CAPÍTULO III -
LA QUINTA REVELACIÓN
A las pocas horas de esta nueva y secreta entrevista, Sinuhé, una
vez más, se vio asaltado por las dudas. Al
examinar el contenido del sobre lacrado, su entusiasmo inicial se
esfumó casi por completo. En su mente, fruto,
sin duda, de su afilado sentido crítico, terminó por instalarse una
idea que a punto estuvo de apearle de aquella
aparentemente descabellada misión:
¿Me estaré volviendo loco...?
Y a regañadientes, obligado tan sólo por la promesa hecha ante su
Maestro, volvió una y otra vez sobre la
información que debía transmitir a la hija de la raza azul. El
Templo del Consejo Supremo de la Escuela de la
Sabiduría había puesto en sus manos parte de los denominados papiros
sagrados de la Quinta Revelación.
Unos textos remotísimos que Sinuhé, en su calidad de soror, había
ido conociendo paulatinamente, al igual que
el resto de los miembros de la Logia. La primera parte de esta
documentación -la concerniente a la
Organización Administrativa del Universo Central y de los
Superuniversos-era sobradamente familiar para el
investigador. No así la segunda que, bajo el sugestivo título
genérico de La Primera Familia Humana en
IURANCHA, daba a conocer una insólita y fascinante versión de los
primeros seres humanos sobre el planeta
Tierra. Una narración revelada, al igual que el resto de los papiros
sagrados, por una pléyade de autoridades
celestes, tan enigmáticas y desconcertantes como el contenido de
dichos papiros. Esta hipotética paternidad
celeste había sido motivo, en multitud de ocasiones, de duros
enfrentamientos entre Sinuhé y los restantes
sorors de la Logia. Para el investigador, la formidable lógica de
tales papiros no justificaba la rotunda
aceptación de los mismos por parte de la Orden y, mucho menos, su
carácter de revelados. Y fue esta
circunstancia la que, una vez concluido el estudio de estos informes
sobre la Historia de IURANCHA, espoleó
nuevamente su curiosidad.
Sinuhé, a pesar de todo, no podía arrinconar las últimas
experiencias vividas en la aldea de la hija de la raza
azul.
Sea como fuere -se dijo a sí mismo-, quizá la solución a estos
interrogantes esté precisamente en esa loca y
absurda búsqueda de los archivos secretos....Y algo más animado, se
dispuso a viajar a Sotillo y a transmitir a
su amiga cuanto le había sido encomendado.
La señora de la Casa Azul, y cuantos conocen a Sinuhé, no se
sorprenden ya ante las súbitas apariciones y
desapariciones del investigador. Por ello, la nueva e inesperada
visita de su amigo y hermano no constituyó
motivo de extrañeza. Sin embargo, a los pocos minutos de su llegada,
Gloria había percibido ya en los ojos de
Sinuhé aquella luz característica, inconfundible cuando el
investigador era portador de algo importante. Pero la
hija de la raza azul, con su habitual prudencia, dejó que fuera él
quien tomara la iniciativa.
Y esa misma noche, sentados en el porche de la Casa Azul y bajo un
cielo blanqueado de estrellas, Sinuhé le
rogó que prestara atención.
-Querida amiga -comenzó sin saber exactamente por dónde iniciar su
exposición-, no me preguntes, de
momento, quién me ha facilitado la información que debo
transmitirte. Cumplo una misión en la que tú,
precisamente, si das tu consentimiento, deberás jugar un papel de
extrema importancia...
Gloria, sin perder su cálida sonrisa, animó a su amigo para que
prosiguiera.
-Por supuesto, te quedaría muy agradecido si, a lo largo de cuanto
voy a relatarte, me formulas las dudas que
estimes necesarias.
Y con el espíritu favorecido por la intensa paz que reflejaba el
rostro de su amiga, señaló las rústicas tapas
azules del libro que reposaba sobre sus rodillas.
-No voy a ocultarte mis propias dudas -añadió-sobre el contenido de
estos documentos. Fueron revelados,
según mis informaciones, por unos seres de los que tú has oído
hablar...
Pero empecemos por el principio. Según esta revelación, ese universo
que contemplamos -manifestó Sinuhé
dirigiendo la mirada hacia el inmenso y apretado brazo blanco de la
Vía Láctea-no es otra cosa que una
mínima y casi ridícula fracción de todo un universo Maestro (también
llamado Universo de los Universos) y que
reúne la totalidad del espacio astronómico.
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Este Universo Maestro está conformado, de un lado, por el que estos
seres califican de Gran Universo
(habitado o habitable) y,.por otra parte, del Espacio Exterior,
todavía inhabitable, con sus zonas anulares de
espacio impenetrado y alternando con otras áreas de espacio
penetrado por múltiples circuitos energéticos.
Sinuhé levantó la vista del libro que había empezado a leer y
observó a la hija de la raza azul. Ésta, con los
ojos cerrados, seguía atentamente las explicaciones de su amigo.
-Estas zonas penetradas -prosiguió-están formadas por inmensos
universos en formación que los telescopios
y radiotelescopios van descubriendo poco a poco. En este Universo
Maestro, como te decía, existe el llamado
Gran Universo, que es en realidad el verdadero objetivo de esta
información. Dicho Gran Universo se
encuentra, a su vez, subdividido en departamentos administrativos. Y
quiero recalcarte este concepto:
departamentos administrativos, para que no caigas en el error de
asociarlos con divisiones puramente
astronómicas. Pues bien, hecho este inciso, prosigo: esos
departamentos puramente administrativos se hallan
organizados según el sistema decimal, con una excepción septenaria
en el vértice.
Resumiendo extraordinariamente te diré que este Gran Universo en el
que vivimos lo forman un Universo
Central, llamado Havona y centrado alrededor de la Isla Eterna y
Estacionaria del Paraíso, y un total de siete
superuniversos que giran alrededor de Havona siguiendo una
trayectoria elíptica enormemente alargada y muy
plana.
Sinuhé hizo una nueva pausa. E intentando que su exposición fuera lo
más asequible y lógica posible, saltó
intencionadamente las páginas en las que se hablaba de esa
misteriosa Isla Eterna y Estacionaria del Paraíso.
-Si me lo permites -continuó, retomando el hilo de la lectura-, te
hablaré ahora de esos siete superuniversos
que gravitan en torno al Universo Central de Havona. Cada uno de
ellos se encuentra dividido, ad-mi-nis-tra-ti-
va-men-te hablando, de la siguiente forma:
10 sectores mayores, cada uno de ellos con 100 sectores menores. A
su vez, cada sector menor con un total
de 100 universos locales, creados o por crear..Cada universo local
consta de 100 constelaciones (creadas o
por crear) y, por su parte, cada constelación la integran 100
sistemas.
Por último, cada sistema reúne alrededor de 1000 planetas, creados o
por crear.
Si hacemos números (y siempre según esta revelación), cada uno de
los siete superuniversos dispone de:
10 sectores mayores
l 000 sectores menores
100 000 universos locales
10 000 000 de constelaciones
1 000 000 000 de sistemas y, aproximadamente, un billón de planetas
habitados o habitables en el futuro.
Sinuhé, consciente de la extrema dificultad que suponía una primera
asimilación de estas cifras mareantes,
prefirió guardar silencio durante algunos segundos.
-Intenta sujetar tu emoción -le recomendó Sinuhé-, porque apenas si
hemos comenzado...
Cada una de esas divisiones administrativas se halla regida por una
capital, sede del correspondiente Cuartel
General Administrativo. Estos planetas-capitales, así como sus
satélites inmediatos, no son mundos naturales.
Todo lo contrario: se trata de esferas arquitecturales o
artificiales, construidas según normas específicas
preestablecidas por los llamados Maestros Arquitectos del Universo.
Cada planeta-capital está dotado de los
medios necesarios para vivir en la belleza y asegurar las funciones
propias de una capital de estas
características.
IURANCHA, verdadero nombre de nuestro mundo, a diferencia de esas
esferas artificiales, y al igual que otros
millones de planetas, fue arrancada de la masa solar gaseosa y
solidificada muy lentamente, con innumerables
aportaciones de meteoritos, tal y como marcan las leyes de la
Naturaleza.
Pues bien, de acuerdo con esta revelación, nuestro planeta
(IURANCHA), está ubicado en el séptimo
superuniverso, llamado Orvonton, y cuya capital es Uversa. El núcleo
central de este séptimo superuniverso es
nuestra Vía Láctea.
Gloria, con los ojos cerrados, no llegó a descubrir la casi
imperceptible mueca de incredulidad que había
provocado aquella última frase en el rostro de Sinuhé. El
investigador no.pudo comprender jamás cómo el
núcleo central de todo un superuniverso con 100 000 universos
locales y diez millones de constelaciones,
podía estar formado por una simple galaxia...
Porque eso es la Vía Láctea. Pero, fiel a su cometido, prefirió
silenciar sus dudas.
-Según estos documentos -continuó-, nuestro sector mayor se llama
Splandon, y su capital, Umajor la Quinta.
Por su parte, nuestro sector menor, denominado Ensa, tiene por
planeta-capital a Uminor la Tercera.
Pero centrémonos en el capítulo que más nos interesa: los universos
locales. Entre esos cien mil que abarca el
séptimo superuniverso Orvonton, el nuestro (llamado Nebadon) tiene
su capital o cuartel general en Salvington.
Estos universos locales constituyen las divisiones administrativas
de mayor importancia dentro de cada
superuniverso. Nebadon, como el resto, comprende cien
constelaciones. Nosotros (IURANCHA) nos hallamos
en la constelación de Norladiadek. Su capital es Edencia... Recuerda
bien este nombre, Edencia, porque tiene
mucho que ver con otro asunto de vital importancia: el jardín de
Edén...
La hija de la raza azul abrió los ojos, sorprendida. Y musitó el
nombre de Edencia.
-Sigamos. Esta constelación de Norladiadek reúne cien sistemas. No
se trata de sistemas solares, como podría
ser el nuestro, sino de todo un conjunto de soles, con sus
correspondientes cortejos planetarios. Y, de esos
cien sistemas, el nuestro lleva el número 24. Es conocido fuera de
la Tierra como el sistema de Satania. Su
planeta-capital es Jerusem.
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Satania (siempre según esta Quinta Revelación), cuenta actualmente
con 619 mundos habitados. IURANCHA
figura con el número sistémico 606. Generalmente no suele haber más
de uno o dos planetas habitados en
cada sistema solar...
Sinuhé observó nuevamente a Gloria, que empezaba a inquietarse ante
la lógica dificultad de retener tantos
nombres y cifras.
-No te preocupes -le dijo-, una vez terminada mi exposición, podrás
disponer de estos documentos y
estudiarlos a fondo.
Como te decía, nuestro universo local, Nebadon, está situado en la
frontera exterior de Orvonton, el séptimo
superuniverso..Estos siete formidables superuniversos evolucionarlos
giran en sentido levógiro alrededor del
Universo Central de Havona.
Resulta prácticamente imposible representar las astronómicas
proporciones de tales superuniversos, así como
del Universo Central de Havona y de su Isla Eterna del Paraíso.
Cada uno de los siete superuniversos es una creación inacabada. En
ellos surgen y se organizan, de forma
constante, nuevas nebulosas. Para que te hagas una idea de sus
dimensiones, nuestro superuniverso
(Orvonton) tiene un diámetro de unos 500 000 años-luz, con un total,
hasta el momento, de más de diez
trillones de soles. Nosotros, desde IURANCHA, percibimos su núcleo
central en la forma lenticular y achatada
de la Vía Láctea, cuyo diámetro aproximado es de 250 000 años-luz.
En realidad, nuestro planeta (como ya empiezan a intuir todos los
hombres) es una parte infinitesimal en ese
sublime y casi inconcebible proyecto-realidad que es la Creación
Divina.
Nuestro sistema solar es conocido en nuestro universo local como
Monmatia y procede de la antigua nebulosa
de Andronover. Pero ésta será otra cuestión que trataremos más
adelante...
Ahora, si te parece, hablaremos de uno de los aspectos más
extraordinarios de esta fantástica cosmogonía: del
Universo Central de Havona y de la Isla Eterna y Estacionaria del
Paraíso...
-¿El Paraíso?
La hija de la raza azul no pudo disimular su emoción.
