APÉNDICE

En los capítulos anteriores, he tomado extractos de muchas se­siones, con objeto de presentar los puntos de vista de Seth sobre diver­sos temas. Este apéndice se incluye para aquellos lectores a quienes les agradaría tener una visión más completa de las sesiones individuales y una idea más clara de la forma en que el material se confirió original­mente.

Por tal razón, he escogido tres sesiones completas, aunque breves, y porciones de varias otras recientes y constructivas. Esta presentación muestra la forma que tiene Seth de entretejer un tema a través de otro, cuando inserta nuevas discusiones e información, mientras construye sobre sesiones pasadas, y señala su método de usar las experiencias cotidianas de Rob y las mías propias como plataforma de lanzamiento para su propio material.

El apéndice incluye varios temas no cubiertos en el libro propiamen­te dicho. En una sesión, Seth discute el concepto de Jung respecto al inconsciente. En otra, presenta nuevo material sobre el "sistema pla­netario original" y, en respuesta a la pregunta de un amigo, inicia una explicación sobre la percepción de un feto. Estas discusiones muestran la dirección actual que el Material de Seth está tomado, conforme se desenvuelve constantemente.

Las sesiones sobre las unidades electromagnéticas que yacen abajo del rango de materia, han comenzado apenas ahora, cuando termino este libro. Los científicos desde hace tiempo han empezado a pregun­tarse por la materia física que "desaparece dentro de sí misma" y las unidades EE de Seth bien pueden ser la respuesta.

Excepto por la puntuación, el Material de Seth en este apéndice está sin editar y en él se han incluido las notas de Rob.

 

SESIÓN 452,
2 DE DICIEMBRE DE 1968, 9:17 P. m., LUNES

 

Buenas noches.

("Buenas noches, Seth")

Ahora bien: los niños construyen castillo de naipes y los derriban de un golpe. Ustedes no se preocupan por el desarrollo del niño, pues comprenden que él aprenderá mejor.

Tal vez hasta se rían con el sentido cabal de desolación de la criatura, hasta que ésta finalmente conecta el movimiento de su propia mano con la destrucción de la casa de cartón que ha desaparecido ahora y, a sus ojos, desaparecido más allá de toda reparación posible.

Pues bien, la humanidad construye las civilizaciones. Ha ido más allá del juego del niño. Los juguetes son reales y, no obstante, básica­mente se sostiene la analogía. No estoy condenando esas violencias que ocurren. La verdad es que nunca pueden ser perdonadas y, no obstante, deben entenderse por lo que son: el hombre aprendiendo a través de sus propios errores. También aprende por sus éxitos y hay ocasiones en que detiene su mano, momentos de deliberación, mo­mentos de creatividad. (Pausa). Las identidades asumen distintos pa­peles en muchas vidas.

Existen periodos, ciclos si se prefiere, a través de los cuales tales identidades viven y aprenden de nuevo dentro de tu sistema. plasta cierto punto son enseñados por otros: maestros de práctica, si se pre­fiere decirlo así. (Divertido).

(Los periódicos de hoy daban a conocer el relato (le la violencia que tuvo lugar en la convención presidencial demócrata en Chicago en agosto de 1968, informando de los muchos choques entre la policía y varios grupos de manifestantes; un veredicto de culpabilidad en relación con la conducta de la policía fue dictado por la comisión in­vestigadora. Jane _y yo discutimos el reporte, frente a la mesa de la cena).

La raza del hombre, sin embargo, es algo más que la raza física. Tú lo ves sólo en una etapa de desarrollo. Cuando un individuo abandona tu sistema, lo hace por otros sistemas. Ha aprendido su ABC, pero eso es todo. Existen excepciones, identidades que prefieren regresar y en­señar. No juegan en la misma liga, por decirlo así, que aquellos cuyos ciclos reencarnacionales todavía no están completos. Tal vez regresen, incluso soportando la violencia, como un hombre podría fundar una escuela en medio de una jungla de salvajes.

No obstante, con todo y esto, hay avances logrados dentro de tu cis­terna mismo. Un arma nuclear en manos de los habitantes de la Euro­pa medieval, se hubiera usado casi inmediatamente y sin escrúpulo alguno, para barrer con todos, excepto la cristiandad. El cristianismo bien podría haber perecido junto con el resto del mundo; pero esta po­sibilidad no habría sido considerada, tan estrechos y malvados eran los poderes gobernantes en esa época.

En aquellos días ni un hombre sano, razonable y cuerdo, prestaba ningún pensamiento a compartir su riqueza, o hasta considerar los ruegos de las clases más pobres. No sólo no se daba caridad, sino que la naturaleza de ésta ni siquiera era algo en que se pudiera pensar. El arcaico concepto de Dios (en esa época), cubría magníficamente tales cuestiones. Los pobres eran obviamente pecadores. La pobreza era su penitencia y se consideraba un sacrilegio tratar de ayudar a aquellos a quienes Dios había maldecido. A los animales se les torturaba por deporte. La compasión por las cosas, por parte de los hombres, se consideraba una debilidad que era necesario extirpar. A las mujeres escasamente se les consideraba como humanas, excepto en círculos muy selectos.

El progreso a través de los siglos sería mucho más notable si cono­cieras todos los hechos. Existe un aspecto aquí que no he mencionado antes: al hombre no se le permitía jugar con los juguetes más peligro­sos, hasta que se presentaba evidencia de que había ganado cierto control. Esto no quiere decir que no pudiera haber destruido el mundo que conocía. Simplemente significa que tal destrucción no era inevi­table. No se da a un niño un arma cargada, si se está seguro de que va a dispararla contra sí mismo o contra su vecino.

Ahora bien: las armas y la destrucción son las cosas obvias que ves. Las contrapartes no son tan evidentes y, no obstante, son esas contra­partes las que nos importan: la autodisciplina aprendida, el control, la compasión que finalmente se despierta, y la final y última lección aprendida: el deseo positivo de creatividad y amor, sobre la destruc­ción y el odio. Cuando se aprende esto, se determina el ciclo reencar­nacional.

Existe una razón por la que estas lecciones deben aprenderse sólo de esta manera. Elementalmente sólo existe la creatividad. La destruc­ción es meramente el cambio de forma. El nubarrón de un tornado nada sabe de destrucción. Esta misma energía encastillada dentro de una forma humana, es otra cosa. Así pues, existen diferentes tipos de crea­tividad que deben aprenderse, así como una especialización en el foco de energía y sentimientos que emergen: la energía elemental que se vuelve consciente de sí misma y se percata de temas que no existían para ella "antes"; millones de moléculas momentáneamente unidas con la conciencia viva, plagadas de energía primaria, ahora aprendiendo a amar y formando patrones psíquicos altamente sensibles; cargas eléc­tricas que forman ahora emociones, en vez de nubes; el inocente caos de personalidad no diferenciada que existe tras el mecanismo altamen­te específico y verdaderamente sofisticado de un pensamiento. Y todo antes de que un individuo nazca dentro de tu sistema. En términos de tiempo, esto está detrás de todos nosotros.

Poca admiración causa que haya batallas psíquicas y, no obstante, más allá de tu sistema, hay refinamientos imposibles de describir y desarrollos adicionales más milagrosos que aquellos que han tenido lugar antes. Y, a través de todo esto, la entidad formada de ese caos masivo, retiene su identidad y el conocimiento de sus "pasados" y continúa creciendo en creatividad.

Esto es parte del material más importante que te he dado, pues tú te has admirado respecto al propósito (de la conciencia dentro de este sis­tema) y a menudo sólo has sido capaz de ver apenas una pequeña chis­pa de tiempo y espacio.

La violencia de que ambos hablaban esta noche, abrió un abismo dentro del alma de cada participante, a través del cual tuvo un vislum­bre de los enloquecedores orígenes que se hallaban tras su identidad. Estaba el temor, entonces y después, de caer de nuevo en ese "impen­sable" abismo.

