por Constanza Morales, EFE

 

Tiene grandes facultades terapéuticas


Una gota puede salvar la vida. Simple, insípida, sin color y apenas compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, esta sustancia, que ocupa el 75 por ciento del cuerpo humano, y es tan insignificante a simple vista, tiene grandes facultades terapéuticas.

El 22 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Agua.

 

 

 

 

 

 


Remedio infalible
Las posibilidades curativas del elemento que el primero de los siete sabios griegos, Tales de Mileto, identificó como el principio de la vida en el 2,500 AC, van mucho más allá de la simple hidratación del cuerpo.

Lo que no podía saber Tales de Mileto es que incluso pudo haber agua en Marte, según acaba ahora de confirmar la NASA, o que las propiedades curativas la convierten en el medicamento más simple, económico y efectivo.

Y es que el agua se puede activar, energetizar, indumizar, oxigenar, ozonizar, cromatizar, polarizar o magnetizar, entre otras muchas cosas. Sin embargo, así como cada vez se revelan más datos sobre las ventajas terapéuticas del agua, hay un gran desconocimiento sobre las ventajas de beber agua.

Un hábito olvidado
La ignorancia no es por falta de información porque la importancia del agua es algo que está de permanente actualidad.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada día mueren más de 300,000 personas en el mundo a causa de enfermedades hídricas, mientras que el 80 por ciento de las patologías que afectan a la población de los países subdesarrollados, se deben, en unos casos a la carencia y en otros, a la contaminación del precioso líquido.

El propio cuerpo humano también reivindica el papel del agua en la vida de las personas, pues al estar compuesto en un 75 por ciento por este elemento, es evidente que existe un compromiso de este líquido en la regulación de las funciones orgánicas. El agua corre a través del sistema linfático, de la sangre, la orina, la saliva, los huesos, e incluso de las fibras nerviosas.

Sin embargo, la simple tarea de hidratar correctamente el cuerpo es asunto del pasado en la historia del agua.

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Deshidratación crónica
Recientemente los investigadores han puesto de relieve el inmenso poder que tiene el agua para prevenir el desarrollo de enfermedades y corregir algunas tan serias como la diabetes, la esclerosis múltiple, la tromboflebitis, el mal de Parkinson e incluso el cáncer.

El médico iraní Feydoon Batmanghelidj, graduado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Londres y autor del libro "Your Body’s Many Cries For Water", cuya versión en español, "Los Muchos Clamores de su Cuerpo por el Agua", acaba de publicarse, es uno de los expertos que ha estudiado la fisiología del agua en el cuerpo humano.

Según Batmanghelidj

"la deshidratación crónica es la raíz de la mayoría de las enfermedades degenerativas".

Asegura que los médicos no han entendido eso y en cambio han aprendido a acallar las señales de escasez de agua que emite el cuerpo, "con productos químicos perjudiciales". Para el doctor iraní, el agua es la mejor medicina natural que puede sanar un cuerpo, por eso para él lo que muchos médicos ven que un cuerpo enfermo no es otra cosa que un cuerpo sediento.

Como ejemplo de las cualidades terapéuticas del agua, Batmanghelidj explica que dolores como el artrítico reumatoide, el lumbar, la migraña, e incluso la resaca, suceden por la reducción crónica de la cantidad de agua en esa zona y asegura que pueden corregirse con la ingesta diaria de dos litros y medio de agua.

Precisamente esa ha sido la rutina que Nora Cofiño ha seguido religiosamente durante los últimos diez años y que ella asegura es la clave secreta para gozar de un cuerpo sano a sus 82 años de edad.

"Me siento perfectamente bien, sana, fuerte y saludable, y todo gracias al agua que consumo diariamente", dijo a EFE esta mujer cubana que en los últimos cinco años no ha visitado un sólo médico, y que todavía baila salsa con la misma vitalidad y energía de sus años de juventud.

Cofiño dijo adiós al café, al té, a las gaseosas y a los refrescos, y se decidió por el agua.

"Muchos piensan que cargo mi botella sólo por moda, pero yo lo hago por salud, porque el agua me mantiene sana", explicó.

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Memoria del agua
El doctor Felisisimo Ramos en su obra "El agua magnetizada", donde da a conocer las bondades del agua sometida al efecto de varios imanes, confirma que la misma es eficaz en el tratamiento de abscesos, cataratas, malaria, parálisis, tuberculosis y hasta tumores en el útero.

Pero los poderes curativos del agua no se pueden atribuir enteramente a estas investigaciones recientes, pues el uso del agua en el tratamiento de las dolencias, viene del conocimiento que tenían los antepasados sobre la capacidad de este mineral para almacenar información.

El tema ha sido retomado por el investigador alemán Peter Gross, quien ha estudiado las propiedades del agua por más de diez años.

Según este experto, el agua posee una especie de memoria que le permite archivar informaciones tanto nocivas como terapéuticas y transmitirlas a otros organismos biológicos, incluidos los seres humanos, en forma de frecuencias electromagnéticas.

Los estudios de Gross muestran que las moléculas de agua son como enanitos que trabajan y viven en agrupaciones, que a su vez son las que permiten que la información se archive.

Según Gross,

"el agua tiene un almacén de estructuras tan inmenso, que se podrían llenar bibliotecas enteras con información, lo que significa que el planeta entero tiene muchas reservas de esta milagrosa, natural y económica medicina".

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