LA CRISIS MUNDIAL
Septiembre de 1939
La humanidad está pasando por una aguda crisis y su karma o destino,
es muy pesado. Por estar tan cerca de los acontecimientos no le
resulta fácil a la humanidad verlos en su verdadera perspectiva, y
escribo para que puedan ver con mayor claridad. Una visión más
amplia y un horizonte más extenso pueden ayudarlos a comprender, y
será de valor si los ayudo a ver el cuadro en relación con su
trasfondo, tal como se presenta a nosotros, los instructores, en el
aspecto interno.
Dos puntos sobresalientes e importantes, están presentes en la
conciencia de la Jerarquía mientras observa al género humano librar
la actual y estupenda lucha. Primero, la humanidad es hoy
consciente, en gran escala, de que lo que acontece es por su culpa y
resultado de sus propios errores. Los hombres se sienten
responsables de lo que sucede, o cargan abierta y deliberadamente
la responsabilidad sobre las espaldas de otros. De estos infinitos
errores de larga data, el Tratado de Versalles es sólo el símbolo y
el punto focal práctico.
Segundo, no obstante la guerra y la separatividad, la crueldad, las
pasiones y el egoísmo desenfrenados, existe hoy más real
comprensión, más buena voluntad y más expresión de amor que en
cualquier época anterior en la historia de la raza. Digo esto
deliberadamente y porque dispongo del conocimiento jerárquico. Por
lo tanto, no se dejen engañar por el clamor externo de la guerra.
Sostengo que los corazones de los hombres de todas partes son
compasivos, tanto para sí como para los demás; el largo alcance y
la vasta extensión del conflicto indican una unidad interna y una
interrelación subjetiva, de las cuales todos son algo conscientes,
y el conflicto mismo no lo niega. ¿Son duras estas palabras? Esto
les indicará la verdad básica de lo que expongo, si reflexionan con
mente abierta. La tarea de los aspirantes y hombres de buena
voluntad de todas partes es procurar que este prolongado
sufrimiento no mine las actitudes actuales, correctas y esenciales,
y que el caos y el clamor no apaguen la respuesta a la voz del alma
que ha estado hablando con creciente claridad durante los últimos
catorce años. El estímulo establecido y la luz que se permitió
infiltrar del último cónclave jerárquico, en 1925, han sido reales y
efectivos. Esa reunión de los Maestros de Sabiduría en niveles
espirituales, condujo a tres resultados o acontecimientos que
experimentamos hoy.
El primero fue una fresca afluencia del principio crístico de amor
verdadero o espiritual, libre de todo emocionalismo e intención
egoísta. Esta afluencia dio por resultado el inmediato y rápido
crecimiento de todos los movimientos por la paz, la comprensión
mundial, la buena voluntad, el esfuerzo filantrópico y el despertar
de las masas a la hermandad.
El segundo fue estimular el principio de relación, y condujo al
crecimiento y perfeccionamiento de todas las fuentes de
intercomunicación, tales como la prensa, la radio y los viajes. El
objetivo interno de todo esto fue llevar a los seres humanos a un
mayor acercamiento en el plano externo de la existencia y así
equiparar objetivamente el desarrollo de la unidad espiritual
interna.
El tercero fue la afluencia de la fuerza de voluntad o poder, desde
el centro shambállico. Ésta, como he explicado anteriormente, es
hoy la fuerza más poderosa del mundo y sólo dos veces en la historia
del género humano ha aparecido esta energía de Shamballa,
sintiéndose su presencia mediante los enormes cambios que tuvieron
lugar. Recapitulemos brevemente.
La primera vez fue durante la gran crisis humana que tuvo lugar en
el momento de la individualización de los hombres en la antigua
Lemuria.
La segunda, en el momento de la lucha entre los "Señores de la Luz y
los Señores de la Expresión Material", en los días atlantes.
Esta poco conocida energía divina afluye ahora desde Shamballa.
Encierra en sí misma la energía que subyace en la crisis mundial del
momento. La Voluntad de Dios consiste en producir ciertos cambios
importantes y raciales en la conciencia de la raza, que cambiará
totalmente la actitud del hombre hacia la vida y su captación de las
esencialidades espirituales, esotéricas y subjetivas del vivir.
Esta fuerza producirá (conjuntamente con la energía del amor) esa
tremenda crisis —inminente en la conciencia humana— llamada la
segunda crisis, la iniciación de la raza en el Misterio de las
Edades, de lo que ha estado oculto desde el comienzo.
Aquí sería de interés considerar los tres grandes centros
planetarios y su relación en forma clasificada, a fin de obtener
una idea general más clara.
1. SHAMBALLA......................Voluntad o
Poder.................Centro coronario planetario. La Ciudad
Santa.................Propósito...Plan...................Glándula
pineal espiritual..
Aspecto Vida
REGENTE: Sanat Kumara, el Señor del Mundo
El Anciano de los Días Melquisedec
2. LA JERARQUIA...................Amor –
Sabiduría...............Centro cardíaco planetario. La Nueva
Jerusalén.............Unidad................................Unificación.
Conciencia Grupal REGENTE: El Cristo El Salvador del Mundo
3. LA HUMANIDAD.................Inteligencia
Activa.................Centro laríngeo planetario La Ciudad cuadrilátera.........Creatividad
Autoconciencia REGENTE: Lucifer Hijo de la Mañana El Hijo Pródigo
Esta energía de Shamballa está haciendo por primera vez, su impacto
sobre la humanidad, en forma directa y no aminorada como ha sucedido
hasta ahora, trasmitiéndola por intermedio de la Jerarquía de
Maestros. Este cambio de dirección constituyó un experimento algo
peligroso, ya que necesariamente estimuló las personalidades de los
hombres, particularmente aquellos cuyas personalidades estaban en
la línea de voluntad o poder, y donde el aspecto amor de la
divinidad no se expresaba suficientemente; sin embargo, fue
permitido porque se comprendió que no afectaría al hombre de la
calle o a las masas, las cuales no responderían a él, aunque podría
estimular e intensificar grandemente a los tipos de los hombres más
mentales y poderosos.
Los efectos de esta amplia estimulación fue todo lo que se anticipó,
y los así llamados "malos resultados" de la fuerza shambállica
sobre las personalidades ambiciosas y poderosas de todos los países
y todas las escuelas de pensamiento fueron, sin embargo,
contrarrestados en cierta medida por el acrecentamiento del sentido
de relación en todas partes y por la diseminación de la energía
crística que genera unificación, comprensión amorosa y buena
voluntad.
Aquí podrían preguntarse cómo puede ser esto, cuando la humanidad
está abrumada en este momento por una terrible guerra mundial. Les
recordaré que la Jerarquía llega a sus conclusiones por la luz
masiva y las reacciones subjetivas internas, a menudo inexpresadas
de la multitud, y nunca por los acontecimientos en el plano físico.
El destino de la vida de la forma y de las organizaciones externas,
es considerado de poca importancia si se los compara con el
desarrollo espiritual interno percibido. Este desarrollo debe
necesariamente sobrepasar las manifestaciones externas. La
humanidad está espiritual y mentalmente más avanzada hoy de lo que
se puede evidenciar por los acontecimientos externos. El primer
resultado de este desarrollo es eventualmente la destrucción de la
forma externa, porque demuestra ser inadecuada para la palpitante
vida interna espiritual; le sigue la construcción de la nueva y más
adecuada expresión externa. Esto explica la crisis mundial actual.
La causa está basada en cuatro factores principales, sobre los
cuales quisiera extenderme:
1. La etapa alcanzada en la evolución racial. Esto merece que hoy se
construya un mejor vehículo para la expresión humana y racial.
2. Las causas kármicas que —en cuanto a la humanidad actual
concierne pueden ser atribuidas a un antiguo conflicto de la vieja
Atlántida.
3. La llegada a la encarnación de ciertas poderosas personalidades
cuyo dharma o destino, es crear grandes cambios evolutivos.
4. Ciertos eventos planetarios relacionados con la vida de "Aquel en
Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". Éstos involucran
el impacto de Fuerzas y Energías sobre nuestro planeta, que serán
el instrumento para alterar la civilización y la cultura existentes,
llevar al punto culminante la necesidad kármica y planificar así la
liberación, presentando a la humanidad esa etapa en la experiencia
del discípulo, llamada "el encuentro del Morador en el Umbral con el
Ángel de la Presencia", induciendo, como consecuencia, a cierta
iniciación planetaria.
Estas cuatro etapas de la Ley de Causa y Efecto (tal como afecta a
la humanidad en este momento) podrían ser denominadas:
1. El perfeccionamiento de la expresión
de la forma........................................ Ley de
Evolución.
2. La precipitación del karma............... Ley de Causa y Efecto.
3. La realización de la personalidad (El
Morador en el Umbral)..................... Ley de los Polos
Opuestos.
4. La obtención de la iniciación planetaria................................................... Ley de la
Iniciación.
A esta altura quizás crean que soy un académico, que hoy la tensión
mundial es tal, que el amor, la simpatía y las palabras bondadosas,
son mucho más necesarias que la erudita retrospección histórica y
la hipótesis sugeridas. Sin embargo, trato de fomentar en ustedes el
espíritu de comprensión. Esta verdadera comprensión necesita el
conocimiento de la cabeza, así como también la reacción del corazón.
Los discípulos del mundo deben esforzarse por ver por qué y con qué
fin ocurren las terribles cosas actuales. Son necesarios una clara
expresión y un enunciado de las causas —libres de prejuicios
emocionales y énfasis partidistas. Lo que sucede actualmente no es
el resultado de hechos inmediatos. Cuando digo “inmediatos”, me
refiero a todos los ocurridos dentro de la era cristiana. Quisiera
que consideren la crisis actual como causada o iniciada por sucesos
de origen tan antiguo, que los historiadores ortodoxos modernos no
tienen el menor indicio de ello.
Sólo dos puntos de vista servirán realmente para aclarar lo que
sucede en esta época.
Primero, el reconocimiento de que la historia académica moderna
constituye sólo una página de un vasto registro histórico y que los
acontecimientos originantes que estamos investigando y que se
desarrollan ahora como efectos en la vida planetaria, pertenecen a
una era tan distante que ningún historiador moderno reconoce sus
episodios. La información sobre este período antiguo debe buscarse
en las numerosas Escrituras mundiales, en los antiguos monumentos,
en la ciencia de los símbolos, en los mitos raciales y en las
leyendas heredadas y trasmitidas.
Segundo, por el estudio del microcosmos, el hombre descubrirá que
contiene, como siempre, la clave para el estudio de los asuntos
humanos. Así como los aspirantes y discípulos actuales tienen que
pasar pruebas y experiencias y someterse a los efectos de
inexplicables conflictos y cambios drásticos en sus vidas, lo mismo
sucede con el aspirante mundial, la Humanidad.
A las dos razones, que anteceden, podría agregar quizás aquello que
tendrá significado y significación para los esoteristas y quienes,
de alguna manera, captaron la enseñanza que traté de dar en mis
libros sobre los tres centros mundiales —la Humanidad, la Jerarquía
y Shamballa. Esta crisis mundial está relacionada con el
acercamiento o la relación de la Jerarquía con la Humanidad. Ese
gran centro de fuerza espiritual, el Reino Humano, ha alcanzado
ahora un punto de tal potencia y de tan elevada actividad
vibratoria, que se ha sacudido hasta sus mismas profundidades; todos
sus grados y grupos evolutivos responden a la estimulación generada
dentro del centro mismo y también por Fuerzas que emanan de los
centros jerárquico y shambállico.
Esto precipita una crisis que no ha tenido ningún paralelo en la
historia humana, pero que encuentra un débil reflejo en la crisis
que sobrevino en el reino animal y ocasionó la formación de un nuevo
reino de la naturaleza —el humano. Como he dicho anteriormente, esta
crisis mundial actual, si se la encara y controla correctamente,
traerá la manifestación del quinto reino o espiritual en la Tierra.
Esto (como bien saben) se producirá por la unificación de los dos
centros —el centro humano y la Jerarquía. Una de las síntesis
planetarias mayores está teniendo lugar o, debería decir, puede
tener lugar (empleo las palabras con cuidado y les llamo la atención
sobre ellas).
Sería de utilidad extenderme algo más sobre las cuatro etapas de
las primitivas causas ya mencionadas. Al hacerlo puedo darles una
idea del propósito subyacente en todos los eventos actuales y una
comprensión de las condiciones predisponentes que se hallan muy
atrás en la noche de los tiempos. Si puedo hacerlo en forma adecuada
y ustedes leen y estudian con comprensión y mente abierta,
desaparecerá en alguna medida su perturbación natural, entonces
podrán ayudar a otros a atravesar con calma esta crisis y a tener
paciencia, buena voluntad, equilibrio y compasión. Por lo tanto,
consideremos estos cuatro puntos, pues creo que abarcaremos
suficientemente el campo para traerles por lo menos cierta medida de
luz. Luego trataré de explicar la significación de la Gran
Invocación y darles una idea de la naturaleza de las fuerzas
invocadas y del significado esotérico que estas palabras (tan
frecuentemente empleadas por ustedes) están destinadas a impartir.
La Causa de la Crisis Actual
Es bien sabido que la gran Ley de Renacimiento es la principal ley
controladora en todos los procesos de la manifestación. Rige la
expresión exotérica de un Logos solar o de un ser humano, y la
finalidad de este constante proceso es producir una forma cada vez
más perfecta para el creciente servicio que presta el alma. Por
primera vez, desde su creación, la familia humana está en situación
de ver por sí misma los procesos del renacimiento de una
civilización como expresión de la cultura espiritual en una etapa
determinada de la evolución. De allí la magnitud de esta crisis al
penetrar en la conciencia humana.
Muchas crisis menores, iniciando
experimentos específicos, tribales, nacionales y raciales, en la
renovación de la forma, continuaron y fueron registrados por algún
grupo dentro de una nación o por una nación misma (si es
suficientemente avanzada). Tal registro nacional se produjo por
primera vez en la Revolución Francesa. Estos registros de los
designios evolutivos tuvieron lugar con creciente claridad y
comprensión durante los últimos doscientos años. Tales crisis
ocurrieron prácticamente en todas las naciones en la época moderna,
siendo reconocidas, en cierta medida, por los historiadores que las
han ampliado, especulando con ellas los filósofos. Pero la crisis
actual es mucho más vasta, abarca a la mayoría de las naciones en
ambos hemisferios. Ninguna nación queda sin ser afectada en este
momento y los resultados son y deben ser registrados en algún
aspecto de la vida nacional.
Debido a la efectiva interrelación entre las naciones de todas
partes y a la rapidez de la intercomunicación, la actual es la
primera y mayor crisis internacional en los asuntos humanos y abarca
un período de veintiocho años (de 1914 a 1942), números
interesantes, porque 28 (4 X 7) son los años de un ciclo completo de
la personalidad. No deseo que por lo anterior infieran que el
período de lucha y conflicto activos deben necesariamente
prolongarse hasta 1942. No es así. La rápida terminación del
conflicto o su indefinida extensión, está en manos de la humanidad;
los hombres deben determinar cada vez más su propio destino, al
pasar de la etapa de la adolescencia a la de la madurez,
responsabilidad y realización. Este período de veintiocho años es,
sin embargo, de principal importancia, y mucho depende de los
próximos tres años.
Vuelvo a repetir que aún la misma Jerarquía, con todo su
conocimiento, visión y comprensión, y con todos sus recursos, no
puede ejercer coerción ni predecir lo que hará el género humano.
Puede estimular y estimula la recta acción; puede indicar e indica
la posibilidad y la responsabilidad; puede enviar y envía sus
instructores y discípulos para educar y conducir a la raza; pero en
ningún momento ni situación da órdenes o asume el control. Puede
extraer el bien del mal, y lo hace iluminando situaciones e
indicando la solución de un problema, pero la Jerarquía no puede ir
más allá de esto. Si asumiera un control autoritario, se
desarrollaría una raza de autómatas y no una raza de hombres
responsables, autodirigidos y con aspiraciones.
Esto debe ser
seguramente evidente para ustedes y puede servir para responder
preguntas en las mentes de los irreflexivos estudiantes ocultistas
de hoy. ¿Por qué la Jerarquía no pudo impedir esta catástrofe?
Indudablemente los Maestros de Sabiduría, que poseen el
conocimiento y el control de las fuerzas, podrían haber interferido,
pero al hacerlo hubieran quebrantado una ley oculta y obstaculizado
el verdadero desarrollo del género humano. Esto nunca lo harán. A
cualquier precio el hombre debe aprender a permanecer y a actuar
solo.
En vez de eso, habiendo los Maestros realizado todo lo que se
Les permitía, ahora permanecen al lado de la humanidad sufriente y
desorientada y —con la más profunda compasión y amor— ayudarán a los
hombres a corregir los errores que iniciaron, a aprender las
lecciones necesarias y a salir de esta crisis (que ellos mismos
precipitaron) enriquecidos y purificados en los fuegos de la
adversidad. Éstas no son trivialidades, sino eternas verdades.
Esta crisis mundial, con todo su horror y sufrimiento es —en último
análisis— el resultado de los procesos evolutivos exitosos. Estamos
dispuestos a reconocer que cuando ha transcurrido el ciclo de vida
de un hombre y ha aprendido las lecciones que la experiencia de
cualquier vida particular tuvo como fin enseñarle, su cuerpo físico
y los aspectos de la forma interna (suma total de la expresión de su
personalidad), empezarán a deteriorarse; los agentes destructores
dentro de la forma misma entrarán en actividad y oportunamente la
muerte tendrá lugar, dando por resultado la liberación de la vida
que mora en lo interno, a fin de que una nueva y mejor forma pueda
ser construida. Aceptamos lógicamente esto, ciega o
inteligentemente, considerándolo como un proceso natural e
ineludible, pero normal e inevitable. Sin embargo, nos inclinamos a
olvidar que lo que atañe al individuo atañe también a la humanidad.
Ciclos de civilización como el que llamamos nuestra civilización
moderna, son análogos a una particular e individual encarnación
humana, con su comienzo, progreso y crecimiento, su útil madurez y
su resultante deterioración y la consiguiente muerte o desaparición
de la forma.