Ahora bien, una tormenta a veces fascinará a muchos y lo mismo hará la violencia; pero una tormenta sumamente destructiva encontra­rá que pocos van a su encuentro. Cada participante palpó el caos al cual tenía acceso directo. (Enfático.) Le temía hasta en su fascinación, porque era probable que reconociera que acabaría con él y con su ene­migo y los llevara a la locura o la muerte.

Muchos de los participantes nunca han sabido que tenían acceso a tal energía; por lo tanto, la idea de que podría usarse creativamente nunca entró en sus cabezas. Muchos de ellos se sentían débiles, solos e impo­tentes. Ahora la energía misma se regocijaba. Por vez primera, mu­chos de los participantes comprendieron intuitivamente que tal energía era también fuente de creatividad. Un buen número de ellos intentará diversos métodos de reexperimentar esta energía, con objeto de liberar sentimientos creativos que no sabían que poseyeran. Por supuesto, la energía era neutra. Era el uso de ella en ese momento lo que causaba los elementos destructivos.

Sin embargo, la energía que se liberó ya ha modificado tu escenario nacional y continuará haciéndolo. Tales liberaciones masivas de ener­gía se usarán, aun cuando no durante tu vida, para empezar a unificar a todo el planeta en la paz. Esto no tendrá lugar antes de que también ocurran más desastres, pero cuando tenga lugar, representará la pri­mera vez dentro de la historia del planeta en que haya paz e igualdad para todos.

Ha habido varios periodos que fueron pacíficos; mas no había igual­dad. Han existido innumerables civilizaciones distintas que se han destruido en el pasado del planeta y antes de esto, cuando otro planeta se aproximaba a la posición de la Tierra. Sin embargo, hubo civiliza­ciones que perduraron, que tuvieron mayor duración que su planeta y que se fueron a otra parte.

(10:09. Jane hizo una pausa durante algunos momentos y luego re­anudó, después de que yo había pensado que se encontraba fuera del trance y la llamé por su nombre).

Alguna vez hubo nueve planetas, agrupados como joyas alrededor del Sol. Se hallaban igualmente espaciados, uno de otro y estaban uni­formemente distribuidos hacia fuera del Sol. Y éste fue el primer sistema que conoció la raza del hombre. Se hallaban en el rincón del universo

pero, en tus términos, hubiera parecido que viajaban a la deriva, tan lejos que ninguno de tus instrumentos podría nunca descubrirlos.

Explotaron y fueron vueltos a crear muchas veces, desaparecieron y renacieron. Parecían ser pulsaciones. Para ti, parecieron desaparecer durante largas eras. Para ellos, su existencia fue continua. Así como los átomos y las moléculas imparten a tus sillas una realidad dentro de tu sistema, aun cuando los átomos y moléculas mismos llegan y se van, así este sistema planetario todavía retiene su identidad. Tus astró­nomos tal vez perciban una imagen fantasmal de ello en los bordes de tu universo; pero sólo es un reflejo de una realidad que no puedes per­cibir. Ahora toma tu descanso.

(10:19. Jane salió del trance con facilidad, abriendo los ojos ligera­mente. Sin embargo, informó que había estado muy lejos y que tuvo una visión de los planetas y el Sol).

(Yo hice una rápida cuenta mental de los planetas que ahora sabe­mos que están dentro de nuestro sistema solar, hasta un total de nue­ve, total dado por Seth. Naturalmente, los datos de Seth suscitan mu­chas interrogantes,' pero esta noche no las vería contestadas).

(Poco antes de que terminara el descanso, Jane dijo: `Acabo de tener todo un montón de pensamientos de Seth ". Reanudamos a las 10:31).

Ahora bien: la existencia usa a la forma. Cuando un sistema plane­tario se rompe, en muchos casos las entidades que son atraídas a él o que lo consideran su hogar, simplemente modifican su forma, reagru­pan 'sus fuerzas y, si consideran que vale la pena, ponen la casa en or­den de nuevo. Entran, luego, en las formas que haya accesibles, o ha­cen formas tales que puedan sobrevivir. Esto se ha hecho dentro de tu sistema en varias ocasiones. Sin embargo, no se hace a menudo, pues­to que con los materiales que se tienen a mano no es posible formar una estructura lo bastante complicada para que la conciencia pueda expresarse plenamente.

Quizás llegue a haber, según tus términos, pérdida de memoria, complicaciones que confunden el conocimiento del origen. Cuando esta situación se presenta, siempre hay una división de fuerzas: algunas en­tidades se integran a la forma y otras no entran al proceso. Estas últi­mas vigilan y conservan sus recuerdos y conocimiento intactos y ac­túan como directores contra cuyos recuerdos se forman los nuevos modelos. De nuevo: esto ha ocurrido dentro de tu propio sistema.

Muchas entidades no tienen necesidad de forma, según tus térmi­nos; mas no nos preocuparemos por ellas esta noche. Este sistema ori­ginal del cual he hablado, puede por lo menos teorizarse brevemente; pero la idea no será tomada seriamente en consideración para provocar una controversia a fondo.

  La energía de este sistema fue enorme, mucho mayor de la que conoces y los restos despojados constantemente de sus pulsaciones, dieron origen a otros sistemas. (Una larga pausa.) Estamos luchando con el vocabulario de Ruburt. (Pausa.) La velocidad de su movimiento fue asimismo mucho mayor dé la que tú conoces, aunque se acelera­ba y hacía más lenta dé una manera cíclica.

(Jane hizo de nuevo una pausa. Su ritmo fue más lento aquí y utilizó muchos gestos, trazando cuadros en el aire y, en ocasiones, fruncien­do el ceño).

Poseía criaturas dé conciencia, mas no criaturas como tú las cono­ces. Energía, entidades (larga pausa), continuamente transformando masivos roytans.. .

(O, quizá, roetanos, mi interpretación fonética. No estaba yo seguro de la palabra que Seth o Jane usó y no quise hacer presión sobre este punto más allá de una pregunta que no fue contestada).. .

Estamos trabajando con él vocabulario dé Ruburt.

(—¿Quieres decir roentgens?", me refería aquí a las unidades inter­nacionales de rayos X).

Estos sé originaron dé sí mismos, unidades masivas dé energía qué reaccionaron automáticamente y dé una manera explosiva sobré la forma del sistema. Su energía ocasionó la conducta del sistema.

Hubo una reacción directa é instantánea entre conciencia y materia, una explosión dé poder electromagnético, lo suficientemente poderoso para sembrar un universo. Tu universo no es sino uno dé los muchos y tú percibes apenas una pequeña fracción dé él. Ahora terminaré la se­sión, a menos qué tengas preguntas.

(`Las tendré un poco después').

El material dé ésta noche ha llegado a un punto dé rompimiento na­tural; pero también hemos tocado algunos temas qué no discutimos en sesiones anteriores y la dé ésta noche puede servir como preparación para información ulterior. Mis más cálidos buenos deseos a ambos y qué pasen una buena noche.

("Buenas noches, Seth').

(10:52. Jane salió del trance rápidamente, aun cuando éste había sido profundo. Sentía un fuerte flujo de energía al finalizar la sesión, según dijo).

SESIÓN 453,
4 DE DICIEMBRE DE 1968, 9:06 P. M., MIÉRCOLES

 

(Sue Mullin fue testigo)

Buenas noches.

("Buenas noches, Seth')

Gracias por invitarme a tu fiesta.

("Está bien')

Ahora bien: él sistema planetario del que hablamos en nuestra últi­ma sesión, fue él primero dentro dé tu universo, cuando hablas en tér­minos dé tiempo. Resulta difícil explicarte que él universo qué ves, las estrellas y planetas qué contemplas, son unidiménsionalés, hablando comparativamente. Tú únicamente percibes aquéllas porciones de ellos qué son aparentes dentro dé tu propio sistema dé realidad.

