Universe: A Possible Solution to the
Horizon and Flatness Problems," in Physical Review D, 23. (1981),
p.348.
-
Carr, B. J. and Rees, M. J. "The Anthropic Principle and the Structure
of the Physical World," in Nature 278. (1979), p.610.
-
Barrow, John D. and Tipler, Frank J. The Anthropic Cosmological
Principle. New York: Oxford University Press, (1986), pp.401-402.
-
Trefil, James S. The Moment of Creation: Big Bang Physics from Before
the First Millisecond to the Present Universe. New York: Scribner's
Sons, (1983), pp.141-142.
-
Hoyle, Fred. "The Universe: Past and Present Reflections," in Annual
Review of Astronomy and Astrophysics, 20. (1982), p.16.
-
Greenstein, George. The Symbiotic, Universe: Life and Mind in the
Cosmos. (New York: William Morrow, (1988), pp. 26-27.
-
Shklovskii, I.S. and Sagan. Carl. Intelligent Life in the Universe.
(San Francisco: Holden-Day, 1966), pp. 343-350.
-
Ibid., pp.413.
-
Rood, Robert T. and Treffi, James S. Are We Alone? The Possibility of
Extraterrestrial Civilizations. New York: Charles Scribner's Sons,
1983).
-
Barrow, John D. and Tipler, Frank J. The Anthropic Cosmological
Principle. New York: Oxford University Press, 1986), pp. 510-575.
-
Anderson, Don L. "The Earth as a Planet: Paradigms and Paradoxes," in
Science, 223. (1984), pp.347-355.
-
Campbell, I. H. and Taylor, S. R. "No Water, No Granite - No Oceans,
No Continents," in Geophysical Research Letters, 10. (1983),
pp.1061-1064.
-
Carter, Brandon. "The Anthropic Principle and Its Implications for
Biological Evolution," in Philosophical Transactions of the Royal
Society of London, Series A, 310. (1983), pp.352-363.
-
Hammond, Allen H. "The Uniqueness of the Earth’s Climate," in Science,
187. (1975), p.245.
-
Toon, Owen B. and Olson, Steve. "The Warm Earth," in Science 85,
October. (1985), pp. 50-57.
-
Gale, George. "The Anthropic Principle," in Scientific American, 245,
No.6. (1981), pp. 154-17l.
Ross, Hugh. Genesis One: A Scientific Perspective. Pasadena,
California: Reasons to Believe, (1983), pp. 6-7.
-
Cottrell, Ron. The Remarkable Spaceship Earth. (Denver, Colorado:
Accent Books, 1982).
-
Ter Harr, D. "On the Origin of the Solar System," in Annual Review of
Astronomy and Astrophysics, 5. pp.267-278.
-
Greenstein, George. The Symbiotic Universe: Life and Mind in the
Cosmos. (New York: William Morrow, (1988), pp.68-97.
-
Templeton, John M. "God Reveals Himself in the Astronomical and in the
Infinitesimal," in Journal of the American Scientific Affiliation,
December 1984. (1984), pp. 196-198.
-
Hart, Michael H. "The Evolution of the Atmosphere of the Earth," in
Icarus, 33. (1978), pp.23-39.
-
Hart, Michael H. "Habitable Zones about Main Sequence Stars," in
Icarus, 37. (1979), pp.351-357.
-
Owen, Tobias, Cess, Robert D., and Ramanathan, V. "Enhanced CO2
Greenhouse to Compensate for Reduced Solar Luminosity on Early Earth,"
in Nature, 277. (1979), pp. 640-641.
-
Ward, William R. "Comments on the Long-Term Stability of the Earth's
Obliquity," in Icarus, 50. (1982), pp.444-448.
-
Gubbin, John. "The Origin of Life: Earth's Lucky Break," in Science
Digest, May1983. (1983), pp. 36-102.
-
Davies, Paul. The Cosmic Blueprint: New Discoveries in Nature's
Creative Ability To Order the Universe. (New York: Simon and Schuster,
1988), p.203.
