Los Dioses de Edén

LA IDEA que los seres humanos son una raza esclava, poseída por una sociedad extraterrestre, no es un nueva.


Fue expresada hace miles de años, en las civilizaciones humanas registradas como más tempranas. La primera de esas civilizaciones fue Sumeria: una sociedad notablemente avanzada que surgió en el valle de los ríos Tigris-Eufrates, entre 5000 y 4000 A.C., y floreció como una civilización importante alrededor de 3500 A.C. *

* Hasta recientemente, se pensaba que la antigua Sumeria era el sitio de la ciudad más temprana de la humanidad. La excavación ha revelado una ciudad en Jericó (cerca de la moderna Jerusalén) construida hace tanto tiempo como 7000 A.C. Casi nada es conocido acerca de esa ciudad.

Como otras sociedades antiguas que surgieron en la región de Mesopotamia, Sumeria dejó registros declarando que criaturas parecidas a humanos de origen extraterrestre habían gobernado la temprana sociedad humana, como los primeros monarcas de la Tierra. A menudo se pensó a esas personas alienígenas como “Dioses.” Algunos “Dioses” Sumerios, se decía que viajaban por los cielos y a través de los cielos, volando “globos” y cohetes como vehículos. Antiguas inscripciones pintan varios “Dioses” llevando gafas como indumentaria sobre sus ojos. Los sacerdotes humanos actuaban como meros intermediarios entre “Dioses” alienígenas y la población humana.

No todos los Dioses de Mesopotamia eran extraterrestres humanoides. Algunos eran fabricaciones obvias, y muchas veces se les atribuyeron atributos ficticios a los Dioses humanoides extraterrestres. Una vez se apartan las evidentes ficciones y se descartan, sin embargo, nosotros descubrimos, dentro del panteón de Mesopotamia, una clase distinta de seres que encajan, de hecho, con el molde de los “antiguos astronautas”.

Para poder discutir mejor estos “Dioses” de “alta tecnología,” * será necesario para mí inventar un nuevo término.

* Para un análisis detallado de la naturaleza de esta aparente “alta tecnología” de muchos antiguos Dioses Sumerios, yo recomiendo los cinco libros de Zecharia Sitchin, El Decimosegundo Planeta, La Escalera al Cielo, Las Guerras de Dioses y Hombres, Los Reinos Perdidos, y Génesis Revisado.

Sólo la palabra “Dios" contiene demasiado temor inmerecido. Los testimonios históricos y los de hoy en día indican que estos “Dioses” es comportan como “humanos”, como usted y como yo. El término “antiguo astronauta” los encasilla en el pasado distante, cuando, de hecho, ellos parecen haber mantenido una presencia continua todo el tiempo, hasta hoy. La etiqueta “extraterrestre” es demasiado ancha.

Yo no puedo nombrar los “Dioses” según alguna estrella o planeta desde donde pudieran haber llegado, porque no voy a especular acerca de su lugar de origen. Además, es concebible que la supuesta propiedad de la Tierra puede haber cambiado de manos en el transcurso de los milenios, del mismo modo que la propiedad de una corporación puede pasar entre diferentes dueños, sin que el público sea consciente de ello.

Eso me deja inventar una nueva etiqueta basada en la aparente relación de los “Dioses” con la raza humana, por falta de algo mejor, me referiré a ellos simplemente como la sociedad “Custodial, significando esa específica sociedad extraterrestre (o sucesión de sociedades) que parece haber tenido la propiedad y custodia de la Tierra desde la prehistoria. Por brevedad, me referiré a menudo a ellos simplemente como “Custodios.” ¿Que clase de criaturas eran éstos recientemente-etiquetados “Custodios?”

Registros históricos y el testimonio moderno los describen como físicamente parecidos a los humanos, racialmente diversos, y, más pretenciosamente, muy similares a los seres humanos en su comportamiento. Por ejemplo, algunos OVNIs de la era moderna han exhibido travesuras juveniles corriendo hacia aviones como si fueran a colisionar, y luego, abruptamente, virando justo cuando el impacto parecía inminente: un claro juego de “pollo” aéreo. Por lo menos un testigo moderno, según se alega, ha sido “desintegrado” por un OVNI sin ninguna otra razón clara que la malicia.