Las formas están siempre abiertas al ataque. Una fuerte vida
subjetiva y un desapego espiritual, son las dos protecciones. Allí
donde la forma es más poderosa que la vida, --el peligro es
inminente; allí donde el apego al aspecto u organización material
prevalece, se pierden los valores espirituales.
Asistimos hoy a la muerte de una civilización o cielo de
encarnación de la humanidad. En todos los campos de la expresión
humana se ha establecido la cristalización y deterioración. Dogmas
religiosos caducos y el aferramiento de la teología y las iglesias
ortodoxas, ya no son suficientes para reclamar la lealtad de la
potente vida espiritual interna; la humanidad es profundamente
espiritual e innatamente religiosa, pero necesita una nueva forma
con la cual revestir las antiguas verdades.
Las viejas escuelas
políticas son consideradas inadecuadas y las nuevas ideologías
testimonian la fortaleza de la vida que va en busca de una expresión
más propicia; los sistemas educativos, habiendo servido su
propósito, son reconocidos rápidamente como inadecuados para
satisfacer la necesidad de la exigente vida de la raza; en todas
partes surge la demanda de cambios y de esas nuevas formas, en la
vida religiosa, política, educativa y económica de la raza, que
permitirá una expresión espiritual más libre y mejor. Tal cambio va
llegando rápidamente y algunos lo ven como la muerte —terrible y que
debe evitarse si es posible. En efecto, es la muerte, pero una
muerte benéfica y necesaria. Esta comprensión de la desaparición de
una civilización que da lugar a la constante y presagiante
exclamación: "Esto es la muerte de la civilización, y no debe ser".
"Esto es el fin del orden, y el antiguo orden debe ser salvado",
"Esto es la destrucción de los antiguos y apreciados valores, y no
debe permitirse".
En efecto, es verdad que la humanidad está creando este imperioso
cambio en forma innecesariamente cruel y dolorosa, así como lo es
también que los seres humanos, por sus pensamientos erróneos,
insensatos hábitos de vida física y actitudes emocionales
indeseables, precipitan ciertamente un derrumbe físico final, y
eventualmente la muerte. Sin embargo, para el progreso del alma del
individuo y de la humanidad, la muerte es inevitable, buena y
necesaria; es además una práctica con la cual estamos todos
familiarizados por nuestra propia experiencia y por observarla en
los demás. Pero es necesario recordar que la peor muerte de todas
(en lo que a la humanidad concierne) sería si una forma de
civilización, o un cuerpo, llegara a ser estática y eterna, si el
antiguo orden nunca se alterara y si los antiguos valores no se
trasmutaran en superiores y mejores, eso sería realmente un
desastre.
Debe recordarse también que las fuerzas de la destrucción o muerte,
son duales: primero, la vida que surge y se desarrolla rápidamente,
demandando más espacio para una mayor expresión y experiencia, y su
aspiración espiritual para el cambio y progreso; segundo, las
fuerzas reaccionarias y las actitudes conservadoras que se adhieren
a lo bien conocido y familiar y detestan lo nuevo, incomprobado y
desconocido. Ambas producen la gran divina transición del pasado al
futuro y de lo viejo a lo nuevo, de la experiencia a la
fructificación y luego, nuevamente, a la experiencia. Las realidades
son eternas e imperecederas; las formas, efímeras y temporarias; el
alma es persistente e inmortal; la forma, mutable y está condenada
a morir. Los procesos de la evolución demostraron tener éxito en el
pasado y lo tendrán en el futuro para que las formas nazcan, maduren
y mueran.
Pero (y éste es un punto interesante y significativo) por primera
vez, la humanidad es consciente del proceso. Por primera vez ha
decidido inteligentemente observar lo que está sucediendo y
relacionarlo con la experiencia y el medio ambiente. Esto en sí
indica una etapa de verdadero desarrollo y muy deseable. El
razonamiento, el análisis y la presentación de distintos puntos de
vista, están teniendo lugar en todos los países en gran escala, con
variados resultados, basados en diferentes temperamentos de
tradición, desarrollo y entrenamiento.
Esta etapa de muerte y nacimiento (pues ambos tienen lugar
simultáneamente) puede ser fácilmente comprendida por el esoterista
al estudiar la guerra mundial en sus dos períodos característicos:
1914 1918 y 1939 1942. La primera etapa (si pudieran ver la
situación tal como realmente es) fue muy definidamente la etapa de
la muerte; la segunda etapa, en la que nos encontramos ahora, es
literalmente la etapa del nacimiento, o los dolores del parto del
nuevo orden y de la nueva civilización, mediante los cuales puede
expresarse el sentido de la vida de la humanidad. La madre muere
para que el niño pueda vivir; la forma es sacrificada a la vida.
Pero el aspecto forma, la Madre o el aspecto materia, está muriendo
conscientemente y así, tan conscientemente, el niño, la infantil
civilización, está viniendo hoy a la existencia. Esto es lo nuevo,
en lo cual todos participamos. Es la muerte de la personalidad de la
humanidad y la llegada del alma.
Una muerte así es siempre un proceso penoso. El dolor ha sido
siempre el agente purificador, empleado por los Señores del
Destino, para traer la liberación. El dolor acumulado de la guerra
actual y el heredado de la etapa anterior (comenzó en 1914), está
produciendo una saludable y mutable conciencia mundial. El Señor
del Dolor ha descendido de Su trono y huella hoy los caminos de la
Tierra, trayendo angustia, agonía y terror, a quienes no pueden
interpretar Sus fines, pero también vuelve a estimular el instinto
de la autoconservación que —en su aspecto superior— es el instinto
hacia la inmortalidad; tiende a enfocar la atención de la humanidad
en el aspecto vida y no en la forma. Los nombres de los Señores del
Karma significan simbólicamente y desde el ángulo de su significado
interno: Relación, Iluminación, Dolor y Retorno. Reflexionen sobre
esto. Ahora Ellos están particularmente activos, y en Su actividad
reside la esperanza de la humanidad.
Antiguos Acontecimientos Kármicos
No tengo la intención de explicar o elaborar el tema del Karma.
Este tema ocultista, aunque fundamentalmente exotérico, la Ley de
Causa y Efecto, evoca un reconocimiento general cuando así se la
denomina. Cuando se la llama Ley del Karma, es inmediatamente
considerada como misteriosa, oriental y nueva. Llamada (como sucede
a veces) Ley de Retribución, se le agrega un significado totalmente
erróneo. El karma de la humanidad ha descendido hoy sobre ella. Sin
embargo, recordaré que el continuo énfasis puesto sobre los aspectos
malevolentes del karma, produce una equívoca impresión e impide que
se capte plenamente la verdad.
Existe karma tanto bueno como malo;
aún en la situación mundial actual, el buen karma que emana del alma
de la humanidad equilibra al malo que viene del aspecto material y
es sobreestimado constantemente. Es el ritmo de la materia en
contraposición al ritmo del alma y constituye las causas
iniciadoras del conflicto actual, tanto en las vidas individuales
como en la situación mundial general. Cuando esto sea adecuadamente
comprendido, la verdadera imagen podrá emerger en sus corazones y
mentes con mayor claridad.
En un esfuerzo por aclarar la imagen, tendré que pasar por alto
muchos detalles esenciales, y me veré también forzado a adoptar la
siempre debatible posición de hacer enunciados que no pueden ser
comprobados, cuyos argumentos se basan exclusivamente (en lo que al
pensador común se refiere) en la deducción de los efectos producidos
por causas que no las ve quien no posee iluminación oculta. En el
futuro, el hombre desarrollará esa actitud mental que considerará
las causas como de mayor importancia que los efectos; entonces
aprenderá a considerar cuidadosamente los primeros pasos al iniciar
cualquier línea de acción, meditando sobre la misma y deduciendo los
efectos probables antes de dedicarse a cualquier acto específico.
Sólo por el dolor, el error y el consiguiente castigo, se llegará a
esta saludable etapa.
Lo que hoy sucede se debe en primer lugar a la dualidad esencial
del hombre; en segundo lugar, a ciertas líneas principales de
separación creadas por este dualismo esencial, en una primitiva
etapa de la historia humana y, en tercer lugar, a la creciente
tendencia hacia la síntesis que la afluencia de la fuerza de
Shamballa está produciendo actualmente. Éste es el enunciado más
simple que me es posible hacer respecto a este complejo problema.
Con amplias generalidades abarco el pasado, indico los efectos que
estamos experimentando en el presente y predigo el futuro.
La venida a la encarnación del ser humano espiritualmente
autoconsciente, es la causa incitante del conflicto actual. Si los
hijos de Dios no hubieran "penetrado en las hijas de los hombres"
(forma bíblica y simbólica de expresar la gran relación entre el
espíritu y la materia, establecida en el reino humano), si las
entidades espirituales, la humanidad misma, no hubiesen tomado para
sí formas materiales y el elemento positivo espiritual no se hubiera
apegado al aspecto material negativo, el conflicto mundial actual no
tendría lugar.
Pero el Plan divino de la evolución estaba basado en
el logro de esta relación entre el hombre espiritualmente
consciente y el aspecto forma, y así entró en actividad la gran Ley
de Dualidad, dando lugar a la "caída de los ángeles", al descender
desde su estado de existencia liberada e inmaculada, a fin de
desarrollar la plena conciencia divina en la Tierra, a través de la
encarnación material y el empleo del principio mente. Éste fue el
Plan divino, emanado de la Mente de Dios y lanzado a la actividad y
al desarrollo, progresivo por un acto de Su Voluntad. En su
comienzo, tuvo lugar la original "guerra en los cielos" cuando los
hijos de Dios, que respondieron al anhelo divino de experiencia,
servicio y sacrificio, se separaron de los hijos de Dios que no
respondieron a esa inspiración y eligieron permanecer en su estado
del ser original y elevado.
El Cristo Mismo dio testimonio de esta
verdad, en la historia del Hijo Pródigo y su relación con su hermano
mayor, que no había dejado el hogar del Padre. Por esta parábola se
evidencia dónde estaba la aprobación del Padre. Un estudio cuidadoso
de esta historia y una comprensión intuitiva de sus implicancias,
pueden evocar algún día una respuesta al “pecado de la experiencia”
como ha sido llamado, y llevar a una comprensión de las dos leyes
principales que rigen el proceso: la Ley de Evolución y la Ley de
Renacimiento. Aquí está la principal causa iniciadora de lo que está
teniendo lugar ahora.
La segunda causa surgió lentamente de la primera. La materia y el
espíritu, enfocados en la familia humana, y expresando sus
cualidades básicas y naturaleza esencial, estaban eternamente en
conflicto. En las primeras etapas y durante el largo ciclo
lemuriano, la infante humanidad evolucionó constantemente y, sin
embargo, a pesar de las separaciones presentes, no fueron
reconocidas. La latente chispa de la mente sólo sirvió para llevar
una relativa iluminación a los cinco sentidos y su aplicación
puramente física. La vida física era fuerte; la vida deductiva, el
propio registro de la vida, era prácticamente nulo.
En ese entonces
la vida de la humanidad estaba enfocada en el cuerpo físico, y se
fortificaba y estimulaba la naturaleza animal, desarrollándose el
organismo físico y los distintos órganos internos, por el
desarrollo de los cinco sentidos; el hombre se convirtió
primordialmente en un animal egoísta y agresor, sin embargo, a veces
tenía vagas tendencias hacia algo tenuemente presentido como mejor,
y momentos de deseos elevados, que no eran la aspiración ni el
anhelo de progreso, tal como los conocemos, sino sus formas
embrionarias.
Al hombre moderno no le es posible visualizar o comprender tal
estado de conciencia, pues lo ha dejado muy atrás. El foco de esta
fuerza vital estaba también en la región de las glándulas
adrenales, produciendo la bravura animal y la resistencia al
choque. Pero el dualismo de la naturaleza esencial del hombre estaba
presente como siempre, apareciendo gradualmente las líneas de
separación; lenta, aunque constantemente, las almas precursoras
(una minoría muy reducida) trasladaron en forma gradual su
conciencia, elevándola hasta el plexo solar, y se produjo el
reconocimiento del factor deseo por lo que era material y también la
capacidad de reaccionar emocionalmente. Hasta entonces el deseo y el
instinto fueron idénticos en los tiempos lemurianos. Reflexionen
sobre esto, pues es interesante y concierne a un estado de
conciencia del cual el hombre moderno prácticamente nada sabe. Pero,
en la época atlante, las líneas de demarcación, entre lo que
constituía la vida puramente física y lo que —aunque todavía
material— podía ser la meta alcanzada por el esfuerzo, empezaron a
controlar la naturaleza puramente animal; el hombre empezó así a ser
adquisitivo y a rodearse de lo que deseaba. Entonces las líneas de
separación entre el animal instintivo y el hombre adquisitivo,
empezaron a definirse con más claridad.
Entre estos precursores se desarrolló gradualmente el elemento
mental, así como se está desarrollando hoy el elemento intuitivo
entre los tipos mentales; los hombres comenzaron a adquirir alguna
forma de percepción mental y a utilizar la poca mentalidad que
poseían, en el proceso de acrecentar sus posesiones materiales. Se
inició la etapa de la civilización (que básicamente es el
reconocimiento de la relación grupal). Un período de existencia
urbana reemplazó al de una existencia puramente nómade y agrícola.
Los hombres se congregaron para un mayor bienestar y protección
materiales e iniciaron los procesos rítmicos de concentración,
extendiéndose mundialmente. Estos ciclos son análogos a los de
inhalación y exhalación del organismo físico del hombre.
Algún día
se hará un estudio de estos factores básicos y controladores de la
existencia humana, la dispersión o descentralización de la vida de
la comunidad, o la expresión del instinto de rebaño en una vuelta
superior o inferior de la espiral de la existencia. Los últimos cien
años han visto el surgimiento de un grave problema en la actual
tendencia de la humanidad a reunirse en grandes ciudades y a
congregarse en vastos rebaños, dejando el campo despoblado de
habitantes y creando serios problemas de alimentación, salubridad y
delincuencia. Este ritmo está cambiando actualmente ante nuestros
ojos y soluciona un serio problema: las ciudades son evacuadas y
—debido a que los hombres y las mujeres son impelidos hacia el campo
por alguna razón— los señores de la evolución están interrumpiendo
forzadamente e1 ritmo de esa concentración, y lo sustituyen por el
ritmo de la dispersión. Esto contribuirá grandemente al bien de la
raza y facilitará el desarrollo de la síntesis subjetiva, que
enriquecerá notablemente a la humanidad y dará nuevos valores a la
vida.
Las líneas de separación entre la naturaleza animal instintiva y
alguna forma de deseo (aspiración embrionaria), aumentaron
continuamente durante la época atlante, y esta primitiva
civilización empezó a manifestar su propia nota y a establecer
nuevas normas de bienestar material y control egoísta, en mayor
escala cada vez, a medida que se desarrollaba la existencia urbana.
Quizás sea difícil visualizar un mundo tan densamente habitado como
el mundo moderno, pero lo estaba. Debido a que dominaba la
naturaleza animal, la tendencia llevaba a la relación sexual y a la
procreación de grandes familias, así como sucede en la actualidad
entre las clases inferiores de nuestras zonas civilizadas, pues los
campesinos y los barrios bajos producen más hijos que los
intelectuales. En esos lejanos días, las únicas personas que tenían
cierta medida de inteligencia eran los discípulos e iniciados;
guiaban y protegían a la humanidad infantil, similarmente a como los
progenitores modernos guían y protegen a sus hijos y a como el
Estado asume la responsabilidad por el bienestar de la nación.
Entonces la Jerarquía estaba presente en la Tierra como reyes
sacerdotes, que actuaban como puntos focales de energía atractiva,
atrayendo hacia sí a aquellos cuyos valores más intangible asumían
lentamente un vago control, definiendo con más claridad las líneas
de separación entre el materialismo y la espiritualidad.
Cabe recordar que la espiritualidad de entonces era muy diferente
de la que hoy se conoce con ese nombre. Era una especie de
aspiración hacia un presentido más allá, hacia la satisfacción de la
belleza y la integridad de la emoción. No había reflexión —tal como
la conocemos— en esta actitud, sino sólo una tendencia hacia lo
inalcanzable, pero presentido, y lo que era deseable. La Jerarquía
fomentó esto en los pueblos, mediante el don de la invención y el
empleo de las masas instintivas en la construcción de grandes y
bellas ciudades y estupendas estructuras, cuyas ruinas subsisten
hoy, y fue realizado bajo la guía experta de los iniciados y adeptos
que emplearon los conocimientos que poseían acerca de la naturaleza
de la materia y de la energía, para producir muchas cosas que
actualmente el hombre trata a tientas de descubrir y hacer posible.
Todo lo que posibilitaron los modernos procesos de la civilización y
mucho más de lo que hoy se clasifica como descubrimiento
científico, era conocido en la antigua Atlántida, pero no fue
desarrollado por los hombres, sino conferido como un don gratuito,
muy parecido a como la gente obsequia a un niño cosas bellas y
maravillosas con las cuales se deleita y las emplea, aunque sin
comprenderlas. En todas partes había grandes y bellas ciudades
llenas de templos, y grandes edificios (de los cuales las ruinas de
los caldeos y babilonios constituyen sus restos degenerados, cuyo
vástago es el moderno rascacielos). La mayoría de nuestro
conocimiento científico moderno era poseído por estos reyes
sacerdotes, y constituía para las masas, un maravilloso tipo de
magia.
La salubridad, la higiene, los medios de transporte y las
máquinas voladoras se desarrollaron, y eran de un orden muy
elevado, pero no fueron la realización del hombre sino dones de la
Jerarquía, desarrollados o construidos bajo una sabia guía. Eran
controlados el aire y el agua, porque los guías sabían cómo
controlar y dominar las fuerzas de la naturaleza y los elementos,
pero nada de ello fue resultado de la comprensión, conocimiento o
esfuerzo humano. Las mentes de los hombres no estaban desarrolladas
ni eran adecuadas para semejante tarea, como no lo está la mente de
un infante.