-Sí -repuso Sinuhé, adoptando un tono solemne-. ¡El Paraíso!...
Aunque creo que ya has captado mis profundas dudas sobre todo esto,
debo reconocer igualmente que esta
extraña descripción es tan hermosa que quizá mereciera ser cierta.
En el corazón de ese Universo Central de Havona se encuentra la Isla
Eterna y Estacionaria del Paraíso, meta
y destino de todos los seres humanos evolucionarios y ascendentes de
todos los superuniversos.
Gloria no pudo evitar su primera pregunta:
-Entonces, la idea del Paraíso no es una utopía....-Según esta
Quinta Revelación, por supuesto que no. Su
inmensidad, su gloria y belleza material rebasan toda comprensión.
La Isla Eterna del Paraíso es el único punto
fijo del Universo de los Universos. Sus colosales dimensiones, como
te digo, desafían toda imaginación. Su
forma es la de un disco oval y plano, con una cara superior: el Alto
Paraíso, y otra inferior: el Bajo Paraíso. Las
direcciones definidas por sus ejes mayor y menor son el Norte, Sur,
Este y Oeste absolutos, sobre los que se
orientan geográficamente todos los universos. Su eje mayor es un
sexto más largo que el menor. De momento,
sólo puedo decirte que el Paraíso existe independientemente del
Tiempo y del Espacio... Es el origen de todas
las energías físicas y controla la gravitación universal.
Alrededor del Paraíso, circulando en sentido dextrógiro (al igual
que las agujas del reloj), se encuentran los
llamados tres Circuitos Trinitarios, que incluye cada uno siete
esferas sagradas. Las proporciones de esa Isla
Eterna del Paraíso son tan formidables que, para hacernos una idea
aproximada, esas veintiuna esferas
sagradas serian como puntos.
Estos tres circuitos, con sus veintiuna esferas sagradas, sirven de
soporte a ciertas actividades de las tres
Personas de la Trinidad: el Padre Universal, el Hijo Eterno y el
Espíritu Infinito.
E inmediatamente (girando también en sentido dextrógiro en torno a
la Isla Eterna y a sus gigantescos veintiún
satélites sacros) encontramos el Universo Central y Eterno de
Havona, con mil millones de esferas
arquitecturales o artificiales. Son mundos habitados, de una
perfección y belleza inimaginables.
Se halla formado por siete circuitos, todos ellos dextrógiros. El
interior suma más de 35 millones de esferas, y
el exterior, más de 245 millones.
Todo este inmenso Universo Central se encuentra abrazado por dos
circuitos inhabitados, formados por un
número increíble de cuerpos de gravedad oscuros o esferas colosales
que no reflejan la luz. Uno de estos
circuitos se halla en el mismo plano que los mil millones de esferas
de Hayona y el otro, en un plano
perpendicular. El circuito interior es tubular y levógiro, siguiendo
una elipse cuyo eje mayor es cinco veces el
eje menor.
Estos circuitos de esferas oscuras, que no absorben ni reflejan la
luz, envuelven tan perfectamente a Hayona
que lo ocultan,.incluso, a los superuniversos más próximos. Por un
doble efecto giroscópico, el conjunto de
estos cuerpos de gravedad oscuros asegura la estabilidad del
Universo Central y regulariza la gravitación
universal. La masa de Havona, sumada a la del Paraíso, sobrepasa la
de los trillones de estrellas de los siete
superuniversos.
Esta Isla Eterna y Estacionaria del Paraíso, el Universo Central de
Hayona y los siete superuniversos que les
rodean -trató de sintetizar Sinuhé-, conforman lo que, en un
principio, te definía como el Gran Universo. Y éste,
conjuntamente con el llamado Espacio Exterior, son conocidos por el
Universo Maestro o Universo de los
Universos. Algo, como ves, que escapa a cualquier comprensión
humana...
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Ese Espacio Exterior (con sus cuatro niveles elípticos todavía
habitados y que giran alrededor del Gran
Universo en sentido dextrógiro y levógiro, alternativamente)
constituye la más formidable recompensa
(suponiendo que podamos utilizar este concepto) que jamás pueda
concebir ser humano evolucionario
alguno...
-¿Recompensa, dices? -intervino la hija de la raza azul-. ¿Para
quién?
-Según estos documentos, para aquellos humanos ascendentes que, al
fin, alcancen el Paraíso. Creo que
entiendes adónde quiero ir a parar... En esos cuatro niveles, aún
inhabitados, del Espacio Exterior, millones de
galaxias se encuentran en pleno período de formación. Nuestros
astrónomos han empezado a descubrirmuchas de esas galaxias. Sobre
todo en el primer nivel. Éste arranca a unos 500 000 años-luz más
allá de las
fronteras del séptimo y último de los superuniversos y se encuentra
separado del mismo por una zona de
espacio semitranquilo, desprovista de polvo cósmico. El hecho de que
las galaxias de aquel nivel giren en
sentido inverso al nuestro contribuye a darles una apariencia de
fuga o huida.
Estos cuatro niveles del Espacio Exterior son, repito, inmensos.
Su anchura y la de las áreas elípticas semitranquilas que los
separan alcanzan millones de años-luz. Los
próximos y mejorados telescopios de IURANCHA revelarán algún día la
maravilla de más de 375 millones de
galaxias. Pero eso no es todo. En el Espacio Exterior existen unos
70 000 agregados de.materia. Y uno solo es
mayor que cualquiera de nuestros superuniversos.
Sinuhé, visiblemente agotado por aquel despliegue, decidió concluir
su primera exposición con un pensamiento
que ya había germinado -y para siempre- en el corazón de Gloria.
-Y según esta Quinta Revelación, los astrónomos cósmicos de
Orvonton, nuestro superuniverso, vislumbran ya
en estos niveles del Espacio Exterior los signos preparatorios de
unas manifestaciones de energía, aún más
colosales.
Y todo ello, querida Gloria, parece representar tan sólo el inicio
de una superevolución estelar en la que los
humanos que viajamos hacia la Perfección ocuparemos un papel clave.
Es posible que unos mortales
resucitados, perfectos y dotados de un cuerpo espiritual y de una
vida eterna, sean enviados a ese Espacio
Exterior... con una maravillosa misión..., en un futuro lejano.
La sutil sugerencia de Sinuhé de posponer por aquella noche la
exposición de la insólita cosmogonía universal,
según los papiros de la Escuela de la Sabiduría, no fue admitida por
la hija de la raza azul. Al contrario: aquella
información había excitado su curiosidad y rogó a su amigo que
prosiguiera, y el soror, complacido por el
interés de su compañera, decidió aprovechar tan buena disposición
para introducirse en uno de los apartados
más electrizantes y revolucionarios del texto que manejaba: las
innumerables y no menos fantásticas
personalidades que gobiernan y administran esta formidable Creación
Divina.
-Pero antes -anunció Sinuhé-, conviene que comprendas, aunque sé que
huelga esta aclaración, que nuestro
mundo (IURANCHA) es o, mejor dicho, era un planeta vulgar, perdido
en un universo local relativamente joven
(Nebadon data solamente de hace 400 mil millones de años) que en
estos momentos, según la Quinta
Revelación, reúne ya 3 841 101 planetas habitados y otros muchos
millones susceptibles de serlo en un futuro
más o menos lejano. Un universo local entre los 700 000 que albergan
los siete superuniversos... A pesar de
esta infinitud, IURANCHA, como todos y cada uno de los mundos, se
encuentra meticulosamente registrado en
los.archivos del Universo. Nuestro planeta es designado de la
siguiente forma: El 606 del sistema de- Satania,
en la constelación de Norladiadek, universo local de Nebadon, sector
menor de Ensa, sector mayor de
Esplandon y superuniverso de Orvonton.
Gloria, perpleja, pidió a Sinuhé que repitiera. Cuando hubo
concluido, éste subrayó:
-Esta guía es suficiente para que cualquier mensajero de Dios pueda
encontrar nuestro mundo y, en él, no
importa a quien...
La hija de la raza azul volvió sobre las recientes palabras de
Sinuhé y preguntó:
-¿Por qué al referirte a IURANCHA, a nuestro mundo, te has corregido
a ti mismo, afirmando que era un
planeta vulgar?
Sinuhé sabía que aquella matización no escaparía a su perspicaz
interlocutora. E intentando ordenar sus ideas,
prosiguió en los siguientes términos:
-Dices bien. Fue quizá un planeta común y corriente..., hasta hace
1991 años, exactamente. En aquella fecha
(21 de agosto del año 7 antes de Cristo), ocurrió algo que haría
entrar a IURANCHA en la Historia, al menos,
de nuestro universo local de Nebadon: el nacimiento en Palestina del
Creador y Soberano de este universo
local. Un ser excepcional que fue reconocido durante su encarnación
humana como Jesús de Nazaret.
Sinuhé conocía el delicadísimo terreno en el que empezaba a
aventurarse. Pero aquel adiestramiento de la hija
de la raza azul exigía -por encima de todo- mostrarle la Verdad. Una
Verdad, según la Quinta Revelación, que
había sido sistemáticamente escondida por todas las Iglesias y que,
hoy, en pleno siglo XX y después de tanto
tiempo de ocultación, sólo podría ser planteada a seres humanos muy
evolucionados. Una Verdad que, sin
embargo, lejos de minimizar o desmerecer el plan de Dios, lo hace
mucho más sublime y atractivo. Éste, entre
sus dudas, era el pensamiento de Sinuhé. Pero, antes de entrar de
lleno en tan profundos y sagrados
planteamientos, nuestro hombre procuró esquematizar los complejos y
prolijos documentos relativos a la
organización administrativa del Universo de los Universos.
-Como habrás empezado a intuir, querida Gloria, este Universo
Maestro, esta maravilla inconmensurable, se
encuentra.meticulosamente regida y administrada por una pléyade de
seres, perfectamente jerarquizados, y
que los humanos evolucionarios y ascendentes como nosotros no
podemos ver con los ojos físicos. Entre ellos,
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sin embargo, son perfectamente visibles. Y en contadas ocasiones,
cuando así lo disponen esas
personalidades celestes, algunos de estos seres pueden también
hacerse visibles a los mortales. Esos miles
de millones de razas humanas que han poblado, pueblan y poblarán los
mundos de los siete superuniversos
están sometidos a esa administración que (no voy a ocultártelo)
exige un cierto conformismo con el plan
general de Dios, a pesar de que el libre albedrío de los hombres y
de los ángeles, como iremos viendo, es
respetado al máximo por dicha administración.
Y, según parece, es por el Amor por el que el orden y la unidad se
hallan asegurados en todos los universos.
Todas las criaturas que aman a Dios (y casi todas aquellas que lo
conocen terminan por amarlo) trabajan en un
mismo Espíritu, haciendo su voluntad.
En la cúspide de esa jerarquía se encuentra Dios, también denominado
la Causa sin Causa y el Absoluto que
todas las criaturas mortales han adorado bajo centenares de nombres.
Dios procura expresar su naturaleza amorosa en los universos, sin
imponer un absolutismo personal. Y lo
consigue (según esta revelación) gracias a la Trinidad Absoluta,
compuesta de tres Personas coexistentes
desde toda la eternidad, actuando siempre con unanimidad y, sin
embargo, jerarquizadas. En la unidad
esencial su conjunto, perfectamente coordenado, que constituye la
Deidad absoluta o Absoluto Divino, cada
una de las tres Personas de la Trinidad conserva un papel
especializado. Podríamos simplificarlo así: el Padre
representa la Mente, el Hijo, la Palabra, y el Espíritu, la Acción.
El Padre Universal o Causa-Centro-Primera se despojó voluntariamente
de todos sus atributos (a excepción de
la Volición o Voluntad absoluta y de la Paternidad igualmente
absoluta), en favor de las otras dos Personas de
la Trinidad. Es, pues, el Padre quien dispone de la Voluntad final y
quien concede la personalidad... -Sinuhé
recalcó este concepto- a los seres a quienes desea otorgársela....La
hija de la raza azul no tardó en formular la
pregunta que Sinuhé estaba esperando:
-¿A qué clase de personalidad se refiere?
-En la Creación, al parecer, hay numerosas clases de seres
inteligentes no personalizados, en espera
precisamente de personalización. Son llamados también seres
prepersonales. Te adelantaré, por el momento,
una sola pista: para un ser humano ascendente, la pérdida de esa
personalidad equivale a la muerte cósmica o
segunda muerte...