 

Los escritores antiguos describen sus “Dioses” extraterrestres como capaces de amar, odiar, divertirse, enojarse, ser honestos, y ser depravados. Los antiguos registros y el testimonio moderno indicarían que las personalidades Custodios presentaban la gama entera, desde santos hasta pecadores, desde los más degradados déspotas a los corazones más llenos de verdad y humanitarismo. Tristemente, es el elemento brutal y despótico de su sociedad parecería haber sido los más influyentes en los asuntos de Tierra, como nosotros lo documentaremos.

Las antiguas civilizaciones de Mesopotamia registraron mucha de su historia en lápidas de arcilla. Sólo un fragmento de esas lápidas ha sobrevivido, sin embargo, ellos se las arreglan para contar una notable historia sobre los “Dioses” Custodios y su relación con el Homo sapiens.


Según la historia inscrita en las lápidas de Mesopotamia, hubo un tiempo cuando los seres humanos no existían en absoluto. En cambio, la Tierra estaba habitada por miembros de la civilización Custodial. La vida custodial en la Tierra no era agradable, sin embargo. Los esfuerzos de los Custodios por explotar los ricos minerales y los recursos naturales de la Tierra demostraron ser quebrador de espaldas.

Como nos dice una lápida:

Cuando los Dioses, como los hombres,

se aburrieron del trabajo y sufrieron agotamiento—

El trabajo de los Dioses era grande,

El trabajo era pesado, el dolor era mucho—

Las lápidas describían vidas de interminable trabajo pesado, mientras “Dioses” llevaban a cabo operaciones de construcción, excavación, y minería en la Tierra. Los “Dioses” no estaban nada contentos con su parte. Ellos eran proclives a quejarse, a golpear por la espalda, y rebelarse contra sus líderes. Se necesitaba una solución, y fue encontrada: de crear una nueva criatura capaz de realizar las mismas labores en la Tierra como los Custodios. Con este propósito en la mente, los “Dioses” Custodios crearon al Homo sapiens (el hombre).

Las lápidas de Mesopotamia cuentan una historia de la creación en la cual un “Dios” es puesto a la muerte por otros “Dioses,” y el cuerpo y sangre son, entonces, mezcladas con arcilla. De esta mezcla fue hecho el ser humano. La nueva criatura de la Tierra es muy similar en apariencia a sus creadores Custodios.

En su libro, El Decimosegundo Planeta, escritor Zecharia Sitchin analiza exhaustivamente las historias sumerias de la creación. El concluye que el cuento del cuerpo del Dios que fue mezclado con arcilla puede haberse referido a la ingeniería biológica. El Sr. Sitchin apoya su sorprendente conclusión apuntando a esas lápidas Sumerias que declaran que los primeros humanos fueron engendrados (concebidos) en los úteros de “Diosas", hembras Custodios. Según las lápidas, los Custodios tenían cuerpos femeninos y masculinos, pero ellos engendraban (concebían) por medio de la relación sexual.

 

De hecho, los antiguos Mesopotámicos declararon que ellos proveían a los “Dioses” custodios con prostitutas humanas. El Sr. Sitchin sostiene que “la arcilla” era una sustancia especial que podría insertarse en un útero Custodio. Esa sustancia sostenía las células genéticamente-diseñadas de la nueva criatura esclava, el Homo sapiens. Aparentemente, los humanos podían ser engendrados (concebidos) de este modo porque eran físicamente muy similares a los Custodios. Interesantemente, los científicos modernos han engendrado animales de un modo similar, como una zebra en el útero de un caballo.

Las lápidas Mesopotámicas antiguas acreditan a un “Dios” en particular de dirigir la fabricación genética del Homo sapiens. El nombre de ese “Dios” era Ea. Ea fue registrado ser el hijo de un rey Custodio, que se decía, gobernaba otro planeta dentro del lejano imperio Custodio. El Príncipe Ea era conocido con el título, “EN.KI,” que significa “el señor [o príncipe] de la Tierra.” Los textos Antiguos sumerios revelan que el título de Ea no era completamente exacto porque se decía que Ea había perdido su dominio sobre grandes porciones de la Tierra a su medio hermano, Enlil, durante una de las innumerables rivalidades e intrigas que parecían preocupar por siempre a los gobernantes Custodios.

