por Mercedes Garcia y Santiago Limonche
Bióloga y terapeutas

 

A lo largo de muchas existencias hemos sufrido situaciones muy dolorosas, de hecho, cada sensación, cada gesto, cada emoción queda grabado en nuestra memoria extracerebral (diferente a la memoria física o genética).

La Terapia de Vidas Pasadas, es fundamentalmente vivencial y es a través del cuerpo como podemos liberar los traumas o los recuerdos asociados a una carga emocional; esta carga emocional estará enquistada en algún lugar de nuestro alma y permanecerá intacta en nuestro subconsciente.

Con la Terapia de Vidas Pasadas no se viaja a ningún lado, tampoco se necesita hacer hipnosis, la persona en todo momento está dándose cuenta de lo que ocurre a su alrededor, pero en un momento determinado se producirá una expansión de conciencia conectándose la persona con fuerzas subconscientes, las cuales le permitirán revivir emociones (que están presentes en su alma desde hace cientos de años, aunque el recuerdo haya desaparecido) y traer a la conciencia habitual esa carga emocional que nuestra alma revive continuamente a través de síntomas, conflictos emocionales o vínculos en nuestra vida ordinaria.

Y mucha gente cuando no conoce la Terapia de vidas pasadas, se pregunta ¿para qué quiero volver a revivir situaciones traumáticas...? La realidad, es que nuestro alma necesita revivir la experiencia que originó nuestro conflicto actual, a través de un vehículo físico, como es el cuerpo, para que aquellas situaciones traumáticas de otras existencias, tales como la muerte, el nacimiento, la esclavitud, la tortura, la impotencia frente a una catástrofe, la traición, la mentira, la infidelidad, el abuso de poder, el sentirse rechazado tanto en vida como en algún aborto, que dejaron su impronta en el alma tengan una salida, y sólo así podamos descargar, limpiar y liberar esas energías subconscientes que al fin y al cabo son restos de las experiencias del pasado, que de alguna manera quedaron grabados en la memoria del alma y lamentablemente nos condicionan en nuestra vida cotidiana (los antiguos sabios hindúes identificaron estas fuerzas del subconsciente con el nombre de samskáras y vasanas, impresiones pasadas y tendencias latentes, respectivamente), con miedos, fobias, elecciones de vida equivocadas, pautas de conducta, atracción de situaciones autodestructivas e incluso enfermedades que mediante mandatos muy frecuentemente hemos hecho antes de la muerte, nos condicionan actualmente.

Tal y como dice el Dr. Cabouli:

sólo así, al producirse esa limpieza de energías enquistadas empezamos a entender el por qué de nuestra situación, y en unos días al volver a revivir ciertas situaciones nos damos cuenta que ya no sentimos ese miedo, o que no nos desagrada tanto esa situación... y sin proponérmelo mis respuestas ante la vida son diferentes, sencillamente la emoción que estaba reprimida ya no está y puedo actuar de una manera libre y sin condiciones.

Bien es cierto que la terapia de vidas pasadas por sí sola es tremendamente terapéutica, pero si además, una vez finalizada la sesión de regresión se crea sinergia con esencias florales, éstas pueden complementar el proceso de una manera extraordinaria; el hecho de que el terapeuta floral pueda disponer de “cierta información del subconsciente” que condiciona la vida de la persona en estos momentos, le permitirá “afinar” en la terapia floral tratando de una manera directa el conflicto del alma, siendo entonces cuando las esencias florales, desde nuestro punto de vista, actuarán como “un laser floral”.

Comentaremos el caso de una chica que vino a consulta sintiéndose (desde hacia años) con vértigo, muy mareada, con “sensación de borrachera”, y con fuerte presión en el centro de la cabeza. Tras la primera regresión se pudo observar que su desequilibrio actual estaba muy relacionado con la indiferencia, la falta de apoyo, la falta de sostén, de seguridad, de comprensión que ella sintió ante una situación traumática que experimentó en otra vida con su madre de entonces; estas sensaciones o esta impronta, ha estado arrastrándolas hasta su vida actual, y este desequilibrio emocional ha terminado reflejándose en un desequilibrio físico, como son los mareos que actualmente sentía.

Durante la regresión revivió aquella situación traumática para ella, tomó conciencia, agotó las emociones que de alguna manera estaban enquistadas en su alma y pudo perdonar a su madre.

Al terminar la sesión le dimos unas cuantas esencias florales, entre ellas fundamentalmente Lirio Mariposa, de hecho, sin la regresión no se la hubiésemos dado de entrada, pues... ¿quién podía imaginar que su vértigo fundamentalmente estaba relacionado con la incomprensión que ella sintió con su madre en aquella vida... ?

Para terminar quisiéramos, dar las gracias al Dr. Cabouli, por habernos enseñado la teoría y práctica de esta técnica de Terapia de Vidas Pasadas, en la que hemos fundamentado este artículo y nuestro trabajo terapéutico floral.