Ambos permanecieron en silencio.
-Y ahora -anunció Sinuhé con voz temblorosa-, permíteme que te hable
de otro asunto que, quizá, empañe tu
corazón: de la Segunda Persona de la Trinidad, también conocido como
el Hijo Eterno.
La hija de la raza azul aguardó impaciente.
-Como recordarás, hace ahora diez años, en un conocido contacto,
recibido en tierras del Perú por parte de
unos seres del Espacio a los que tú has llamado siempre (y muy
acertadamente) los hermanos mayores,
alguien preguntó a estos guías que quién era realmente Jesús de
Nazaret. ¿Lo recuerdas?
Gloria asintió.
-¿Y puedes memorizar la respuesta de tales guías? -preguntó de nuevo
Sinuhé.
-Ya lo creo. Ustedes -decía el contacto- no están preparados aún
para saber quién era Jesús.
-Exacto -intervi no el soror-, En aquella ocasión y a lo largo de
todo este tiempo, tú, otras muchas personas y yo
mismo nos hemos interrogado sobre el particular... ¿Por qué aquellos
seres del Espacio no quisieron
revelarnos quién era el Cristo? Pues bien, en esta Quinta Revelación
se encuentra la respuesta. Una
respuesta, insisto, que quizá te estremezca y que, como el resto de
la información que obra en mi poder, no
puede ser demostrada. Por ello, pido a Dios con todo mi corazón que
no lastime tu espíritu...
-Tú sabes -terció Gloria-que la Verdad nos hará libres. Deja por
tanto a mi corazón que sea quien juzgue y
filtre cuanto estás exponiendo....-Bien -manifestó Sinuhé,
agradecido-, ésta es la cuestión: según estos
documentos, la Segunda Persona de la Trinidad (el también llamado
Hijo Eterno o Causa-Centro-Segunda) es
la expresión de la Personalidad del Padre Universal. Su misión
consiste en revelar el Padre a todos los
universos. Hasta aquí, como ves, todo parece ajustarse a lo que
vienen enseñando las diferentes Iglesias,
especialmente la Católica. Y millones de seres humanos han
identificado y siguen identificando a ese Hijo
Eterno con nuestro Jesús de Nazaret. Él mismo lo dijo:
...Yo soy el Hijo de Dios vivo.
Sinuhé se detuvo por enésima vez. A pesar de su amistad con la hija
de la raza azul, era evidente que le
costaba atacar aquel tema. Y Gloria, sin perder su sonrisa, esperó,
animándole con una nueva taza de café.
-...Pues bien, según la Quinta Revelación..., esa manifestación del
Padre a todas sus criaturas (misión
específica, como decía, del Hijo Eterno) no es llevada a cabo, de
una forma directa, por el citado Hijo Eterno,
sino por una serie de intermediarios...
Gloria, con el café a medio camino de sus labios, no pestañeó.
-...Y esos intermediarios son conocidos como los Hijos Creadores o
Micaels: unos soberanos creadores de los
universos locales.
-Entonces -repuso la hija de la raza azul-, Jesús de Nazaret era...
-Sí, el Soberano Creador de nuestro universo local de Nebadon.
Uno de los muchos Cristos o Micaels, hijos del único Hijo Eterno,
que no deberían ser confundidos con la
Segunda Persona de la Trinidad.
-Pero Jesús habló de su Padre Celestial... –esgrimió desconcertada.
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-Cierto. Pero no es menos cierto que pudo referirse a su verdadero
Padre: el Hijo Eterno. Jesús de Nazaret (y
esto sí debes admitirlo conmigo) no podía hacer comprender a
aquellas sencillas gentes de hace mil
novecientos y pico arios, y dudo que a nosotros, la maravillosa
profundidad de estos misterios.
Tuvo que hablar con palabras y conceptos elementales y asequibles.
Su misión en IURANCHA fue, entre otras
razones, revelar el Padre Celestial a los hombres. Y lo cumplió.
¿Qué puede importarnos (de cara a su
mensaje) que Cristo-Micael.fuera en realidad uno de los múltiples
nietos del Padre Universal o Primera
Persona de la Trinidad? En realidad, y al margen de estas
matizaciones, Jesús era en verdad el Hijo de Dios.
Este Cristo -Micael, creador de Nebadon, ha proporcionado un ejemplo
inigualable a todas las criaturas que
pueblan dicho universo local. En su séptima y última efusión (la
registrada precisamente en nuestro planeta),
este Hijo Creador adquirió la experiencia completa como Hijo del
Hombre, tomando a continuación, con pleno
derecho, el papel y título de Hijo de Dios, Soberano Supremo del
universo local que había creado y del que
sólo era vicegerente antes de haber sufrido, físicamente, las mismas
experiencias que los seres mortales que
Él había creado.
Tú sabes que muchas personas han considerado a
Jesús de Nazaret sólo como un hombre.
Otros, en cambio, lo califican única y exclusivamente como Dios. La
verdad es que Él fusionó estas dos
naturalezas en una sola, a su paso por IURANCHA. Hoy, Cristo-Micael
es el Soberano Supremo e indiscutido
de Nebadon. De un lado, porque ha sido confirmado en esta séptima
efusión por Dios. Por otra parte, porque
todas las criaturas de Nebadon dignas de sobrevivir le obedecen y
sirven voluntariamente, por amor a Él y a
causa de su maravillosa e inspiradora forma de pasar las pruebas más
duras que pueda sufrir un ser
encarnado...
Como ves por lo poco que te he hablado de Jesús de Nazaret, aquellos
guías del Espacio (si es que todo esto
es cierto) llevaban razón: No estamos preparados para saber quién es
en verdad el Hijo del Hombre...
Un inevitable torbellino de preguntas se abatió sobre Sinuhé.
Lejos de mostrar rechazo hacia lo que acababa de oír, Gloria sintió
que en todo aquello había algo
maravillosamente lógico, que centuplicaba su visión de la Divinidad.
Y se propuso no dar tregua a su
informante. Ella sabía que Sinuhé sólo estaba manifestando una
mínima parte de lo que conocía.
-Entonces, según esa Quinta Revelación, ¿quién nos ha creado a
nosotros, los humanos?
-En este universo local, en Nebadon, Micael o Jesús de Nazaret, como
gustes....-Pero -titubeó la hija de la raza
azul-, si dices que hay 700 000 universos locales, ¿es que también
hay 700 000 Hijos Creadores o Micaels?
-Solo puedo decirte que la Orden de los Micaels es inmensa...
-¡Dios mío!... ¿Y cómo y cuándo y por qué creó Nebadon? -Antes de
intentar satisfacer esa triple pregunta es
preciso que conozcas primero la organización y las atribuciones de
algunas de las muchas personalidades
celestes... Ten calma. Debemos mantener un cierto orden en la
exposición. Ahora quiero hablarte de la Tercera
Persona de la Trinidad: el llamado Espíritu Infinito o Actor
Conjunto o Causa-Centro-Tercera.
Gloria se resignó a medias.
-El Espíritu Infinito representa el paso a la acción. Es la
manifestación inteligente de la voluntad conjunta del
Padre Universal y del Hijo Eterno. Actúa con una prodigiosa variedad
de medios, operando con una delicadeza
infinita. Cada una de las tres Personas de la Trinidad se manifiesta
por un Espíritu.
El Padre Universal tiene la sublime facultad de fraccionarse en
chispas divinas (las palabras, como ves, siguen
limitándonos) prepersonales, que esta Quinta Revelación llama
Ajustadores del Pensamiento o Monitores de
Misterio. Te pondré un ejemplo:
cuando un niño toma su primera decisión moral (generalmente un poco
antes de la edad de cinco años), el
Padre Universal envía uno de estos ajustadores a morar en su mente.
Ello proporciona al humano la capacidad
de conocer a Dios, la necesidad de encontrarlo y el deseo de
parecerse a Él. El ajustador de pensamiento
actúa en la superconciencia, sin que los hombres, en líneas
generales, se den cuenta de su presencia. Estas
personalidades misteriosas preparan a los mortales para la vida
eterna, ayudándoles a formar su carácter y
provocando en todos nosotros el sentimiento del pecado.
No debes confundir la presencia del ajustador -aclaró Sinuhé-con la
consciencia humana ordinaria, que es una
reacción puramente psíquica.
Te aseguro que muy pocas personas en IURANCHA han llegado a
descubrir la presencia de su ajustador de
pensamiento y a entablar un diálogo con él.
En cualquier universo local, el Espíritu de Verdad emana del Hijo
Creador de ese universo local. Atrae a todas
las criaturas.hacia dicho Hijo y traduce, bajo un aspecto apropiado
al universo local, el Espíritu de Verdad que
nace conjuntamente de las dos primeras Personas de la Trinidad: el
Padre Universal y el Hijo Eterno. Fue este
Espíritu de Verdad el que Jesús de Nazaret, como recordarás, derramó
sobre toda la Humanidad de
IURANCHA en Pentecostés, después de su desaparición en el monte de
los Olivos. Consiste esencialmente en
reconocer la paternidad de Dios y, como consecuencia inmediata, la
fraternidad entre los hombres.
Conviene que no confundas el Espíritu de Verdad con el Espíritu
Santo, que existía antes que él. El Espíritu
Santo es el circuito espiritual que emana de la llamada Divina
Ministro del universo local, hija del Espíritu
Infinito... Esta Divina Ministro es la asociada complementarla y
eterna del Hijo Creador... Es independiente del
Espacio, mientras que el Hijo Creador es independiente del Tiempo...
Sinuhé observó a la hija de la raza azul. Y comprendió al instante
que su mente se había perdido. Era lógico.
-Creo que por hoy -puntualizó el soror, dando por terminada la
exposición-es más que suficiente... Mañana
pasaremos por alto mucha de esta burocracia celeste para intentar
alcanzar uno de los capítulos directamente
26
vinculado con esa misión de la que te hablaba al principio: la
ignorada Historia de los primeros tiempos de
IURANCHA...
Ni aquélla, ni las jornadas que siguieron a la aparición de Sinuhé
en la Casa Azul, podrán ser olvidadas jamás
por la hija de la raza azul. Al margen de las revelaciones que fue
recibiendo en tales días, Gloria intuía que algo
extraordinario estaba punto de sucederle. Lo que no podía imaginar,
lógicamente, es que ocurriera tan
bruscamente. Pero antes de proceder al relato de la increíble
aventura de estos dos personajes, entiendo que –
al igual que la hija de la raza azul-el lector comprenderá mejor
cuanto aconteció si antes recibe cumplida
información sobre determinados sucesos, así como sobre algunas de
las llamadas personalidades celestes que
integran -según los papiros de la Quinta Revelación-la inmensa red
de los Peregrinos Descendentes de la
Trinidad..A la mañana siguiente, tras una noche en la que la
inquietud apenas si le permitió conciliar el sueño,
Gloria se manifestó dispuesta a proseguir de inmediato con aquel
absorbente río informativo. Su sed de
conocimientos era tan viva y permanente como en Sinuhé. Y esto,
indudablemente, facilitó la labor del miembro
de la Orden de la Sabiduría.
-Como te adelanté anoche -inició su plática Sinuhé-, procuraré
sortear la compleja burocracia que administra
los universos, para centramos en las jerarquías y hechos que tienen
que ver directamente con nuestra misión...
Como habrás intuido, de acuerdo con esta documentación, entre las
personalidades espirituales que habitan la
Isla Eterna y Estacionaria del Paraíso y las que residen o visitan
las unidades administrativas más pequeñas
(los planetas) existe toda una formidable escala, perfectamente
organizada. Esta red celeste forma la llamada
corriente de los Peregrinos Descendentes de la Trinidad o Hijos de
Dios. Todos ellos, desde su creación en el
Tiempo, han sido dotados de vida eterna. Son seres perfectos, desde
un punto de vista potencial, aunque
tienen necesidad de ir adquiriendo experiencia para lograr así una
perfección manifiesta. Esa experiencia
(según las leyes celestes) sólo pueden lograrla a través de su paso
por niveles materiales inferiores. Recuerda,
por ejemplo, el caso de Cristo-Micael, que, en su séptima efusión,
llegó a tomar carne humana bajo la figura de
Jesús de Nazaret..
