En este momento tú y tu planeta pasáis por una transición única y
maravillosa de vuestra evolución espiritual. Os disponéis a dar un
salto cualitativo como ninguno que hubierais dado antes. A fin de
ayudar os a comprenderlo más plenamente, debo hablaros primero de la
órbita que describe la galaxia entera alrededor del Gran Sol
Central de Todo Lo Que Es. Así como vuestro «anillo solar»
-nuestro término para «sistema solar»- orbita alrededor del centro
galáctico, la galaxia misma se mueve por el espacio en forma de
círculos continuos y conectados a modo de gran espiral cósmica.
En el punto donde se cierra una sola órbita circular de un multibillón
de años alrededor del Gran Sol Central, nuestra galaxia se conecta
diagonalmente con el anillo siguiente de la gran espiral cósmica.
Cuando esta diagonal avanza dentro de la gran espiral cósmica
desde un anillo al siguiente, todos los planetas y sistemas
solares, así como sus habitantes, dan simultáneamente un
paso iniciático en un nuevo ciclo evolutivo. Esto
es lo que está ocurriendo ahora. Además de estar al final
de un ciclo Terrestre/Solar/Pleyadiano de veintiséis mil años,
la totalidad del sistema pleyadiano, en el que se incluye este
anillo solar, está a punto de cerrar una órbita de doscientos
treinta millones de años alrededor del Centro Galáctico, y la
galaxia toda está a punto de completar una órbita
infinitamente más larga alrededor del Gran Sol Central.
Los tres ciclos completan
sincronizados el último paso de la danza espiral dentro de otra danza,
siendo éste un tiempo muy crucial de transición. El objetivo es
concluir la danza y empezar una nueva sin que nadie se pise los pies.
Luego, la danza siguiente, más sofisticada y elegante, empezará a su
debido tiempo.
En términos de evolución planetaria terrestre, se trata de lo
siguiente: Cuando los cien mil años de la era glacial terminaron hace
casi ciento cincuenta mil años, la galaxia estaba a medio camino de su
cambio diagonal hacia el anillo siguiente de la gran espiral cósmica
-una danza había terminado y se estaba gestando la nueva-. A fin de
prepararse para la siguiente espiral evolutiva, la galaxia entera
entró en un período de limpieza de pautas kármicas pretéritas que
se completará al final del año 2012.
Siempre al final de un gran ciclo tiene lugar una limpieza
kármica. Cualquier elemento de la espiral evolutiva anterior
que quede sin resolver se hace aflorar a la superficie para ejecutarse
por última vez con un sentido de transmutación y trascendencia. Cuando
se termina de limpiar la casa, comienza un ciclo evolutivo distinto en
relación con Dios/Diosa/Todo Lo que Es. Esta limpieza doméstica está
llegando a su fin.
Durante este
tiempo de transición se experimentan saltos espirituales de
renacimiento e iniciación. Las conciencias nacen producto de
nuevos paradigmas y nuevos potenciales, aprovechándose de lo
aprendido en la espiral anterior aunque de modo inconsciente.
Metafóricamente hablando, es como si se tomaran los pasos de
baile aprendidos en lecciones anteriores, se depuraran, se
dominaran y se empezara a añadir nuevos pasos en un reto mucho
más emocionante. Incluso se acelera entonces el ritmo de la
música añadiendo más inspiración.
Cuando el próximo anillo de la gran espiral cósmica de la galaxia y el
nuevo ciclo terrestre de veintiséis mil años empiecen simultáneamente
en el año 2013, esto es lo que ya habrá ocurrido:
1) La variación de
los polos habrá hecho variar la posición de la Tierra en relación con
el Sol.
2)
El Sol, a su vez, se habrá
recolocado en virtud de una variación de polos similar, en relación a
las Pléyades.
3) Las
Pléyades habrán llegado al término de una espiral, que habrá
recolocado a ese sistema en relación a Orión.
4) Orión
habrá sufrido una revolución y una limpieza doméstica espiritual
completas. El sistema entero de Orión habrá quedado oscurecido por un
período de lo que en la Tierra serían veinticuatro horas, variando así
los polos de cada estrella y planeta de ese sistema. Se habrá
consumado la vaporización de muchos de los planetas de ese sistema,
así como la reapertura y reconversión de Orión como portal galáctico
al Centro de esta Galaxia y fuera de ella. Sirio ha
venido cumpliendo esta función durante aproximadamente los últimos
trescientos mil años, desde que los liranos invadieron Orión y
tomaron allí el acceso al portal galáctico.
5) Sirio
se habrá elevado a la posición de escuela mistérica espiritual
galáctica en lugar de operar específicamente en este anillo solar y
este brazo próximo de la galaxia.
6) La pauta orbital
actual de vuestro anillo solar alrededor de Alción, sol central
de las Pléyades, será reemplazada por la del sistema
pleyadiano entero, que empezará a orbitar alrededor de Sirio.
Sirio será el nuevo sol central de este brazo de la galaxia
y las Pléyades habrán pasado a formar parte del sistema
solar de Sirio.
Al principio del 2013,
cuando se hayan completado estos preparativos, el sistema pleyadiano
entero, del que vuestro Sol es la octava estrella, se convertirá en un
sistema de aprendizaje superior y en hogar de las Ciudades de Luz. Las
Ciudades de Luz son lugares donde poblaciones enteras
perciben espiritualmente la evolución y lo sagrado que hay en todas
las cosas. Los residentes de las Ciudades de Luz reconocen la
evolución y crecimiento de sí mismos como individuos, del resto del
grupo y de toda la existencia, dedicando a ello su vida.
En otras palabras,
dedican la vida a servir al plan divino, encontrándose como
mínimo en el nivel de conciencia de Cristo. La Tierra,
junto con vuestro anillo solar, sois los últimos del sistema
pleyadiano en realizar este cambio. El resto de los siete
anillos solares pleyadianos, las Siete Hermanas,
están ahora mismo al día en cuanto a escuelas místéricas y
sedes de
Ciudades de Luz; cada uno de estos siete anillos solares se
elevará para cumplir su próxima función natural en un estado
evolutivo superior cuando en el 2013 empiece la nueva danza
llamada la Era de Luz.
Antes de los cambios
previstos para el final del 2012 y el principio del 2013, la
Tierra sufrirá una limpieza doméstica espiritual y física
correspondiente a lo que se ha llamado comúnmente «cambios
terrestres».
Estos cambios, que ya han empezado, se intensifican
externa e internamente a medida que vuestro anillo solar se adentra en
la banda de fotones, una emanación cósmica de alta frecuencia que
procede del Centro Galáctico. Hace años que venís entrando y saliendo
de los límites de esta
banda de
fotones, y para el año 2000 quedaréis inmersos completamente en
ella durante los próximos dos mil años.
Los códigos sagrados,
necesarios para el despertar espiritual y el salto evolutivo de
vuestro anillo solar, se transmitirán al Sol, a la Tierra y al resto
del anillo solar a través del Centro Galáctico, Sirio, Alción, y Maya,
que es otra estrella de las Pléyades. Cuando se completen estas
transmisiones iniciales, vuestro Sol seguirá
transmitiendo los códigos a la totalidad del anillo solar. Estas
emanaciones y codificaciones fotónicas transmitirán a una vibración
tan alta que requerirán de vosotros que el sistema nervioso central,
el cuerpo emocional y el cuerpo eléctrico estén bien sintonizados a
fin de poder soportarla.