Según el arqueólogo y escritor Zecharian Sitchin, NEPHILIM significa literalmente: aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra.

Los traductores de la Biblia supusieron que NEPHILIM significaba gigantes, porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como ANAKIM, a la vez que en el cuento sobre el gigante GOLIAT se afirma que él era de descendiente ANAK; de aquí la conclusión: si ANAK era un gigante, entonces los NEPHILIM, que también eran ANAKIM, deberán ser gigantes.


Un pasaje encontrado en Libro Apócrifo de Enoch nos habla de la unión de los celestes, con las hijas de los hombre o sea los Ángeles o NEPHILIM:

Y los mensajeros, hijos de los cielos, se dijeron entre ellos: Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres y engendremos hijos.

De acuerdo a Enoch de esta unión:

Concibieron y pusieron en el mundo grandes gigantes. Dicho relato también es confirmado en el libro del Génesis de la Biblia, así como muchos otros relatos de otros pueblos de la Tierra, inclusive leyendas de los nativos norteamericanos, todo indica que existió una raza de gigantes que emergió de una manipulación genética con seres humanos o prehomínidos, con seres del cosmos o como se ha manejado entre Ángeles y mujeres. De acuerdo a Enoch, estos gigantes eran la prole de los falsos creadores espaciales, Goliat una de estas creaciones grotescas había nacido de los Refaim o los gigantes nacidos en Gat, tenían parecido físico con el humano pero carentes de capacidad espiritual.

Otros pasajes referentes a esto fueron:

Así, pues, cuando los hijos de los hombres se hubieron multiplicado y les nacieron en esos días hijas hermosas y bonitas y los Ángeles, hijos de los cielos, las vieron y las desearon, y se dijeron entre ellos: Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres y engendremos hijos.
Entonces todos juntos juraron y se comprometieron acerca de eso, los unos hacia los otros con un anatema.

 

Así pues todos ellos eran doscientos y descendieron sobre Ardis, la cima del monte Hermón; y lo llamaron monte Hermón porque es sobre él donde habían jurado y se habían comprometido los unos con los otros con un anatema.


Y he aquí los nombre de sus jefes: Semyaza, su príncipe, Arakib, Aramiel, Kokabien, Tamiel, Raniel, Daniel, Ezequiel, Baraquiel, Asael, Amaros, Batariel, Anamiel, Zaquile, Samasapeel, Satariel, Toriel, Yomeyal, Arazeyal.


Estos y todos los otros con ellos tomaron mujeres; cada uno escogió una y comenzaron a ir hacia ellas, y a tener comercio con ellas, y les enseñaron los encantos y los encantamientos, y les enseñaron el arte de cortar las raíces y las ciencia de los árboles.


Así, pues, éstas concibieron y pusieron en el mundo grandes gigantes, cuya altura era de tres mil codos. Ellos devoraron todo el fruto del trabajo de los hombres, hasta que éstos ya no pudieron alimentarlos más.


Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres para devorarlos. Y empezaron a pecar contra los pájaros y contra las bestias, los reptiles y los peces; después ellos se devoraron la carne entre ellos y se bebieron la sangre. Entonces la tierra castigó a los violentos.

Estos gigantes tenían seis dedos en cada una de sus extremidades. La Biblia hace mención de esto en Sam. 21, 20 y Paralipómenos 20,6:

Hubo una batalla más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, veinticuatro en todo, que descendía también de Rafa.

Plinio nos cuenta en sus crónicas, que habitaban en Andalucía un grupo de gentes de colosales dimensiones dedicadas a la depredación y piratería y era tal su tamaño, que en ocasiones uno sólo de ellos podía hacer zozobrar laguna pequeña embarcación con la única fuerza e su peso.


Se cuenta que hace miles de años llegaron a la isla de Menorca después de un diluvio, un grupo de gigantes Caldeos, que construyeron un buen número de monumentos (los megalíticos actuales).


En el México antiguo, dominó la cosmología de los cinco mundos Soles Cosmológicos donde se refiere a los enormes homínidos, dicha cosmología no fue ideada por los Aztecas, sino realmente nació en Teotihuacán (en la lengua de los Toltecas y Aztecas significa: El lugar donde vivían los antiguos o bien: El sitio de los Dioses). El primer Sol nació en el año 955 AC., y recibió el nombre de Naoi Ocelotl (4 Jaguar) y tuvo una duración de 676 años, su elemento dominante era la tierra y su Dios supremo era Tezcatipoca, según relata la leyenda, el mundo estaba poblado por GIGANTES, que fueron devorados en su totalidad por jaguares (para mayor información ver la Sección "Teotihuacán").

Decía el cronista mexicano Fernando de Alba Ixtlilxochitl, que los primeros pobladores de México habían sido unos Gigantes que les llamaron Quinametzin, dicho nombre que otorgado por los toltecas y posteriormente lo tomaron los Aztecas, se decía que ese grupo de gigantes que fueron destruidos por el cielo a través de un diluvio como justo castigo por su iniquidad, sabían de agricultura, metalurgia, artes, orfebrería, etc., levantaron enormes templos de piedra y conocían de la creación del mundo. Analizando la majestuosidad de la ciudad de Teotihuacan, los edificios sólo pudieron haberse construidos por la raza de gigantes Quinametzin y como prueba científica de su existencia, son sus huesos. En cambio en el norte del país habitaron un grupo de gigantes que sólo comían piñones, como los grupos indígenas de la región y no realizaban actividades como los gigantes del centro de México.
 

Francisco Javier Clavijero estudioso del siglo XVIII, estaban convencidos de que los primeros ocupantes de México habían sido seres de estatura superior a lo normal, los humanos después llegados les llamaron Quinametzin Hueytlacame, que significaba enormes hombre deformes ó gigantes monstruosos, dando una coexistencia pacífica con ellos.

 

Una evidencia arqueológica de los Atlantes (para mas información ver nuestra Sección "La Atlantida"), son las esculturas majestuosas que se encuentran en la ciudad Tolteca de Tula, en el estado de Hidalgo, México, estos enigmáticos gigantes poseen detalles curiosos que han hecho pensar a los ufólogos, que son representaciones de visitantes del espacio; las esculturas muestran una serie de instrumentos que son claramente producto de una tecnología muy avanzada.

 

Tal es el caso de una especie de pistolas de rayos que están sostenidas en las manos, mientras que en le pecho cada Atlante porta un escudo magnético protector. La cabeza está coronada por un extraño casco espacial de forma semicuadrada.

 

Estos seres eran compañeros y guardias de Quetzalcóatl, durante su misión en la Tierra y en particular con los Toltecas, a quienes enseñaron gran cantidad de conocimientos astronómicos y científicos, ellos permanecieron durante muchos años hasta su muerte, en memoria de ellos se les construyeron esas cuatro esculturas para que las generaciones futuras no los olvidaran. El tamaño de cada Atlante es de casi cuatro metros de alto, representa la estatura real de aquellos extraterrestres, quienes pudieron haber sido los NEPHILIMS o Ángeles caídos, que se cruzaron con las hijas de los hombres y procrearon los gigantes.