por Andreas Faber-Kaiser
1993
de
AFK Website
¿Somos los cobayas de un destino planificado? Tal cabría desprender
de una correspondencia que se conserva en la biblioteca del Museo
Británico en Londres: se trata de las cartas cruzadas en el siglo
pasado entre Albert Pike y Giuseppe Mazzini, dos cualificados
miembros de la cúpula masónica y satánica de los Iluminados. En
ellas se diseñaron las tres grandes guerras mundiales.
Así, en carta dirigida a Mazzini con fecha del 15 de agosto de 1871
—hace más de un siglo— Pike le comunica que la Primera Guerra
Mundial se debía generar para permitir a los Iluminados derrocar el
poder de los zares en Rusia, y transformar este país en la fortaleza
del comunismo ateo. Las divergencias provocadas por los agentes de
los Iluminados entre los imperios británico y alemán —y también la
lucha entre el pangermanismo y el paneslavismo— se debían aprovechar
para fomentar esta guerra. Una vez concluida, se debía edificar el
comunismo y utilizarlo para destruir otros gobiernos y debilitar a
las religiones.
La Segunda Guerra Mundial debía fomentarse aprovechando las
diferencias entre fascistas y sionistas políticos. La lucha debía
iniciarse para destruir el nazismo e incrementar el sionismo
político, con tal de permitir el establecimiento del Estado soberano
de Israel en Palestina. Durante la Segunda Guerra Mundial se debía
edificar una Internacional comunista lo suficientemente robusta como
para equipararse a todo el conjunto cristiano. En este punto se la
debía de contener y mantener, para el día en que se la necesitase
para el cataclismo social final.
El objetivo de estas dos guerras —diseñadas en el siglo pasado— se
ha conseguido. Queda por ver la Tercera Guerra Mundial.
¿ESTA YA PLANIFICADA LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?
La Tercera Guerra Mundial se debe de fomentar aprovechando las
diferencias promovidas por los agentes de
los Iluminados entre el
sionismo político y los dirigentes del mundo musulmán. La guerra
debe de orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político
se destruyan mutuamente, mientras que otras naciones se verán
obligadas a entrar en la lucha, hasta el punto de agotarse física,
mental, espiritual y económicamente.
Albert Pike le escribió a Giuseppe Mazzini el 15 de agosto de 1871
que, al final de la Tercera Guerra Mundial, quienes pretenden la
completa dominación mundial provocarán el mayor cataclismo social
jamás conocido en el mundo.
UN INVISIBLE GOBIERNO MUNDIAL
Desandemos este sendero.
La Comisión Trilateral es una agrupación de
personas privadas de las altas finanzas, del mundo de los negocios y
de la política, procedentes de Norteamérica, Europa occidental y
Japón, que brinda a la élite procedente de la masonería de las
distintas orientaciones unas posibilidades de encuentro, con vistas
a una colaboración secreta que abarca todo el mundo. El objetivo
ideológico de la Comisión Trilateral es el mismo que el del
Council
for Foreign Relations (Consejo para Relaciones Exteriores), fundado
en 1921 por el banquero norteamericano Morgan, y conocido también
como «el Gobierno invisible». Lo que es menos conocido de la
Trilateral es el hecho de que responde por igual del poder del
ocultismo, del poder de la brujería y del poder del supuesto mal, y
éstos responden a su vez de las drogas, de la música rock y de la
política.
El sector político entronca con los Iluminados, que son
altos grados de la masonería. La brujería comprende la magia negra y
la blanca. A esta última se suma un determinado número de grupos
masónicos. Hay escasamente unas cien organizaciones que pertenecen
al mundo de la masonería. Se explica por esta trama secreta de
planificación del destino de la humanidad, el que Karl Marx
escribiera sus obras londinenses por encargo de
Nathan Rothschild (cuyo
apellido significa «escudo» o «protector de los rojos»). Los cheques
con los que le pagó pueden verse en el Museo Británico. Marx
participó en la fundación de la Primera Internacional en 1864.
Se
derrumbó porque los anarquistas querían anarquía, y la querían de
inmediato. La Segunda y la Tercera Internacional —que en sus
transformaciones dieron lugar por un lado a la Internacional
Socialista y por el otro al Komintern y al Kominform—, no son otra
cosa que la confirmación de los Iluminados, que hicieron con la
Revolución francesa y con Napoleón el primer intento de gobierno
mundial. Quien hable de casualidades, es que no ha entendido todavía
el juego que se llevan con todos nosotros.
OBJETIVO: EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
La idea del judío alemán
Adam Weishaupt, que fundó la cúpula de los
Iluminados el 1 de mayo de 1776, era el camino a través de la
anarquía. El que su fundación tuviese lugar el día siguiente de la
noche de Walpurgis, y el hecho de que este día fuera consagrado
mundialmente festivo —el 'Día del Trabajo'— aclara todavía más la
estrecha relación que existe. El hecho que además el sello de los
Iluminados aparezca con la fecha de 1776 en el dólar americano,
asombra a aquéllos que no saben que Washington fue tan masón como su
rival Jefferson.
Si hablamos del poder efectivo, debemos mencionar a
los Rockefeller
y —más importantes aún— a
los Rothschild. En sucesión ascendente
siguen
los Bilderberger, un club formado en mayo de 1954 e integrado
por los 500 hombres y organizaciones más ricas e influyentes del
mundo, que se propone la instauración del «Nuevo Orden Mundial».
Más arriba está el «Consejo de los 33», los 33 más altos masones
iniciados del mundo. Por encima de ellos, el «Gran Consejo de los
13», 13 Grandes Druidas, por encima de los cuales aún actúa «El
Tribunal» y, finalmente, el inmencionable nombre de grado 72 de los
cabalistas, que —dicho sea de paso—también significa «Iluminado».
Para los Iluminados Lucifer es Dios, y Jesús es el imitador. De la
misma forma que para los cristianos Satanás es el imitador de Jesús.
CUANDO SE APAGUEN LAS LUCES DE NEW YORK
El 1 de agosto de 1972, después del aquelarre, es decir el «sábado
de las brujas», Philip von Rothschild anunció ante el «Consejo de
los 13» en el Casino Building de San Antonio, la planificación de la
historia a partir de 1980. Las indicaciones son muy concretas:
«Cuando
veáis apagarse las luces de New York, sabréis que nuestro objetivo
se ha conseguido.»
Hay que saber interpretar la frase. Elija cada
cual, si es que tiene opción a ello, si es éste u otro su propio
objetivo.
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