La separación entre los dos grupos (uno, expresando las fuerzas del
materialismo y el otro la energía de la luz) aumentó gradualmente,
hasta que al finalizar la era Atlante era tan amplia y la línea de
demarcación entre las dos escuelas de la vida y del pensamiento tan
clara, que se precipitó una crisis en ese civilizado mundo de
entonces, de la cual el conflicto actual es su efecto definido.
Esperamos también que constituya la culminación, y de que no vuelva
a ocurrir. Entonces tuvo lugar la gran guerra entre los Señores de
la Forma y los Señores del Ser, o entre las Fuerzas de la Materia y
la Gran Logia Blanca. Un cuidadoso estudio resultará iluminador,
particularmente si se lleva a cabo detenidamente.* Para nuestra
comprensión, la explicación puede parecer vaga y oscura, pero los
asuntos en esa época eran claros. Las Fuerzas de la Luz triunfaron
porque la Jerarquía se vio obligada a intervenir poderosamente y,
con ayuda de ciertas grandes Vidas extrañas a nuestra vida
planetaria, llevaron la civilización atlante a un abrupto fin,
después de un largo período de caos y desastre. Esto tuvo lugar por
intermedio de una culminante catástrofe que barrió de la faz de la
tierra a cientos de miles de seres humanos. Este acontecimiento
histórico ha sido preservado en la leyenda universal del gran
diluvio.
En La Biblia se habla simbólicamente de los que sobrevivieron, como
también los que fueron salvados en el Arca de Noé, y los antiguos
escritos lo describen en los siguientes términos:
"Así como la serpiente dragón, que desenrosca lentamente su cuerpo,
así los hijos de los hombres, guiados por los Hijos de la Sabiduría,
desdoblaron sus pliegues como corriente de agua dulce... Muchos
medrosos perecieron en el camino. Pero la mayoría se salvó."
Un detenido estudio del relato dado en La Doctrina Secreta, revela
el estado de desarrollo inmaduro (desde el ángulo de las normas
modernas) y el enfoque básicamente emocional y físico de la
humanidad de ese período; mostrará también la capacidad mágica del
hombre para subyugar y controlar los reinos subhumanos y las fuerzas
elementales del planeta. Ambos ángulos fueron estudiados.
Sin embargo, el énfasis se puso correctamente sobre la
interferencia e intervención divinas; esto pudo salvar una minoría
éticamente sana (la palabra "espiritual" no es aplicable aquí,
excepto en forma relativa) y destruir a quienes estaban
erróneamente enfocados u orientados y, por lo tanto, también
dedicados a la vida de aspiración y percepción materiales.
El núcleo salvado, formó la base de nuestra actual raza raíz, la
Aria. Todo el tema de El Antiguo Testamento se desarrolla alrededor
de la evolución y crecimiento de este núcleo. Hablando
simbólicamente, los habitantes del arca y sus descendientes y la
raza judía, representan el resto de la humanidad que se salvó
—salvada por la Gran Logia Blanca a pesar de ellos mismos y frente a
tremendas dificultades.
Aquí dos cosas merecen atención. La primera y menos importante,
desde el punto de vista del alma, es la desaparición de la faz de la
Tierra de, prácticamente, todo indicio de la maravillosa
civilización atlante, excepto esos pocos tesoros arqueológicos que
intrigan e interesan a los modernos investigadores, además de esos
vagos recuerdos de antiguas realizaciones científicas que conducen
al estudiante moderno a la investigación e invención y lo incitan al
descubrimiento y a la producción de lo que llamamos los triunfos de
la ciencia moderna.
La segunda es que, para bien de la humanidad, la Jerarquía se retiró
a segundo plano, dejando al hombre abrirse camino fuera del
espejismo y la ilusión del materialismo con métodos correctos, y
eventualmente eliminar las antiguas separaciones. La guerra debe ser
llevada a su culminación y expresión finales, teniendo en vista que
debe ser descartada definitivamente como medio de lograr los fines
deseados.
* La Doctrina Secreta, T. III, Págs. 257 426.
La Era Moderna
Quisiera detenerme aquí y recordarles uno o dos puntos que deberían
ser reconocidos a medida que encaramos esta era moderna donde
tienen lugar todos estos efectos culminantes. Los describiré concisa
y claramente.
Las líneas de separación entre el materialismo y la espiritualidad
(como ahora entendemos los términos) se han aclarado
acrecentadamente. Dos cosas han tendido a crearlo. Primero, el
pronunciamiento de los Diez Mandamientos. Éstos, aunque negativos en
su forma y dogmáticos en su actitud, esclarecieron adecuadamente
los asuntos y las actitudes requeridas. Debido a la relativamente
inferior etapa de la inteligencia humana universal, en la época en
que fueron dados (pues las fechas bíblicas no son correctas y la de
su pronunciamiento es mucho más antigua de lo que se cree) se los
expresó bajo la fórmula “Tú no. . .” dirigiendo así la atención
humana a la expresión material de las tendencias materialistas. En
días futuros, los Diez Mandamientos serán expresados a la inversa,
de la cual el Sermón de la Montaña y las Bienaventuranzas son la
forma embrionaria.
Segundo, la Jerarquía se retiró para que la humanidad, una vez
alcanzada la madurez y la edad del propio albedrío, no fuera
impedida ni obstaculizada por la coerción y la indebida protección,
sino que expresara sus principales características divinas; de
éstas, el libre albedrío y el empleo discriminador de la mente, son
las cualidades sobresalientes. En los días atlantes no existía libre
albedrío. Ahora hay una tendencia al libre albedrío (observen este
término) y la denominamos libertad e independencia, libertad de
pensamiento y derecho del individuo para determinar las
disposiciones que controlan o deberían controlar al grupo del cual
forma parte. Todos estos son atributos y cualidades del libre
albedrío, pero no el principio divino del libre albedrío en sí. Poco
sabemos sobre él. Sólo los discípulos e iniciados del mundo conocen
el verdadero significado e implicación de la libertad de elección y
del correcto empleo de la voluntad, y esto porque están motivados
por el bien grupal y la necesidad de la mayoría.
La prueba a la cual había de ser sometida la humanidad, y es hoy el
factor controlante, era si —dado el desarrollo y conocimiento
mentales— consagraría ese conocimiento y su realización científica y
mental al bien grupal o a fines egoístas, a los asuntos materiales,
o a los incentivos e impulsos espirituales. Este antiguo conflicto
ha sido llevado ahora a otro campo de la expresión humana, el de la
mente —ya que la raza ha progresado y las personalidades de los
seres humanos han alcanzado una etapa elevada de integración y
realización— se ha hecho muy agudo, y ahora que es tan completo el
esclarecimiento de las cuestiones y está tan bien definido el
alineamiento de los oponentes en dos grupos, es posible la lucha
final.
La mayoría de las personas inteligentes del planeta se dan cuenta
hoy de la actuación inteligente y de la capacidad de la generalidad
para presentar a la mente las condiciones subyacentes, aunque su
punto de vista esté necesariamente matizado por las tradiciones
nacionales, las ideas y políticas heredadas, como también por el
control y las tendencias del medio ambiente, la raza ha avanzado
mucho hacia su emancipación final. Por lo tanto, hay cierta medida
de libre albedrío y esto constituye un factor enteramente nuevo y un
desarrollo muy satisfactorio. Les recordaría un punto muy
importante y es que las masas —la clase media, burguesa y
proletaria (empleo estas palabras en su sentido general y
simplemente debido a su significado y significación)— siguen siendo
víctimas de la autoridad del control, y permanecen relativamente
irreflexivas e infantiles.
Esto significa que el verdadero conflicto
es entre una pequeña minoría, para la cual los asuntos son
claramente iluminadores, y que definidamente se ha alineado con
cualesquiera de las fuerzas en lucha. Un simple puñado de hombres,
los descendientes directos, o más bien las reencarnaciones de los
conductores del antiguo conflicto atlante, se hallan ahora en la
tierra dirigiendo las fuerzas de la luz o de la oscuridad, trayendo
a la existencia millones de hombres que apoyarán directamente a sus
conductores, y cuya voluntad será la de ellos.
Las líneas de separación se han extendido constantemente y puede
decirse ahora que una parte de la humanidad está orientada hacia
los valores superiores altruistas y espirituales, cuyas notas clave
son el sacrificio, el bien grupal y la comprensión mundiales, y la
otra está enfocada predominantemente en lo material, cuyos objetivos
son egoístas, animados por la ambición y el espíritu de adquisición.
La gravedad de esta situación y la amplia extensión de la
separación, indujeron a la Jerarquía observadora a dejar que afluya
directamente al mundo (no obstante el riesgo que implicaba) la
fuerza de Shamballa. El objetivo fue estimular el libre albedrío de
las masas; el resultado fue relativamente bueno, pues condujo a la
formulación y expresión de las grandes ideologías mundiales
—fascismo, democracia y comunismo, así como también a esa mezcla
peculiarmente distorsionada de fascismo y comunismo que actúa con
el nombre de hitlerismo o nazismo. Todas estas ideologías son
fomentadas por el deseo de las masas de mejorar la condición en la
cual vive la población de cualquier país, y se ha enfocado en forma
expresiva y creadora por la influencia que ejerce la fuerza de
Shamballa.
Pero otro resultado de esta afluencia de voluntad al
poder, fue la estimulación de cierto grupo de personalidades
destacadas en muchos países, de manera que asumieran el control de
las masas y pudieran determinar las definiciones y los métodos
—religiosos, políticos y sociales— de las diferentes naciones. Un
grupo relativamente pequeño de personas, en cada nación, decide
todas las cuestiones importantes y determina las principales
actividades nacionales. Lo hacen ya sea por la fuerza, el terror y
el engaño, o por la persuasión, las bellas palabras y la aplicación
de móviles ideológicos. Los Señores del Destino aprovechan esta
situación de modo de llevar a un fin el antiguo conflicto y permitir
que la humanidad entre en la nueva era acuariana, relativamente
libre y con una más clara comprensión de las correctas metas y
relaciones humanas y del futuro predestinado del hombre.
No tiene ningún valor atribuirle relación al actual conflicto
mundial y a los guías mundiales, con el conflicto y los conductores
de la época atlante. Basta decir que muchas de las mismas
personalidades (en una vuelta más elevada de la espiral) desempeñan
nuevamente diversas partes en el gran drama. De nada les serviría ni
comprenderían mentalmente la situación, si acentuara los detalles de
esta gran guerra y su analogía moderna; tampoco tendría para mí
ningún valor comparar los antiguos métodos y los métodos modernos
por los cuales una de las partes lleva adelante la lucha por la
supremacía. No están en situación de verificar lo que digo o
controlar la exactitud de mis enunciados, sin embargo, el punto de
mayor importancia es llegar a una clara comprensión de lo que está
en juego y a una justa apreciación de los valores involucrados y
también a una correcta captación de los ideales que animan a ambos
grupos antagónicos.
En los días atlantes, se dijo que la lucha era entre las Fuerzas de
la Oscuridad (la así llamada "Logia Negra de Adeptos") y las Fuerzas
de la Luz (denominadas Gran Logia Blanca, la Jerarquía de Maestros).
En aquel entonces era aproximadamente verdad, pues el conflicto se
libró entre dos pequeños grupos, siendo las masas simplemente ciegas
y miserables víctimas de la lucha y de la situación.
Ahora no es posible ni apropiadamente admisible establecer tal clara
diferencia entre las fuerzas comprometidas. Ninguna nación o grupo
de naciones puede ser clasificado en una amplia generalización como
blanco o negro. No olviden esto. Sólo hablan así quienes no tienen
visión y poseen un espíritu intolerante y partidista. Todas las
naciones contienen millares de personas que pertenecen a la
categoría de los que son impelidos por las Fuerzas de la Luz y, en
consecuencia, responden normal y fácilmente al concepto de la buena
voluntad, al deseo de rectas relaciones entre todos los hombres y al
ideal del verdadero entendimiento internacional y mundial. En todas
las naciones existen aquellos a quienes no les atrae esta situación,
y hallándose aún en la oscuridad, no ven los verdaderos problemas.
Éste es un enunciado real. Una mayoría trata de lograr el
establecimiento de la buena voluntad y el entendimiento, pero —como
he señalado en escritos anteriores— es relativamente fútil para
controlar todavía la situación o para obligar a sus conductores a
seguir la voluntad al bien de las masas. Son inspirados o protegidos
por la Jerarquía de la Luz y con ellos debe llevarse adelante la
tarea de estimular la libre expresión de esta buena voluntad, cuando
el conflicto llegue a su fin.
Respecto al otro grupo, tenemos los que por inclinación o antiguo
karma descienden de los Señores de la Oscuridad; sus acciones e
ideales hacen posible la actividad de las fuerzas del materialismo.
Quisiera que observaran esta forma de expresión. Aún el más
peligroso de estos descendientes es, sin embargo, consciente de
alguna forma de idealismo, pero se han extraviado y responden
plenamente a la voluntad de poder (poder en el plano físico
mediante la actividad de la forma). Esto es estimulado por la
afluencia de la energía shambállica.
Debido a estas reacciones y
tendencias, constituyen puntos focales para esas Vidas y Energías
inherentes a la materia misma, cuya influencia y trabajo están
dedicados a la conservación de la forma y de todo lo que existe. Se
esfuerzan constantemente por anular lo nuevo y detener la evolución
y el desarrollo de la conciencia humana. No olviden que la verdadera
cuestión reside en el campo de la conciencia y que la lucha es entre
la forma y la vida dentro de la forma, y entre el progreso, que
conduce a la liberación del espíritu humano, y la actividad
reaccionaria, que lleva al aprisionamiento de la conciencia humana y
a restringir su libre expresión.
Haría aquí una pausa y les pediría solemnemente no ampliar las
líneas de separación, ubicándose, ustedes y todos los que siguen su
misma ideología, del lado de las Fuerzas de la Luz, y a las demás
personas y sus ideologías, con las cuales ustedes quizá no estén de
acuerdo, del lado de las Fuerzas de la Oscuridad. El problema es, en
último análisis, el derecho a expresar la voluntad al bien, el
derecho a expresar relaciones humanas, no obstaculizadas por las
barreras territoriales y hábitos mentales nacionales; involucra el
derecho y la sentida necesidad de manifestar amor a todos los seres,
y de esa manera desarraigar todo odio y separatividad.
Concierne al
derecho de todas las naciones a vivir en paz con sus vecinos y en
armonía entre sí, expresar la verdadera y subjetiva síntesis de la
humanidad y a no anteponer posesiones, fronteras, cultura, poder y
ambición nacionales, al bien general y a la felicidad del mundo de
los hombres. Éste es el problema real y subyacente. Todos los
desafíos nacionales, llamados patrióticos, son simples tentativas
de los conductores de todas partes para mantener al pueblo en una
línea particular de pensamiento y de acción. Asegurar el mundo para
la democracia, tener un lugar para vivir, defender los derechos de
las pequeñas naciones, conservar el equilibrio del poder, oponerse
a la fuerza con la fuerza, restablecer las antiguas e históricas
fronteras, imponer alguna cultura considerada deseable, evitar la
destrucción económica, mantener los objetivos e intereses
nacionales, son todos puntos de discusión de los conductores
actuales.
Pero la verdadera cuestión intangible es hallar Quién
dirija. ¿Qué camino tomará la humanidad? ¿Seguirá el camino del
altruismo, expresado en la disposición de actuar siempre en bien de
todos, promoviendo así el entendimiento y la unidad mundiales, o el
camino del egoísmo y de la agresión, expresados en un intenso
nacionalismo, sacrificando los verdaderos y superiores valores de
emancipación, independencia y libertad de pensamiento? Este egoísmo
puede manifestarse como agresión, o una neutralidad activa. Las
naciones que no participan en esta lucha, perderán mucho y
—ensanchando su propia lucha egoísta y oscureciendo la real
situación con hermosas palabras— ayudarán a prolongar la lucha,
evitando que su propio pueblo aproveche una oportunidad útil.
Señalaría también que así como en todas las familias, empresas
comerciales y organizaciones, existen los que constituyen puntos de
autoridad enfocada y son los diseñadores de las actividades
planificadas, también dentro de ese grupo o cuerpo organizado,
denominado humanidad, tenemos puntos focales similares o aquellos
que planifican, dirigen y producen los acontecimientos y eventos
externos, que están en el período de realización de la personalidad
–ese momento en que los seres humanos, habiendo alcanzado la
integración y una fusionada expresión de sentimiento, percepción y
mente, trabajan en forma activa y efectiva en el plano físico. Estos
puntos focales son empleados para producir dos grandes cambios en el
mundo; primero, la fusión y mezcla de los pueblos y la minorías, a
fin de que los imperios coordinados y las naciones cultas empiecen a
aparecer en todas partes y, segundo, el cambio de fronteras y la
alteración de límites para dar lugar a un completo reajuste del mapa
del mundo, en Asia, Europa y África.
Evidentemente, se observará que existen tres métodos o modos
principales para producir estas fusiones. Gran Bretaña, los Estados
Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(U.R.S.S.), están desarrollando el principio de federación, de
relación y de fusión de cuerpos en conjuntos concentrados, que
responden a la misma inspiración, pero empleando sus propios métodos
especializados para obtener los fines deseados. No se sorprendan de
que incluya a Rusia en esta triplicidad. Su ideología es
fundamentalmente tan sana como la de los demás grupos, pero la
diferencia reside en los factores de la personalidad y en el modo
de aplicar la ideología. El control ejercido por personalidades
poderosas y peligrosas y el empleo de métodos de fuerza y crueldad,
fueron evitados en los primeros dos grupos de naciones, y la razón
se halla en la fuente de inspiración que produce los efectos. Otra
razón reside en que se ha ubicado el poder en manos de quienes
históricamente no están preparados para gobernar y en la de aquellos
cuya pasada evolución los condujo hasta ahora sólo a la etapa
infantil de la evolución.
Sin embargo, en estos tres grupos deben observarse muchas cosas
interesantes. Una de ellas es que Gran Bretaña representa una
fusión, cuyos cimientos fueron establecidos en un largo pasado
histórico de preparación para gobernar; otro, el de los EE.UU.,
representa una fusión que está en desenvolvimiento y desarrollo en
el presente, cuyos experimentos son nuevos, aunque empleando
factores de cada nación de Europa; la U. R. S. S., a su vez,
representa la fusión venidera o síntesis futura. En los tres,
tenemos una expresión interesante e inmediata de los tres aspectos
divinos; cada uno inspira y colora la civilización embrionaria.