Para que puedas comprenderlo más fácilmente te diré que toda esa
incontable población celeste se mueve,
según su naturaleza, en diversos niveles de energía e inteligencia.
Podríamos agrupar dichos niveles en cinco
categorías fundamentales:
1. El nivel Absoluto. Es inaccesible a nuestra inteligencia.
Corresponde a la Deidad.
2. El nivel Espiritual. En él se encuentra la mayoría de esos
Peregrinos Descendentes de la Trinidad.
3. El nivel Moroncial o del alma. Esta palabra no tiene equivalencia
en la terminología humana. La moroncia
designa una vasta red de realidades y energías intermedias entre los
niveles espiritual y material. Es una
materia sutil que escapa a nuestros sentidos físicos. Es la
sustancia del alma (ni espiritual ni material), de la
misma forma que un niño no es ni su padre.ni su madre o que el agua
no es ni hidrógeno ni oxígeno, sino
ambos. Podríamos definir la sustancia moroncial del alma como el
resultado de una fusión entre el espíritu del
ajustador de pensamiento y el pensamiento físico del ser humano, así
habitado. Como quizá tengamos
oportunidad de estudiar más adelante, si el alma es juzgada digna de
sobrevivir a la muerta física, la
personalidad humana, después de la muerte, es resucitada por medio
de una extraña técnica en los llamados
mundos moronciales.
En determinadas circunstancias, los seres y formas moronciales
pueden hacerse visibles a los humanos. Éste,
según la Quinta Revelación, fue el caso de las diecinueve
apariciones de Jesús a sus discípulos después de la
resurrección.
A estos niveles le siguen el Mental y el Físico o Material, que es
el último en la escala. Esta energía Física se
divide, a su vez, en tres categorías:
a. La Fuerza Cósmica o energías procedentes del Absoluto
Incondicionado y que no equivalen a la gravedad
del Paraíso.
b. La Energía Emergente, que sí equivale a la gravedad circular de
la Isla Eterna, aunque no tiene nada que
ver con la gravedad lineal o local. Corresponde al nivel
preelectrónico de la energía-materia.
c. El Poder Universal o Fuerza del Universo, que corresponde a la
gravedad del Paraíso y a la gravedad lineal
o local. Equivale al nivel electrónico de la energía-materia y es
manejada en los universos por los llamados
Directores de Poder Universal, entre otras personalidades. La
transición entre la Energía inmaterial y la
material se manifiesta por la aparición de ultimatones, que son una
especie de gránulos de energía
extremadamente pequeños, girando a una velocidad inconcebible. Esta
velocidad es de tal orden que los
ultimatones están dotados de poder de antigravitación. Un electrón,
por ejemplo, está formado por cien
ultimatones.
Pero sigamos con la organización administrativa del Gran Universo.
Es el Espíritu Infinito, del que ya te hablé, quien crea los siete
Espíritus Maestros. Cada uno asegura la
supervisión central de uno de los siete superuniversos. Esos siete
Espíritus Maestros representan los siete
aspectos posibles de la actividad de las.tres Personas de la
Trinidad, actuando conjunta o separadamente.
Residen en la periferia del Paraíso, desde donde ejercen su
influencia sobre los superuniversos, por mediaciónde los siete
Administradores Supremos. Éstos tienen su sede respectiva en cada
una de las siete esferas del
Espíritu, que gravitan alrededor de la Isla Eterna. Cada una de
estas esferas es designada con el nombre del
superuniverso correspondiente.
La política administrativa de la Trinidad del Paraíso es ejecutada
por la Jerarquía de los Días, que comprende
siete clases de personalidades supremas, creadas por la Trinidad:
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1. Los Secretos de Supremacía Trinitizados.
2. Los Eternos de los Días.
3. Los Ancianos de los Días o jefes de los Superuniversos.
4. Los Perfección de los Días.
5. Los Recientes de los Días.
6. Los Unión de los Días y Consejeros de los universos locales.
7. Los Fieles de los Días.
Los primeros (los Secretos de Supremacía) suman un total de setenta
y operan en grupos de diez, en cada uno
de los siete planetas del circuito interior del Padre, próximo al
Paraíso. En cada grupo de diez, siete dirigen los
departamentos mayores y tres representan la Deidad Trina cerca de
los otros. En esta combinación nace tal
vez el origen del sistema decimal, frecuentemente mezclado en los
universos con el sistema septenario.
En la cumbre de la Jerarquía de los Días se hallan los Eternos de
los Días, los Espíritus Maestros del Universo
Central. El escalón siguiente reúne a los Ancianos de los Días. Tres
de estos Ancianos residen en la esfera
capital de cada superuniverso. Son sus regidores y están rodeados de
una multitud de seres celestes, tales
como Consejeros Divinos, Sensores Universales, Prefectos de
Sabiduría, Mensajeros Poderosos, etc.
La red, como ves, es complicadísima, al menos para las mentes de los
seres mortales, como nosotros. Pero
entremos ya en lo que nos importa: los universos locales. Sé, como
me ocurrió a mí, que el descubrimiento de
Jesús de Nazaret como Soberano y Creador del universo local de
Nebadon te ha afectado..Supongo que te
preguntarás cómo funciona cada uno de estos universos locales...
-Sí, háblame de Nebadon -repuso la hija de la raza azul.
-Cada uno de estos universos locales es regido, como te decía, por
un soberano: un Hijo Creador de la Orden
de los Micael, siempre acompañado de una Hija Creadora de la Orden
de los Espíritus Madre.
Sinuhé interrumpió su lectura y, con una maliciosa sonrisa, comentó:
-Si todo esto es cierto, Gloria, ahí afuera, al contrario de lo que
ocurre en la Santa Iglesia Católica, el papel de
la mujer sí está reconocido y considerado...
-No te burles y prosigue...
-Cada Hijo Creador es bendecido en su misión por un Unión de los
Días, que le ayuda a título consultivo.
Habita en su capital y asegura ciertas relaciones superuniversales.
En Salvington, capital de Nebadon, el Unión
de los Días lleva por nombre...
Enmanuel.
Al pronunciar aquel nombre, la hija de la raza azul se estremeció.
-¿Aquel cuyo nombre significa Dios está con nosotros?
Sinuhé asintió.
-Sí, Enmanuel es citado por Jesús de Nazaret como su hermano mayor.
Pero estas palabras no han sido bien
comprendidas, lógicamente. Enmanuel, según la Quinta Revelación,
asumió la soberanía de Nebadon durante
la encarnación de Micael en IURANCHA.
Cada Micael soberano, como nuestro Jesús, es ayudado en su universo
local por legiones de seres celestiales,
entre los que puedo citarte, por ejemplo, a Gabriel, también
conocido como la Radiante Estrella de la Mañana,
jefe ejecutivo de Nebadon y aquel que, como sabes, llevó a cabo la
Anunciación a las madres de Juan el
Bautista y Jesús de Nazaret, respectivamente.
La hija de la raza azul, emocionada, repitió el hermoso calificativo
de Gabriel...
-¡La Radiante Estrella de la Mañana!
-Y en este inmenso y divino despliegue -señaló Sinuhé-, te citaré
también, entre otros, los llamados
Melchizedeks, admirables.instructores y administradores; los
Portadores de Vida, que transportan la vida a los
planetas y la modelan creando nuevas formas y nuevos ambientes de
desarrollo; los Espíritus Mentales
Auxiliares, que dotan a los seres de sus cualidades mentales y
afectivas; los Mensajeros Solitarios, que llevan
sus mensajes a una velocidad superior a cinco millones de veces la
de la luz; los Serafines o ángeles
guardianes, que también aseguran la desmaterialización y el
transporte interestelar de los mortales; las
Brillantes Estrellas de la Tarde, los Arcángeles y un largo etcétera
que haría interminable esta relación...
Y siguiendo este primer orden en la escala descendente del Paraíso,
llegamos a las constelaciones, regidas
por tres Hijos de la Orden de los Vorondadeks, asistidos, a su vez,
por un observador de la Orden de los Días,
un Fiel de los Días. Los Hijos Vorondadeks llevan, además, el
sobrenombre de Muy Altos o Padres de la
Constelación. Según esta documentación, los autores de la Biblia
confunden frecuentemente a los Muy Altos
con Dios...
Y llegamos así a la más pequeña unidad administrativa, antes de los
planetas propiamente dichos: los
sistemas, de los que ya te hablé. Cada sistema, con un millar de
mundos habitados o por habitar, se encuentra
bajo el control de un soberano sistémico, un Hijo de la Orden de los
Lanonandeks. Fíjate bien en este nombre
(Lanonandeks) porque tiene mucho que ver con nuestra misión y, en
definitiva, con un personaje del que tú has
oído hablar: Lucifer.
Gloria apenas si prestó atención a estas últimas explicaciones de su
amigo. En su mente habían quedado
grabadas otras palabras: los Mensajeros Solitarios. E interrumpió a
Sinuhé:
-¿Dices que pueden viajar a cinco millones de veces la velocidad de
la luz?
Sinuhé congeló temporalmente su exposición sobre Lucifer y su
revuelta y, retrocediendo en la documentación,
leyó algunos de los párrafos relacionados con el punto que tanto
había interesado a la hija de la raza azul.
28
-Así es. Según esto, esos Mensajeros Solitarios pueden viajar a
razón de unos 5 400 millones de kilómetros
por hora...
Sinuhé compartía el mismo sentimiento de incredulidad que acababa de
dibujarse en el rostro de Gloria. Pero
continuó:.-El Espacio y el Tiempo (dice esta Quinta Revelación) son
características esenciales del universo
material. El Espacio se concibe por síntesis y el Tiempo por
análisis. El Espacio se mide por el Tiempo y no el
Tiempo por el Espacio. Las criaturas materiales -nosotros-dependen
del Espacio y del Tiempo y a Jesús de
Nazaret le ocurrió otro tanto mientras vivió encarnado.
Pero, en tanto que Hijo de Dios, era y es independiente del Tiempo,
aunque está supeditado al Espacio. Quiero
decir, por ejemplo, que no puede estar presente más que en un solo
lugar a la vez, pero puede ir
instantáneamente de un sitio a otro.
-¡Fantástico! -exclamó Gloria.
-El caso inverso se da, por ejemplo, en el Espíritu-Madre del
universo local: es independiente del Espacio; es
decir, dotado de omnipresencia, pero se encuentra sometido al
Tiempo. En otras palabras: que no puede
modificar por sí mismo la duración de un fenómeno, ni puede vivir
simultáneamente en dos épocas a la vez.
Dios, en cambio, es independiente a la vez del Espacio y del Tiempo.
Pues bien, entre Él y los hombres, como
te decía, tenemos esa inmensa escala de seres capaces de
trasladarse, incluso, a velocidades superiores a la
de la luz. Y ello les hace más o menos independientes del Tiempo y
del Espacio.
-¿Por ejemplo? -terció su interlocutora.
-Además de los Mensajeros Solitarios, los Supernafines, que pueden
transportar a los mortales resucitados a
dos veces la velocidad de la luz: casi 600 000 kilómetros por
segundo. Y aun así, puedo decirte que estos
seres precisan de millares de años para trasladarse de un extremo a
otro de los universos, Pero, como hice
referencia anteriormente, tampoco el Tiempo que tú y yo conocernos
es el mismo para estos seres...
Hay personalidades celestes, como los Mensajeros de Gravedad y los
Espíritus Inspirados de la Trinidad, entre
otros, que pueden ir a todas partes, casi al instante. Éste es el
caso igualmente de los Ajustadores de
Pensamiento o chispa prepersonal del Padre Universal. Tú, yo, tus
hijos, los míos y todos los humanos
tenemos nuestro propio ajustador de pensamiento...
-¿También Jesús de Nazaret?
-Por supuesto. Y te diré algo. Fue precisamente su Ajustador quien,
en el histórico momento del bautismo de
Cristo-Micael en.el Jordán, viajó en segundos desde aquel punto
hasta una de las esferas arquitecturales
próxima a la Isla Eterna del Paraíso, regresando para aportar el
célebre mensaje que figura en el Evangelio:
Éste es mi Hijo muy amado en quien tengo mis complacencias. Un
Mensajero Solitario, en cambio, habría
necesitado vanas semanas para cubrir ese mismo trayecto.
