por Jorge Hevia
¿Por qué esta prohibido penetrar en esta zona de Nevada?
¿Esconden ovnis y tecnología extraterrestre en estas montañas el gobierno
Norteamericano?
¿Qué custodian tan celosamente?.
Un hombre dice
saber la respuesta.
A unos 190 km al noroeste de Las Vegas, en el desierto de Nevada, los mapas
oficiales se quedan en blanco. Es una zona con caminos, arroyos, montañas,
edificios, y una pista de 9,5 km, pero sobre el papel no existe. Es como si
hubiese cesado toda actividad humana en un área tan grande como Suiza.
El acceso está totalmente prohibido. Los carteles advierten: "Está
autorizado el uso de armas letales". Su espacio aéreo es el más inviolable
de Estados Unidos. Se trata del Polígono de Tiro y de Pruebas Nucleares de
Nellis, llamado comúnmente Área 51.
¿Tecnología Alienígena?
Fundada en 1954 como una base secreta donde la Lockheed Aircraft Corporation
pudiese desarrollar aviones espía para la CIA, el Área 51 sigue siendo la
sede de algunos de los proyectos más revolucionarios de EE UU. Allí se probó
el bombardero "stealth" Northrop B-2 , además de una serie de aviones nada
convencionales. Siempre ha sido objeto del máximo secreto -las Fuerzas
Aéreas de Estados Unidos (USAF) no admitieron su existencia hasta 1994-, ya
que representa lo último en tecnología militar. El único problema, según
algunos investigadores, es que ni la tecnología ni las técnicas son
estadounidenses: provienen del espacio exterior.
Desde que se estableció el Área 51 varias personas declararon haber visto
objetos extraños sobrevolando su espacio aéreo, pero las autoridades negaron
los hechos. Sin embargo, uno de sus propios hombres declaró que por los
cielos del Área 51 no sólo circulaban ovnis, sino que la USAF utilizaba
activamente tecnología alienígena.
Robert "Bob" Lazar, que trabajó cinco meses en la base a partir de diciembre
de 1988, hizo unas manifestaciones por televisión en mayo de 1989.
Identificado como "Dennis" -su silueta aparecía a contraluz y su voz fue
distorsionada electrónicamente- reveló que el Gobierno de EE UU estaba
investigando nueve platillos voladores e intentaba adaptar la tecnología
alienígena a sus propios fines. Añadió que tanto él como su mujer habían
recibido varias amenazas de muerte.
En noviembre, decidió aparecer públicamente para evitar mayores riesgos.
Describió un lugar secreto, conocido como S-4, cercano al
lago Papoose, en
el interior del Área 51, donde se guardaban las naves alienígenas. Explicó
que él formaba parte de un equipo de 22 ingenieros contratados para
investigar los sistemas de propulsión de los platillos.
En el Interior del S-4
Según Lazar, el S-4 era un enorme complejo subterráneo que ocupaba toda una
cordillera montañosa. Al principio, pensó que estaba trabajando con
tecnología altamente sofisticada creada por el hombre, pero cuando entró en
uno de los platillos se convenció de que era de otro mundo porque tanto su
forma como sus dimensiones no parecían haber sido concebidas por humanos.
No tenía junturas aparentes, nada de soldaduras, ni pernos o remaches -dijo
Lazar. Los bordes de todos los elementos eran redondos y suaves, como si
estuviesen hechos con cera caliente sometida a un rápido proceso de
enfriamiento. Según el testimonio, había troneras, arcos y delgadas sillas
de sólo 30 cm de altura. Su unidad de propulsión era un objeto no mayor que
una pelota de béisbol, que irradiaba un campo antigravitatorio a través de
una columna hueca, emplazada verticalmente en el centro de la nave.
Lazar tuvo acceso a un memorando que confirmó sus sospechas. Había una
cantidad impresionante de información sobre ovnis, incluso fotografías de
autopsias de pequeños seres grises con grandes cabezas calvas. Se afirmaba
que los alienígenas procedían de la galaxia Zeta Reticuli y se citaba un
incidente, ocurrido en 1979, en el que los alienígenas
mataron a varios
guardias y científicos de la base. Todo ello le convenció de que estaba
trabajando en una nave alienígena, creada por mentes alienígenas con
materiales alienígenas.
Él nunca afirmó categóricamente que viera alienígenas en el S-4, pero sí vio
algo extraño. Andando por un pasillo pudo observar, a través de una puerta
entreabierta, a dos hombres con batas blancas mirando hacia abajo y hablando
a algo pequeño con brazos largos. Sólo fue un vistazo rápido, pero no sé qué
podía ser aquello, dijo Lazar
Valorando las Pruebas
Son afirmaciones increíbles. Ahora bien, ¿estaba Lazar adaptando a sus
propios fines los lugares comunes de platillos voladores y hombrecillos
grises o su historia prueba que son auténticos?