Gran Bretaña expresa la voluntad de poder, pero, a causa de la edad
y la experiencia adquirida a alto precio, está hoy suavizada por la
justicia y una creciente comprensión de la necesidad humana, siendo,
a su vez, en el pasado y durante muchos siglos, resultado del
control por la aristocracia, con su paternalismo, conservadorismo y
métodos de lento reajuste. Los EE.UU. expresan la voluntad de amar
que se demuestra como capacidad para absorber vastamente elementos
divergentes y, sin embargo, presentar igual oportunidad a todos.
Esto se produce mayormente debido a que el control en esta
federación de estados, está en manos de la burguesía, con sus metas
financieras, su poder de determinar las condiciones de vida y su
veloz y simpático contacto con la vida.
Su método no es el de un
ajuste lento, sino de rápida asimilación. En ese país la gente es
muy sensible a la influencia de la Jerarquía. La U.R.S.S. expresa
la voluntad de crear y establecer nuevas condiciones y un nuevo
orden —planificado, determinado y previsto. Frecuentemente ha sido
impuesto mediante la crueldad, una disposición para los convenios,
el cambio o el desprestigio del ideal original, llevado a cabo a su
vez por la actividad del proletariado, por su incapacidad de
gobernar, por su deseo de ejercer represalias y por su ignorancia de
la tradición y de los procedimientos heredados.
Por lo tanto, un experimento muy interesante se está realizando en
estos tres grupos de elementos interrelacionados y de distintos
ideales nacionales. La U.R.S.S. pondrá eventualmente el énfasis y se
interesará principalmente por Asia, hasta los límites del Océano
Pacífico, produciendo cambios en ese continente. Gran Bretaña, por
su exitosa demostración del principio de federación, puede efectuar
mayores cambios en Europa si existe una percepción despierta, una
real y benévola justicia y una inteligente paciencia. Los EE.UU.
tienen una tarea similar que realizar para las Américas, que
demandan un orden estatal elevado y un espíritu de comprensión.
Si han comprendido bien las sugerencias que anteceden, será evidente
que la fuerza shambállica trabaja a través de esa comunidad de
naciones federadas, llamada Imperio Británico y expresa la voluntad
hacia la síntesis y la voluntad para un proceder justo y legal. La
fuerza de la Jerarquía puede expresarse acrecentadamente a través
de los Estados Unidos de América, porque el reconocimiento intuitivo
de las realidades subjetivas y el sentido real de los valores
superiores pueden controlar, y frecuentemente controlan, los
impulsos que rigen a este grupo de estados federados. La voluntad de
ser que posee la humanidad con su énfasis casi extravagante puesto
sobre los valores humanos, y la voluntad de gobernar creadoramente,
es la contribución de la U.R.S.S., esa gran federación de
repúblicas.
De esta manera, puede verse la expresión de la
influencia que ejercen los tres grandes centros mundiales a que me
referí, mediante estos tres grupos de naciones. Al mismo tiempo, la
fuerza de Shamballa está activa en todos ellos, pues produce
federación y síntesis. Su primera gran expresión o demostración del
espíritu de fusión, tuvo lugar en los siglos XVIII y XIX y condujo a
la creación de países como Italia y Alemania, formados por muchos
pequeños estados, ducados y reinados. Resultaría muy iluminador
estudiar la historia de la tendencia hacia la fusión en el mundo
moderno. Se descubrirla que los primeros débiles indicios se
percibieron alrededor del año 1575 de nuestra era, debido a que se
permitió afluir esta fuerza cuando se la exigió en la Conferencia
Centenaria de la Jerarquía, celebrada en 1425. En escritos
anteriores me he referido a dicha conferencia.*
En el segundo grupo donde hubo cambios de ideologías y reacción a la
necesidad de la masa, tenemos a Francia, Alemania, Italia, España y
Portugal, alterando todas ellas su antigua política y sus sistemas
de gobierno, que reaccionaron gradual y lentamente a la fuerza
shambállica. Sin embargo reaccionaron a esa fuerza por intermedio de
grandes y destacadas personalidades, particularmente sensibles a la
voluntad de poder y a la voluntad de cambiar, las cuales (durante
los últimos 150 años) alteraron el carácter de sus vidas nacionales
y acrecentadamente hicieron resaltar los más grandes valores
humanos. Los hombres que inspiraron la iniciadora revolución
francesa; el gran conquistador Napoleón; Bismark, el creador de una
nación; Mussolini, el regenerador de su pueblo; Hitler, que elevó
sobre sus hombros un pueblo angustiado; Lenín, el idealista; Stalin
y Franco; son todas expresiones de la fuerza shambállica y de
ciertas energías poco comprendidas. Éstos realizaron cambios
significativos en su día y generación y cambiaron la faz de Europa,
afectando incidentalmente a Asia y condicionando las actitudes y
política en América.
Los resultados, aun cuando peligrosos y terribles, desarrollaron
dos características vitales en la humanidad. Una fue el amplio
desarrollo de la facultad discriminadora, la otra una tendencia a
la dispersión que tuvo como consecuencia diluir los valores
civilizados y culturales y los variados dones que muchas personas
impartieron al alma del mundo. La emigración de los pueblos, desde
Gran Bretaña a las colonias, la emigración de todas las naciones de
Europa a América del Norte y del Sur, la dispersión de los pueblos
dentro de los límites nacionales, como resultado de la guerra y la
conveniencia de evacuar las ciudades, trajo el traslado de personas
fuera de Italia y de grupos dentro de Rusia, más el constante
deambular de los judíos errantes, lo cual indica un desmoronamiento
en escala mundial de todas las fronteras externas y la institución
de un proceso de fusión y amalgamación como el mundo nunca había
visto.
Constituye un sistema educativo de incontable valor que
conduce a la constante necesidad de reajustar los puntos de vista,
cambiar las normas de vida de los matrimonios mixtos y las así
llamadas relaciones ilícitas. El cambio externo está produciendo una
síntesis interna y dispersión externa, las separaciones se
desarrollan internamente en relaciones más estrechas y en un
tolerante espíritu de comprensión. El poder de considerar, elegir,
pensar y discriminar, se va desarrollando rápidamente entre las
clases de todas partes, como resultado de los numerosos sucesos
catastróficos, la aparición de numerosas circunstancias cambiantes y
los incontables puntos de vista y teorías sobre gobierno y religión;
éstos surgen en forma natural de los nuevos contactos y la rápida
presentación de los acontecimientos por medio de la prensa y la
radio.
Esto es importante desde el punto de vista de la evolución y del
acrecentamiento de la conciencia mundial. Los sucesos en el plano
físico son incidentales y transitorios.
Los eventos y las precipitaciones del plano físico se llevan a cabo
y son posibles mediante puntos focales de energía, los dictadores
del mundo, los estadistas y los seres humanos descollantes de todos
los países, así como también lo grupos que trabajan activamente en
todos los países para sus propios fines o —como sucede más a
menudo— bajo la influencia de algún ideal o sabiduría grupales,
además de la ambición, la voluntad de poder y el engrandecimiento
personales. A estas personas se las denomina dictadores, demagogos,
conductores inspirados u hombres justos y sabios, de acuerdo con
nuestra particular ideología, tradición, actitud hacia nuestros
semejantes y determinado entrenamiento político, económico y
religioso.
Pero todos estos conductores son simplemente seres
humanos y, al igual que los demás hombres —idealistas equivocados,
patriotas, egoístas, impresionables, tontos, astutos, poderosos,
enfocados en alguna meta o ambición, con clara visión y, al mismo
tiempo, con reacciones miopes, crueles o sabias, según el caso— son
en último análisis, personalidades altamente desarrolladas. Se los
utiliza para dirigir cambios grandes y necesarios y alterar la faz
de la civilización. Los métodos erróneos empleados y la maldad, son
defectos de la humanidad y de los hábitos mentales que trasformaron
al género humano en egoísta y cruel y es la causa de que este
espíritu grande y universal de la voluntad de cambio, se manifieste
tan poderosa y cruelmente.
No culpen a las personalidades involucradas o a los hombres que
producen estos acontecimientos ante los cuales nos hallamos hoy
desorientados y anonadados. Son únicamente el producto del pasado y
las víctimas del presente, siendo al mismo tiempo los agentes del
destino, los creadores del nuevo orden y los iniciadores de la nueva
civilización; son los destructores de lo que debe ser destruido
antes de que la humanidad pueda seguir adelante por el Camino
Iluminado. Son la personificación de la personalidad de la
humanidad. Por lo tanto, cúlpense a sí mismos de lo que está
sucediendo hoy y no traten de evadir la responsabilidad
transfiriéndola a los hombros de los hombres espectaculares o
estadistas, dictadores, o a algún grupo. No señalen a una sola
persona o grupo, acusándolos de ser la causa de la condición mundial
actual.
Tampoco esperen que una sola persona o un solo grupo, traiga
la liberación o halle solución al problema mundial. Esto debe
hacerlo la humanidad misma. La humanidad debe comenzar a actuar, y
lo hará cuando llegue el momento oportuno. Reconocer la
responsabilidad, los errores conjuntos, los antiguos conceptos
erróneos, las actitudes y costumbres mentales equívocas, el
propósito y la intención mundial egoísta, el espíritu de agresión
universal que, a través de las edades influyó primero a una nación y
luego a otra, la tendencia del siglo pasado a cristalizarse y a ser
estático, las fuerzas reaccionarias por todas partes —son defectos
universales y ninguna nación ni raza está libre de culpa ni tiene
las manos totalmente limpias. Además, ningún grupo nacional está
totalmente equivocado ni es malo, o puramente bueno y altruista. En
todas partes hay mezcla de móviles.
El nacionalismo, la agresión, el
egoísmo y la crueldad de todos los países, enfrentan el deseo de un
entendimiento mundial, relaciones pacíficas y también un espíritu
altruista y benéfico en todas las naciones. Las Fuerzas de la Luz
tienen sus adherentes y trabajadores en todos los países, aunque
algunos no pueden expresarse por estar sujetos a mayores obstáculos.
Lo mismo sucede con las Fuerzas del Materialismo. Y entre estos
grandes grupos se hallan las masas —esperando el surgimiento de una
nueva oportunidad y nuevas revelaciones.
La universalidad de estas condiciones y la nitidez de las cosas han
hecho de este período una oportunidad e iniciación planetaria. La
iniciación es esencialmente salir de los antiguos controles y entrar
en el control de valores más espirituales y acrecentadamente
superiores. La iniciación es una expansión de conciencia que
conduce a un creciente reconocimiento de las realidades internas.
Es también el reconocimiento de un renovado sentido de la necesidad
de cambio y de la dirección inteligente de estos imprescindibles
cambios, para que pueda tener lugar un proceso real; la conciencia
se expande y se vuelve más generosa y divinamente incluyente, y el
alma controla en forma nueva y poderosa, al asumir acrecentadamente
la dirección de la vida del individuo, de una nación y del mundo.
En último análisis, y desde el punto de vista de la Jerarquía, el
conflicto actual entre la personalidad de la humanidad (que expresa
los valores materiales como factor dominante en la experiencia de
la vida) y el alma de la humanidad (que expresa los valores
espirituales como factor dominante en los asuntos humanos), es
idéntico al conflicto que tiene lugar en la conciencia de un ser
humano cuando éste ha alcanzado la etapa del discipulado y enfrenta
el problema de los pares de opuestos. Este conflicto se manifiesta
de muchas maneras, de acuerdo al punto de vista y al trasfondo del
pensamiento. Podría llamarse el conflicto entre el Cristo y el
Anticristo, pero no como lo comprenden quienes emplean esas frases.
Ninguna nación expresa el espíritu del Anticristo, así como tampoco
nación alguna expresa el espíritu erístico. El Cristo y el
Anticristo son las dualidades del espiritualismo y el materialismo,
tanto en el individuo como en toda la humanidad. Se puede hablar de
Dios y del Diablo con las mismas implicancias básicas. ¿No es acaso
el hombre una expresión de la divinidad (Dios), en una forma
material (el Demonio)? y ¿qué es la materia, sino el medio por el
cual la divinidad debe eventualmente manifestarse en toda su gloria?
Pero cuando eso tenga lugar, la materia ya no será un factor
controlante sino simplemente un medio de expresión.
Por lo tanto, la batalla se libra entre el aspecto forma de la vida
y el alma. El Morador en el Umbral (el umbral de la divinidad,
hermanos míos) es la misma humanidad con sus antiguas costumbres
mentales y su egoísmo y codicia. La humanidad ahora está frente al
Ángel de la Presencia —el alma cuya naturaleza es amor, luz y
comprensión incluyentes. El gran problema de hoy es ¿cuál de los dos
saldrá victorioso del conflicto y cuál de estos dos grandes agentes
de la vida determinará el futuro de la humanidad e indicará el
camino que la humanidad decidirá seguir?
Los asuntos en juego están claros para las personas que piensan
correctamente. La intolerancia, el intenso orgullo nacional y la
propia satisfacción, pueden cegar a los hombres a las realidades
actuales, pero hay suficientes personas que piensan con claridad
para que sea probable un futuro de correctas decisiones, como en
ningún otro momento en la historia de la raza.
* Tratado sobre Magia Blanca, Págs. 293 318.
**
Tratado sobre los Siete Rayos, T. I, Págs. 144 158.
Preparación para la Buena Voluntad Mundial
Las causas de la actual guerra son antiguas. Esta secuencia
histórica de los factores predisponentes puede ser claramente
trazada en los registros exotéricos de todas las naciones y también
los registros esotéricos de la Jerarquía. Las cualidades humanas
inherentes que condujeron al desarrollo de la guerra actual son bien
conocidas. Quienes son conscientes y observadores de la guerra que
se libra dentro de sus propias naturalezas, entre el egoísmo de la
personalidad y el altruismo del alma, se dan cuenta de las
implicancias y las analogías. ¿Dónde reside por lo tanto la
solución? ¿Qué debe hacerse para detener los fuegos del odio, de la
agresión, de la venganza y del temor? Además, ¿qué debe hacerse
como preparación para cuando llegue el momento de la reconstrucción
del mundo de los hombres y la inauguración de la nueva y mejor
civilización? Consideraremos esto brevemente.
En lo que respecta a la participación activa en el trabajo que debe
realizarse, a fin de preparar el mundo para la expresión de la buena
voluntad, poco puede hacerse de naturaleza exotérica activa en este
momento; es necesario esperar con paciencia y ver qué sucederá y qué
dirección seguirá la actividad de las naciones. Pero hay mucho que
realizar de naturaleza esotérica y preparatoria y esto trato de
plasmarlo en las mentes.
Hasta la fecha y a pesar de las apariencias, las Fuerzas de la Luz
son victoriosas y mantienen definidamente firmes los asuntos. Por
esta razón no ha podido ser extinguido el espíritu de buena voluntad
ni el entendimiento comprensivo que existe entre los pueblos de las
naciones, sin excluir a Alemania, la cual fue la característica
significativa y sobresaliente del conflicto actual. Existe allí poco
odio o espíritu de venganza, y este hecho constituye la diferencia
entre esta guerra y la de 1914. Indica un triunfo para las Fuerzas
de la Luz, y en ello reside la esperanza del futuro. Sin embargo,
aquí es donde debe considerarse el factor tiempo, pues una guerra
prolongada puede causar un cambio en esta actitud deseable, y una
experiencia muy drástica producirá cambios psicológicos profundos e
inevitables en el pensamiento y la acción humanos. Esto debe ser
neutralizado conscientemente.
Aunque no ha sucedido todavía, podría
suceder, y si ocurre causará mucho dolor, terror, terrible
anticipación y sufrimiento, y la agonía producida por el espectáculo
del sufrimiento podría eventualmente trasformar esta buena voluntad
en un espíritu dinámico de odio y revancha, a no ser que sea
contrarrestado definida y conscientemente. Los grupos que se
adhieren a los principios de las Fuerzas de la Luz, que dedican todo
esfuerzo a poner fin al espíritu de agresión y a librar al mundo de
los puntos focales de la influencia y el poder materiales, deben
llevar todavía a cabo la tarea de unir a los hombres y mujeres de
todas las naciones con espíritu de comprensión amorosa y deben
servir de intérpretes entre las naciones, en términos de hermandad y
del nuevo orden.
Esto no es fácil realizarlo ahora. Los cuerpos astrales o
emocionales de los seres humanos (que constituyen el cuerpo astral
de la humanidad como un todo) están hoy en un estado de caos y son
arrastrados por antiguos deseos, actitudes egoístas, profundamente
arraigadas, y por viejos odios. La tarea también se complica por la
actividad de los procesos mentales del hombre, caracterizados por
destacadas y desarrolladas ilusiones, actitudes separatistas y
argumentos plausibles. Pero, al mismo tiempo, hay en el mundo
suficientes personas que responden al espíritu de buena voluntad, de
comprensión tolerante, animándolas el deseo de rectas relaciones
humanas permanentes.
He sugerido anteriormente* que debería ser posible —en fecha
posterior— el reconocimiento mundial del Día del Olvido, del Perdón
y del Cumplimiento del mandato bíblico de "olvidar las cosas que
quedan atrás y seguir adelante" hacia la nueva era, las nuevas
relaciones y la nueva civilización. Podría empezarse a planear y
trabajar para esa época y momento psicológico, donde esta idea pueda
ser presentada. Vendrá inmediatamente después de la cesación de las
hostilidades. Pero hoy en todos los países, cuando sea posible, debe
ser educado el pueblo en esta expresión de síntesis y de
interrelación humanas.
Sin embargo, ello implica poner énfasis sobre los valores a los
cuales me he referido anteriormente en este artículo. Ésta es la
responsabilidad conjunta de la humanidad, debido a sus errores
generales y a las antiguas actitudes y controles erróneos. En
consecuencia significa descender de nuestra posición de críticos y
adjudicadores de la responsabilidad, y emprender conjuntamente la
enorme tarea de cambiar las condiciones actuales e instituir esa
política contraria que hará posible un orden mundial unido. No es
una tarea fácil. Exhorta a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad del mundo, y los incita a prepararse, mientras continúa el
conflicto, para lo que podrá realizarse una vez que haya terminado.