Además de diseñar al Homo sapiens, al Príncipe Ea se da le el crédito en las lápidas de Mesopotámicas de muchos otros logros. Si el fuera una persona real, entonces Ea podría describirse como el mejor científico e ingeniero civil de considerable talento. Se dice que secó los pantanos por el Golfo Pérsico y los reemplazó con tierra agrícola fecunda. El dirigió la construcción de embalses y diques. Ea amaba navegar y construyó naves para navegar por los mares. Cuando llegó el momento para crear el Homo sapiens, Ea demostró un buen conocimiento de ingeniería genética, pero, según las lápidas, no sin ensayos y errores. Más importante es que Ea fue descrito como de buen corazón, por lo menos respecto a su creación, el Homo sapiens.

Los textos de Mesopotámicos retratan a Ea como un abogado que habló ante los concilios de Custodios en nombre de la nueva raza terrestre. El se opuso a muchas de las crueldades que otros gobernantes Custodios, incluyendo su hermanastro, Enlil, infligían a los seres humanos. Aparecería de las lápidas Sumerias, que Ea no pensó en tratar duramente al Homo sapiens, pero sus deseos a ese respecto fueron rechazados por otros líderes Custodios.

Como acabamos de ver, nuestros antiguos y altamente civilizados ancestros contaban una muy diferente historia del surgimiento de la humanidad en la Tierra de la que contamos hoy en día. ¡Los Mesopotámicos claramente no estaban adiestrados en teorías de la evolución! No obstante, hay alguna sorprendente evidencia antropológica para apoyar la versión Sumeria de la prehistoria.

Según los análisis modernos de registros fósiles, los Homo sapiens surgieron en alguna parte como una especie animal distinta, entre 300,000 A.C. y 700,000 A.C. Al progresar el tiempo, surgieron varias subespecies de Homo sapiens, incluso aquella subespecie a la que todos los seres humanos pertenecen hoy: El Homo sapiens sapiens.


Los Homo sapiens sapiens aparecieron hasta hace unos 30,000 años—algunos dicen que solo hace de 10,000 a 20,000 años. Esto plantea una importante pregunta: ¿estaban los sumerios refiriéndose al Homo sapiens o al Homo sapiens sapiens en sus historias de la creación? Allí parece no haber una respuesta firme. Excelentes argumentos han sido hechos de que ellos estaban refiriéndose al Homo sapiens original.

 

Yo tiendo a favorecer el argumento que ellos probablemente estaban refiriéndose al Homo sapiens sapiens moderno, por las siguientes razones:

  1. Las historias sobrevivientes más antiguas de la creación fueron escritas alrededor de 4000-5000 A.C. Es más probable que un verdadero registro de la creación de la humanidad sobreviviera de 5000 a 25,000 años, a que sobreviviera 295,000 años o más.
     

  2. Si los sumerios estuvieran describiendo la creación de Homo sapien sapiens, eventos más tardíos descritos en las lápidas Mesopotámicas caen dentro de un marco de tiempo más plausible.
     

  3. Los Mesopotámicos eran miembros de la subespecie Homo sapiens sapiens. Ellos estaban principalmente interesados en cómo habían entrado ellos en existencia. En sus varios trabajos, los antiguos sumerios pintaron animales peludos, hombres parecidos a animales, quienes parecían ser una subespecie más primitiva del Homo sapiens. Los sumerios claramente vieron a estos hombres primitivos como una completamente diferente raza de criaturas.