Las pesadas moléculas dé hidrógeno tuvieron una gran parte qué desempeñar en él nacimiento dé ese sistema (anterior). La conciencia tuvo primero qué crear él vacío o la dimensión en la qué pudiera existir él sistema y, asimismo, dotar a ese vacío con todas las probabilidades del desarrollo qué sé ha alcanzado en tu época y que va a llegar des­pués. El vacío, en otros términos, puede, por lo tanto, compararse con una mente y ¿quién puede predecir qué imágenes o pensamientos na­cerán allí? Existen, como té he dicho, un número incontable dé tales sistemas y, no obstante, dentro de todos ellos existe identidad y direc­ción.

Esté vasto vacío, ésta mente infinita, provino dé otra qué era mucho más grande que ella misma. (Seth sonrió.) Las posibilidades qué sé han vuelto realidad dentro dé este sistema universal, han dado origen cada una dé ellas a otros sistemas y realidades, como un árbol qué contiene miles dé semillas. Tú, ustedes mismos, a través dé sus propias acciones mentales, crean realidades dé las que no sé percatarán y dan origen a niños más que físicos.

No entiendes las dimensiones en las cuales caen tus propios pensa­mientos, pues éstos continúan su propia existencia y otros los ven y los contemplan como estrellas. Té estoy diciendo qué tus propios pensa­mientos y acciones mentales aparecen a los habitantes dé otros siste­mas como estrellas y planetas dentro del tuyo propio; y esos habitantes no perciben lo qué sé halla dentro y detrás dé las estrellas en sus propios cielos. Aun cuando sondean su propio universo, no habitan dentro dé tu realidad. Únicamente perciben la figura y forma que tus propios actos mentales, pensamientos y sueños, asumen dentro dé su pro­pio sistema.

Esto último es material qué no té hemos dado con anterioridad, para qué las implicaciones no té produzcan sentimientos dé insignificancia. Mas ustedes no son sólo receptores, también son dadores. Así como tu propio universo sé formó por entidades qué no entiendes en el presen­te, también los desechos de tu propia conciencia forman realidades para entidades que escasamente sé percatan dé tu existencia.

En esta abundancia nada carece de sentido o sé desperdicia. Existe una interrelación, realidades entretejidas y conexiones qué pueden ne­garse. Ya té dije, por ejemplo, qué la realidad del sueño consistía en algo más dé lo qué sabías y qué él universo del sueño continuaba, tanto si lo percibían como si no. Dentro dé éste contexto, aquellos habitantes sueñan, a su vez, sus propios sueños y forman realidades electro­magnéticas. Tú no té encuentras en él topé ni en él fondo dé la pila dé la conciencia, por decirlo así. No estás en él centro ni en él bordé.

En vez de esto, él yo interior sé halla íntimamente conectado con cada realidad, aún cuando no té das cuenta dé ello; y el yo interior puede trazar sus propias conexiones a través dé la red dé cualquier existencia y todavía mantendrá su identidad.

Recuerda que, cuando hablamos del principio dé tu sistema, única mente hablamos en consideración a tus ideas del tiempo. Obviamente, ­entonces, todo existe simultáneamente. Para tu modo de pensar, algunas vidas se viven dentro de un simple parpadeo (en varios sistemas), mientras que otras se viven por siglos. Sin embargo, la percepción de la conciencia no es limitada. Ya te dije, por ejemplo, que los árboles poseen su propia conciencia. La conciencia de un árbol no se halla en­focada específicamente, como la tuya; no obstante, para todos los in­tentos y propósitos, el árbol está consciente de cincuenta años antes de su existencia y cincuenta años a partir de hoy.

Su sentido de identidad espontáneamente va más allá del cambio de su propia forma. No tiene ego que recorte y abrevie la identificación del "yo". Criaturas sin el comportamiento del ego pueden fácilmente seguir su propia identidad, más allá de cualquier cambio de forma. El yo interior se da cuenta de esta integridad de identidad, pero el ego, enfocado con tanta seguridad en la realidad física, no puede permitir­se este lujo.

Cualquier conciencia, por lo tanto, se percata innatamente de su identidad básica. El yo interior sabe lo que se halla detrás de las estre­llas y planetas físicos que el ojo contempla; pero el ego sería barrido a un lado, lleno de pánico, ante tal comprensión.

El sistema de que hablamos antes, el Sol y los nueve planetas origi­nales, en tus términos, desde hace mucho pasaron y formaron otros sistemas universales. Sin embargo, toda la estructura cósmica fue la materialización de un pensamiento original, pues el pensamiento, la realidad básica, debe siempre existir antes de su representación. Ha­bía inteligencia, por tanto, dentro del primer sistema. Ahora puedes tomarte un descanso y continuaremos después; y mis mejores deseos a tu amiga (Sue).

(9:36. Jane salió del trance rápidamente, pero dijo que este trance había sido muy bueno. Seth entró en cierto modo con más fuerza que lo usual, de una manera bastante rápida y con una voz más elevada. Reanudamos de la misma manera, a las 9:44).

Ahora bien: repito que cada pensamiento forma su propia realidad electromagnética y está compuesto de energía que nunca puede disi­parse, sino únicamente transformarse. La realidad subjetiva de un hombre, si estuviera solo en el universo, emitiría suficiente energía para sembrar otra. Esa sentencia no está distorsionada.

Este fin de semana van a tener algunas sesiones extra. No quiero re­basar los recursos de Ruburt ni quiero mantenerte atado a la máquina de escribir por tres semanas. Por lo tanto, ésta será una sesión muy breve, para completar el material de nuestra última sesión. Yo sacaré la mejor parte en esta transacción. (Humorísticamente.) Mis más calu­rosos y buenos deseos a todos ustedes, entonces. Permaneceré aquí por un rato, para disfrutar de su conversación.

(`Buenas noches, Seth')

(9:48. Tomó a Jane un buen rato salir del trance. `Pude haber aca­bado; pero no estoy de regreso todavía. Odio tenerla sensación de que estoy la mitad adentro y la mitad afuera. Es como si me encontrara en un cono. Puedo oír lo que ocurre afuera pero todavía tengo que salir" dijo ella).

(A las 9:55 creímos que ya estaba fuera de trance, mas esto resultó ser una sobreestimación. Seth o el estado de trance, persistió. Jane mostró definidas tendencias a regresar al trance, notablemente un mo­vimiento en los ojos, y yo continuamente le hablaba para sacarla: le di  té, etcétera).

(Una circunstancia que la mantuvo en este estado llamó mi atención cuando ella casualmente mencionó, mientras tomaba asiento en la me­cedora: "Seth todavía está aquí. Se encuentra a mi derecha ahora" y extendió el brazo como para tocarlo. Seth, según parecía, ocupaba un espacio a metro y medio de altura, una "burbuja" de espacio en el que yo podía pararme, exactamente en el límite del alcance de Jane, sin perturbarlo. La presencia de Seth persistió esa noche, mientras no­sotros tres conversábamos).

 

SESIÓN 503,
24 DE SEPTIEMBRE DE 1969, 9:32 P.M., MIÉRCOLES

 

(Casi dos páginas de material personal se borraron aquí)

(Para resumir: Sue Mullin, ahora Sue Watkins, uno de los miem­bros de la clase sobre PES de Jane, dejó pendientes tres preguntas la úl­tima noche, para que Seth las contestara cuando fuera posible. He aquí la pregunta uno: "Cuando proyecto mi conciencia hacia fuera de mi cuerpo, ¿mi cuerpo astral esta embarazado, puesto que físicamente yo lo estoy ahora? ¿El cuerpo astral lleva la contraparte astral del feto o el feto astral permanece en el cuerpo físico dentro del feto físico?')

( Yo ahora pregunté a Seth: "¿Puedes decirme algo respecto a la pri­mera pregunta de Sue, en relación con el cuerpo astral del feto?" Jane había leído las preguntas de Sue un momento antes, mas no sabía que yo iba a formular alguna de estas preguntas esta noche).

El feto tiene su propia forma astral. Ahora bien, esta forma astral per­tenece al individuo, la personalidad que será en esta vida. No es la misma forma astral que existía en una reencarnación "anterior". Hay muchas cosas complicadas aquí y trataré de expresarlas de manera sencilla.