Estos viajes (por llamarlos de una forma sencilla) se realizan a lo
largo de circuitos preestablecidos por los
Maestros Arquitectos del Universo. Y hay infinidad de circuitos:
espirituales, de gravitación, mentales, de energía física, etc.
Todos ellos parten de la Isla Eterna y Estacionaria del Paraíso y a
ella retornan. Y ya que hablamos del
Espacio y del Tiempo puedo decirte igualmente que el Paraíso es
eterno e independiente del Tiempo. Allí, las
decisiones son concomitantes con los actos, y los resultados,
instantáneos.
Pero no nos apartemos del objetivo final de esta exposición:
Lucifer y su catastrófica rebelión...
La hija de la raza azul no acertaba a comprender por qué tanto
interés por aquel odiado y repulsivo personaje,
Lucifer. Desde niña, y sin saber exactamente por qué, el solo nombre
del que siempre fue considerado como el
diablo o Satanás le causaba un rechazo casi visceral. Así que, no de
muy buena gana, se dispuso a escuchar a
Sinuhé.
-Sabemos muy poco de este personaje -aclaró su amigo-. Las Sagradas
Escrituras y otros textos más o menos
sacros de otras religiones y culturas hacen referencia a su
existencia, pero siempre de una forma muy parca...
Sinuhé buscó entre sus papeles.
-Como base de lo que voy a exponerte a continuación, he aquí algunos
testimonios bíblicos que, más 0 menos,
hacen alusión a esta no menos alta personalidad celeste: en el
Evangelio de Lucas, por ejemplo (10, 17-21), se
dice: Volvieron los setenta y dos llenos de alegría, diciendo:
Señor, hasta los demonios se nos someten en tu
nombre. Y Jesús les dijo: Yo veía a Satanás cayendo del cielo, como
un rayo. Ved que os he dado poder de
pisar serpientes y escorpiones, y sobre toda asechanza del enemigo,
sin que nada os dañe. Mas no os alegréis
de que los.espíritus os estén sometidos; alegraos más bien de que
vuestros nombres estén escritos en el cielo.
También Lucas (4, 1-14) nos habla de las famosas tentaciones de
Jesús en su retiro en el desierto. Y en dicho
texto se repite la palabra diablo.
En el Evangelio de Juan (8, 44-46), Jesús asegura. Vosotros sois
hijos del diablo, y queréis cumplir los deseos
de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio, y no se
mantuvo en la Verdad, pues no hay Verdad en él.
Cuando dice mentira, habla según su propia naturaleza; porque es
mentiroso y padre de la mentira. Mas a mí
no me creéis, porque digo la Verdad.
En Mateo (25, 41) he leído asimismo: Luego dirá también a los de la
izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles.
En cuanto al Apocalipsis de Juan, quizá sea lo más extenso y
sugerente. En el capitulo 12, 7, nos cuenta algo
sobre la mítica batalla en el cielo: Entonces (dice san Juan
Evangelista), hubo una batalla en el cielo. Miguel y
sus ángeles lucharon contra el Dragón. El Dragón y sus ángeles
combatieron, pero no pudieron prevalecer y no
29
hubo puesto para ellos en el cielo. Y fue precipitado el gran
Dragón, la Serpiente antigua, que se llama Diablo y
Satanás, el seductor del mundo entero, y sus ángeles precipitados
con él. Oí una fuerte voz en el cielo, que
decía:
Ahora ha llegado la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios y
la soberanía de su Cristo, porque ha sido
precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche les
acusaba ante nuestro Dios. Ellos le han
vencido por la sangre del cordero y por las palabras de su
testimonio y han despreciado su vida hasta sufrir la
muerte. Por eso, alegraos, oh cielos, y vosotros, los que habitáis
en ellos. Maldición a la tierra y al mar, porque
el Diablo ha descendido hacia vosotros con gran furor, sabiendo que
le queda poco tiempo. El Dragón, al verse
precipitado, sobre la tierra, persiguió a la mujer que había dado a
luz el varón.
Pero fueron dadas a la mujer dos alas del Gran Águila para volar al
desierto, el lugar donde es alimentada por
un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la
Serpiente...
Y más adelante -concluyó Sinuhé-, en el capítulo 13, al hablar de
las dos Bestias, Juan termina con algo que
no quiero que olvides: ...E hizo que todos, pequeños y grandes,
ricos y pobres,.libres y esclavos, recibieran una
marca en la mano derecha o en la frente, de forma que ninguno pueda
comprar o vender si no ha sido marcado
con el nombre de la Bestia o con el número de su nombre. Aquí la
sabiduría. El que tenga inteligencia, calcule
el número de la Bestia, un número de hombre. Su número es 666.
Y Sinuhé repitió la última frase:
-Su número es 666.
-No sé adónde quieres ir a parar -comentó Gloria, impaciente.
-Bien, vayamos al grano. Estos pasajes y otros similares nos hablan
del Diablo. Sin embargo, los teólogos y
exégetas más modernos no parecen darle demasiada importancia a la
figura de este personaje, en oposición a
toda la tradición e, incluso, al papa Pablo VI. Recordarás que el 29
de junio de 1972, en un célebre discurso,
habló del humo de Satanás y aseguró que había entrado en
determinados sectores de la propia iglesia
Católica. Se refirió entonces a Satán como un ser personal...
Pues bien, según estos documentos, los teólogos, una vez más, se
equivocan. Pero también se equivocó
Pablo VI...
-Eso es muy fuerte -terció la hija de la raza azul.
-Lo sé. En realidad, toda esta Quinta Revelación es dinamita pura,
suponiendo que sea cierta.
-¿Y por qué aseguras que el Papa tampoco estaba en lo cierto?
-Porque, al igual que la tradición y la inmensa mayoría de los
creyentes, confunde a Lucifer con Satán y con
Caligastía y Belzebú. Todos, en definitiva, han sido etiquetados con
una misma y común definición: el diablo.
Pero, como verás, se trata de personalidades celestes distintas.
-¿Y cuál es tu versión?
Sinuhé corrigió a su compañera:
-Mi versión no. La versión de la Quinta Revelación..., sí. Y de
acuerdo con ella, cada sistema (no olvides que
un superuniverso alberga alrededor de mil millones de sistemas)
aparece regido por un soberano sistémico: un
hijo de la denominada orden de los Lanonandeks. El nuestro, Satania,
estuvo gobernado por una de estas
brillantes criaturas: Lucifer. Era, como el resto de los seres de
los que te he hablado, un peregrino descendente
de la eternidad. Todo un ángel de luz que, hace ahora unos.200 000
años, hizo estallar una revuelta en nuestro
sistema, arrastrando a un total de 37 de los 619 planetas habitados.
Satán, en cambio, era su lugarteniente. También se trataba de una
criatura perfecta, peregrino descendente y,
como Lucifer, perteneciente a la Orden de los Lanonandeks Primarios.
Satán ocupó un papel destacado, ya
que su jefe delegó en él para que le representara y avivara la
rebelión en diferentes mundos, entre ellos
IURANCHA.
En cuanto a Belzebú o Belzebub era otra criatura, jefe de los
llamados medianes rebeldes, que se sumaron
igualmente y apoyaron a las fuerzas de un cuarto y no menos
importante personaje: Caligastía, el príncipe
planetario de IURANCHA en aquellos tiempos. Como ya te adelanté, los
planetas son la última unidad en la
organización administrativa de los universos. Y cada mundo dispone
de un príncipe planetario, que puede
alcanzar el grado de soberano planetario. Quizá recuerdes cómo Jesús
de Nazaret hizo alusión durante su vida
en IURANCHA al príncipe de este mundo... Se refería precisamente a
Caligastía, que, tras la rebelión, fue
depuesto.
-¿Quiénes eran esos... medianes?
-Poco puedo hablarte de ellos. Sabemos que no se trataba de
criaturas descendentes del Paraíso y que
tuvieron mucho que ver con el Estado Mayor de Caligastía. Este,
precisamente, es uno de los objetivos de la
misión que se nos ha encomendado: averiguar quiénes son los medianes
y, sobre todo, dónde se encuentran
los archivos secretos de IURANCHA...
Sin proponérselo, Sinuhé acababa de revelar a la hija de la raza
azul la primera parte de la misión.
-¿Unos archivos secretos? ¿Sobre qué...?
-Como te decía, según la Quinta Revelación, hace unos 200 000 años
terrestres estalló una revuelta en nuestro
sistema: la tercera en toda la historia del universo local de
Nebadon. Y, de los 619 mundos habitados de
Satania, 37 se unieron a Lucifer.
Entre ellos, el nuestro: IURANCHA.
Cuando un soberano sistémico actúa normalmente, las personalidades
(invisibles a los ojos de los humanos)
que integran su jerarquía administrativa pueden comunicarse
libremente con todos los planetas del sistema, así
30
como con los niveles superiores. Pero, según parece, cuando estalla
una.rebelión, las personalidades celestes
superiores (de las que ya te he hablado) actúan vertiginosamente,
cortando determinados circuitos de
comunicación con esos planetas, de forma que la sublevación no pueda
propagarse. Y todos los planetas se
ven sometidos así a una cuarentena. Esto fue lo que ocurrió en el
sistema donde vivimos y con esos 37
mundos rebeldes. Pues bien, como consecuencia del feroz aislamiento
a que está sujeta IURANCHA, buena
parte de las fuerzas rebeldes (los medianes entre otros) sigue
dominando la Tierra y sumiendo a las distintas
humanidades que van pasando por el globo al caos, la violencia y el
constante error. Y según nuestras
informaciones, fueron esos enigmáticos seres (los medianes rebeldes)
quienes se hicieron con el control de los
archivos secretos del planeta Tierra...
-Insisto -manifestó Gloria, sin perder de vista su pregunta
inicial-. ¿Qué contienen esos archivos?
-La verdadera historia de la rebelión de Lucifer y las tremendas
consecuencias que se derivaron,
especialmente para los humanos de IURANCHA. Las fuerzas del Mal no
están dispuestas a abrir esos archivos
secretos a los mortales ascendentes: a nosotros. Ello significaría,
quizá, un cambio en la actitud de los seres
humanos y eso no les interesa...
Gloria aprovechó la nueva pausa de su amigo e intervino:
-Siempre se nos ha enseñado -afirmó con cierta reticencia que
Lucifer se rebeló contra Dios porque quiso ser
como Él. ¿Me equivoco?
Sinuhé dejó que la hija de la raza azul descubriera por sí misma lo
absurdo de semejante argumento.
-...Aunque, pensándolo fríamente -continuó Gloria-, resulta muy
extraño que una criatura perfecta, creada
directamente por Dios y, en consecuencia, inteligente, quisiera ser
Dios...
-Tú lo has dicho: extraordinariamente inteligente. Y yo te pregunto:
¿sabes de algún ser humano realmente
inteligente (quizá habría que ponerlo con mayúsculas) que sea
soberbio?
Los seres INTELIGENTES de verdad son, casi siempre, los más
humildes...
-¿Me estás insinuando -cortó Gloria- que hubo otras razones que
provocaron la revuelta de Lucifer?.-
Sospechamos que sí, de la misma forma que no creernos que Adán y Eva
fueran nuestros primeros padres y
que la serpiente y la manzana son un mito o símbolo francamente
desdichados...
-Un momento. ¿Tú conoces la verdadera historia de la rebelión de
Lucifer?
Pero antes de que Sinuhé llegara a responder, la hija de la raza
azul le había abordado con otra sutil pregunta:
-¿Y por qué dices sospechamos y creemos?
Y Sinuhé, sonriente, decidió abrir definitivamente su corazón.
Buena parte de aquella segunda jornada en Sotillo fue destinada a
poner a Gloria en antecedentes de una
parte de cuanto sabía en torno a Ra, a su mensaje y a la necesidad
de llevar a cabo una determinada misión.
Por el momento no consideró oportuno hablarle de su vinculación con
la Escuela de la Sabiduría ni tampoco de
sus experiencias en el bosquecillo próximo a aquella Casa Azul en la
que dialogaban.
El mensaje de Ra, sobre todo, causó un especial impacto en la hija
de la raza azul.