He dado mucha información que puede proporcionar la base de los
objetivos y métodos. Nada de lo que he delineado ha quedado anulado,
sólo fue postergado su cumplimiento. Durante siete años críticos
estuvo en las manos de los hombres espiritualmente orientados, de
las iglesias de todos los países, de los hombres de buena voluntad y
de los aspirantes mundiales, de modo que su trabajo pudiera evitar
el conflicto actual. Pero el espíritu crístico se perdió dentro de
las organizaciones clericales; el énfasis fue puesto sobre la
teología técnica; el espíritu de buena voluntad no se expresó
dinámica y prácticamente, sino teórica y negativamente; los
aspirantes del mundo no poseían un verdadero sentido de los
valores, sino que se contentaban con dedicar un poco de tiempo a la
vida espiritual y a algunas personas, pero se perdió mucho tiempo en
objetivos personales e individuales. El espíritu de inercia embargó
a los mejor dispuestos y a las personas más comprensivas; nada de lo
que hicimos sirvió para despertarlos ni para que iniciaran una
poderosa acción o sacrificaran sus valores personales temporarios en
bien de los valores duraderos y universales. Lo individual fue más
importante que el bien de la totalidad.
No se desalienten, hermanos míos, que no son ustedes solos, sino que
forman parte de un vasto número de personas, si esto les trae cierta
satisfacción.
Pero ante ustedes hay una renovada oportunidad de naturaleza
práctica que corresponde a esferas definidas de trabajo y de
actividad planeada. Ante todo, se les pide que se preparen para la
gran oportunidad que vendrá al final de este conflicto, y que
1. expliquen con claridad a los pueblos la causa por la cual se les
brinda la oportunidad, causa dedicada a poner fin al actual estado
de cosas, y que
2. ideen algún acontecimiento dramático universal, que servirá de
inspiración e inauguración de la nueva era de buena voluntad y
rectas relaciones humanas.
Además, debe mantenerse un constante proceso de recto pensar,
correcta interpretación de los acontecimientos actuales y la debida
preparación mientras dura la guerra, a fin de contrarrestar
cualquier debilitamiento del espíritu de buena voluntad, ya logrado
para que la comprensión acreciente su potencia y no haya
ofuscamiento. Para lograr esto, se sugieren las siguientes
actividades, comenzando con las que conciernen al trabajador
individual:
1. Vigilen personalmente toda palabra hablada o escrita, de manera
que nada de ello contenga odio o partidismo equívoco, y sus mentes y
corazones se mantengan libres de toda reacción indeseable. Esto es
lo personal y práctico que debe realizarse y también la difícil
tarea ante cada uno de ustedes que lee mis palabras.
2. Estudien y capten con claridad las cuestiones que subyacen en
este conflicto, a fin de no vacilar internamente sobre la rectitud
de estar de parte de las Fuerzas de la Luz. Agreguen a esto una
comprensiva apreciación del problema de quienes están desorientados
por el énfasis y las actividades dinámicas de aquéllos a través de
los cuales trabajan las Fuerzas del Materialismo. Al mismo tiempo,
eliminen toda crítica odiosa de sus mentes.
3. Procuren utilizar cada día la fórmula o mántram siguiente. Es
una versión modernizada y místicamente expuesta, extraída de la que
se utilizó mucho en los días atlantes, durante el período del
antiguo conflicto, siendo el actual, efecto de aquél. Para muchos de
ustedes este mántram les traerá el recuerdo de una antigua y bien
conocida fórmula de palabras:
"Los hijos de los hombres son uno y yo soy uno con ellos.
Trato de amar y no odiar; Trato de servir y no exigir servicio;
Trato de curar y no herir.
Que el dolor traiga la debida recompensa de luz y amor.
Que el alma controle la forma externa, La vida y todos los acontecimientos,
Y traiga a la luz el amor Que subyace en todo cuanto ocurre en esta época.
Que venga la visión y la percepción interna. Que el porvenir quede revelado.
Que la unión interna sea demostrada. Que cesen las divisiones externas.
Que prevalezca el amor. Que todos los hombres amen."
Estas palabras pueden parecer inadecuadas, pero expresadas con la
fuerza y la comprensión de su significación y con la potencia de la
mente y del corazón detrás de ellas, pueden ser increíblemente
poderosas en la vida de quien las pronuncia. Producirán también un
efecto en su medio ambiente, y los efectos acumulados en el mundo, a
medida que divulgan el conocimiento de la fórmula, serán grandes y
efectivos. Cambiarán las actitudes, iluminarán la visión y
conducirán al aspirante a un servicio más pleno y a una más amplia
colaboración, basada en el sacrificio. Hermanos míos, no pueden a la
larga evadir el sacrificio, aunque lo hayan eludido hasta ahora.
4. Dedíquense a difundir el empleo de la Gran Invocación y ayuden a
llevar adelante el plan para su distribución. La Gran Invocación,
como verán, en el artículo siguiente, que estoy escribiendo como
información, es un poderoso instrumento solar, destinado a crear los
cambios y reajustes necesarios. Es tan poderosa que cuando se
sugirió darla al mundo de los hombres para que la emplearan,
despertó alguna oposición entre los miembros de la Jerarquía, porque
temían que produjera poderosos efectos sobre las personas poco
evolucionadas y no preparadas. Sin embargo, su empleo fue
justificado y se desea que se acreciente grandemente y se divulgue y
utilice mucho más.
5. Quisiera que, a su manera, se preparen para un gran esfuerzo
espiritual que debe tener lugar cuando este conflicto haya
concluido y se haya obtenido cierta medida de paz y calma. Cada uno
de ustedes tiene su propia esfera de influencia y de contactos, y
están relacionados con personas investigadoras de ideas afines, con
grupos e iglesias, clubes, organizaciones y sociedades, que se
dedican y esfuerzan por el mejoramiento humano, por difundir la
buena voluntad y el bienestar humano. Es el momento de realizar
mucho trabajo con los líderes y trabajadores avanzados de dichos
grupos y con personas que cada uno de ustedes puede preparar para el
esfuerzo activo, llegado el momento propicio. Los insto a todos a
llevar a cabo esta tarea. Más adelante pueden impeler a estas
personas a iniciar un activo trabajo de buena voluntad y un esfuerzo
orientado hacia la fusión y comprensión mundiales. Ustedes y ellos
podrán ayudar a curar las heridas de la humanidad, lo que será
grandemente necesario, y para ello pueden prepararse ahora. Deberán
ponerse en contacto con dichas personas, mantener registros de los
nombres y direcciones y la capacidad. de servir y ayudar, establecer
contactos grupales y sistematizar su trabajo de tal manera que,
cuando surja el llamado (como sucedió en 1936), habrá disponible
para los organizadores un cúmulo de contactos y personas interesadas
preparadas, que entonces trabajarán inteligentemente para
establecer el nuevo orden.
6. Las instrucciones dadas en mis folletos anteriores siguen siendo
las mismas y deben seguirse cuidadosamente, como preparación para
la campaña posterior a las hostilidades. Las listas de direcciones
deben mantenerse gradualmente al día, mediante una regular
correspondencia y recopilarse nuevas listas; la Gran Invocación
puede ser acrecentadamente empleada si el método delineado por mí
es estudiado y correctamente organizado por cada uno de ustedes, y
así la buena voluntad, presente en el mundo, puede ser llevada a
una etapa de vivencia dinámica, preparada para ser utilizada
posteriormente. Pero, hermanos míos, nada podrá hacerse si ustedes
no lo hacen.
* Tratado sobre los Siete Rayos, T. II, Pág. 486.
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LA GRAN INVOCACIÓN
Primera estrofa
Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad. Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo. Que el espíritu de colaboración una a los hombres de buena voluntad,
dondequiera que estén. Que el olvido de agravios, por parte de todos los hombres, sea la
tónica de esta época. Que el poder acompañe los esfuerzos de los Grandes Seres. Que así sea, y cumplamos nuestra parte.
Octubre de 1939
En mi último artículo les dije que daría algunos datos sobre la Gran
Invocación y una explicación de su significación y significado, que
permitiría a los estudiantes esotéricos del mundo emplearla con más
fervor y mayor comprensión y, en consecuencia, con gran éxito.
Existen diversas fórmulas mántricas y Palabras de Poder que utilizan
dichos estudiantes, pero no logran gran cosa porque quienes las
emplean no tienen una real comprensión de su importancia y propósito
y, generalmente, están enfocados en su naturaleza emocional,
aspiracional y astral, en tal forma que todo lo que dicen y hacen
(en relación con estas Palabras de Poder) es enteramente inocuo y
fútil. Palabras de Poder, antiguos mántram (tales como el Padre
Nuestro) y la Gran Invocación, son efectivos sólo si se utilizan en
el plano mental y con el poder de una mente controlada -enfocada en
su intención y significado detrás del esfuerzo hablado. Entonces se
hacen poderosas. Cuando son pronunciadas con el poder del alma, así
como con la atención dirigida de la mente, llegan a ser en forma
automática dinámicamente efectivas.
Estudiantes de todo el mundo emplearon durante años la Palabra
Sagrada y emitieron el OM con gran asiduidad. Quisiera preguntarles:
¿Con qué resultados? Responderé. Prácticamente ninguno, excepto un
ligero estímulo de la aspiración y un pequeño despertar de la
imaginación creadora. Esto significa que los resultados alcanzados
sólo tuvieron efecto dentro del aura de la persona implicada y no
penetraron en su medio ambiente ni produjeron efecto alguno
reconocible. El OM es poderoso y dinámicamente efectivo. Si es
correctamente empleado producirá cambios, destruirá lo que debe ser
eliminado o finiquitado, e introducirá, por atracción y
consolidación, lo que se desea en la trama de la vida grupal,
produciendo incidentalmente (aunque no dejarán de producirse) los
cambios necesarios y la inteligente reconstrucción de la vida
individual. Reflexionen sobre esto.
Si lo antedicho es aplicable al OM y a sus efectos grupales, lo es
mucho más respecto a la Gran Invocación. Las Palabras de Poder (esto
también atañe al OM) tienen su origen en el segundo rayo, que es el
de la manifestación de la conciencia, y están destinadas a ser
empleadas por el alma, porque es la expresión del segundo aspecto de
la divinidad, y sólo ella puede emplear realmente estas Palabras y
sonidos y producir los resultados deseados, que están siempre de
acuerdo al Plan divino. A menudo olvidan que deben ser empleadas por
el alma en forma dinámica, involucrando el sensato reconocimiento
del aspecto voluntad. La Gran Invocación, el OM y todas las Palabras
de Poder, deben surgir del alma (cuya naturaleza es amor y cuyo
propósito es únicamente el bien grupal), apoyada u "ocultamente
impulsada" (traducción de una idea oculta casi intraducible) por el
dinámico aspecto de la voluntad, exteriorizado sobre una corriente
de sustancia mental viviente e iluminada como una forma mental
integrada.
En consecuencia, este proceso pone en actividad la
voluntad, el amor y la inteligencia del hombre que emplea tales
palabras y fórmulas. Sin embargo, frecuentemente se produce un hiato
cuando el hombre ha integrado en sí mismo estos tres factores controlantes, hasta donde puede realizarlo en su etapa particular de
evolución. Todo lo que ha logrado hacer es retener en el plano
mental una forma mental creada, pero no logra hacer sentir su
presencia en el plano físico ni obtener resultados deseados, porque
su cerebro (el centro inferior de recepción y distribución dentro de
la cabeza) es incapaz de desarrollar la actividad dual necesaria,
teniendo con ciencia de la intención, del significado y del
propósito de la fórmula empleada y, al mismo tiempo, llevar a cabo
la tarea de enviar el poder, oculto aunque impartido por las
Palabras o sonidos. Ambas actividades deben realizarlas
simultáneamente el alma en su propio plano por intermedio de la
mente y del cerebro. Nuevamente tenemos aquí uno de los objetivos de
todo trabajo de meditación, sobre el cual no se hace hincapié,
porque es un acontecimiento correlativo y no un objetivo. Por lo
tanto, la efectividad depende de la comprensión de los hechos que
anteceden y de la integración entrenada y desarrollada entre el
alma, la mente, el deseo, el cerebro y la Palabra hablada o el
sonido.
Lo que aquí digo no sólo se refiere al empleo de la Gran Invocación,
sino también al empleo diario y constante de la Palabra Sagrada por
los estudiantes y aspirantes ocultistas en su meditación cotidiana,
pues podrían cambiar sus vidas, reorientar su propósito y enfoque de
la vida y lograr el desenvolvimiento y expansión espirituales, si
emplearan el OM como es debido. Si la Gran Invocación hubiera sido
correctamente empleada por los centenares de miles de personas que
intentaron utilizarla, se hubiese reorientado la conciencia de la
humanidad, estabilizado a los hombres en el ser espiritual,
destruida y reconstruida la forma mental planetaria creada por los
hombres en el pasado, lo cual produjo y está produciendo resultados
desastrosos y catastróficos, y se hubiera abierto la puerta a la
nueva era, introduciendo una nueva y mejor civilización. Esto podría
realizarse tan rápidamente que los cambios necesarios se producirían
casi de la noche a la mañana; el actual reinado del terror
terminaría y la raza de los hombres podría estabilizarse para llevar
una vida de buena voluntad grupal, inofensividad individual y rectas
relaciones humanas.
No obstante, para alentarlos, diría que su empleo aceleró
materialmente los eventos mundiales, aunque haya causado y
manifestado grandes dificultades en el plano físico. El propósito
básicamente egoísta (aunque no reconocido) de quienes emplearon la
Gran Invocación sirvió para estimular los propósitos egoístas de las
fuerzas del materialismo. Les preguntaría: ¿Cuántos de ustedes
emplearon la Gran Invocación en forma estrictamente desapegada,
espiritualmente poderosa y plenamente comprensiva? Un simple puñado.
¿Cuántos pronunciaron la Gran Invocación con espíritu de amor puro y
con una actitud completamente imparcial? Realmente muy pocos.
¿Cuántos la recitaron con una mente controlada, con un
reconocimiento y una profunda creencia de que personifica la
voluntad del Logos planetario y, por lo tanto, debe ser
dinámicamente eficaz en el plano físico? Apenas un escaso número.
A
la mayoría de quienes la emplearon le intrigaba su novedad, o la
sintieron incluyente, aunque en forma incomprensible, o consideraron
que debía ser ocultamente eficaz, porque oyeron decir que emanó de
un miembro de la Jerarquía y era utilizada por la Jerarquía oculta
del planeta y apoyada por aquellos en quienes ellos confiaban, o
porque -la principal razón- cualquier cosa que mejorara al mundo y
lo hiciera más reconfortante y feliz y que oportunamente
proporcionara condiciones de vida más fáciles, debía ser por lo
menos probada, por ser muy breve y porque probablemente valía la
pena hacerlo. Pero en los casos individuales el poder dinámico
detrás del esfuerzo fue siempre el interés personal, la aflicción
por las terribles y lamentables condiciones mundiales y la reacción
emocional al dolor, horror y temor. De muchas maneras, ésta fue una
reacción normal hacia la tensión mundial y era de esperarse. Sé muy
bien que las mencionadas normas son demasiado elevadas e
inaplicables para el aspirante común, y la mayoría son personas
comunes. Pero la necesidad mundial es tal, que deben ahora salir de
lo normal y, en bien del servicio, elevar su conciencia y trabajar
más definidamente desde un plano más elevado de percepción.
Estoy buscando por todo el mundo un grupo de aspirantes y discípulos
que puedan emplear, y empleen, la Gran Invocación en forma correcta,
y que esté dispuesto, por lo tanto, a ser instruido para ello. De
este modo, existirá un grupo en el plano físico y en la vida diaria,
capaz de combinar su esfuerzo con el de la Jerarquía y lograr así el
empleo efectivo de la Gran Invocación con sus estupendos resultados.
Les recordaré que para desarrollar la voluntad y la libertad de
acción humanas, motivadas por la conciencia grupal, la Jerarquía
trata de producir los desarrollos y cambios deseados en el plano
físico, sólo por intermedio de una humanidad consciente y despierta.
Una humanidad así (y ya está llegando rápidamente a este estado de
percepción mediante el dolor y el sufrimiento conjunto) será
impresionada por el pensamiento dirigido de los Hermanos Mayores que
guían a la raza, y responderá al mismo, pero en todo momento tendrá
libertad para rechazar esa impresión y proceder como personalmente
decida. La Jerarquía no asume control alguno autoritario sobre las
mentes de los hombres; todos los aspirantes y discípulos tienen
libertad para seguir un camino distinto del sugerido si así lo
prefieren, o si no están convencidos de lo aconsejable del método de
trabajo indicado, o temen la ardua tarea de llevar a cabo la etapa
designada del plan, o tratan de esquivar la disciplina señalada y
requerida por quienes hacen al hombre correctamente responsivo al
contacto y la enseñanza espirituales, y así interpretar
correctamente la intención de la Jerarquía.
La capacidad de emplear la Gran Invocación para que pueda ser
efectiva, podrá desarrollarse si quienes trabajan en la línea de la
verdadera meditación comienzan empleando correctamente la Palabra
Sagrada, lo que no requiere un esfuerzo sostenido en la
concentración ocultista. Deben aprender a exhalarla como indiqué
anteriormente, cuando me referí a la Gran Invocación, y también a
medir los resultados en sus vidas individuales, considerando así a
esas vidas desde el ángulo del Observador espiritual entrenado.
Quisiera abordar brevemente, por unos minutos, la significación de
todo el proceso y método de invocación.
El investigador inquisitivo y quienes se dedicaban en el pasado al
trabajo mágico de cualquier tipo, mucho han dicho y escrito sobre el
empleo de la invocación, en lo que atañe a las fuerzas elementales y
a los agentes subhumanos, con la consiguiente evocación de los
agentes activos y de cierto tipo de energías responsivas del plano
físico. A menudo se olvida que este proceso consiste en obtener el
contacto y el consiguiente control de las fuerzas de la tierra, del
agua, el fuego y el aire. Ésta es una de las metas de los
trabajadores mágicos, pero concierne a la naturaleza material y al
control de la sustancia y, en la esfera del ocultismo inferior, está
aliada a la invocación y evocación del dinero, de la buena salud y
de los resultados materiales tangibles, tales como son practicados
en la esfera del misticismo por muchas escuelas de pensamiento.