Si las historias Mesopotámicas de la creación están basadas en eventos reales, y si esas historias se refieren a la creación de Homo sapiens sapiens, esperaríamos que el Homo sapiens sapiens apareciera muy de repente en la historia. Notablemente, eso es precisamente lo que pasó. El registro antropológico revela que el Homo sapiens sapiens, apareció abruptamente en la Tierra, y no gradualmente. F. Clark Howell y T. D. White, de la Universidad de Berkeley en California tenían esto que decir:

Estas personas [el Homo sapiens, sapiens] y su cultura material inicial aparecieron con mucha rapidez hace solo unos 30,000 años, probablemente más temprano en el oriente que en Europa occidental 2

El misterio de esta abrupta aparición se ahonda por otro enigma: ¿por que el hombre de Neandertal más primitivo (el Homo sapiens neandertalensis) de repente desapareció al mismo tiempo que apareció el Homo sapiens sapiens moderno? La evolución no es tan rápida. Los Sres. Howell y White ponderaron esta pregunta y concluyeron:

. . . la desaparición absoluta, casi abrupta de los Neandertales sigue siendo uno de los enigmas y problemas críticos en los estudios de la evolución humana. 3

La Enciclopedia Británica concurre:

Los factores responsables para la desaparición de los Neandertales es un problema importante al que, lamentablemente, no hay todavía ninguna solución clara.4

Las historias sumerias de la creación ofrecen una clara solución al enigma, pero para mucha gente será difícil de aceptar: la súbita aparición del Homo sapiens, sapiens, acompañada por la abrupta desaparición del hombre Neandertal fue causada por intervención inteligente. Podría conjeturarse que el hombre Neandertal, o fue exterminado o arrastrado fuera de la Tierra para hacer sitio para la nueva raza de esclavos, y quizás para prevenir cruces entre las dos subespecies. Cualquiera que fuese la verdad precisa de esto, nosotros sabemos dos hechos con certeza: la antropología moderna ha descubierto un reemplazo súbito del hombre Neandertal con el hombre moderno, y los registros Mesopotámicos declaran que detrás de ese dramático evento, hubo una planificación inteligente hecha por una raza extraterrestre,.

En el Capítulo 2, discutimos el hecho de que los humanos parecen ser seres espirituales en control de cuerpos físicos. El espíritu parece ser la verdadera fuente del conocimiento, personalidad, e inteligencia. Sin una entidad espiritual para animarlos, un cuerpo humano sería un poco más que un animal reactivo, o muerto. La gente de la antigua Mesopotamia entendió completamente este crítico hecho, cuando mencionaron a un ser espiritual con relación a la creación del Homo sapiens:

Usted ha masacrado a un Dios junto con su personalidad [el ser espiritual] Yo le he quitado su trabajo pesado, y he impuesto su trabajo al hombre.5

Los gobernantes Custodios sabían que ellos necesitaban mantener a seres espirituales atados a los cuerpos humanos para poder animar esos cuerpos y hacerlos lo suficientemente inteligentes como para realizar sus labores permanentemente:

En la arcilla, el Dios [una entidad espiritual] y el Hombre [el cuerpo físico de Homo sapiens] serán ligados, a una unidad puesta junta; para que al final de los días, la Carne y el Alma que han madurado en un Dios — esa Alma sea ligada en un parentesco de sangre.

Las lápidas callan sobre que “personalidades” fueron escogidas para animar los nuevos cuerpos esclavos. Basado en cómo se hacen las cosas en la sociedad humana, podríamos suponer que la sociedad Custodial usó a delincuentes, desviados, prisioneros de guerra, grupos sociales y raciales detestables, anticonformistas, y otros indeseables para obtener a los seres espirituales necesitados para animar la nueva raza esclava de la Tierra. Ciertamente se trataron a los humanos como convictos sentenciados al trabajo forzado:

Con picos y espadas ellos [los seres humanos] construyeron santuarios, construyeron los grandes bancos de canales. Alimento para las personas, para el sustento [de los Dioses].

Como bestias de carga, los humanos fueron brutalmente tratados por sus amos extraterrestres. Las lápidas de arcilla cuentan de una inmensa y catastrófica crueldad perpetrada por los Custodios contra sus sirvientes humanos. Frecuentemente llevaban a cabo medidas de control de población a sangre fría:

Mil doscientos años no habían pasado todavía Cuando la tierra se extendió y las gentes se multiplicaron. La tierra estaba bramando como un toro, El Dios fue perturbado con su alboroto. Enlil [hermanastro y rival de Ea] oyó su ruido *
Y se dirigió los grandes Dioses, “El ruido de humanidad se ha puesto demasiado intenso para mí,
Con su alboroto me privo del sueño. Corten los suministros para las gentes, que haya una escasez de vida vegetal para satisfacer su hambre.
Adad [otro Custodio] debe detener su lluvia, Y debajo, el flujo de agua [la inundación regular de la tierra que la hizo fecunda] no debe surgir del abismo.
Permitan al viento soplar y resecar la tierra, Permitan que las nubes se espesen pero no descarguen aguaceros, Permitan que los campos disminuyan sus rendimientos, no debe haber ningún regocijo entre ellos.” *