Existe gran energía conectada con el feto, pues en ningún otro mo­mento en la vida física tanta energía llega a utilizarse con tanto propó­sito y tan claramente dirigida. Es esta carga de energía, de proporción verdaderamente cósmica, la que permite la penetración inicial en la materia. La personalidad está ocupada transformando literalmente in­finidad de datos. Mucho de este trabajo ya se ha llevado a cabo durante el tercer mes de embarazo. Tan rápidamente como los nuevos datos dan forma al feto y la estructura física, el yo de la reencarnación anterior debe empezar a retirar su posesión. Entra brevemente en este proceso (del nacimiento), mas no se convierte en el nuevo individuo.

Ayuda a formar al nuevo individuo, pero luego debe retirarse. La nueva unidad del yo debe verse libre y no obstaculizada por las demandas qué dé otro modo podrían ejercerse sobré él. El nuevo indivi­duo posee un recuerdo profundamente enterrado respecto a sus vidas pasadas; pero la conciencia personal del último yo reencarnado no debe sobreponerse en ésta nueva identidad. La nueva personalidad, en su pequeño cuerpo astral, visita otras porciones dé la identidad total. Sé le dan lecciones dé cierto tipo, pero es mucho más su propio yo.

(-¿Se proyecta cuando lo hace Sue, por ejemplo?')

Tal vez lo haga y tal vez no. No está obligado. Puede proyectarse a otras áreas enteramente, mientras Sue sé encuentra en alguna parte dé su forma astral. Sin embargo, en este momento existe una conexión muy poderosa entre los dos. En un nivel más profundo, sé dan cuenta dé sus posiciones. La madre sabe dónde está él hijo, aun cuando no esté consciente dé esto. La madre tal vez vaya tras él hijo en una proyec­ción y lo traiga a casa.

Muchos abortos naturales son causados cuando la nueva personali­dad está teniendo dificultades para construir la nueva forma, sé pro­yecta en otros en busca dé consejo y sé le aconseja no regresar.

SESIÓN 504,
29 DE SEPTIEMBRE DE 1969, 9:17 P. m., LUNES

 

Extracto.

Me gustaría agregar algo a la discusión qué iniciamos en nuestra úl­tima sesión. El feto ve él ambiente físico. La estructura celular en ese momento responde a la luz y activa facultades latentes en la estructura celular del cuerpo dé la madre. Muy literalmente, ve a través del cuer­po dé ella y con la ayuda del cuerpo dé ésta.

No son imágenes nítidas, pero ya empieza a construir ideas dé figu­ra y forma. Es innecesario decir qué también está equipado ya con pestañas. En otras palabras, puede ver a través dé las pestañas cerradas. Sé da cuenta de la luz y la sombra, dé la figura y la forma, aunque debe aprender a distinguir éstas porciones del campo accesible dé rea­lidad qué tú aceptas como objetos, dé aquéllas qué tú no aceptas como tales.

Ve más dé lo que tú ves o más dé lo qué lo hace su madre, porqué to­davía no comprende qué tú únicamente aceptas ciertos patrones y rechazas otros. Para el momento en qué nace, ya ha aprendido a acep­tar la idea dé sus padres dé lo qué es la realidad. En gran medida, em­pieza a adiestrarse a enfocarse sólo en lo qué tú llamarías realidad físi­ca, aun cuando todavía percibe parcialmente otros campos qué tú no aceptas. Él solamente es reconocido y sus necesidades satisfechas, cuando se enfoca en una realidad particular. Entonces aprende con ra­pidez a descartar las otras.

Ahora el feto también oye, y lo mismo se aplica aquí mientras sé ha­lla aún dentro del vientre. Escucha sonidos del ambienté físico, pero también oye sonidos dentro dé la gama accesible de realidad, qué tú no aceptas. Cuando nace él infante, todavía oye éstos sonidos y voces

pero, también aquí, éstos no responden a sus necesidades físicas ni le traen leche cuando llora, por lo que gradualmente los descarta.

Durante algún tiempo percibe literalmente muchos niveles dé reali­dad al mismo tiempo y parte dé lo qué parece ser desorientación, es simplemente él resultado dé confusión temprana ante tantos datos. De conformidad con él individuo y la situación, él feto tal vez todavía reciba mensajes dé aquellos qué ha conocido en él pasado. Esto viene a agregar confusión, y es cuestión dé supervivencia física que en gran medida igno­re éstos mensajes, mientras aprende a colocar su foco en la realidad física.

Sé da perfecta cuenta de los cambios en temperatura, por ejemplo, y del clima. Se halla en comunicación telepática con animales y otras personas y, en un nivel diferente, está en una especie dé comunicación con plantas y otras conciencias semejantes. Las plantas reaccionarán muy fuertemente a un aborto. Sin embargo, él feto también reacciona­rá ante la muerte dé un animal en la familia y se familiarizará con las relaciones psíquicas inconscientes dentro dé la familia, mucho antes dé qué alcancé él sexto mes.

Las plantas en una casa también sé dan cuenta clara del feto que está creciendo; y las plantas absorberán también él hecho qué un miembro dé la familia está enfermo, a menudo antes dé qué sé presenten los sín­tomas físicos. Son así dé sensitivas a la conciencia dentro dé la estruc­tura celular. Las plantas asimismo sabrán ya si el feto es masculino o femenino.

(Material personal, dos páginas, borrado).

(Más temprano esta noche, yo había mencionado a Jane mi interés, que ya hacía tiempo abrigada, en la aseveración que hizo Seth, hace años, de que todas las percepciones de PES tienen una base electro­magnética. Tenía curiosidad sobre el particular, porque habíamos leído que ninguna investigación había dado a conocer tal relación elec­tromagnética. Ahora interrogué a Seth sobre el particular.)

Creo qué debería ligar esto con la información sobré él feto.

(`Está bien')

Y dé ésa manera podemos llevar a cabo ambas discusiones.

(—Perfectamente—)

Ahora bien: existen estructuras electromagnéticas, por decirlo así, que en la actualidad sé hallan más allá de tus instrumentos (científicos), unidades qué son los conductores básicos dé percepción. Tienen una "vida" muy breve, según tus términos. Su tamaño varía. Varias uni­dades pueden combinarse, por ejemplo; también pueden combinarse muchas unidades. Para expresarlo dé una manera tan simple como sea posible: no es tanto qué sé muevan a través del espacio, sino qué usan espacio para moverse a través dé él. Hay una diferencia.

Por decirlo dé alguna manera, sé hallan involucradas cualidades tér­micas y, asimismo, leyes dé atracción y repulsión. Las unidades cargan él airé a través del cual pasan y atraen hacia ellas otras unidades. Las unidades no son estacionarias en la manera qué, digamos, es estacionaria una célula dentro del cuerpo; pero incluso una célula únicamente parece estacionaria. Estas unidades no tienen hogar Son construidas en respuesta a intensidad emocional.

Son una forma que la energía asume. Siguen reglas de atracción y repulsión, así como un magneto, como sabes, atrae con sus filamen­tos, también estas unidades atraen a las de su misma especie y forman patrones que luego te parecen a ti como percepción.

Ahora bien: el feto utiliza estas unidades y también lo hace cual­quier conciencia, incluyendo la de una planta. Las células no sólo res­ponden a la luz porque éste es el orden de las cosas, sino porque está presente un deseo emocional de percibir la luz.

El deseo aparece en este otro nivel en la forma de estas unidades electromagnéticas, que luego ocasionan una sensibilidad a la luz. Es­tas unidades ruedan libremente. Pueden usarse en la percepción nor­mal o en lo que tú llamas percepción extrasensorial. Discutiré la natu­raleza básica en una sesión posterior y me gustaría eslabonar esto con el feto, puesto que el feto se halla sumamente involucrado en los me­canismos de la percepción.

 

("La siguiente sesión, será magnífica")

 

No quiere decir que no se puedan improvisar instrumentos para per­cibir estas unidades. Tus científicos sencillamente están formulando preguntas equivocadas y no piensan en términos de tales estructuras que ruedan libremente.