Observen esto, pues encierra una clave para la relación del
ocultismo y del misticismo en los niveles inferiores de la
conciencia, e indica la necesidad de que ambos grupos trasladen su
foco de interés y su énfasis a valores superiores y más
espirituales. El control de las fuerzas naturales y la evocación de
las recompensas materiales deseadas llegarán normal e
inevitablemente, pero como efectos secundarios; este control y
evocación dependerán también del conocido y reconocido karma o
destino del hombre, que eludirá el peligro de verse controlado y
motivado por las fuerzas del materialismo, las cuales permiten
entrar -como inevitablemente lo hará esta condición- lo malo y lo
peligroso.
La invocación, la evocación, más la actividad resultante de la
Jerarquía y de esas Fuerzas, Energías y Seres, que de ninguna manera
están controlados por la materia o la sustancia (el polo inferior de
la manifestación), sino relacionados con el polo espiritual
positivo, es una nueva actividad, experimento hasta ahora poco
ensayado por parte de la humanidad, cuyas fórmulas desconoce. ¿De
qué hubiera servido impartirle las fórmulas, cuando aún estaba
controlada por los valores inferiores, pues era incapaz de aferrarse
al aspecto alma y actuar en ese nivel de conciencia donde el alma
reside? Sólo pueden emplear eficazmente las fórmulas quienes viven,
actúan, piensan y sienten como almas, lo que siempre significa
hacerlo grupalmente.
Sin embargo, existen en todos los países aquellos que rápidamente
van siendo conscientes del alma como factor controlador de la
conciencia, que responden acrecentadamente a los asuntos y a las
condiciones mundiales como almas y que, en consecuencia, pueden ser
entrenados para trabajar en el plano físico. Cuando esto sucede,
pueden impartirse los mántram y algunas de estas palabras de Poder,
e instituir esa nueva y poderosa actividad que llevará a la
Jerarquía y a la Humanidad, como también a Shamballa y a ciertas
grandes Fuerzas interplanetarias o solares, además de grandes
energías cósmicas a una colaboración consciente y directa. Es
posible hoy descubrir a quienes -habiéndose liberado internamente,
están aprendiendo a desapegarse y a ser altruistas rápidamente-
pueden instituir y llevar adelante la tarea de invocar estas fuerzas
espirituales superiores, reforzando así los esfuerzos de la Gran
Logia Blanca. Este proceso de invocación espiritual motivará la
nueva y venidera religión mundial. Esta no es una invocación mágica,
tal como el hombre la entiende, ni concierne a la invocación y al
control de las fuerzas sustanciales y elementales del mundo
manifestado, sino la que evocará el contacto con las Vidas
espirituales y las Energías divinas personificadas, y también con la
Jerarquía (Su intermediaria) para dar lugar a que se manifieste en
la Tierra el alma de la humanidad y las cualidades de la interna
vida divina subjetiva que todas las formas externas velan. Esto es
ya posible por primera vez en la vida del planeta.
El objetivo de estos procesos de invocación es triple:
1. Invocar el alma de la humanidad y expresarla más libremente en el
plano físico, lo cual puede realizarse de dos maneras:
a. Estimulando las almas de los hombres de todas partes,
acrecentando la afluencia del principio crístico de amor, que se
expresará como comprensión, buena voluntad, colaboración y paz
mundiales. b. Estableciendo, dentro de la humanidad misma, una vibración de tal
potencia que atraerá magnéticamente una respuesta de la atenta y
expectante Jerarquía y dará como resultado una relación mucho más
estrecha y también consciente entre los dos centros planetarios: la
Jerarquía y la Humanidad.
A esto se lo denomina "invocación a la Gran Logia Blanca". Gran
parte de esta invocación del principio crístico la llevan a cabo los
verdaderos creyentes de todos los países (cristianos o no) que se
dirigen al Cristo, cualquiera sea el nombre con que Lo reconozcan, y
al sentir amor por Él y sus semejantes, tratan de mejorar las
condiciones mundiales, terminar con el odio y el sufrimiento y
demostrar buena voluntad en todas partes. Esto constituye la primera
etapa de evocación de la respuesta al amor y a la comprensión
latente que existe en los corazones y las mentes humanas, como
resultado de la invocación a Cristo y al principio crístico.
Reflexionen sobre estas palabras y vean que el proceso avanza en
todas partes. Los estudiantes esotéricos son susceptibles de
sobrestimar la eficacia del trabajo que realizan.
La aspiración
enfocada y la lucha altruista por prestar servicio, característica
de millones de personas del mundo que oran y siguen al gran guía
espiritual de la Jerarquía, el Maestro de Maestros, el Cristo, y
tratan de invocarlo, ha llegado ahora a un punto de verdadera y real
eficacia. Puede estar, y generalmente lo está, libre de la actividad
mental o percepción intelectual de las implicaciones de la
naturaleza científica de su procedimiento, siendo por esta razón
poderosa. Los estudiantes esotéricos y ocultistas manifiestan casi
inevitablemente un enfoque dividido, a causa de la actividad de la
mente y su incapacidad de fusionar, por ahora, perfectamente al alma
y a la personalidad. Esto conduce a la disipación de la energía y a
menudo hace que sus buenas intenciones sean inútiles. Pero de estos
grupos surgen rápidamente los que pueden trabajar en forma correcta,
cuyos resultados serán cada vez más efectivos.
La evocación de la Jerarquía mediante la correcta invocación va
teniendo lugar rápidamente, y trae gran actividad y respuesta de la
Jerarquía de la Luz.
2.
Establecer una relación más estrecha con Shamballa, el tercer
centro mayor divino en nuestro planeta. De ese centro surge la
voluntad de Dios, y el poder de Dios se convierte en el mensajero de
Su voluntad. Hasta ahora, esa forma más elevada de energía
espiritual sólo ha llegado a la humanidad (como ya dije) por
conducto de la Jerarquía. Hoy se considera deseable asegurarse de si
hay bastantes personas altruistas sobre el planeta, conscientes del
grupo, como para merecer la humanidad una afluencia directa de esa
energía superior, produciendo en el plano físico un aceleramiento
del plan divino y un más rápido desarrollo de lo que tendrá que ser.
Este contacto directo se producirá si la Gran Invocación es empleada
por los aspirantes y discípulos del mundo en colaboración con la
Jerarquía. De ahí el énfasis que he puesto para que ustedes empleen
la Gran Invocación como almas y establezcan cierto contacto con la
Jerarquía. Cuando las notas de la humanidad y de la Jerarquía se
sincronicen por el uso de la Gran Invocación, vendrá una respuesta
dinámica e inmediata desde Shamballa y se producirá rápidamente lo
que la Jerarquía y los discípulos del mundo desean ver.
El resultado principal del empleo correcto de la Gran Invocación (en
lo que a la humanidad concierne) es la aceleración de los
acontecimientos. Como ya señalé, tal aceleración lleva consigo sus
propios riesgos y, en consecuencia, aparecieron problemas
verdaderamente difíciles y los terribles acontecimientos que durante
muchos años abrumaron a los aspirantes y discípulos. Mediante este
proceso, ellos aprenden a trabajar para salvar a la humanidad,
capacitándose gradualmente para ocupar el lugar del salvador del
mundo y ser quienes absorban el mal karma. Quizás digan que hoy todo
el mundo padece y que en los últimos veinticinco años se ha sufrido
un penoso y general karma mundial. ¿En qué reside la diferencia
entre el dolor y el sufrimiento del mundo en general y el de los
aspirantes y discípulos en particular?
Diré que los aspirantes y
discípulos son conscientes de este karma y de sus resultados en los
tres vehículos simultáneamente en la mente y también en el cuerpo
emocional, con las resultantes reacciones físicas. Esto produce
intensificación, retrospección y anticipación, que no registra el
grupo mayor e involucra a toda la personalidad. A esto debe
agregarse, en el caso del discípulo en particular, la sensibilidad,
así como la capacidad de sintonizar y absorber el dolor del mundo y
las reacciones y condiciones mundiales, aumentado notablemente lo
que ellos deben soportar a nivel individual. La capacidad de
registrar y hacerse cargo del dolor grupal, como también soportar su
propio karma personal, agrava grandemente la tarea del discípulo.
Por lo tanto, cuando exhorto a los aspirantes y discípulos mundiales
a emplear la Gran Invocación, los exhorto, además, a "fraternizar
con los sufrimientos de Cristo"; esto es siempre preliminar a la
resurrección o a la liberación de la conciencia humana hacia reinos
superiores de la percepción espiritual. Las Fuerzas con las cuales
se entra en contacto al emplear la Gran Invocación, conjuntamente
con el entrenado esfuerzo jerárquico, son así atraídas o
magnéticamente impelidas a responder entonces pueden ser enviadas
directamente poderosas energías al expectante centro planetario, la
Humanidad. Como consecuencia durante un periodo especifico de tiempo
son inducidos dos efectos de naturaleza inmediata:
a. La energía de la Voluntad de Dios sirve para despertar a la
iluminada pero latente voluntad al bien en los hombres, la que una
vez dinámicamente despierta florecerá como buena voluntad, pues
existe mucha, latente e inexpresada, porque la disposición de
demostrar la actividad de buena voluntad no se ha despertado aún;
cuando los discípulos del mundo hayan invocado y evocado la
afluencia de esta energía dinámica superior, surgirá automáticamente
en el público. La humanidad lo espera, pero su llegada depende de
los esfuerzos de quienes saben lo que debe hacerse y que deberán
convertir sus teorías espirituales en realidades que se expresen
externamente. Nada podrá detener el eventual progreso ni la
actividad planeada de esta voluntad al bien, como tampoco podrá
volver a su potencial estado original pero inexpresado, capullo que
ha empezado a abrir sus pétalos a la luz del sol y se ha sometido a
su apropiada estimulación. La expresión de aquello que ha estado en
potencia será, en la actualidad, el resultado del impacto de la
fuerza de primer rayo, la voluntad al bien, inducida por los
esfuerzos de los discípulos mundiales.
b. El segundo efecto será la formación o constitución de un
triángulo planetario o tríada reconocible, que será la analogía
entre los tres centros planetarios de la tríada espiritual de
Mónada, Alma y Personalidad (atma-budi-manas, de la literatura
teosófica). Hasta ahora la palabra alineamiento ha descrito mejor la
situación planetaria; existió una línea directa por la cual
Shamballa ha vertido energía a la Jerarquía y de la Jerarquía a la
Humanidad, pero esto no ha significado ninguna interacción directa
entre la Humanidad y Shamballa. Si se quiere que la Gran Invocación
sea efectiva, la humanidad puede entonces establecer una relación
directa con Shamballa. El resultante triángulo de relación-fuerza,
promoverá la circulación de energías espirituales entre los tres
centros de un punto a otro, a fin de que haya una triple relación.
Puede establecerse un proceso planetario de toma y daca entre los
tres, donde preponderará el dar.
Percibirán ahora algo del objetivo oculto que subyace detrás de las
palabras que les pedí repitieran en conexión con la Gran Invocación:
Conocemos, Oh Señor de Vida y Amor la necesidad; conmueve nuevamente nuestros corazones con amor, para que nosotros también podamos amar y dar.
La idea de la libre circulación de energía entre los tres centros
mundiales motiva esta frase mántrica. Su estudio demostrará que la
implicación y el significado de palabras aparentemente simples
pueden ser mucho más profundas y de mayor alcance en su efecto, de
lo que ustedes son capaces de concebir. Un reconocimiento de esto y
el empleo creador desapasionado de la imaginación puede servir para
agregar mayor poder a su pensamiento y a su personal voluntad al
bien, cuando emplean la Gran Invocación y su mántram subsidiario. La
nota clave del primer aspecto es Sacrificio, y la del segundo, Amor.
Por lo tanto, las palabras "para que nosotros también podamos amar y
dar" pueden establecer un contacto entre ambos.
La clave para el significado del dolor y el sufrimiento surgirá
también gradualmente en la conciencia del mundo, cuando se haga un
estudio de las afirmaciones que anteceden. El sufrimiento es el modo
más efectivo y rápido de evocar el entendimiento mundial y de
arrasar con las barreras que los seres humanos erigieron contra la
expresión de la voluntad el bien. Uno de los resultados más
benéficos de la afluencia de la fuerza de Shamballa, por intermedio
de la demanda enfocada de los aspirantes y discípulos del mundo,
será el inteligente reconocimiento de la forma en que se emplea el
dolor y el sufrimiento.
Esta verdad -distorsionada y egoístamente
aplicada e interpretada- ha conducido a ciertos tipos de personas y
grupos de gobernantes a adoptar entre las naciones la posición de
que cuanto mayor es el sufrimiento infligido (como, por ejemplo, en
épocas de guerra) y mayores los procedimientos terroristas, tanto
más rápido es el fin deseable y correcto; sostienen a menudo que
cuanto más terribles sean los efectos de las condiciones planeadas,
tanto más rápidamente se obtendrá la correcta culminación.
Sin
embargo, no es deber o derecho del hombre dirigir la fuerza de
primer rayo hacia fines egoístas u objetivos materiales; la
responsabilidad no puede ser velada detrás de detalladas y
distorsionadas medias verdades, ni tampoco hacer un mal para obtener
un bien. Lo que el Señor del Mundo aplica en Shamballa, motivado por
el amor, la sabiduría y el altruismo, con seguridad de toque y de
juicio respecto al momento y temporada, no puede ser empleado por
quienes están motivados por objetivos de la personalidad, sea en
escala individual o nacional -porque las naciones como los
individuos, tienen personalidad. Reflexionen sobre esto y busquen la
iluminación del alma.
3. Cuando la Gran Invocación es correctamente empleada y, en
consecuencia, los centros mundiales están conscientemente
interrelacionados, entonces ciertas energías extraplanetarias pueden
ser atraídas por el Regente de Shamballa, a fin de ayudar en los
reajustes requeridos para la nueva era y su venidera civilización.
Estas fuerzas espirituales -de potente índole- tienen dos
categorías: fuerzas solares interplanetarias y fuerzas cósmicas, que
penetran en nuestro sistema solar por conducto de Júpiter, como
transmisor de energías divinas desde Virgo y Acuario, regidos ambos
esotéricamente por Júpiter.
Esotéricamente, Virgo es la Madre del
Cristo niño y, por lo tanto, fuente de energías que nutren y ayudan
a desarrollar la conciencia crística; Acuario es la futura expresión
de la conciencia grupal, la primera e inmediata revelación de la
conciencia crística, siempre presente en vasta escala en la
humanidad. También Júpiter, exotéricamente y desde el ángulo de la
astrología ortodoxa, rige a Sagitario, el signo del discipulado, y
también a Piscis, el signo de los salvadores del mundo. Por lo
tanto, serán evidentes las implicaciones para los verdaderos
estudiantes.
Al estudiar estas grandes Energías, poco pueden hacer ustedes más
allá de aceptar –si lo desean- mis declaraciones sobre las mismas,
considerándolas como hipótesis interesantes y simplemente
explicatorias. Es poco lo que ustedes (o yo) pueden hacer para
llegar a un conocimiento directo de los hechos en esta línea.
Incluso muy pocos miembros de la Jerarquía son conscientes del
impacto de la fuerza proveniente de centros extrasolares o depósitos
de fuerza espiritual.
Sólo el grupo de Contemplativos de la
Jerarquía, exotéricamente denominados Nirmanakayas, responde a Su
influencia en forma consciente, y aún así, sólo cuando esa
influencia ha sido aminorada mediante ciertos poderosos agentes de
Shamballa. No es necesario para ustedes o para mí decir algo más
sobre Ellos, aunque volveré a referirlos más adelante.
Antes de considerar la Gran Invocación, frase por frase, quisiera
abordar brevemente el procedimiento utilizado para tratar de
recitarla correcta y eficazmente:
Primero, recuerden el proceso del necesario alineamiento en el cual
ustedes deben hacer dos cosas:
1. Esforzase conscientemente (que para la mayoría de ustedes hoy
significa imaginativamente) por alinear o vincular alma, mente y
cerebro, a fin de que haya una afluencia directa y libre del yo
superior al inferior.
2. Esforzarse por comprender o registrar la relación que establecen
ustedes con la Jerarquía, por intermedio de su propio grupo de
discípulos (si saben cuál es) o en relación con cualquiera de los
Grandes Seres o Maestros que más atraiga su corazón y su mente. Si
ninguno de estos atrae a su conciencia, los mismos resultados se
obtendrán si tratan de vincularse con el Cristo.
Quisiera señalar aquí la diferencia entre la vinculación que pueden
establecer eficazmente y la que realiza un Miembro de la Jerarquía.
Ustedes se vinculan por intermedio de la Jerarquía y luego, a través
de la Gran Invocación, llegan a Shamballa, mientras que los
iniciados y los Maestros se vinculan directamente con Shamballa y
emplean la Gran Invocación en forma totalmente distinta de la que
ustedes lo hacen. Ustedes y el aspirante común no pueden establecer
contacto directo, algo definidamente afortunado para ustedes. No
puedo aclarar más este concepto.
Segundo, deben tratar de centrarse, hasta donde les sea posible, en
lo más elevado de la conciencia. Una vez logrado, obtener un total
olvido de sí mismos y entonces dirigir su atención a la actividad
dual del verdadero discípulo, a que me referí anteriormente, es
decir, poner el énfasis sobre la comprensión significativa de las
implicaciones, los significados de las palabras y los resultados a
obtenerse. Después pronunciar las palabras con todo el poder oculto
que contienen, haciéndolo como almas, empleando la mente y el
cerebro como agentes.