* Estas líneas sugieren que Enlil había vivido más de 1200 años. Una longevidad similar es atribuida a Ea y a otros gobernantes Custodios. Muchas personas lo encuentran difícil de creer, que cualquier criatura, incluso un extraterrestre, pueda vivir tanto.

La sorprendente longevidad atribuida a los gobernantes Custodios puede ser explicada quizás por las creencias espirituales sumerias. Los sumerios creyeron que una “personalidad” (ser espiritual) sobrevive a la muerte de un cuerpo físico, y que es posible identificar a la “personalidad” después de que haya abandonado un cuerpo y haya asumido uno nuevo (del mismo modo que uno puede identificar a un chofer que salta de un automóvil y se sube a otro).

Por eso, una “personalidad” podría, por consiguiente, sostener la misma posición social o política cuerpo tras cuerpo, mientras pudiera ser identificada la “personalidad”. Como los sumerios les daban una extensa longevidad a los Custodios, no necesariamente estaban sugiriendo que un solo cuerpo Custodio sobreviviera durante siglos; en muchos casos, ellos parecen haber estado diciendo que una “personalidad” Custodio sostenía una posición política durante un tiempo muy largo, aunque puede haber hecho esto a través de una sucesión de cuerpos.

Una lápida Asiria agrega:

“Ordena que haya una plaga,

Permite a Namtar disminuir su ruido.

Permite que sople sobre ellos

como un tornado la enfermedad,

epidemia, plaga y la pestilencia.”

Ellos ordenaron y hubo una plaga

para que Namtar disminuyera su ruido.

Enfermedad, epidemias, plagas y pestilencia

sopló sobre ellos como un tronado.

Las lápidas describen condiciones horribles en que los suministros de comida fueron cortados, en que las enfermedades fueron puestas sobre las personas, que les estrecharon los úteros y les evitaron el nacimiento de niños, y en que la hambruna se volvió tan desenfrenada que los humanos fueron forzados a recurrir al canibalismo. Epidemias menos graves, como una parecida a la influenza visitaron al Homo sapiens, sugiriendo que los “Dioses” custodios comprendieron y estaban comprometidos con una guerra biológica.

Cuando este genocidio no produjo una gota suficiente sobre la población humana, los Custodios lo reasumieron. Eventualmente, se tomó la decisión de destruir completamente la raza humana, con un gran diluvio.

Muchos arqueólogos hoy creen que hubo un diluvio cataclísmico hace miles de años en el Medio Oriente. Se encontró una descripción del “Gran Diluvio” en la “Épica de Gilgamesh - Epic of Gilgamesh”, en Babilonia, que predata a la Biblia.

Según la Épica, un babilónico llamado Utnapishtim fue abordado por el Príncipe Ea, quien se opuso a la decisión de destruir su creación, el Homo sapiens. Ea le dijo a Utnapishtim que otros “Dioses” planeaban causar un diluvio para barrer fuera la raza humana. Ea, quien es descrito en otras escrituras como maestro constructor de buques y marinero, le dio instrucciones a Utnapishtim de cómo construir un barco que podría sobrevivir el diluvio. Utnapishtim siguió las direcciones de Ea y, con la ayuda de amigos, completó el navío antes que comenzara la inundación. Utnapishtim, entonces, cargó el barco con su oro, familia, y ganado, junto con artesanos y animales salvajes, y salió al mar.

Las lápidas babilónicas y Asirias relatan que justamente antes de inundar la tierra, los Custodios chamuscaron con fuego. Luego inundaron la región, causando una larga tormenta de lluvia, y rompiendo el intrincado sistema de diques y embalses que habían sido construidos en Mesopotamia para controlar las erráticas inundaciones de los ríos Tigris y Eufrates.