-...Por todo esto -sentenció Sinuhé al tiempo que invitaba a su
amiga para que se definiera-, hemos sido
designados para intentar encontrar esos archivos secretos, en poder
de los medianes rebeldes. Si aceptas (y
eso debo saberlo cuanto antes), en el momento oportuno te ampliaré
algunos detalles, previos a la iniciación de
esa gran aventura...
Gloria dudó.
-Hay muchas cosas que no termino de entender...
-¿Por ejemplo? -le animó su amigo.
-Si vosotros, los depositarios de esa Quinta Revelación o quien sea,
conocéis la verdadera historia de la
rebelión de Lucifer, ¿por qué no la ofrecéis al mundo? Eso evitaría,
supongo, embarcarse en esa
incomprensible misión.
-Tienes razón, a medias. Nosotros sólo disponemos de una parte de lo
que suponemos la auténtica historia de
la revuelta. Como sólo conocemos también algunos, muy pocos, sucesos
relacionados con las consecuencias
de dicha rebelión en IURANCHA. E ignoramos casi por completo en qué
consistió en verdad la falta de Adán y
Eva (suponiendo que dicha falta haya.existido), quiénes eran
nuestros mal llamados primeros padres y cuándo
se instalaron en el Jardín de Edén...
Todo esto, y mucho más, se halla depositado en esos archivos.
Si fuéramos capaces de llegar hasta ellos y desvelarlos, la
Humanidad entera conocería la Verdad y eso, no lo
dudes, reportaría sensibles beneficios a todos los mortales
ascendentes hacia el Paraíso. El hombre, salvo
excepciones, está perdido y confuso. No sabe por qué ha nacido ni
cuál es su destino final.
No entiende el dolor y se rebela contra Dios y contra sí mismo, sin
descubrir que todo ello no es por casualidad.
El Conocimiento, en definitiva, siempre ha servido para serenar el
espíritu de los humanos y acelerar su camino
hacia la suprema Perfección.
-Me has hablado de los muchos seres que forman el flujo de
Peregrinos Descendentes de la Eternidad o de la
Isla Eterna del Paraíso. Y lo comprendo. Pero, ¿qué somos nosotros,
los mortales?
-Podríamos describirlo como lo contrario: un reflujo de Peregrinos
Ascendentes del Tiempo. Cada humano es
creado por Dios...
La hija de la raza azul intervino con evidente confusión.
-¿Dios? Pero ¿por cuál de esas personas que forman la Trinidad?
31
-En realidad, y respondiendo concretamente, por sus intermediarios:
por los Hijos Creadores de universos
locales. En general, Dios es un símbolo verbal que sirve para
designar todas las personalidades de la Deidad.
En estos escritos, el término Dios se utiliza para los siguientes
significados. Escucha atentamente y no te
alarmes:
1. Dios el Padre: Creador, Controlador y Sostén. Es el Padre
Universal y la Primera Persona de la Deidad.
2. Dios el Hijo: Creador Coordenado, Controlador del Espíritu y
Administrador Espiritual. Es el Hijo Eterno y la
Segunda Persona de la Deidad, de la que también te hablé.
3. Dios el Espíritu: Actor Conjunto, Integrador Universal y
Dispensador de Pensamiento. Es el Espíritu Infinito y
la Tercera Persona de la Deidad.
4. Dios el Supremo: es el Dios del Tiempo y del Espacio,
expandiéndose o evolucionando. Deidad Personal
concibiendo la.identidad entre criaturas y Creador por asociación y
su realización por experiencia en el
Espacio-Tiempo. El Ser Supremo ejecuta personalmente la experiencia
de realizar la unidad de la Deidad,
como Dios evolutivo y experiencial de las criaturas evolucionarias
del Tiempo y del Espacio.
5. Dios el Séptuple: Personalidad de la Deidad operando en todos los
sentidos, de una manera efectiva en el
Tiempo y el Espacio. Son las Deidades Personales del Paraíso y sus
asociados creadores, operando dentro y
fuera de las fronteras del Universo Central. Personaliza su poder
como Ser Supremo en el primer nivel de la
criatura, unificando en el Tiempo y en el Espacio la revelación de
la Deidad. Este nivel es el Gran Universo, la
esfera donde las personalidades del Paraíso descienden en el
Espacio-Tiempo, en recíproca asociación con
las criaturas evolucionarias que ascienden en el Espacio-Tiempo.
6. Dios el último: exteriorización del Dios del supertiempo y del
espacio trascendido. Segundo nivel experiencial
de manifestación de la Deidad unificante. Dios el último tiende a
concebir netamente la síntesis de los valores
absonitas-superpersonales que trascienden el Espacio-Tiempo y
exteriorizan la experiencia. Los coordina en
los niveles creadores finales de la realidad divina.
7. Dios el Absoluto: el Dios experimentador de los valores
superpersonales trascendidos y de los significados
de la Divinidad, ahora existencial como Deidad absoluta. Es el
tercer nivel de expansión y de expresión de la
Deidad unificante. En este nivel supercreador, la Deidad ha agotado
el potencial personalizable, ha completado
la Divinidad y ve extenderse la actitud de revelarse a sí mismo en
niveles sucesivos y progresivos de
personalizaciones diferentes. En este punto, la Deidad reencuentra
el Absoluto Incondicionado, se contraría a
sí misma y realiza la experiencia de identificarse consigo misma...
Gloria hizo un movimiento negativo con la cabeza.
-Lo sé -argumentó Sinuhé-, todo esto es poco menos que
indescifrable... para los humanos. Puedo aclararte
que en la Quinta Revelación hay cientos de páginas en las que se
intenta hacer comprensible esta idea
múltiple de la Divinidad. Quizá,.para que nos entendamos, podríamos
resumir esa séptuple versión de Dios
diciendo que la existencia divina no podrá ser nunca probada ni
comprendida a través de experiencias
científicas o de deducciones lógicas de la razón pura. Nadie puede
concebir claramente a Dios más que fuera
de los reinos de la experiencia humana. Sin embargo, como tú sabes,
el verdadero concepto de la realidad de
Dios es razonable para la lógica, plausible para la filosofía,
esencial para la religión e indispensable para toda
esperanza de sobrevivencia personal.
En teoría se puede pensar en Dios como Creador y, efectivamente, es
el Creador Personal del Paraíso y del
Universo Central de Havona. Pero los universos del Tiempo y del
Espacio han sido todos ellos creados y
organizados por el Cuerpo Paradisíaco de los Hijos Creadores. Y
entre ELLOS está nuestro Micael: Jesús de
Nazaret.
El Padre Universal no es el Creador del universo local de Nebadon.
Éste, como también sabes, es creación de
su hijo Micael. Y aunque el Padre Universal no cree personalmente
esos universos evolucionarios, los controla
en muchas de sus relaciones universales y en algunas de sus
manifestaciones de energías físicas, mentales y
espirituales. Recuerda el caso de los Ajustadores de Pensamiento o
chispa prepersonal del Padre Universal en
cada uno de nosotros...
En suma, Dios el Padre es el Creador Personal del Universo del
Paraíso y, en asociación con el Hijo Eterno
(Segunda Persona de la Trinidad), el Creador de todos los Creadores
personales de universos.
Como controlador físico en el Universo Maestro material, la
Causa-Centro-Primera funciona en los arquetipos
de la Isla Eterna del Paraíso. En mitad de ese centro de gravedad
absoluto, el eterno Dios ejerce un
supercontrol cósmico del plan físico, tanto en el Universo Central
como de un extremo a otro del Universo de
los Universos. Como mente, Dios opera por la Deidad del Espíritu
Infinito. Como espíritu, Dios está
manifestado en la persona del Hijo Eterno y en la de los divinos
hijos del Hijo Eterno. Estas relaciones mutuas
de la Causa-Centro- Primera (Dios) con las Personas y los Absolutos
coordenados del Paraíso no excluyen de
ninguna manera la acción personal directa del Padre Universal en
toda la Creación.y a todos los niveles de
ésta. Por la presencia de su Espíritu fragmentado, el Padre Creador
mantiene un contacto inmediato con sus
hijos-criaturas y sus universos creados.
Todos los mortales, en definitiva, somos creados por el
correspondiente Soberano del universo local y, aunque,
al contrario de lo que sucede con los seres descendentes, no somos
creados perfectos, sí somos dotados del
potencial de perfección y de vida eterna. En esa asociación de Dios
el Séptuple, los Hijos Creadores de
universos locales aportan el mecanismo por el cual los mortales
llegamos a ser inmortales y lo finito puede ser
abarcado por el infinito. Si después de su vida física en su planeta
natal, el humano ascendente es juzgado
32
digno de sobrevivir, entra en el camino de la ascensión del Paraíso.
Son resucitados de entre los muertos (ya
sea individualmente y al tercer día después de su óbito), ya sea
colectivamente, al fin de cada milenio.
La hija de la raza azul iba saltando de sorpresa en sorpresa. Y
emocionada, exclamó:
-¡Háblame de ese paso!... ¿Qué ocurre después de la muerte?
Sinuhé la observó con rostro grave.
-Tú sabes ya qué sucede cuando se pasa al otro lado –le reprochó.
-Sí, pero no sé tu versión... Perdón -rectificó-, la versión de esa
Quinta Revelación.
-En el momento de la muerte, el ser humano duerme en la nada. Y su
ajustador de pensamiento, así como su
ángel Guardián, le abandonan. En otras palabras: durante un tiempo
(aceptando el difícil concepto del tiempo
sin tiempo de esa nueva experiencia) el humano deja de tener
personalidad. Si está destinado a sobrevivir,
será resucitado por las personalidades celestes responsables de este
cometido en el que llaman los Mundos
Moronciales o de Las Casas. En ese caso recibe un cuerpo moroncial y
su ajustador habita de nuevo en su
mente, al tiempo que su ángel guardián le restituye su psiquismo y
memoria del pasado. Su personalidad es
enteramente reconstruida y, a partir de ese momento, las entidades
cualificadas de la jerarquía celeste vigilan
su progreso espiritual..Ese cuerpo moroncial es sustituido repetidas
veces por otros cuerpos igualmente
moronciales, pero cada vez más sutiles y espiritualizados. Estos
cambios sucesivos han sido revelados en
IURANCHA por grandes instructores celestes, aunque los humanos los
hemos equivocado, interpretándolos
como sucesivas reencarnaciones...
-Entonces, ¿no existe la reencarnación?
-Según la Quinta Revelación, no como los humanos la entendemos. Los
mortales (se dice aquí) no nacen de
nuevo ni sobre su planeta natal mi con un cuerpo físico. Las
reencarnaciones son en realidad un fenómeno
moroncial. Y después de esta experiencia moroncial o experiencia del
alma, comienza la prolongada
experiencia espiritual. Cuerpo sutil, alma y espíritu se fusionan
cada vez más y el peregrino ascendente en el
Tiempo es lanzado en un vertiginoso y esperanzador sendero, con una
maravillosa meta: la Isla Eterna del
Paraíso. Y ese sendero (según reza en la Quinta Revelación)
constituye una resplandeciente secuencia de
experiencias, de todo tipo, que van abriendo al hijo de Dios hacia
cada vez más extraordinarias revelaciones...
No es posible describir con palabras lo que realmente nos aguarda al
otro lado.
Gloria, con los Ojos húmedos por la emoción y la alegría, no
respiraba siquiera.
-Y todos estos peregrinos ascendentes -prosiguió Sinuhé-, van siendo
transportados de mundo en mundo por
los llamados serafines transportadores, según una prodigiosa
técnica. Y el número de mundos a visitar antes
de alcanzar el Universo Central de Havona es prodigioso. Y te diré
más: en ese propio Universo de Havona,
como ya te expliqué, es preciso conocer los mil millones de esferas
antes de ser calificado para el largo viaje
interestelar que conduce a la Isla Eterna. Pero no te asustes.
Los conceptos humanos de Tiempo no tienen relación alguna con los
millones de años de esa cartera hacia el
Paraíso, y su duración es corta si la relacionamos con el concepto
de Eternidad.
Y antes que nosotros, innumerables masas de mortales lo han
recorrido ya. Esa carrera tiene un único fin:
transformar a los humanos evolucionarios en seres perfeccionados o
finalistas, semejantes o parecidos bajo
muchos conceptos a los seres.perfectos por naturaleza que habitan
normalmente las esferas paradisíacas,
pero que no disfrutan de la experiencia del Espacio-Tiempo.