La integración, la actividad consciente y la expresión del trabajo
que debe realizarse en el plano físico, abarcará todo el proceso, lo
cual será efectivo si se lleva a cabo correctamente. Aclararía la
cuestión si dijera que:
1. La integración es la analogía, en la conciencia, de la inhalación
al respirar, es decir, la abstracción de la conciencia al punto más
elevado posible. 2. La actividad consciente corresponde al correcto empleo del
intervalo entre la inhalación y la exhalación, e involucra el
reconocimiento de las fuerzas con las cuales se ha entrado en
contacto y el propósito de las mismas. 3. La correcta expresión corresponde al periodo de exhalación, y
consiste en exhalar las fuerzas con las cuales se ha hecho contacto
por un acto de la voluntad, para producir los fines deseados.
Recuerden que este esfuerzo debe ser grupal y llevarse a cabo en
colaboración con la Jerarquía. Involucra también el reconocimiento
de que el alma es una y que no existe tal cosa como mi alma -sólo
nuestra alma.
Al considerar las cinco frases que forman lo que podría llamarse el
mandato de la Gran Invocación (véase pág. 123) quisiera, ante todo,
señalar algunas ideas básicas subyacentes.
Esta Gran Invocación fue empleada por la Jerarquía desde el ano 1425
d. C., aunque data de miles de años antes de esa fecha. Sin embargo,
debido a que la humanidad no estaba preparada para colaborar en su
empleo, los resultados fueron demorados y se considera que todavía
se ciernen sobre la humanidad. No sé cómo expresar de otra manera
los resultados ya logrados. Hoy pueden precipitarse si la humanidad
colabora correctamente, y tal colaboración parece ser inmediatamente
posible.
La primera frase, Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad,
invoca definidamente potencias que residen en niveles monádicos de
la conciencia y en lo que esotéricamente se denomina segundo plano
de la manifestación divina. Estas Fuerzas incluyen al Señor del
Mundo y a los Representantes de los siete planetas sagrados,
mencionados en La Biblia cristiana como los "siete Espíritus ante el
Trono de Dios", incluyendo a los tres Agentes de la Trinidad Divina,
conocidos esotéricamente, y en Oriente como los tres Kumaras o los
tres Budas de Actividad.
¿Qué significan estos nombres y estas grandes Individualidades para
ustedes y la humanidad común? Absolutamente nada, y tiene
necesariamente que ser así. Son simples nombres y posibles
expresiones hipotéticas de la divinidad, hasta después de la tercera
iniciación, cuando es posible el reconocimiento consciente de la
mónada; entonces podrá demostrarse que las Fuerzas y Energías,
personificadas para nosotros en estas grandes y maravillosas Vidas,
tienen existencia real. Al encaminarse hacia estos reconocimientos
fundamentales, Sus tres Representantes dentro de los límites de la
Jerarquía deben ser aceptados y conocidos como las correspondientes
Actividades funcionantes. Estos son: el Manu, el punto focal del
primer Rayo de Voluntad o Poder; el Cristo, Guía de la Jerarquía y
representante del segundo Rayo de Amor-Sabiduría, y el Señor de la
Civilización, la Expresión del Tercer Rayo de Inteligencia Activa.
Este conocimiento se adquiere durante el proceso de entrenamiento
para las primeras tres iniciaciones. Por lo tanto, todo lo que les
digo aquí debe ser considerado como de posible verificación, y
testimoniado por todas las Escrituras del mundo y los iniciados de
todos los países, pero necesariamente no lo verificarán en forma
personal hasta mucho más tarde.
El Espíritu de Paz invocado en la segunda frase, Que el Espíritu de
Paz se difunda por el mundo, es esa Entidad misteriosa y divina con
quien Cristo entró en contacto y cuya influencia actuó a través de
Él cuando adquirió el derecho a ser llamado el "Príncipe de la Paz".
Como he dicho en otra parte en mis anteriores escritos, el Cristo
personificó en Sí Mismo el principio cósmico del amor, cuya
expresión actuará en la manifestación como "Gloria a Dios, paz en la
tierra y buena voluntad entre los hombres." Esto fue testimoniado
por los ángeles cuando nació. Él expresó este principio del amor en
Su vida y servicio mundial, cuando vinculó definitivamente a nuestro
planeta y a la humanidad en particular con la Fuente de luz, de amor
y de vida a la cual nos referimos en esta segunda frase. Él trajo la
salvación del mundo -un hecho aún poco conocido y que no será
ampliamente reconocido hasta que esta poderosa Invocación haya
producido el debido efecto.
Cuando los aspirantes y discípulos del mundo emplean esta
Invocación, la primera frase conduce a la conciencia hasta la
Jerarquía de Luz, centro intermediario entre la Humanidad y
Shamballa. Sirve para destacar y establecer estrecho contacto,
mezclando y fusionando lo humano y los centros jerárquicos. Cuando
esto haya tenido lugar, la Jerarquía podrá emplear entonces esta
Gran Invocación con mayor poder, llevar la relación a un estado más
elevado aún, y producir una fusión con el centro shambállico, donde
residen las Fuerzas de la Luz como Presencias personificadas, y
donde Su enfocada energía sirve para proveer grandes reservas de luz
y amor, las cuales hasta ahora no estuvieron disponibles para su
distribución planetaria, debido a que no hay una relación
establecida entre los tres centros: la Humanidad, la Jerarquía y
Shamballa.
Tal relación se ha establecido ya parcialmente; la
afluencia de luz y amor para la humanidad es hoy posible si los
discípulos y aspirantes del mundo pueden ser inducidos a hacer el
esfuerzo necesario para permanecer en el ser espiritual y, desde esa
actitud equilibrada y atenta, invocar a estas grandes Entidades. La
historia del Nuevo Testamento se refiere a esta posibilidad cuando
menciona el estanque que a veces agitaba el Ángel y se producía un
estado tal que curaba a los enfermos. El Ángel de la Presencia, el
alma de la humanidad, tal como lo personifica la Jerarquía, y
quienes se esfuerzan conscientemente para actuar como almas, pueden
agitar ahora esas reservas de fuerza y luz en los niveles etéricos
de Shamballa para que pueda tener lugar una definida "curación de
las naciones".
Cuando la idea que subyace en la Gran Invocación pueda elevarse
suficientemente en la conciencia de quienes la emplean, mediante el
esfuerzo conjunto de los discípulos del mundo y de la Jerarquía de
la Luz -reforzada por las Fuerzas de la Luz-, entonces podrá ser
invocado el Espíritu de Paz.
En una vuelta inferior de la espiral observarán que el Festival de
Wesak lleva a cabo una invocación y un proceso similares. Constituye
el proceso de repetir la actuación y el entrenamiento. Allí y en ese
momento, los tres Representantes de Shamballa dentro de la Jerarquía
-el Manu, el Cristo y el Mahachoan- invocan al Buda, que a su vez es
el transmisor de Fuerzas aún más elevadas. Es invocado por un
mántram especial y transmite un llamado a ese Ser de quien Él es el
agente. Si esta gran Invocación que estamos estudiando puede ser
pronunciada correctamente, los tres grandes centros planetarios se
relacionarán en forma similar: El Señor de la Civilización, el
Maestro R., que representa a la humanidad, el Cristo, que representa
a la Jerarquía, y el Señor del Mundo, vinculado por medio de Manu,
que representa a Shamballa, pueden ser puestos en estrecha relación,
de modo que dé por resultado el establecimiento de una vibración y
nota tan poderosa que el Espíritu de Paz será invocado y se entrará
en contacto con Él.
Mediante el clamor unánime se verá obligado a
dirigir Su atención hacia nuestro planeta. Las consecuencias serán
significativas y poderosas, pero respecto a la forma que tomarán, me
es imposible decirlo. Quizás conduzca a demostrar peculiar y
poderosamente el significado de la paz como expresión del amor
universal y planetario, o produzca el envío de un avatar o Mensajero
de Paz que guíe a las naciones a la correcta acción; quizás tenga
lugar algún acontecimiento de tal significado que su importancia
será inmediatamente reconocida por toda la humanidad, induciéndola a
dar los pasos necesarios para restablecer las rectas relaciones
humanas. No somos responsables de la índole de las actividades que
el Espíritu de Paz instituirá. Nuestro deber consiste en aprender a
entrar correctamente en contacto con la Jerarquía, por intermedio de
nuestras propias almas, emplear correctamente la Gran Invocación
como almas y responder correctamente y ser sensibles a los efectos
resultantes. Reflexionen sobre lo antedicho.
Por lo tanto, podría observarse que las Fuerzas de la Luz se
expresan por intermedio de la Jerarquía de la Luz, siendo Su efecto
principal esclarecer las mentes de los hombres con amor y luz. Esto
se precipita en el plano mental. Así es compenetrada e iluminada la
personalidad o aspecto forma de la humanidad. De esta manera, el
tercer gran centro planetario, la Humanidad, se hace creador y
magnético, y los dos aspectos divinos -inteligencia y amor-
alcanzarán la fructificación en el plano físico, haciendo posible
que el primer aspecto y la voluntad de Dios (comprendida por la
humanidad como el Plan) sean conscientemente llevados adelante sobre
la Tierra, de acuerdo a la actividad instituida en Shamballa. La
voluntad de Dios es propósito y, por primera vez, éste deberá ser
conscientemente reconocido por el hombre.
Cuando llegue el momento oportuno, el Espíritu de Paz vitalizará,
por influencia de la Jerarquía, la respuesta de la humanidad a la
voluntad de Dios, que tiene por intención básica traer la paz sobre
la tierra. ¿Qué es la paz? Es esencialmente el establecimiento de
rectas relaciones humanas, de la relación sintética con su
colaboración resultante, de la correcta interacción entre los tres
centros planetarios y la comprensión iluminada y amorosa de la
voluntad de Dios cuando afecta a la humanidad y ejecuta el divino
intento. Por esta razón, Cristo, Que por primera vez en la historia
planetaria estableció contacto entre la Jerarquía, la Humanidad,
Shamballa y el Espíritu de Paz, en Su propio lugar elevado, en Su
primera enunciación que se hubo registrado, dijo que Él debía
ocuparse de los asuntos de Su Padre y, luego, al finalizar Su vida
reiteró el mismo pensamiento en las palabras: "Padre, no mi
voluntad, sino la Tuya, sea hecha", llevando así el pensamiento a un
plano más elevado, porque Se dirigía al Padre, el primer Aspecto de
la divinidad.
Entonces, enfocó en Sí Mismo los dos atributos y
aspectos divinos principales -la voluntad y el amor (atma-budi)- y,
debido a ello, Su conciencia se volvió extraplanetaria, como lo es
la conciencia del Señor del Mundo, pudiendo entonces establecer
contacto con cimas de percepción y con algunos Agentes solares, con
los cuales el hombre nunca hubo contactado. Esta realización Lo
capacitó para poner a la Humanidad en contacto con el Espíritu de
Paz. De esta manera, Él Mismo se convirtió en la Luz del Mundo y en
el Príncipe de la Paz.
Así se pusieron en estrecha relación Shamballa y la Jerarquía y dos
grandes corrientes de fuerza se fusionaron, estableciéndose una
definida interacción entre ellas. Cuando el Buda alcanzó la
iluminación, estableció el primer vínculo principal con las Fuerzas
de la Luz. El Cristo estableció el primer vinculo principal con el
Espíritu de Paz por Su capacidad de expresar la voluntad de Dios
como amor y como salvación del mundo.
Si estudian detenidamente la información que antecede, hallarán que
la importancia del Festival de Wesak en el momento de la Luna llena
de Tauro, en mayo, asumirá creciente importancia en sus mentes. En
este festival se relacionan tres factores importantes, para la
humanidad:
1. Con el Buda, que personifica o es el agente de las Fuerzas de la
Luz, puede entrarse en contacto y apropiarse conscientemente de lo
que esas Fuerzas tratan de transmitir a la humanidad. 2. Con el Cristo, que personifica el amor y la voluntad de Dios y el
agente del Espíritu de Paz, puede entrarse en contacto y entrenar a
la humanidad para que se apropie de este tipo extraplanetario de
energía. 3. La humanidad puede establecer ahora, por intermedio del Cristo y
del Buda, una estrecha relación con Shamballa, y hacer su propia
contribución como centro mundial a la vida planetaria. Compenetrada
por la luz y controlada por el Espíritu de Paz, la expresión de la
voluntad al bien de la humanidad puede emanar poderosamente de este
tercer centro planetario.
Entonces la humanidad iniciará, por
primera vez, la tarea que se le ha designado como intermediaria
inteligente y amorosa entre los estados superiores de conciencia
planetaria, los estados superhumanos y los reinos subhumanos. Así,
la humanidad llegará oportunamente a ser la salvadora planetaria.
Si mantienen estas ideas en la mente, las tres primeras frases de la
Gran Invocación tendrán gran significado. Clasificaré algunas de
estas significaciones:
Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad
Intermediario ......... La Jerarquía. Conciencia egoica. Agente ................... El Buda. Expresión .............. La luz. La comprensión. La mente iluminada. Planos de énfasis .. El segundo plano o monádico. El plano búdico o intuitivo. El plano mental.
Punto focal ............ El centro coronario. Centro planetario... La Jerarquía.
Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo
Intermediario ......... Shamballa. Conciencia espiritual. Agente ................... El Cristo. Expresión .............. La voluntad de Dios como amor y paz Respuesta consciente. Planos de énfasis .. El plano logoico o primer plano. El plano búdico o intuitivo. El plano astral o emocional. Punto focal ............ El centro cardiaco. Centro planetario ... Shamballa.
Que el espíritu de colaboración una a los hombres de buena voluntad donde quiera que estén
Intermediario ......... La misma humanidad. Autoconciencia. Agente ................... El Señor de la Civilización. Expresión .............. El amor inteligente, dedicado al Plan. Creatividad. La voluntad al bien. Planos de énfasis .. El plano átmico o de voluntad espiritual. El plano mental. El plano físico. Punto focal ............ El centro laríngeo. Centro planetario ... La Humanidad.
Así se vinculan los grandes centros y se interrelacionan los planos;
el pasado ha contribuido con el trabajo realizado; el presente evoca
su desarrollo justo y correcto; aparece el maravilloso futuro y sus
posibilidades divinas -resultados derivados de un correcto espíritu
de comprensión e invocación. Tres enunciados del Nuevo Testamento
comienzan a demostrar ya su profunda significación esotérica y su
extraordinaria potencia viviente:
Yo soy la Luz del Mundo .................... Las Fuerzas de la luz. Frase Uno. Segundo aspecto. Os doy mi paz .................................... El Espíritu de
Paz. Frase Dos. Primer aspecto. Ama a tu prójimo como a ti mismo ..... Los Hombres de Buena
Voluntad. Frase Tres. Tercer aspecto.
Los tres aspectos de la divinidad del hombre se expresan en forma
práctica debido a la influencia de la Gran Invocación, tanto por su
utilidad viviente como por su verdadera comprensión -verdadera por
lo menos hasta que la actual etapa de evolución del hombre le
permita la correcta comprensión de su significado. La buena
voluntad, como una posible y práctica expresión del amor, se
manifiesta en la tierra evocando rectas relaciones; la luz, como
expresión de la Jerarquía, afluye a la conciencia humana iluminando
los lugares oscuros y evocando respuesta de todas las formas de
vida, en los tres mundos de la manifestación y en los tres reinos
subhumanos, por intermedio del humano; la paz, como expresión de la
voluntad de Shamballa, produce equilibrio, síntesis y comprensión,
más un espíritu de invocación, siendo básicamente una acción que
origina reacción. Esto se manifiesta como el primer trabajo creador
grande y mágico de que es capaz la humanidad, llevando los tres
aspectos divinos a una actividad simultánea de acuerdo a la voluntad
de Dios.
Llegamos ahora a las dos últimas frases que resumen los efectos
-sintéticos y eternos (y por lo tanto duraderos) que el
establecimiento de la relación directa con Shamballa producirá en
los otros dos centros planetarios, la Jerarquía y la Humanidad. Me
refiero a efectos que se expresarán como actividad grupal, motivada
por los valores esenciales del altruismo y del esfuerzo persistente
(que, en último análisis, es concentración sostenida), produciendo
por ello condiciones que el Señor del Mundo, el Anciano de los Días,
ha esperado largamente. La paciencia y el amor sostenido de
Shamballa son infinitos.
La cuarta frase dice: Que el olvido de agravios por parte de todos
los hombres sea la tónica de esta época. Como bien saben, la palabra
"olvido" es poco común y significa (de acuerdo a las mejores fuentes
filológicas) simplemente "olvido de agravios." Por lo tanto olvidar,
no es sinónimo de perdón, pues la palabra ha sido distorsionada por
los círculos teológicos para que signifique esto, aunque muy poco ha
comprendido la Iglesia el poder básico motivador subyacente en la
expresión divina en nuestro sistema solar. Los teólogos piensan
siempre en términos de la mente humana y no de la mente divina.
Olvido es sacrificio, darse uno mismo, aun la propia vida, en bien
de los demás y para beneficio del grupo. Existe siempre este
espíritu de sacrificio cuando se establece un correcto contacto con
la fuerza de Shamballa, aun en la más ínfima medida, y se siente y
comprende el impulso subyacente en la amorosa voluntad de Dios,
acompañada como siempre del deseo de participar en esa voluntad y en
su espíritu de sacrificio divino.
La manifestación es en sí el Gran
Olvido. Las maravillosas vidas -fuera de la existencia manifestada-
vinieron a la manifestación para darse a Sí Mismas en bien de las
vidas y formas menores de existencia, y estas vidas menores pudieron
seguir adelante hacia una meta que sólo conoce la Deidad, y alcanzar
así oportunamente niveles elevados de expresión espiritual. La
realización es seguida siempre por el sacrificio y la entrega de lo
mayor a lo menor. Este es un aspecto de la Ley de Evolución. Tales
son la tónica y el tema de todo el proceso creador y el significado
básico de la frase "Dios es Amor", porque amor significa dar y
sacrificarse, por lo menos en este sistema solar.
Por esta razón, la enseñanza esotérica acentúa el hecho de que el
alma del hombre es un Señor de Sacrificio y de persistente y amorosa
Devoción, dos cualidades sobresalientes de la Vida de Shamballa,
sostenedoras y dadoras de vida. Esto es una eterna devoción al bien
del todo, o la expresión del espíritu de síntesis y sacrificio, a
fin de que todas las vidas menores (tales como las personificadas en
la personalidad del hombre) puedan nuevamente resucitar a la
"resurrección que está en Cristo" mediante la crucifixión o el
sacrificio del alma, en la Cruz de la Materia.