La Épica de Gilgamesh relata que Utnapishtim y su tripulación sobrevivieron la prueba. Cuando terminó, buscaron tierra seca, soltando una serie de tres pájaros; si un pájaro no regresara al barco, Utnapishtim sabría que había encontrado tierra seca cerca donde posarse.

Una vez de regreso en tierra sólida, a Utnapishtim se le unieron varios Custodios que regresaron del cielo. En vez de destruir a los sobrevivientes, prevaleció un grado de indulgencia, y los Custodios transportaron a los humanos sobrevivientes a otra región para vivir.

El relato de Utnapishtim debe hacerle sonar una campanilla a cualquiera que esté familiarizado con la historia Bíblica de Noé y el Arca. Eso es porque el cuento de Noé, que entrelaza muchas otras historias en el Antiguo Testamento, es tomado de escrituras Mesopotámicas más antiguas. Los autores bíblicos simplemente alteraron los nombres y cambiaron muchos “Dioses” de las escrituras originales en un solo “Dios” o “Señor” de la religión hebrea. El último cambio fue uno muy desafortunado, porque causó que un Ser Supremo fuera culpado de los brutales actos que escritores asalariados atribuyeran a los mismos Custodios-como Dios.

Las escrituras Mesopotámicas tempranas nos dieron otra famosa historia del Antiguo Testamento: el cuento de Adán y Eva. La narrativa de Adán y Eva también es derivada de fuentes Mesopotámicas más tempranas, que describen la vida bajo los “Dioses” Custodios. El “Dios” o “Señor Dios” de la historia de Adán y Eva de la Biblia puede, por consiguiente, ser traducida para significar los gobernantes Custodios de la Tierra. La historia de Adán y Eva es única en que es enteramente simbólica, y a través de sus símbolos proporciona una intrigante narración de historia humana temprana.

Según la Biblia, Adán, que simboliza al primer hombre creado por “Dios” del “el polvo de la tierra.” Esta idea refleja la más antigua creencia de Mesopotamia, de que el Homo sapiens fue creado parcialmente de “arcilla”. La esposa de Adán, Eva, también fue creada artificialmente. Ellos los dos vivieron en un abundante paraíso conocido como el Jardín de Edén. Las versiones modernas de la Biblia ponen el Jardín de Edén en la región del Tigris-Eufrates, en Mesopotamia.

El Antiguo Testamento nos dice que Adán (el primer hombre) fue diseñado para ser un sirviente. Su función era cultivar la tierra y cuidar de los lujuriantes jardines y cosechas, propiedades de su “Dios.” Mientras Adán y Eva aceptaran su estado de servidumbre y obedecieran a sus siempre-presentes amos, todas sus necesidades físicas se satisfarían y se les permitiría permanecer indefinidamente en su “paraíso”.

 

Había, sin embargo, un pecado imperdonable que ellos nunca deberían cometer. Ellos nunca debían intentar buscar ciertos tipos de conocimiento. Estas formas prohibidas de conocimiento están simbolizadas en la historia como dos árboles: el “árbol del conocimiento del bien y el mal” y el “el árbol de la vida.” El primer “árbol” simboliza una comprensión de ética y justicia. El segundo “árbol” simboliza el conocimiento de cómo recobrar y retener la identidad espiritual de uno, y la inmortalidad.

Adán y Eva obedecieron los mandatos de sus amos y vivieron en dicha material hasta que un tercero entró en escena. El interventor está simbolizado en la historia como una serpiente. La serpiente convenció a Eva de compartir la “fruta” * del “árbol del conocimiento del bien y el mal.” Eva siguió la sugerencia de la serpiente, y así lo hizo también Adán.

 

* Esta fruta normalmente es retratada como una manzana, pero ésa es la invención de artistas, más tarde. La misma Biblia no menciona una fruta específica porque la “fruta” era sólo un símbolo para representar el conocimiento.

 

“Dios” (es decir, la dirección Custodial) inmediatamente se alarmó:

Y el Señor Dios dijo. Vean, el hombre se ha vuelto como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal: y ahora, ¿que hay si alarga su mano, y también toma del árbol de la vida, y come, y vive para siempre?