 

SESIÓN 505,

13 DE OCTUBRE DE 1969, 9:34 P.M., LUNES

Extracto.

 

Buenas noches.

 

("Buenas noches, Seth,)

Ahora bien, estas unidades de las que hablamos antes, son básica­mente animaciones que surgen de la conciencia. Hablo ahora de la conciencia dentro de cada partícula física, sea cual fuese su tamaño; de conciencia molecular, conciencia celular, así como de los gestalts más grandes de conciencia con los que por lo regular estás familiariza­do. Debido al limitado vocabulario científico de Ruburt, esto resulta algo difícil de explicar. Asimismo algunas de las teorías que te presen­taré en esta discusión, serán por completo desconocidas para ti.

Estas emanaciones surgen de modo tan natural como el aliento y hay otras comparaciones que pueden hacerse, en que existe un entrar y un salir y una transformación dentro de la unidad; así como lo que es llevado a los pulmones, por ejemplo, no es la misma cosa que sale en la exhalación. Podrías comparar estas unidades, simplemente para te­ner una analogía, con el aliento invisible de la conciencia. Esta analo­gía no nos llevará lejos, pero será suficiente, inicialmente, para captar la idea. El aliento es, por supuesto, una pulsación y estas unidades operan a manera de pulsaciones. Son emitidas por las células, por ejemplo, en plantas, animales, rocas, etcétera. Tendrían color, si fueras capaz de percibirlas físicamente.

Son electromagnéticas, según tus términos, siguiendo sus propios patrones de carga positiva y negativa y ajustándose asimismo a cier­tas leyes de magnetismo. En este caso, tal y como lo definitivo atrae a su semejante. Las emanaciones son en realidad tonos emociona­les. Las variaciones de tonos, para todo intento y propósito, son in­finitas.

Las unidades se hallan precisamente abajo del rango de materia física. Ninguna es idéntica. Sin embargo, en ellas hay una estructura. Esta estructura está más allá del rango de las cualidades electromagnéticas, como tus científicos piensan de ellas. La conciencia en realidad produ­ce estas emanaciones y son la base para cualquier tipo de percepción, tanto sensorial en términos usuales, como extrasensorial.

Esta discusión apenas la estamos iniciando. Posteriormente verás que la estoy simplificando para ti, pero no lo entenderás a menos que empecemos de esta manera. Pretendo explicar la estructura de estas unidades. Tomémonos ahora un momento.

Estas emanaciones también pueden aparecer como sonidos y tú estarás en posibilidad de traducirlas a sonidos mucho antes de que tus científicos descubran su significado básico. Una de las razones por las que no han sido descubiertas, es precisamente porque se encuentran inteligentemente disfrazadas dentro de todas las estructuras. Por estar más allá del rango de materia, por tener una estructura, aunque no física y por ser de una naturaleza pulsante, pueden expandirse o contraer se. Pueden encerrar por completo, por ejemplo, una pequeña célula o retraerse al núcleo dentro de ella. En otras palabras, combinan cualidades de una unidad y de un campo.

Hay otra razón del por qué permanecen siendo un secreto para los científicos occidentales. La intensidad gobierna no sólo su actividad y dimensión, sino la potencia relativa de su naturaleza magnética. Atraerá otras de estas unidades hacia ella, por ejemplo, de conformidad con la intensidad del tono emocional de la conciencia particular en cualquier "punto" dado.

Estas unidades, entonces, obviamente cambian constantemente. Si debemos hablar en términos de tamaño, cambian constantemente de dimensión cuando se expanden o se contraen. Teóricamente no hay límite, como verás, a su ritmo de contracción y expansión. También son absorbentes. Desprenden cualidades térmicas y éstas son el único indicio que tus científicos han recibido de ellas hasta ahora.

Sus características las atraen hacia un constante intercambio. Grupos de ellas (Jane hizo un gesto; su entrega era totalmente enfática y animada), serán atraídos juntos, literalmente sellados, únicamente para separarse y dispersarse otra vez. Forman (y su naturaleza se halla detrás), lo que comúnmente se conoce como aire y usan éste para mover se a través de él. El aire, en otras palabras, puede decirse que está formado por animaciones de estas unidades.

Trataré de aclarar esto después; pero el aire es el resultado de la existencia de estas unidades, formado por la interrelación de las unidades en sus posiciones y distancia relativa una de otra y lo que podrías llamar la velocidad relativa de su movimiento. El aire es lo que ocurre cuando estas unidades se hallan en movimiento y es, en términos de clima, cuando sus efectos electromagnéticos aparecen más claramente a los científicos, por ejemplo.

Discutamos estas unidades como si se tratara de una roca. La roca está compuesta por átomos y moléculas, cada uno de los cuales tiene su propia conciencia. Esto forma una conciencia de roca gestalt. Estas unidades son enviadas indiscriminadamente por los varios átomos y moléculas, pero porciones de ellas son también dirigidas por la con­ciencia total de la roca. Las unidades son enviadas por la roca e infor­man a la roca sobre la naturaleza de su ambiente cambiante; el ángulo del sol y los cambios de temperatura, por ejemplo, cuando cae la no­che, y hasta en el caso de una roca, cambian como cambia el tono emocional, llamémosle así a la ligera, de la roca. Cuando las unidades cambian, alteran el aire alrededor de ellas, lo que es resultado de su propia actividad.

Constantemente emanan de la roca y retornan a ella, con un movi­miento tan suave, que parecería simultáneo. Las unidades se reúnen y, hasta cierto punto, se funden, con otras unidades enviadas, digamos, por el follaje y todos los demás objetos. Existe una constante mezcla y, asimismo, atracción y repulsión.

Pueden tomarse un descanso y luego continuaremos.

(10:10. La entrega de Jane fue totalmente enfática y animada en todo momento. Su estado de trance era bueno.)

(El resto de la sesión se dedicó a la interpretación de Seth de uno de mis sueños -Robert Butts.)

SESIÓN 506,

27 DE OCTUBRE DE 1969, 9:40 P. M., LUNES

(Un poco después de las 9 p.m., Jane y yo nos sentamos para ver si se presentaba Seth. Dije a Jane que no era necesario tener una sesión, pero estaba muy dispuesta, si es que Seth decidía hacerlo. Ella ha esta­do trabajando largas horas en su libro y tiene que reescribir un par de capítulos.)

(Jane, ha celebrado dos recientes y excelentes sesiones largas para su clase de PES, sin embargo, actuando como Seth y como Seth Dos e incluyendo nuevo material.)

Buenas noches.

("Buenas noches, Seth')

Ahora bien: Ruburt no necesita preocuparse por haber perdido al­gunas sesiones regulares. Se ha venido ejercitando espontáneamente y, cosa bastante paradójica, es sobre la espontaneidad que depende la re­gularidad de nuestras sesiones. ¿Me sigues?

("Sí')

Ahora bien: las unidades respecto a las cuales hemos venido hablan­do, no tienen una "vida" específica, regular y predeterminada. No parecen ajustarse a muchos principios científicos. Puesto que son la fuerza intuitiva que se halla un poco más allá del rango de la materia, sobre la cual se forma la materia, no se ajustarán a las leyes que go­biernan ésta, aunque en ocasiones tal vez remeden las leyes de la materia.

Es casi imposible detectar una unidad individual porque en su danza de actividad, constantemente se torna en parte de otras de tales unida­des, expandiéndose y contrayéndose, pulsando y cambiando de inten­sidad, de fuerza y cambiando de polaridad. Esto último es en extremo importante.

(Pausa, una de muchas.)

Con el limitado vocabulario de Ruburt, esto es bastante difícil de explicar; pero sería como si las posiciones de tus polos norte y sur cambiaran constantemente, aunque manteniendo la misma distancia relativa uno de otro y, por su cambio de polaridad, desquiciando la es­tabilidad (pausa) del planeta, excepto que, debido a la fuerza compa­rativamente mayor en los polos de las unidades (gestos, intentos de trazar diagramas en el aire), una estabilidad más nueva se logra casi de inmediato, después del cambio. ¿Es claro eso?