Este pensamiento, además, otorga significación a la vida crística
sobre la tierra, pues llevó a cabo nuevamente para nosotros un
eterno proceso, exteriorizándolo de tal manera que se convirtió en
símbolo del móvil de todo el universo manifestado, impulso que
deberá dirigimos a cada uno de nosotros -crucifixión y muerte,
resurrección y Vida, y la consiguiente salvación de la totalidad.
Este pensamiento contiene el desafío de esta cuarta frase de la Gran
Invocación y significa literalmente: "Que los hombres de todas
partes respondan a la tónica del universo y se den a sí mismos a los
demás".
¿Y no es ésta, acaso, en forma confusa y vaga, la actual tónica del
esfuerzo humano? No obstante, a pesar de una real incapacidad para
pensar verdadera, efectiva e intuitivamente, las masas de todos los
países están respondiendo clara y definidamente a esta tónica de
sacrificio. Los conductores de las grandes naciones de todas partes
utilizan esta tónica y exhortan al sacrificio en los llamados que
hacen ahora a sus pueblos. Los líderes de Alemania llamaron a sus
hombres a la lucha con la exhortación al sacrificio, diciéndoles que
deberían dar sus vidas a fin de que Alemania pudiera vivir. Se
encontrará que las arengas de los líderes alemanes contienen esta
tónica.
El otro grupo a quienes ustedes llaman los Aliados (porque
defienden más específicamente el bien del todo y no el bien de la
nación o unidad separada) exhortan a las masas de sus pueblos a
luchar por el bien de la civilización y la conservación de esos
valores que constituyen la siguiente etapa en la escala evolutiva,
esenciales para el bien general. Las palabras de tales llamados y
los objetivos expresados difieren en la formulación, pero el tema es
el mismo y el efecto es hacer surgir el espíritu de sacrificio en
las naciones. Aunque los móviles subyacentes en esos llamados puedan
ser mitos y los líderes impelidos tanto por la conveniencia, el
egoísmo y los intereses nacionales, como por el bien general, sin
embargo, saben que, fundamentalmente, el bien de la totalidad es la
tónica que evocará respuesta inmediata de la unidad y del individuo.
Por lo tanto, el olvido o el sacrificio para salvar a otros son
considerados en la actualidad como la tónica necesaria; en este
reconocimiento reside mucho de lo que justifica la penosa historia
de los antiguos procesos y métodos evolutivos. Cuando se reconozca
que "dar" involucra correcto vivir en el plano físico y no (como
frecuentemente se cree) la muerte del cuerpo físico, entonces
veremos un mundo revitalizado. El Cristo viviente (el viviente
Salvador del mundo) salva a la humanidad. El sacrificio, día tras
día, en el proceso del vivir diario, puede salvar al mundo de los
hombres el sacrificio de los intereses personales egoístas para bien
del todo y la entrega práctica de la propia vida para la salvación
del mundo.
Vivir para que otros también puedan vivir, es el tema de
El Nuevo Testamento. Por lo tanto, cuando el camino del sacrificio
entre en el reino de los valores más sutiles y subjetivos y el
verdadero significado del olvido se comprenda, intelectual, práctica
y espiritualmente, la nueva era será ampliamente establecida con su
civilización verdaderamente humana y una cultura que incluirá las
realidades de la enseñanza esotérica y también lo mejor de lo
exteriorizado en el pasado. Sólo entonces el nuevo esoterismo será
revelado a una raza de hombres que han hecho de la aspiración una
realidad en su experiencia externa. La actitud de las masas en el
conflicto actual es su garantía y también prueba el éxito de la
misión de Cristo.
El resultado de lo que está sucediendo hoy, tarde o temprano debe
producir la unificación de todas las naciones y pueblos. La
unificación es siempre (de acuerdo a la ley evolutiva) la
consecuencia del sacrificio. El sacrificio del Cristo fue el símbolo
y la garantía de esto, pues Su vida y actividades fueron impulsadas
por el Espíritu de Paz. Así como Él hizo de "dos un nuevo hombre,
trayendo la paz" (Ef. 2:15), así por la dualidad alma y cuerpo, la
humanidad está logrando hoy los mismos fines; el resultado de esta
etapa final de la era pisceana será la fusión en la conciencia de
alma y cuerpo. La era acuariana demostrará una creciente expresión
de esta unificación, llevada a cabo en la crucifixión de la
humanidad en el momento actual. La diferencia entre esta etapa
futura y la del pasado es que, en el pasado el alma buscó este
desarrollo y unificación y (desde el ángulo de la evolución) fue
lenta y gradualmente alcanzado, pero en el futuro será
conscientemente buscado, logrado y reconocido por el hombre en el
plano físico como resultado del periodo actual de "dar" al todo lo
mejor que el individuo puede dar.
Señalaré aquí que así como las energías liberadas por el empleo de
las primeras tres frases de la invocación se relacionan con el
centro coronario Shamballa, con el cardíaco la Jerarquía, con el
laríngeo la Humanidad, así el empleo correcto de esta cuarta frase
pondrá en consciente actividad funcionante el centro entre las
cejas, el ajna, en el hombre, individualmente, y en la humanidad
como un todo. Este centro empieza a estar activo y a funcionar
dinámicamente, regido y dirigido por las energías individuales,
cuando se ha obtenido cierta medida de integración de la
personalidad. Como bien saben, el cuarto centro se encuentra sobre
el del diafragma en el cuerpo humano, y la frase que lo despierta
(tanto individual como grupalmente) es la cuarta. Por lo tanto, hay
una relación numérica.
Cuando es sabia e inteligentemente empleada
por los seres humanos, muchos de los poderes fusionados, que las
primeras tres frases hicieron disponible, son invocados y puestos a
disposición del individuo y del grupo. Entonces pueden ser enfocados
para su empleo en el centro ajna. Por lo tanto y de muchas maneras,
esta cuarta frase de la Gran Invocación es de primordial importancia
tanto para el individuo como para la humanidad, invocando grandes y
vitales poderes e indicando el proceso (sacrificio) y el propósito,
así como la identificación de la unidad y del grupo, con el intento
básico de la manifestación.
La quinta frase, Que el poder acompañe los esfuerzos de los Grandes
Seres, está definidamente relacionada con el efecto que el empleo
constructivo de la Gran Invocación ha producido en la Jerarquía, así
como la anterior se relaciona con el efecto producido en la
humanidad. Este efecto en la Jerarquía es relativamente nuevo, y se
debe a la participación de la humanidad en el proceso de invocación,
produciendo nuevos efectos y contactos. El esfuerzo unido de los dos
grandes centros es de tan primordial importancia, que quisiera se
concentraran sobre él. Cuando el hombre la recita pone la fuerza del
llamado y del deseo humano detrás de los legendarios esfuerzos de la
Jerarquía, siendo posible ahora en gran escala por primera vez.
Durante eones la Jerarquía ha luchado sola a fin de ayudar y elevar
a la humanidad y estimular la potencia del centro planetario humano,
de manera que su actividad vibratoria fuera oportuna y
suficientemente poderosa para llevarla al radio o campo magnético de
la actividad jerárquica. Esta larga tarea ha tenido éxito
finalmente. La Jerarquía y la humanidad están por fin relacionadas.
Éste es el reflejo o la analogía superior de lo que sucede en la
conciencia de un ser humano que -habiendo alcanzado la etapa del
discipulado- está a punto de fusionar la luz de la personalidad (tal
como se expresa por medio del centro ajna y su exteriorización, el
cuerpo pituitario) y la luz del alma (tal como a su vez se expresa
por la luz de la cabeza, o por el centro coronario y su
exteriorización, la glándula pineal).
Por lo tanto, verán nuevamente el significado práctico de la cuarta
y quinta frase de la Gran Invocación. Uno tiene que ver con el
despertar de la humanidad (como centro planetario) a la actividad y
la realización; el otro con la ayuda prestada a la Jerarquía en sus
antiguos esfuerzos, de modo que ambas se relacionan con los propios
campos magnéticos y producen una fusión y síntesis que conducirá a
una más plena expresión del alma de la divinidad, por intermedio de
la humanidad. Reflexionen sobre esta afirmación.
En la enseñanza esotérica, esto tiene lugar en la vida del individuo
cuando -por un acto de la voluntad- el centro en la base de la
columna vertebral se despierta y el fuego y la luz de la triple vida
personal (un aspecto del fuego que a menudo se lo denomina
kundalini) son elevados y fusionados con el poder y la luz del alma.
El acercamiento principal de las dos energías básicas, la de la
forma y la del alma (como expresión del espíritu), se relacionan
dentro del ser humano; entonces tiene lugar el "matrimonio en los
cielos" y la tarea del proceso creador de la encarnación o
manifestación individual, está por llegar a su término. El mismo
proceso tiene lugar dentro de la vida planetaria.
La vida de toda la
humanidad (la vida inteligente de la forma) y la vida de la
Jerarquía (la vida del alma), bajo el impulso del espíritu o aspecto
voluntad, como está simbolizado en Shamballa, son fusionadas y
mezcladas, haciendo posible una nueva modalidad en el proceso
evolutivo. El reino de Dios, el reino de las almas y el reino
humano, mutuamente expresivos e interrelacionados, están
perfectamente sintetizados y arraigados en la tierra. Entonces puede
ser vista débilmente la gloria del Uno, que es la gloria de
Shamballa. El Morador en el Umbral de la divinidad y el Ángel de la
Presencia se enfrentan entonces.
Ésta es la situación de hoy. Mañana se fusionarán y sintetizarán, y
la gloria de Dios aparecerá en la tierra. Entonces se habrá
realizado el segundo gran Acercamiento.
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LLAMADO A UN ACTO DE SERVICIO UNIDO
Noviembre de 1939
La situación es seria. Mar, aire y tierra están en contra de las
Fuerzas de la Luz; son agentes de la sustancia material y pueden ser
poderosamente empleados contra las Fuerzas espirituales. Sin
embargo, las fuerzas del aire están acrecentadamente de nuestra
parte. Los Miembros de la Jerarquía están decididamente determinados
a dirigir la corriente que está en camino. Esta civilización será
una combinación de lo mejor y lo nuevo que se ha producido hasta
ahora y, sin embargo, débilmente presentido por los mejores
pensadores del mundo. La marea debe cambiarse a favor de lo que
llamamos justicia.
Las simientes del mal residen en todos los países, y quienes
guerrean contra lo bueno son numerosos en todos ellos; algunos lo
hacen con intención agresiva y planificada o mantienen una actitud y
aceptación pasiva, o una neutralidad planificada, como en América, o
luchan activamente por quienes están en contra de las fuerzas
materiales.
Como bien saben, la Crisis Mundial era inevitable, pero el estado de
guerra física pudo haberse evitado empleando correctos métodos
psicológicos, y se habría resuelto, llevando a cabo correctamente un
proceso de transmutación y trasferencia si los aspirantes del mundo
hubieran demostrado espíritu de sacrificio. La necesidad del
sacrificio grupal no ha encontrado una respuesta adecuada, excepto
en esos casos en que fue impuesta por los gobiernos a sus
gobernados. Tal es la penosa historia de lo que sucede hoy.
¿Qué puede hacerse para evitar que las Fuerzas de la Luz sean
vencidas y arrasadas? No me refiero aquí a la victoria física
externa. La verdadera victoria no se producirá a menos que los
valores espirituales, que deberían gobernar la civilización humana,
emerjan con claridad y poder. Quisiera acentuar el hecho de que la
marea debe ser definidamente cambiada antes de fin de año si se
quiere evitar un conflicto prolongado. Por lo tanto, les diría que
participen en el enfoque y la reunión subjetiva de los pensadores
del mundo, particularmente a los guías de las organizaciones, grupos
e iglesias de todo tipo y temperamento, que pueden impeler a sus
numerosos adheridos a una actividad uniforme y unida.
Actualmente los Maestros de Sabiduría no disponen de tiempo para
realizar Ellos mismos la tarea; están abrumados, combatiendo a las
fuerzas del materialismo, activas en todos los países; la Jerarquía
no puede dejar de incluir en su conciencia a Alemania, aunque esas
fuerzas hayan elegido a ese desdichado país como principal punto de
partida y empresa; la Jerarquía tiene en Alemania sus agentes
trabajando como en otras partes. Los Maestros de Sabiduría están
activos disipando la depresión y el terror que abruma hoy a todos
Sus Trabajadores en la palestra del mundo, los cuales luchan por
permanecer firmes bajo el terrible impacto del pensamiento erróneo y
de la desesperación mundial; estos trabajadores son también
sensibles (debido a su etapa de desarrollo integrado) a la agonía de
la mente, la tensión de la emoción y las devastaciones del dolor
físico, sentidas por todos aquellos sobre quienes la guerra ha
infligido sus efectos dolorosos y aplicado la mano del sufrimiento.
Tal sensibilidad y respuesta afín, son susceptibles de producir un
estado de negatividad y preocupación psíquica, por la situación
inmediata entre todos los trabajadores, haciéndolos sordos al
llamado de su verdadero deber, o si no propenden a ofuscarse por el
dual esfuerzo de prestar servicio eficaz y, al mismo tiempo, luchar
contra las reacciones emocionales. Por lo tanto, la capacidad del
trabajador de responder a las voces internas y servir en forma
desapasionada y altruista, es seriamente obstaculizada.
Insto a todos los trabajadores y miembros del nuevo grupo de
servidores del mundo a abandonar sus problemas personales. Este es
un movimiento de crisis, y tales problemas deben ser resueltos
mediante el total auto-olvido. Les pido nuevamente que trabajen con
renovado ardor en el servicio gozoso olvidando pasadas debilidades y
fracasos ante la urgencia de realizar para el mundo lo que les pido.
El servicio prestado se ha hecho últimamente con muy poco gozo. Al
expresarme así, no me refiero a la felicidad, que es una reacción de
la personalidad, sino a esa gozosa confianza en la ley y en la
Jerarquía que subyace en las palabras bíblicas "El gozo del Señor es
nuestra fortaleza", "Levántate y lucha, Arjuna", conservando intacta
la llama del amor, no permitiendo que ningún aliento de odio
perturbe la serenidad del amor ni quebrante ese aplomo interno que
les permitirá emitir la clarinada de la comprensión mundial, que
reunirá a todos los hombres y mujeres de buena voluntad en ayuda de
la Jerarquía.
Esto terminará con todo odio, separatividad y
agresión, los tres pecados principales de la humanidad. Todos los
hombres odiaron; todos los hombres fueron separatistas, tanto en
pensamiento como en acción; todos fueron y muchos lo siguen siendo,
materialistas, orgullosos y deseosos de obtener lo que no les
pertenece por derecho. Este espíritu posesivo no es característico
de ningún grupo; fue un defecto universal y general, y ha producido
la actual situación económica desastrosa, precipitando al mundo a la
guerra, al odio y a la crueldad.
La fusión de muchas mentes en una actividad dirigida, es hoy de
importancia suprema; esto está simbolizado en la unión existente
entre dos grandes naciones, Francia y Gran Bretaña. Unidad del
pensamiento y el propósito dirigidos es la garantía del futuro e
inevitable éxito. El poder del pensamiento masivo es omnipotente. La
potencia de la actividad mental enfocada y dirigida es impredecible.
Si aceptan esta premisa y esa afirmación, entonces actúen de acuerdo
con ello.
El Espíritu de Paz se cierne cerca de la humanidad, esperando la
oportunidad de hacer sentir Su Presencia. El Espíritu de Paz no es
un concepto abstracto, sino una potente Individualidad, y maneja
fuerzas que hasta ahora no le son familiares a nuestro planeta.
Grandes Fuerzas esperan la hora en que puedan funcionar como
Liberadores y libertadores del género humano. Pero la puerta por la
que entrarán debe ser abierta por la humanidad y lo será mediante un
acto unido de la voluntad, expresado por alguna fórmula de palabras
y por el sonido. Se llevará a cabo por la actividad simultánea de
los hombres y mujeres de buena voluntad y por los aspirantes y
discípulos del mundo. La puerta no será abierta sino por un acto de
invocación, respaldado por la voluntad enfocada. Es esencial la
determinación dirigida del hombre o grupo, que emplea la fórmula,
plegaria o invocación sugerida.
Les pediría que lleguen a tantas personas como puedan, por medio de
todo canal disponible, e inicien, si es posible, una actividad
definida en la próxima Navidad y también en el momento de la Luna
llena de enero para hacer dos grandes llamados a las Fuerzas de la
Paz y de la Luz, a fin de que ayuden a la humanidad. Les pediría que
se pongan en contacto con dirigentes y trabajadores -importantes o
no- en todos los países, pidiéndoles asociarse a su manera y con su
propia gente, y hacerlo en la mayor escala posible -por lo menos tan
grande como la del esfuerzo hecho por ustedes en 1936.
Los tiempos están maduros para responder a estas ideas; el dolor y
la angustia del mundo abrirán los corazones y los bolsillos. La idea
de una demanda para Navidad y el llamado a la plegaria y a la
invocación del Príncipe de la Paz, tendrá el poder de evocar la
reacción deseada, y servirá también para fusionar en una unidad más
estrecha a todos los que reconocen el trabajo que la Jerarquía trata
de realizar. Les pediría que soliciten ayuda en todas partes y que
permitan que estas ideas se desarrollen en el mundo sobre una base
útil y oportuna. Exhorten a todos los que conocen, pues por su
intermedio se puede llegar a millones de personas e impelerlas a
iniciar la actividad deseada.
A aquellos de ustedes que pueden valorar y utilizar la Gran
Invocación, les sugeriría un empleo renovado y fervoroso. Sin
embargo podría sugerirse como alternativa la invocación siguiente:
"Oh Señor de Luz y Amor, ven y gobierna al mundo. Que el Príncipe de la Paz aparezca y ponga fin a las guerras de las
naciones. Que el reinado de la Luz, el Amor y la Justicia comience. Que haya paz en la Tierra y que empiece en nosotros mismos."
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