GÉNESIS 3:22

El pasaje anterior revela una verdad importante que hace eco en muchas religiones. Una verdadera comprensión de ética, integridad, y justicia es un requisito previo para recobrar la libertad espiritual y la inmortalidad de uno. Sin un fundamento en las éticas, la plena recuperación espiritual se vuelve nada más que un sueño de opio.

Los Custodios, obviamente no querían que la humanidad comenzara el camino de la recuperación espiritual. La razón es obvia. La sociedad Custodial quería esclavos. Es difícil hacer esclavos de personas que mantienen su integridad y sentido de ética. Se vuelve imposible cuando esos mismos individuos son intimidados por amenazas físicas, debido a un vislumbre de re-despertar a su inmortalidad espiritual. Más importante, si los seres espirituales ya no pudieran ser atrapados en cuerpos humanos, sino que, a cambio, pudieran usar y abandonar sus cuerpos a voluntad, no habría ningún ser espiritual disponible para animar los cuerpos de los esclavos.

Las lápidas Sumerias revelaron la intención Custodial de atar permanentemente los seres espirituales a los cuerpos humanos. El esfuerzo del hombre temprano por escapar de esta esclavitud espiritual “comiendo” de “árboles” Bíblicos, por consiguiente, tuvo que ser detenido... ¡y rápido!

Por consiguiente, el Señor Dios lo expulsó [a Adán] lejos del jardín de Edén,

para cultivar la tierra de la que había sido tomado.

Así que expulsó fuera al hombre; y puso al este del jardín de Edén querubines [ ángeles],

y una espada encendida que se volvía hacia todos lados

para guardar el camino [prevenir el acceso] al árbol de vida.

GENESIS 3:23-24

La “espada flameante” simboliza las medidas, no sin sentido, que emprendieron los Custodios para asegurar que ese genuino conocimiento espiritual nunca se pusiera disponible a la raza humana.

Para prevenir acceso más allá a tal conocimiento, el Homo sapiens fue condenado a un destino adicional:

Y a Adán, El [Dios] dijo,

Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer,

y comiste del árbol del que te mandé diciendo:

No comerás de él;

maldita será la tierra por tu causa;

con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.

Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

Con el sudor de tu rostro comerás el pan

hasta que vuelvas a la tierra,

porque de ella fuiste tomado;

pues polvo eres, y al polvo volverás.

GÉNESIS 3:17-19

Ésta era una manera muy eficaz de lidiar con el “pecado original” de Adán y Eva. El pasaje anterior indica que los gobernantes Custodios intentaban hacer que los humanos vivieran sus vidas enteras y murieran sin siquiera levantarse del nivel de ardua existencia material. Esto les dejaría poco tiempo a los humanos para buscar la comprensión que necesitaban para volverse espiritualmente libres.

Una mala interpretación común de la historia de Adán y Eva es la de que el “pecado original” tenía algo que ver con el sexo o la desnudez. Esta confusión viene de aquella parte de la historia en que Adán y Eva comen del “árbol del conocimiento del bien y el mal” e inmediatamente se avergüenzan de su desnudez. Sin embargo, no era desnudez lo que los avergonzó. Adán y Eva fueron mortificadas por lo que representaba su desnudez. Los antiguos registros Mesopotámicos pintan a los seres humanos totalmente desnudos al realizar las tareas para sus amos Custodios. Los Custodios, por otra parte, fueron pintados totalmente vestidos. La implicación es que Adán y Eva se sintieron degradados por su desnudez, porque era señal de su esclavitud—no porque estando desnudo en sí mismo fuera malo.

Como hemos visto, los humanos tempranos fueron registrados ser un constante dolor de cabeza para sus amos Custodios. Las criaturas esclavas no sólo desobedecieron a sus gobernantes, ellos a menudo se unían y se rebelaban. Esto hizo que la unidad humana fuera indeseable a los gobernantes Custodios— era mejor que los humanos estuvieran desunidos. Una de las maneras en que el problema de la unidad humana fue descrita es en la historia bíblica de la Torre de Babel— que también tiene sus raíces en las tempranas escrituras Mesopotámicas.

Según la Biblia, esto es lo que pasó después del Gran Diluvio:

Y la tierra entera habló un idioma, y usó las mismas palabras.