Según George Knapp, que entrevistó a Lazar en la televisión, más de una
docena de personas han aportado desde entonces datos que parecen apoyar las
afirmaciones de Lazar tiene en su poder la grabación en video de un
testimonio que estuvo a cargo de importantes planes militares. Asegura que
las autoridades conocen la tecnología alienígena y han tenido en su poder a
alienígenas desde los años cincuenta. Sin embargo, el video no será emitido
públicamente mientras ese hombre esté vivo, ya que todos los testigos
quieren permanecer en el anonimato por temor a las consecuencias.
Amenazas de Muerte
Otro periodista que investigaba el Área 51 abandonó por miedo a las
represalias. Un ingeniero electrónico dijo que había visto un platillo
volante y estaba dispuesto a declararlo en un programa de televisión. Se
echó atrás al percatarse de que era vigilado. Otro testigo fue amenazado
directamente: "Sabemos que viaja mucho -le dijeron-, y no nos gustaría que
usted o su familia sufrieran un accidente".
Ante la cámara, Lazar se muestra frío, calmado y sin pretensiones. No
alardea de conocimientos en temas que no domina. Ha contado siempre la misma
historia, lo cual no es habitual en los falsos testigos. Pero él mismo tiene
algunas lagunas: no ha podido demostrar documentalmente sus dos diplomas
obtenidos en prestigiosas universidades norteamericanas, está arruinado y
fue declarado culpable de regentar un burdel. Los motivos de Lazar para
dejar el anonimato son también dudosos. Asegura que lo hizo porque pensó que
no dar la cara era un insulto para la ciencia y los ciudadanos de su país.
Sin embargo, sus bocetos de la nave alienígena se han comercializado en
forma de maqueta y ha vendido los derechos de su historia para hacer una
película.
Lazar asegura que, entre 1982 y 1984, trabajó para la Iniciativa de Defensa
Estratégica (la guerra de las galaxias) en el Laboratorio Nacional de
Los Alamos, en Nuevo México, lo cual fue negado rotundamente por las autoridades,
asegurando que no había ningún documento que probase dicho empleo. Pero
durante su investigación, el periodista George Knapp vio que el nombre de
Lazar constaba en el directorio telefónico interno de Los Alamos. Por otra
parte, parece confirmarse por la declaración de la renta.
Desde entonces han salido a la luz mas datos. En 1995, una empresa alemana
distribuyó un video titulado Secrets of the Black World, en el que aparecen
varios testigos que aportan más información sobre lo que ocurría en el
Área
51.
¿A Prueba de Video?
Norio Hayakawa, de una emisora de TV japonesa, capturó en imágenes la fugaz
aparición de un objeto que se elevaba desde el Área 51. Filmó una luz
resplandeciente, que se deslizaba por el cielo sobre las montañas. Un
posterior análisis de la película por computadora llevó a Hayakawa a
concluir que "definitivamente el objeto no es un avión convencional".
Otras muchas filmaciones muestran un objeto brillante que se desplaza por el
cielo a velocidades increíbles y que ejecuta maniobras presuntamente
imposibles. Uno de ellos se aproximó a un equipo de la NBC, y sus miembros
regresaron con quemaduras producidas por radiaciones radiactivas. Algunos
llegaron más lejos, al parecer hasta el interior del S-4, y filmaron una
habitación llena de sarcófagos metálicos donde se almacenan alienígenas
muertos.
Desgraciadamente, captar un ovni en película o en cinta de video no es una
prueba definitiva de su existencia. En Secrets of the Black World pueden
verse dos platillos voladores, pero uno de ellos tiene el aspecto de un
reactor volando a poca altura y el otro era una secuencia mal montada de un
"cubo de basura volador".
A pesar de todo, muchos piensan que está ocurriendo algo en el desierto de
Nevada. "Hay por lo menos ocho Black Programs volando por el
Área 51",
asevera el escritor aeronáutico Jim Goodall. Los Black Programs son
proyectos secretos del Gobierno, como el bombardero "stealth". que incluyen
asombrosas pruebas de velocidad y maniobrabilidad que pueden hacer pensar a
muchos que se trata de platillos voladores.
Goodall cree que las aeronaves de las que habla son silenciosas e
increíblemente rápidas, como una que abandonó el Área 51 y fue detectada por
un radar volando a más de 16.000 km/h. Goodall pone en duda que tales
velocidades estén al alcance de la tecnología humana. Cuando Goodall
preguntó al ex presidente de Lockheed si creía en la existencia de los
ovnis,
éste respondió: "Sí. Estoy plenamente convencido de su existencia".
Relación con el Majestic 12
Lazar aseguró que los operarios que trabajaban en la zona
S-4 llevaban
distintivos con la palabra MAJ impresa. ¿Podría tener alguna relación con
Majestic-12, el equipo de científicos creado con el máximo secreto por el
presidente de EE UU en 1947 para investigar los platillos voladores?
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