-
Wheeler, John Archibald "Bohr, Einstein, and the Strange Lesson of the
Quantum," in Mind in Nature. Edited by Richard Q. Elvee. (New York:
Harper and Row, 1981), p.18.
-
Greenstein, George. The Symbiotic Universe: Life and Mind in the
Cosmos. (New York: William Morrow, (1988), p 223.
-
Herbert, Nick: Quantum Reality: Beyond the New Physics An Excursion
into Metaphysics and the Meaning of Reality. (New York: Anchor Books,
Doubleday, 1987), in particular pp.16-29.
-
Jaki, Stanley L. Cosmos and Creator. (Edinburgh, U. K : Scottish
Academic Press, 1980), pp. 96-98.
-
Trefil, James S. The Moment of Creation. (New York: Charles Scribner's
Sons, 1983), pp.91-101.
-
Barrow, John D and Tipler, Frank J. The Anthropic Cosmological
Principle. (New York: Oxford University Press, (1986).
-
Ibid., p.677.
-
Ibid., pp.677, 682.
-
Gardner, Martin. "WAP, SAP, PAP, and FAP." in The New York Review of
Books, 23, May 8, 1986, No.8. (1986), pp. 22-25.
-
The Holy Bible New International Version. Colossians 2:8.
-
Yockey, Hubert P. "On the Information Content of Cytochrome c," in
Journal of Theoretical Biology, 67. (1977), pp.345-376.
-
Yockey, Hubert P. "An Application of Information Theory to the Central
Dogma and Sequence Hypothesis," in Journal of Theoretical Biology, 46
(1974), pp.369-406.
-
Yockey, Hubert P. "Self Organization Origin of Life Scenarios and
Information Theory," in Journal of Theoretical Biology, 91 (1981),
pp.13-31.
-
Lake, James A. "Evolving Ribosome Structure: Domains in Archaebacteria,
Eubacteria, Eocytes, and Eukaryotes," in Annual Review of Biochemistry,
54. (1985), pp.507-530.
-
Dufton, M. J. "Genetic Code Redundancy and the Evolutionary Stability
of Protein Secondary Structure," m Journal of Theoretical Biology,
116. (1985), pp.343-348.
-
Yockey, Hubert P. "Do Overlapping Genes Violate Molecular Biology and
the Theory of Evolution," in Journal of Theoretical Biology, 80.
(1979), pp.21-26.
-
Abelson, John. "RNA Processing and the Intervening Sequence Problem,"
in Annual Review of Biochemistry, 48. (1979), pp.1035-1069.
-
Hinegardner, Ralph T. and Engleberg, Joseph. "Rationale for a
Universal Genetic Code," in Science, 142. (1963), pp.1083-1085.
-
Neurath, Hans. "Protein Structure and Enzyme Action," in Reviews of
Modern Physics, 31. (1959), pp. 185-190.
-
Hoyle, Fred and Wickramasinghe. Evolution From Space: A Theory of
Cosmic Creationism. (New York Simon and Schuster, 1981), 14-97.
-
Thaxton, Charles B., Bradley, Walter L., and Olsen, Roger. The Mystery
of Life's Origin: Reassessing Current Theories. (New York:
Philosophical Library, 1984).
-
Shapiro, Robert. Origins: A Skeptic's Guide to the Creation of Life on
Earth. New York: Summit Books, (1986), 117-131.
-
Ross, Hugh. Genesis One. A Scientific Perspective, second edition (Pasadena,
California: Reasons to Believe, 1983), pp.9-10.
-
Yockey, Hubert P. "A Calculation of the Probability of Spontaneous
Biogenesis by Information Theory," in Journal of Theoretical Biology,
67. (1977), pp.377-398
-
Duley, W. W. "Evidence Against Biological Grains in the Interstellar
Medium," in Quarterly Journal of the Royal Astronomical Society, 25.
(1984), pp.109 113.
-
Kok, Randall A., Taylor John A., and Bradley Walter L. A Statistical
Examination of Self-Ordering of Amino Acids in Proteins,' in Origins
of Life and Evolution of the Biosphere, 18. (1988), pp. 135-142.
Regresar
|