-Según esto -terció Gloria-, nosotros podemos llegar a ser más
afortunados que esos seres, creados perfectos
desde su origen...
Sinuhé se encogió de hombros.
-Sólo puedo decirte -respondió-que, si todo esto es verdad, la
Promesa de Jesús de Nazaret de toda una
recompensa y un lugar en la casa de mi Padre se queda corta...
-¿Qué son los finalistas? -acometió Gloria con su habitual
entusiasmo.
-La totalidad de esos afortunados mortales que consiguen alcanzar la
Isla Eterna es agrupada en lo que llaman
el Cuerpo de la Finalidad. Pero su destino no ha sido desvelado aún.
Quinta Revelación deja entrever la fantástica posibilidad de que
todos esos peregrinos ascendentes,
juntamente con miríadas de ángeles, sean los futuros pobladores de
ese Espacio Exterior, todavía inhabitado,
del que ya te hablé.
Y Sinuhé formuló un pensamiento en voz alta:
-¡Es fantástico!... Mucho más de lo que jamás pudo enseñarnos
ninguna Iglesia o doctrina... Quizá ahora, por
todo esto. Corazón busca a Dios con mayor fuerza...
Y volviendo sus ojos hacia Gloria, le formuló una pregunta decisiva:
-A la vista de cuanto has escuchado, ¿aceptarías buscar conmigo esos
archivos secretos y transmitir su
indudable tesoro de conocimientos?
El rostro de Gloria se iluminó al oír aquella solemne proposición.
Sinuhé sabía que su compañera, desde el
primer momento y en lo más hondo de su alma, había dicho sí a la
misión. Pero, fiel a lo dispuesto por su Kheri
Heb, prefería ir paso a paso, meticulosamente.
-Sabes -le reprochó su amiga-que te acompañaría al fin del mundo. Y
con más razón cuando alguien, no sé
exactamente quién pero tampoco importa, nos brinda la oportunidad
única de hacernos con nuestro propio
pasado y, lo que es más importante, con nuestra verdadera historia e
identidad como humanos. No sé qué
tengo que hacer ni cómo, pero sí....Por toda respuesta, Sinuhé se
incorporó y acercándose al rostro de Gloria,
la besó en ambas mejillas.
33
-Gracias.
-Pero antes de que me hables de los preparativos para esa misión
-añadió la señora de la Casa Azul, cuya
memoria, al contrario de lo que sucedía con la de Sinuhé, no
perdonaba-, sácame de una duda: ¿qué es la
raza azul?
Nuestro hombre volvió sobre los documentos y se disponía ya a
despejar esta lógica incógnita cuando,
súbitamente, en el umbral del salón apareció la corpulenta figura
del alcalde de Sotillo.
Sinuhé guardó silencio. Y Gloria, comprendiendo que su informante no
deseaba seguir hablando sobre
aquellos asuntos en presencia de José María, se las ingenió para
desviar la conversación. En el fondo, el
investigador agradeció la irrupción del alcalde en la Casa Azul. Era
necesario que, tanto la hija de la raza azul
como él mismo, reflexionaran sobre lo tratado en aquellos días.
Sinuhé presentía que el momento para
emprender aquella misión se hallaba cada vez más cercano. Y era
consciente también de que buena parte del
éxito de la misma podía depender, no sólo de las enseñanzas que
recibiera Gloria, sino -muy especialmente-
del autoconvencimiento de ambos para entusiasmarse con ella. Y eso,
obviamente, requería su tiempo.
Resultaba duro, al menos para Sinuhé, no saber con precisión por qué
había sido elegido para esta misión y,
naturalmente, cómo llevarla a cabo. Pero Gloria no supo jamás de
aquellas dudas.
Sinuhé, discretamente, interrogó al alcalde sobre el vicio reloj del
Ayuntamiento. En su ánimo latía aún el deseo
de inspeccionar la maquinaria y la torreta metálica, en busca de
quién sabe qué nueva pista. Pero José María,
con su respuesta, sólo contribuyó a enfriar el entusiasmo del
investigador. Como es habitual en estas
pequeñas y sosegadas poblaciones rurales, las cosas de palacio van
mucho más despacio... Así que, a pesar
del tiempo transcurrido desde la última visita de Sinuhé a Sotillo,
la cerradura de la puerta de acceso al
mencionado Ayuntamiento seguía bloqueada, haciendo imposible la
entrada al edificio..Las palabras del
alcalde, prometiendo una pronta solución, no sirvieron de consuelo a
Sinuhé. Él sentía que debía entrar en
aquel viejo caserón. Pero, ¿cómo?
Ese mismo lunes, 16 de julio, la incógnita quedó despejada.
Absorbido por los preparativos de la misión, Sinuhé -tampoco es de
extrañar, dado su secular despiste- no
había caído en la cuenta de que, al día siguiente, 17 de julio,
Gloria celebraría su 49 cumpleaños. El primero,
causalmente, sin su marido. Esta especialísima circunstancia hizo
que algunos de sus más íntimos amigos se
desplazaran hasta Sotillo, dispuestos a acompañarla.
Así que, a lo largo de aquel lunes, la Casa Azul se vio paulatina Y
felizmente agitada por un continuo trasiego
de personas y equipajes. Y la hija de la raza azul y Sinuhé, de
mutuo acuerdo, decidieron posponer sus
secretas conversaciones.
Al atardecer, con la excusa de un rutinario paseo por los
alrededores, el miembro de la Escuela de la Sabiduría
se las ingenió para adentrarse en solitario en el bosquecillo que
rodea el Ayuntamiento y en el que había vivido
tan extraña experiencia.
En esta segunda visita, Sinuhé no advirtió nada anormal. La, copas
de los árboles, cargadas de sol,
presenciaban inmóviles el incansable juego de docenas de golondrinas
y vencejos, cuyos trinos ahogaban a
ratos el zumbido de las libélulas y el chirriar de invisibles
chicharras.
Su objetivo era alcanzar el claro del bosquecillo y comprobar qué
había sucedido con las seis misteriosas
señales grabadas en los troncos por aquella monstruosa criatura.
A pesar de haber asistido a la escena, de haber tocado el emblema
que adorna la bandera de Micael de
Nebadon y de haber recogido un puñado de la no menos desconcertante
arena del suelo del calvero, el espíritu
analítico y racionalista de Sinuhé seguía revelándose.
Pero su incertidumbre quedó prontamente difuminada. Al asomarse al
filo del claro, la sangre volvió a
encenderse en sus entrañas. ¡Allí seguían las seis marcas!: negras,
intactas y como un testimonio frío y
palpable de todo lo acaecido..Temblando de emoción, Sinuhé avanzó
hasta el centro geométrico del claro. Y
una vez allí, levantó los ojos hacia el círculo azul que se
recortaba -casi como un milagro-entre los altos
chopos.
Y sin saber por qué, se sintió lleno de una intensa paz. A su
cerebro habían vuelto las cada vez más familiares
palabras que, sin duda, le había transmitido aquel ser: Recuerda mi
señal..., la de Micael.
Sinuhé bajó la vista, fijándola en cada uno de aquellos círculos
concéntricos. Y la súbita paz que le inundaba
fue dejando paso a una mezcla de nostalgia y serena melancolía. Si
todo aquello no era un sueño, se
encontraba frente al símbolo de su Creador: los tres círculos que,
según la Quinta Revelación, constituyen la
bandera del Hijo Creador del universo local de Nebadon: Jesús de
Nazaret. Una bandera blanca con tres
círculos azules y concéntricos en el centro. Una bandera que Micael
jamás utilizó durante su vida terrena en
IURANCHA. Una bandera –reflexionó Sinuhé- que resume todo el
misterio y la grandiosidad de la Trinidad.
Y él, desdichado y contradictorio mortal, ¿había sido elegido para
tan alta misión?
Sinuhé no podía entenderlo, aunque reconocía que había algo
sumamente familiar o conocido en todo aquello
que le impulsaba a seguir adelante, incluso a pesar suyo.
Y antes de que unas amenazadoras lágrimas asomaran a sus ojos,
recogió un par de puñados de los
luminosos gránulos, llenando un pequeño frasco que -en contra de sus
propias dudas- había llevado consigo al
bosquecillo.
Minutos más tarde, el investigador -presa de una creciente y
entonces inexplicable nostalgia-se alejaba del
lugar, caminando sin rumbo fijo hacia los todavía helados
ventisqueros de Sierra Cebollera.
34
Sinuhé permaneció en la soledad de la sierra hasta bien entrada la
noche. Y aunque aquellas huidas a parajes
tan apartados como oscuros solían ser frecuentes en sus impenitentes
correrías tras el misterio, en esta
oportunidad -tumbado frente al inmenso brazo de la galaxia-, el
atormentado reportero pidió.con más fuerza
que nunca algún tipo de señal. Algo que aliviara sus dudas...
Pero esa señal no iba a llegar, al menos como nuestro hombre
suponía. Y un tanto decepcionado, abandonó
aquellas tinieblas, sumido en otras mucho más densas: las de su
propio corazón.
Gloria había empezado a impacientarse ante la tardanza de su amigo.
Y todos respiraron al verle aparecer y
tomar asiento, como era su costumbre, en el entarimado del salón,
con la espalda apoyada sobre la ahora fría
y silenciosa chimenea de la Casa Azul.
Sinuhé dedicó unos minutos a observar a los allí reunidos.
Todos, en mayor o menor grado, compartían las inquietudes de la hija
de la raza azul y la conversación, como
era de esperar, no tardó en desplazarse hacia asuntos ahora
esotéricos, después paranormales y siempre
revestidos de una profunda inquietud espiritual. Y en mitad de aquel
animado coloquio, el inexplicable
fenómeno de las 66 campanadas no cayó en el olvi do. Alguien
preguntó a Gloria y ésta, maliciosamente,
esquivó la cuestión, dejando la posible respuesta en manos de
Sinuhé.
Pero el investigador, sin inmutarse, apenas si desveló algunos
pequeños detalles, evitando, por supuesto,
cualquier indicio o noticia que tuviera relación con la misión
encomendada por su Orden. Esta hermética actitud
del periodista -a la que ya estaban sobradamente acostumbrados
cuantos le conocían-, lejos de cerrar el caso,
azuzó aún más la curiosidad de los presentes. Y varios de los
contertulios cerraron el cerco sobre Sinuhé,
acosándole a preguntas. Gloria asistía divertida a esta lluvia de
veladas sugerencias e interrogantes. Pero el
investigador -curtido en mil escaramuzas como aquella e incluso
peores- no era fácil de conquistar y mucho
menos de engañar. Así que, como también era habitual en él, condujo
la conversación hacia un terreno
aparentemente inocuo que, sin embargo, y con gran sorpresa por su
parte, iba a aportarle esa señal que tanto
había deseado en la sierra.
Sinuhé explicó que, antes de llegar a ningún tipo de conclusión
sobre las misteriosas campanadas, era
menester revisar a fondo la maquinaria del reloj. Y lamentó que este
examen no hubiera podido llevarse aún a
buen término, a causa del estúpido accidente de la llave, que había
bloqueado la cerradura..-Mientras no haya
posibilidad de echar un vistazo a ese camarote -mintió-, todo serán
especulaciones...
En ese instante, Juana, una antigua amiga de Gloria que había
compartido con ella parte de los primeros años
del retiro voluntario de la familia en Sotillo, insinuó la
posibilidad de subir a la torre del Ayuntamiento por otro
camino.
Y esta vez fue Sinuhé, que había sentido cómo se disparaban todas
sus alarmas mentales, quien formuló una
única y rotunda pregunta:
-¿Cómo?
Juana le recordó que durante la larga temporada que había pasado en
la aldea, su casa había sido,
precisamente, la vieja y deshabitada vivienda del secretario del
Ayuntamiento.
Justamente en la parte baja de la citada Casa Consistorial.
-Cierto -repuso Sinuhé, que había empezado a comprender-.
Entonces, ¿es que hay alguna puerta que comunica con la zona alta
del caserón?
Juana respondió afirmativamente.
Y Sinuhé, incorporándose, se dejó llevar por una de sus típicas
intuiciones:
-¿Y a qué esperamos?
-¿Ahora? -clamaron perplejos algunos de los presentes-. Son casi las
doce de la noche...