("Sí')

El cambio de polaridad ocurre a ritmo con la variación de intensi­dad emocional o energía emocional, si así lo prefieres. La "inicial" energía emocional originadora que forma y pone cualquier unidad en movimiento, hace entonces que la unidad se convierta en un campo electromagnético altamente cargado con aquellas características de polaridades cambiantes que se acaban de mencionar. Las polaridades cambiantes son también causadas por atracción y repulsión de otras unidades semejantes que pueden pegarse o despegarse. Existe un ritmo que se halla abajo de toda esta polaridad cambiante, e intensidades cambiantes que ocurren constantemente. Pero los ritmos tienen que ver con la índole de la energía emocional misma y no con las leyes de la materia.

Sin una comprensión de estos ritmos, la actividad de las unidades parecería fortuita, caótica; y parecería no haber nada que mantuviera juntas a las unidades. Ciertamente, éstas parecen estar volando sepa­radas a tremendas velocidades. El "núcleo", usando ahora una analo­gía de célula, si estas unidades fueran células, que no lo son, entonces sería como si el núcleo estuviera constantemente cambiando de posi­ción, volando y alejándose en todas direcciones, arrastrando al resto de la célula consigo. ¿Sigues la analogía?

(—Sí—)

Las unidades obviamente están dentro de la realidad de todas las cé­lulas. Ahora bien: el punto de iniciación es la parte básica de la uni­dad, como el núcleo es la parte importante de la célula. El punto de iniciación es la energía emocional específica originadora, única e indi­vidual, que forma cualquier unidad dada. Se convierte en la entrada a la materia física.

Es la envoltura inicial de tres lados, de la que toda materia debe bro­tar. El punto inicial forma los tres lados alrededor de ella. (Gestos, pausa.) Existe una naturaleza explosiva cuando nace la energía emo­cional. El efecto de tres lados, formado instantáneamente, nos lleva a un efecto que es algo así como fricción; pero el efecto hace (más ges­tos) que los tres lados cambien de posición, por lo que se termina con un efecto triangular, cerrado, con el punto inicial dentro del triángulo. Ahora bien, entenderás que ésta no es una forma física.

(—Sí—)

El punto de energía, de aquí en adelante, constantemente modifica la forma de la unidad; pero el proceso que acabo de mencionar debe ocurrir primero. La unidad puede volverse circular, por ejemplo, Ahora estas intensidades de energía emocional que forman las unida­des, culminan transformando todo el espacio disponible en lo que ellas son. Ciertas intensidades y ciertas posiciones de polaridad entre y en medio de las unidades, y los grandes agrupamientos de las unida­des, comprimen esta energía hasta una forma sólida (resultando en materia). La energía emocional dentro de las unidades es, obviamente, el factor motivador y puedes ver, entonces, por qué la energía emocional ciertamente puede hacer pedazos un objeto físico. Puedes to­mar un respiro.

(10:10) Jane salió del trance con bastante rapidez, aunque éste había sido bueno. En algunos momentos su entrega había sido sumamente rápida. Dijo que podía sentir que Seth la oprimía para hacer que ella dejara salir el material con tanta claridad como fuera posible, sin distorsiones.)

(Ella también tenía algunas imágenes mientras entregaba el material, aun cuando no pudo recordarlas durante el descanso. Por lo re­gular, dijo, olvida cualesquier imágenes y hasta si ha tenido o no algu­na, a menos que yo específicamente se lo pida de inmediato cuando termina una sesión o en el descanso. En ocasiones, dice, las mismas imágenes regresan a ella cuando lee una sesión determinada; entonces las reconoce.)

(Jane tuvo la idea de mencionar que, con respecto al cambio en po­laridades de las unidades: `Esto no es sólo con el viraje entre norte y sur, sino entre los opuestos en cualquier parte del borde del círculo [que se usó como analogía], con el oriente y el poniente invertidos, por ejemplo ".)

(Reanudamos a las 10:26.)

Ahora bien: la intensidad de la energía emocional original, controla la actividad, potencia, estabilidad y tamaño relativo de la unidad; el ritmo de su pulsación y su poder para atraer y repeler otras unidades, así como su aptitud para combinarse con otras unidades.

La conducta de estas unidades cambia de la siguiente manera: cuan­do una unidad está en el acto de combinarse con otra, alinea sus componentes de una manera característica. Cuando se está separando de otras unidades, alinea sus componentes de manera diferente. Las polaridades cambian en cada caso, dentro de las unidades. La unidad alterará sus polaridades dentro de sí misma, adoptando el diseño de polaridad de la unidad a la que está siendo atraída; y modificará su pola­ridad fuera de ese diseño, al romper el contacto. Stockridge...

Tomemos, por ejemplo, cinco mil de tales unidades alineadas jun­tas, formadas juntas. Por supuesto, serían invisibles; pero si pudieras contemplarlas, cada unidad individual tendría sus polos alineados de la misma manera. Parecería una sola unidad, digamos que es de forma circular, por lo que parecería un pequeño globo con los polos alinea­dos como en la Tierra.

Si esta gran unidad fuera entonces atraída por otra más grande, cir­cular y con los polos que corrieran de este a oeste, en tus términos, en­tonces la primera unidad modificaría su propia polaridad y todas las unidades dentro de ella harían lo mismo. El punto de energía se encon­traría entonces a la mitad entre estos polos, sea cual fuere su posición y (el punto de energía) forma los polos. Por lo tanto, se revuelven alre­dedor del punto de energía. Este punto de energía es básicamente in­destructible.

Sin embargo, su intensidad puede variar hasta grados sorprenden­tes, por lo que podría, hablando en términos de relatividad, ser dema­siado débil para invertirse con la fuerza suficiente para formar la base para la materia, sino proyectarse en otro sistema, quizá, donde se re­quiera menos intensidad para la "materialización".

Estas unidades pueden también ganar tanto en intensidad y en po­tencia, que forman estructuras relativamente permanentes dentro de tu sistema, debido a la sorprendente energía que se halla tras ellas. Tu Stockridge.. .

(Seth hizo una pausa; Jane frunció el ceño, como si buscara una pa­labra.)

("¿Oak Ridge?")

No. (Gesto.) Los restos de templos.. .

("Oh, ¿Baalbek?" )

Estos eran lugares para estudios concernientes a las estrellas. Obser­vatorios.

(-¿Sí? Pensé que probablemente yo conocía la palabra que Seth/Jane buscaba: pero no disponía de un momento para pensar y escribir al mismo tiempo.)

Las unidades así cargadas con energía emocional intensiva, forma­ron patrones para materia que retenían su potencia. Ahora estas uni­dades, aunque aparecen dentro de tu sistema, también pueden tener una realidad fuera de él, impulsando a las unidades de energía emo­cional a través del mundo de la materia enteramente. Esas unidades, como te dije, son indestructibles. Sin embargo, pueden perder o ganar poder, quedarse atrás en intensidad abajo de la materia o pasar a través de la materia, pareciendo como materia cuando lo hacen y proyec­tándose a través del sistema.

Trataremos de esa parte de su actividad separadamente. Sin embar­go, en tales casos están obviamente en un punto de transición y en un estado de llegar a ser. Puedes tomarte un respiro o terminar la sesión, como prefieras.

("Creo que es mejor que la terminemos")

Yo quería darte este material.

("Es muy interesante")

Es apenas el principio, Omitiría las analogías, si tú no las consideras necesarias. Que pasen una buena noche.

("Buenas noches, Seth')

(10:45. Después de conversar un rato, deduje que Seth/Jane había estado tratando de encontrar ¡apalabra "Stonehenge", aludiendo a los antiguos monolitos de piedra druídicos arreglados en forma de círculo en Inglaterra, etcétera. Jane entonces declaró que ésta era pre­cisamente la palabra que Seth había estado tratando de lograr de ella. No sabía por qué no había podido pronunciarla mientras estaba en trance, puesto que conoce la palabra y lo que representa.)