-Además -repuso Juana-, esa puerta lleva varios años sellada y
tapiada por un pesado armario que yo misma
ayudé a arrastrar hasta allí...
-Pero -insistió Sinuhé sin el menor atisbo de desmayo- ¿sería
posible desplazar ese mueble y abrir la puerta?
-Supongo que si -dedujo Juana, que había empezado a entusiasmarse
con el excitante proyecto.
Varios de los amigos, especialmente las mujeres, con Ulla a la
cabeza, encajaron la idea con gran deportividad
y se unieron a Sinuhé.
-Un momento -reaccionó el resto-, ese viejo caserón se halla a
oscuras... Podría ser peligroso... No sabemos
qué puede haber en el ático... ¿No sería más prudente esperar a
mañana?
Y uno de los disidentes, en un último esfuerzo por convencer a
Sinuhé y a las mujeres, que se disponían ya a
abandonar la Casa Azul, en dirección al Ayuntamiento, recordó las
66.campanadas, poniendo especial énfasis
en el hecho de que quizá aquello fuera cosa de fantasmas o difuntos
en pena...
Algunas de las amigas de Gloria palidecieron. Pero Juana frenó aquel
incipiente miedo con uno de sus
habituales comentarios:
-¡Si es así, llevaremos piedres...!
Y desoyendo los razonables consejos de la mayoría, Sinuhé y cuatro o
cinco mujeres se hicieron con velas y
una linterna, cruzando la plaza de la Lastra con paso decidido.
La hija de la raza azul permaneció en la casa, siguiendo uno de sus
acostumbrados presentimientos. Faltaban
escasos minutos para su 49 cumpleaños y ella sentía que el final de
aquel su sexto ciclo humano iba a
depararle grandes sorpresas...
Sinuhé se detuvo unos segundos. Y desde el centro de la solitaria
plaza de la Lastra levantó el rostro hacia las
estrellas.
35
La luna, aunque había empezado a perder su blanca redondez,
arrancaba aún destellos al bronce de la
campana y a la grisácea sillería de la torre del Ayuntamiento. El
silencio apenas si se veía alterado por los
fugaces y nerviosos cuchicheos de las mujeres y el dulce manar de la
fuente de Diana Cazadora. La aldea
dormía ya y sólo las luces de la Casa Azul rompían la oscura
geometría de la noche.
Juana, que durante aquellos días había vuelto a ocupar el que, en un
tiempo, fuera su hogar, empujó la puerta
de doble hoja.
Sinuhé, cortésmente, dejó pasar a sus acompañantes. Y al comprobar
la proximidad de dicha puerta con la que
se hallaba bloqueada, se reprochó lo que él consideró un serio
despiste.
¿Cómo no había caído en la cuenta de que la antigua vivienda del
secretario podía conducir también al
camarote de la maquinaria del reloj?
Sin pérdida de tiempo, Juana mostró a sus amigos el muro por el que
podían adentrarse en el caserón del
Ayuntamiento. Un pesado armario de algo más de metro y medio, en
efecto,
escondía los dos tercios de una vetusta y carcomida puerta. Y
Sinuhé, tras un brevísimo examen de los cortos
y gastados pies de sustentación del mueble, comenzó a arrastrarlo.
Segundos después, la puerta quedaba desbloqueada. Y tal y como había
anunciado Juana, el investigador
descubrió al instante tres tiras de cinta adhesiva, que sellaban
aquel acceso..Y una lógica deducción apareció
en la mente de Sinuhé: Si alguien en la famosa madrugada de las 66
campanadas, hubiera entrado en el
Ayuntamiento por aquella puerta, además de verse en la necesidad de
desplazar el molesto armario, habría
tenido que romper o despegar aquellas bandas adhesivas... Pero las
cintas se hallaban intactas y
perfectamente pegadas al filo de la jamba y de la madera de la
puerta, respectivamente.
El investigador sacó su pañuelo y, ante la mirada expectante de las
mujeres, lo frotó suavemente sobre la
superficie de una de las tiras. Y el polvo acumulado en las mismas
durante los cinco años que la casa llevaba
cerrada pasó al momento a la tela.
Parecía obvio que si el supuesto intruso había entrado y vuelto a
salir por aquel lugar, aunque se hubiera
tomado la molestia de intentar sellar la puerta con aquellas mismas
bandas, éstas –al ser dispuestas y
friccionadas- habrían perdido su evidente tersura y, naturalmente,
la considerable capa de polvo que las cubría.
Además -se preguntó el reportero por enésima vez-, ¿para qué?...
¿Qué sentido podía tener que alguien del
pueblo entrara de madrugada al Ayuntamiento y se divirtiera,
haciendo sonar la campana... 66 veces? Quizá la
solución a este irritante enigma -se dijo a sí mismo- esté ya al
alcance de la mano...
Todo es cuestión de subir y tener los ojos bien abiertos.
Y lentamente, Sinuhé fue retirando las cintas adhesivas.
Definitivamente, a Sinuhé le faltaba mucho para convertirse en un
buen y perspicaz investigador...
Una vez retirados los rudimentarios sellos, el periodista se hizo
con la linterna y procedió a abrir la puerta. Pero,
durante algunos segundos, ésta se resistió.
Fue Ulla, a espaldas de Sinuhé, quien le recordó que, lógicamente,
sólo podía abrirse... hacia adentro, y no
hacia fuera. como pretendía el ofuscado detective.
Resuelto el momentáneo contratiempo, Sinuhé empujó la chirriante
hoja, enfrentándose a una oscuridad total.
La débil luz de la linterna le descubrió en seguida una reducida y
desnuda estancia. Todo se hallaba en calma.
Silencioso.
Muerto. Sinuhé percibió al momento el clásico tufo que despide una
habitación largo tiempo cerrada, y
volviéndose hacia sus.compañeras les sugirió que -si lo deseaban-
aún estaban a tiempo de regresar a la Casa
Azul. Las mujeres, con las velas encendidas, se negaron en redondo.
Sólo Juana, conocedora del centenario
caserón, apoyó tímidamente a Sinuhé, advirtiendo que el lugar podía
estar infestado de ratas.
Y aunque las mujeres no se percataron de ello, fue Sinuhé quien se
estremeció ante la posibilidad de tropezar
con aquellos repulsivos y peligrosos roedores. Pero, a decir verdad,
no tenía alternativa. Él había promovido
aquella incursión a lo alto del Ayuntamiento y ahora no podía
volverse atrás. Así que, tras inspirar
profundamente, se dirigió hacia los peldaños situados en una de las
esquinas de la estancia y que,
probablemente, conducían al primer piso. Las mujeres le siguieron a
corta distancia, a excepción de Juana,
quien -horrorizada ante la idea de las ratas prefirió cambiar de
calzado. Y a pesar de los enfurecidos gritos de
Juana, pidiendo a sus amigos que la esperasen, éstos hicieron caso
omiso de sus llamadas, prosiguiendo la
ascensión hacia el desván.
El primer tramo de escalera, hasta la planta que alberga las
diferentes dependencias municipales, fue cubierto
rápidamente y sin novedad. Sinuhé, siempre abriendo la marcha, tenía
prisa por llegar cuanto antes a la torredel Ayuntamiento y examinar
la maquinaria del reloj. Él sabía que la oscuridad en el camarote
debía ser total y
que ello dificultaría grandemente la exploración. Pero también
sentía que algo inesperado le aguardaba al final
de aquel recorrido y la curiosidad había empezado a hacerse
insostenible.
Al alcanzar la primera planta, Sinuhé se detuvo. Fue iluminando
lenta y progresivamente cada una de las
puertas y paredes, aguzando al mismo tiempo su oído. Los lamentos de
Juana habían cesado y, envueltos en
aquellas tinieblas, el único ruido perceptible era el de las
agitadas respiraciones de los decididos aventureros.
Parcialmente convencido de que aquel primer piso se hallaba
desierto, Sinuhé inició un concienzudo registro
de las habitaciones. Las mujeres, algo más animadas, le imitaron.
Pero, tal y como le había anunciado el alcalde, aquella zona del
Ayuntamiento se encontraba en obras y las
diferentes dependencias aparecían desmanteladas..Minutos después,
nuestro hombre atacaba el último tramo
de escalones: el que, sin duda, les llevaría al ático.
36
Y con el corazón golpeándole en el pecho, Sinuhé ascendió hasta una
pequeña puerta que les cerraba el paso.
Paseó el círculo luminoso sobre el marco y el pomo y, haciendo un
esfuerzo por tranquilizarse, se dispuso a
abrirla.
Pero algo desconcertante e impensable en aquellos instantes vino a
paralizarles...
Sinuhé apoyó su mano derecha sobre la portezuela que presumiblemente
les separaba del perdido o desván y,
cuando se disponía a empujarla, un súbito tañido quebró el silencio,
¡Era la campana!
El golpe seco del martillo sobre el bronce se propagó
vertiginosamente, traspasando las tinieblas y el mermado
valor del investigador. Y una fulminante descarga de adrenalina le
secó la garganta, haciéndole temblar de pies
a cabeza. Durante segundos, Sinuhé perdió el control. La linterna
resbaló de entre los sudorosos dedos,
precipitándose escaleras abajo. Y las frágiles llamas
amarillo-azuladas oscilaron, contagiadas por el
nerviosismo de sus portadoras.
Faltó muy poco para que el grupo diera media vuelta y se lanzara en
una frenética huida.
En el último instante, Sinuhé logró recuperarse parcialmente y, tras
pedir calma, recogió la linterna,
enfrentándose nuevamente a la portezuela.
-Eso -susurró a las mujeres con un hilo de voz- ha debido ser el
viento...
Pero la piadosa mentira apenas si fue escuchada y, mucho menos,
aceptada. Todas sabían que esa noche no
había viento y que el reloj llevaba semanas inutilizado.
¿Quién o qué había levantado el pesado martillo? ¿Un animal, quizá?
¿Un vecino? ¿0 se trataba, como había
apuntado uno de los amigos de Gloria, de un alma en pena?
Este vendaval de preguntas fue pasando por la mente de Sinuhé y de
sus no menos inquietas amigas mientras
luchaban por recuperar un mínimo de valor..Y en este difícil trance
se hallaban cuando alguien, tras consultar la
hora, hizo un comentario que terminó por levantar los maltrechos
ánimos:
-Es curioso: esa campana ha sonado a las doce en punto...
Gloria acaba de cumplir 49 años... ¿No será una señal?
Sinuhé no comprendió muy bien las segundas intenciones de aquella
sugerencia. Pero agradeció el fugaz
respiro y, consumido por una violenta curiosidad, golpeó la puerta,
abriéndola de par en par.
-Sea lo que sea -clamó con rabia-, pronto lo averiguaremos...
Y de un salto penetró en el oscuro desván.
Sin poder disimular su nerviosismo, Sinuhé -con los pies firmemente
asentados sobre el piso de madera- hizo
volar el cono de luz en un radio de 180 grados. Fue una primera y
anárquica exploración del lugar, a la
búsqueda, sobre todo, de algún rostro o movimiento sospechoso.
Prudentemente, el investigador se había situado en el umbral mismo
de la portezuela, impidiendo el paso de
sus compañeras y procurando, al mismo tiempo, cortar la posible
huida del no menos hipotético individuo que
había golpeado la campana.
Con el corazón descontrolado por el miedo, Sinuhé fue iluminando
todos y cada uno de los rincones del
desván. Se trataba de una espaciosa sala cuadrangular, repleta de
muebles viejos, legajos polvorientos
arrumbados en pilas informes y un sin fin de cachivaches, entre los
que, en una primera observación, distinguió
bidones, aperos y herramientas herrumbrosas.
En mitad de aquel tenso silencio, el foco de luz fue recuperando
poco a poco la perdida estabilidad,
paseándose ahora con mayor precisión sobre las fantasmagóricas
siluetas de los enseres allí abandonados.
A primera vista, todo parecía tranquilo. Pero aquella calma no era
normal. Lo lógico -siguió reflexionando el
investigador-es que nuestra presencia hubiera puesto en fuga a
algunas de las muchas ratas que deben
anidar en este sucio escondrijo...
Pero ¿por qué no habían acertado a descubrir ni una sola en todo el
camino? ¿Es que algo o alguien las había
asustado..., antes de que ellos llegasen?
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