SESIÓN 509,
24 DE NOVIEMBRE DE 1969, 9:10 P.M., LUNES

(El día de hoy Jane había estado leyendo Psicología Experimental, por C. G. Jung, primera edición norteamericana, publicada por los herederos de Jung en 1968. No habíamos pedido a Seth que comentara.)

Buenas noches.

("Buenas noches, Seth ".)

Ahora bien: existe una gran cosa, subestimada por todos tus psicó­logos cuando ofrecen una lista de atributos o características de la con­ciencia. Voy a eslabonar este material con nuestra discusión sobre nuestras unidades de energía electromagnética, puesto que existe una íntima conexión.

Empecemos con Jung. Él supone que la conciencia debe estar orga­nizada alrededor de una estructura de ego. Y lo que llama el incons­ciente, no organizado tan egoístamente, lo considera, por tanto, sin conciencia. . . sin conciencia del yo. Ofrece un buen argumento al de­cir que el ego normal no puede conocer material inconsciente directa­mente. Sin embargo no comprende, ni tampoco tus demás psicólogos, lo que te he dicho a menudo: que hay un ego interior y es este ego interior el que organiza lo que Jung llamaría material inconsciente.

Repito: cuando te encuentras en un estado que no es el de vigilia usual, cuando has olvidado este yo cotidiano, estás, no obstante, consciente y alerta. Meramente bloqueas la memoria del ego despier­to. Así, cuando se dan los atributos de la conciencia, se hace en gran parte caso omiso de la creatividad. En vez de ello, se asigna ésta pri­mordialmente al inconsciente. Mi punto de vista es que el inconsciente está consciente. La creatividad es uno de los atributos más importan­tes de la conciencia, entonces. Diferenciaremos entre la conciencia normal del ego y la conciencia que únicamente parece inconsciente a ese ego.

Ahora bien: el ego interior es el organizador de la experiencia que Jung llamaría inconsciente. El ego interno es otro término para lo que lla­mamos el yo interior. Así como el ego externo manipula dentro del ambiente físico, el ego interior o yo organiza y manipula una realidad interna. El ego interno crea esa realidad física con la que el ego exter­no trata después.

Todo el trabajo original, ricamente creativo, que hace este yo inte­rior, no es inconsciente. Tiene un propósito, altamente descriminati­vo, y llevado a cabo por el ego consciente interior, del que el ego exte­rior no es sino una sombra y no, como verás, lo inverso. El lado oscuro del yo para Jung, es el ego, no el inconsciente. El complicado tapiz, in­finitamente variado e increíblemente rico del "inconsciente" de Jung, difícilmente podría ser inconsciente. Es el producto de una conciencia interna con mucho más sentido de identidad y propósito que el ego co­tidiano. Es la ignorancia de este ego cotidiano y su enfoque limitado, lo que hace ver la llamada actividad inconsciente, como caótica.

El ego consciente surge ciertamente del "inconsciente"; pero el inconsciente, por ser el creador del ego, es necesariamente mucho más consciente que su vástago. El ego simplemente no está lo suficiente­mente consciente para ser capaz de contener el vasto conocimiento que pertenece al yo consciente interior del que brota.

Es Este yo interior, fuera del conocimiento masivo y el alcance ilimi­tado de su conciencia, el que forma el mundo físico y proporciona es­tímulos para mantener al ego externo constantemente en la tarea de percibir. Es el yo interior, que aquí denominamos el ego interior, el que organiza, inicia, proyecta y controla las unidades de EE (energía electromagnética) de las que hemos venido hablando, transformando energía en objetos, en materia.

Este yo interno usa la energía para dar forma partiendo de sí mismo, partiendo  de sus experiencias internas, a una contraparte material en la que el ego externo puede luego actuar su papel. Es decir, el ego externo actúa un drama que el yo interno ha escrito. Esto no quiere decir que el ego externo sea una simple marioneta. Quiere decir que el ego externo es mucho menos consciente que el ego interior, que su percepción es menor,         es mucho menos  estable, aun cuando hace gran alarde de estabilidad, que surge del yo interior y está, por le tanto, menos, en vez de más, consciente.

            El yo externo es alimentado a cucharadas  y se le confieren únicamente aquellos sentir ir ratos, emociones y aquellos datos que puede manejar. Estos datos se le presentan de una manera altamente espe­cializada, usualmente en términos de información recogida por los sentidos físicos.

El yo interior o ego, no sólo es consciente, sino consciente de sí mis­mo, como una individualidad separada de otros, como una indivi­dualidad que es una parte de todas las otras conciencias. Según tus términos, se mantiene continuamente consciente, tanto de su separa­ción como de su unidad. El ego externo no se percata continuamente de nada. Frecuentemente se olvida de sí mismo. Cuando se ve sacudido por una fuerte emoción, parece perderse; existe unidad, entonces, mas no sentido de separación. Cuando más vigorosamente mantiene su sentido de individualidad, deja de percatarse de su unidad con otros.

El ego interior siempre se da cuenta de ambos aspectos y está orga­nizado alrededor de su aspecto primario, que es la creatividad. Cons­tantemente traduce los componentes de su gestalt a realidad, bien sea realidad física a través de las unidades de EE que he mencionado o en otras realidades igualmente válidas.

Ahora puedes tomar tu descanso y después continuaremos.

(Durante nuestro descanso, me pregunté en voz alta si Jung habría cambiado sus ideas desde su muerte física.) (Reanudamos a las 10:05.)

Ahora bien: las unidades de EE (energía electromagnética) son las formas que la experiencia básica asume cuando es dirigida por este yo interior. Éstas, entonces; forman objetos físicos, materia física. En otras palabras, la materia es la forma que la experiencia básica asume cuando penetra en sistemas tridimensionales. La materia es la forma de tus sueños. Tus sueños, pensamientos y emociones, literalmente se transforman en materia física con un propósito definido por este yo interior.

El yo interior individual, a través del constante esfuerzo masivo de gran intensidad creativa, coopera con todos los demás yos internos para formar y mantener la realidad física que conoces, por lo que la rea­lidad física es un vástago o subproducto del yo interior altamente consciente.

Los edificios parecen estar construidos de roca, piedra o acero. Pa­recen bastante permanentes a los sentidos físicos. En realidad están oscilando, moviéndose siempre, gestalts altamente cargados de unida­des de EE ("por debajo—, digamos, de cualquier partícula atómica), organizados y mantenidos por los esfuerzos colectivos por parte de los yos interiores. Ellos (los edificios) son emociones solidificadas, esta­dos subjetivos solidificados, a los que se dio materialización física.

Así pues, los poderes de la conciencia no se entienden claramente. Cada individuo tiene su parte que desempeñar en la proyección de es­tas unidades de EE en realidad física. Por lo tanto, la materia física puede describirse legítimamente como una extensión del yo, de modo muy semejante a como el cuerpo físico es una proyección del yo interior.

Es obvio que el cuerpo crece alrededor del yo interior y que los ár­boles crecen del suelo, mientras que los edificios no brotan como flo­res, por propia voluntad; así pues, el yo interior tiene varios métodos

de creación y usa las unidades de EE en formas diferentes, como verás cuando continuemos con la discusión.

Habiendo determinado la realidad física como una dimensión en la que se expresará a sí mismo, el yo interior, antes que nada, tiene cuidado de formar y mantener la base física sobre la cual todo lo de­más depende: las propiedades de la tierra que pueden llamarse natura­les. El yo interior cuenta con un vasto e infinito depósito del que extrae conocimiento y experiencia, Todos los tipos de elección son ac­cesibles y la diversidad de materia física es un reflejo de esta profunda fuente de variedad.

Con las estructuras naturales formadas y mantenidas, se proyectan otras propiedades físicas secundarias, construcciones secundarias. La experiencia subjetiva más honda, más básica y duradera, sin embargo, se traduce en estos elementos naturales: el amplio paisaje que sustenta la vida física. Continuaremos con esta discusión en nuestra próxima sesión.

Jung se extendió en algunos de sus conceptos poco tiempo antes de morir. (Inclinándose hacia adelante, humorísticamente enfático). Ha cambiado un buen número de ellos desde entonces. Ahora puedes to­mar un descanso o terminar la sesión, como prefieras.

("Tomaremos el descanso)

(10:30 p.m., Jane dijo que pensaba que la entrega había tomado quizás diez minutos, en vez de los veinticinco que en realidad tomó. Reanudamos a las 10:43.)

En breve terminaremos la sesión. Sin embargo, baste decir que en el futuro lo que estoy diciendo será más generalmente conocido. Los hombres llegarán a familiarizarse hasta cierto punto con su propia identidad interior, con otras formas de su propia conciencia.

A través de las eras, algunas personas han reconocido el hecho de que existe una autoconciencia y propósito en ciertos sueños y estados de sueño y han sostenido, incluso en la vida en vigilia, el sentido de continuidad de este yo interior. Para tales personas ya no es posible identificarse completamente con la conciencia del ego. Obviamente, se percatan más de sí mismos. Cuando se logra tal entendimiento, el ego puede aceptarlo, pues para su sorpresa encuentra que no es menos consciente, sino más y que sus limitaciones se disipan.

Ahora bien: no es cierto y enfatizo esto vigorosamente, que el lla­mado material inconsciente, si se le concede cierta libertad, quitará energía del yo organizado en torno al ego en una personalidad normal. Muy por el contrario, el ego se reabastece y más bien en forma directa. Es el temor de que lo "inconsciente" sea caótico lo que hace que los psicólogos hagan tales aseveraciones. Existe además algo en la natura­leza de aquellos que practican la psicología: una fascinación, en mu­chos casos ya predispuesta para te r:. r al "inconsciente", en propor­ción directa a su atracción por él.

El ego mantiene su estabilidad, su aparente estabilidad, y su salud, del constante alimento subconsciente e inconsciente que recibe. Dema­siado alimento no lo matará. ¿Me sigues aquí? ("Sí")

Únicamente cuando tal alimento, por alguna razón, se recorta hasta un grado considerable, se ve el ego amenazado por el hambre. Tendre­mos más que decir concerniente a la relación del ego con el "incons­ciente". En una personalidad saludable, el yo interior proyecta fácil­mente toda la experiencia en las unidades de EE, donde se traducen en realidad. Así pues, la materia física actúa como retroalimentación. Terminaremos ahora nuestra sesión, a menos que tengas algunas pre­guntas.

("Creo que no. Ha sido muy interesante')

Mis más cordiales saludos y una buena noche para ambos.

(` a Te gustaron tus retratos?- Esto se refiere a las fotografías toma­das la noche anterior a esta sesión, en nuestra sesión 508°, por un fo­tógrafo. Las fotografías se usarán en el libro de Jane sobre el Material de Seth.)

Ciertamente, y también el joven que las tomó. (10:56.)

 

GLOSARIO

 

Agentes. Espíritus guías que se posesionan de un médium humano para trans­mitir un mensaje.

Cayce, Edgar. Médium norteamericano célebre por su capacidad de diagnos­ticar enfermedades y prescribir remedios contra ellas en estado de trance.

Clarividencia. Facultad de percibir acontecimientos -o visualizar objetos­ situados en un lugar remoto, o en el futuro.

Daimon. Espíritu amistoso que, según los griegos, acompaña a los hombres y les da consejos., Aunque la palabra "demonio" se deriva de este nombre, el daimon no es ¿bueno ni malo. Sócrates se refería a él como sinónimo de una conciencia reflexiva.

Doppleganger. Dentro del folklore germano existe la creencia de que, en caso de peligro inminente, una persona recibirá la visita de un "doble" suyo, para advertirle del riesgo que corre. A esta aparición, a veces fantasmal y otras ma­terial, se le llama doppleganger.

Espiritismo. Creencia en la posibilidad de comunicarse con el espíritu de los que ya han muerto, y con entidades de otras dimensiones, a través de un médium.

Formas de Pensamiento. Objetos físicos e incluso seres vivos, creados por la fuerza del pensamiento de una persona,

Gestalt. Del alemán: forma, organización, configuración. Término psicológico que se emplea para referirse a un individuo como parte integral de un todo con el cual está en constante relación.

Karma. Doctrina hindú que sostiene la necesidad de completar muchos ciclos vitales, reencarnando a través de sucesivas existencias en cualquier clase de ser viviente, hasta obtener la liberación de esa "rueda de la vida" alcanzando el nirvana.

LSD. Acido lisérgico. Un potente alucinógeno sintético, químicamente simi­lar a substancias existentes en varias plantas y hongos empleados durante si­glos por chamanes y sacerdotes para rituales mágicos (o, según la terminología moderna para "expandir sus conciencias").

Médium. Hombre o mujer capaz de ponerse en contacto con un espíritu -lla­mado agente- que se posesiona de su cuerpo para hablar a través de él.

Ouija. Tabla que tiene inscritas todas las letras del alfabeto y los números del cero al nueve. Sobre ella se coloca una pequeña pieza en forma de triángulo o corazón que puede moverse libremente por la superficie. Si se apoyan los de­dos índices de los participantes sobre esta pieza móvil -o indicador- y se ha­ce una pregunta, el indicador deletreará la respuesta. PES. Percepción extrasensorial. Término que se aplica en parapsicología a la capacidad de obtener información del mundo físico sin usar los sentidos. Por ejemplo a través de la telepatía, clarividencia, etcétera.

Premonición. Ocurre cuando se conoce un, acontecimiento que ocurre en un lugar remoto o en el futuro, a través de un sueño, o intuición. Es distinta de la clarividencia porque ocurre involuntariamente.

Tulpas. Nombre que reciben en el Tibet las "formas de pensamiento". La escri­tora Alejandra David-Neel relata en su libro: Místicos y Magos del Tibet, cómo siguió las instrucciones que le proporcionó un lama para crear un Tulpa con la forma de un monje tibetano, y cómo tuvo después que esforzarse para "desapa­recer" a su creación.

Vardoger. Como el doppleganger es un "doble" de la persona que se aparece a ésta o a otros. En los países eslavos se considera ésta una facultad propia de los brujos.

 

 

Sesión 452, 2 de diciembre de 1968, 9:17 P.m., lunes

 

Buenas noches. Buenas noches, Seth.

Ahora bien, los niños construyen castillo de naipes y los derrumban. No te preocupas por el desarrollo del infante, pues comprendes que así aprenderá mejor.

Inclusive quizás sonrías ante el hondo sentido de desolación de la criatura. Hasta que él finalmente conecta el movimiento de su propia mano con la des­trucción del papel, la casa de cartón que desapareció, y a sus ojos desapareció, no tiene reparación posible.

Ahora bien, la humanidad construye civilizaciones. Ha ido más allá del jue­go del niño. Los juguetes son reales y, no obstante, la analogía es válida. No condono la violencia que tiene lugar. La verdad es que nunca puede condonarse y, a pesar de ello, debe comprenderse por lo que es: el hombre aprendiendo a través de sus propios errores. También aprende por sus éxitos y hay ocasiones en que estrecha sus manos, momentos de deliberación, periodos de creativi­dad. (Pausa.) Las identidades asumen muchos papeles en muchas vidas.

Existen periodos, ciclos si lo prefieres, a través de los cuales estas identida­des viven y aprenden dentro de tu sistema. Hasta cierto punto, son enseñadas por otros, maestros de práctica, si prefieres llamarlos así (Divertido).

(El periódico de hoy publicó el relato de la violencia que tuvo lugar durante la convención presidencial demócrata en Chicago en 1968, relatando los mu­chos choques entre la policía y diversos grupos de manifestantes; así como el veredicto de culpabilidad sobre la conducta de la policía rendido por una co­misión investigadora. Jane y yo habíamos discutido el reporte en la mesa du­rante la cena.)

Sin embargo, la raza del hombre es mucho más que la raza física.

 

Página 4646 del Material de Seth, que muestra el inicio de la Sesión 452. El texto completo de esta sesión inicia en la segunda página del Apéndice.

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