Y vino a pasar, cuando ellos emigraron del este,

que ellos encontraron una llanura en la tierra de Sh'nar [Babilonia: una región en Mesopotamia]

y se establecieron allí.
Y ellos dijeron,

Vengan construyamos una ciudad y una torre cuya cima alcanzará los cielos;

y permítanos hacer un nombre para nosotros,

de otro modo seremos esparcidos por toda la faz de la tierra.

Y el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo.

Y el Señor dijo, Miren, las personas están unidas, y ellos tienen todos una lengua;

y esto empezaron a hacer;

y ahora nada los detendrá de hacer lo que ellos alojan en sus mentes hacer.

Vengan, permítanos bajar, y allí confundir su idioma,

para que ellos no puedan entender las lenguas entre si.
Así que el Señor los esparció en el extranjero de allí por toda la faz de la tierra:

y ellos pararon de construir la ciudad.
Por consiguiente, el nombre es Babel:

porque el Señor confundió las lenguas de toda la tierra allí:

y de allí, el Señor los esparció en el extranjero por sobre toda la cara de la Tierra.

GÉNESIS 11:1-9

En El Decimosegundo Planeta, el Sr. Sitchin ofrece un intrigante análisis de la historia de la Torre de Babel. De acuerdo con su investigación, la palabra “nombre” en el pasaje anterior (“permítanos hacer un nombre para nosotros”) era una traducción de la antigua palabra shem. La traducción de la Biblia de shem puede ser un error, dice el Sr. Sitchin, porque el shem viene de la palabra raíz shamah, que significa “aquello que está en lo alto.” Los antiguos shems son los monumentos de obelisco, que eran tan prevalecientes en muchas sociedades antiguas. Esos shems, u obeliscos, fueron copiados de los vehículos en-forma-de-cohete en que los “Dioses” Custodios se decía que volaban. Por consiguiente, el Sr. Sitchin cree que la palabra shem, en los textos Mesopotámicos, debe traducirse como “vehículo del cielo,” significando cohete.

Cuando esta traducción se pone en el anterior pasaje Bíblico, nosotros encontramos que los antiguos babilónicos no estaban intentando hacer un nombre (es decir, reputación) para ellos; ellos estaban intentando hacer un “vehículo del cielo” ¡o cohete! La implicación es que ellos quisieron emparejar el poderío tecnológico de sus odiados amos Custodios, y con eso acabar con su esclavitud. La propia torre puede haberse pensado como la base de lanzamiento para un shem humano.

Si el análisis provocativo del Sr. Sitchin es exacto, nosotros entenderíamos mejor porqué las entidades Custodios se alarmaron tanto con la Torre de Babel y sintieron tal apremiante necesidad de desunir completamente a la raza humana.

Las antiguas leyendas e historias de otras partes del mundo, indirectamente apoyan la historia de la Torre de Babel. Los japoneses, los Esquimales de Alaska, suramericanos, y egipcios tendrán tradiciones que declaran que sus antepasados más tempranos o habían sido transportados por “Dioses” parecidos a los humanos a donde viven hoy los descendientes modernos, o que aquellos “Dioses” había sido la fuente de los idiomas y escritura locales.

Puede ser difícil de aceptar las declaraciones Bíblicas y Mesopotámicas de que la antigua sociedad humana había sido hace años desunida y dividida por extraterrestres voladores, en un esfuerzo de “divida y conquiste”, aunque la técnica de “divida y conquiste” es frecuentemente usada por el ejército y los líderes políticos en la Tierra durante los tiempos de guerra. Interesantemente, el uso de esta técnica fue defendido hace varios años por un distinguido profesor de Yale, si la Tierra alguna vez colonizara otros planetas. El buen profesor sugirió que la Tierra pudiera controlar otro planeta habitado, oponiendo a un grupo nativo contra otro. 6

Si comparamos las ideas antiguas y modernas sobre que cómo la humanidad entró en existencia, encontramos dos versiones muy diferentes. La versión antigua es que una sociedad extraterrestre había venido a poseer la Tierra y había buscado aprovecharse de los recursos del planeta. Para hacer la explotación más fácil, fue creada una raza trabajadora: El Homo sapiens. Se trataron a los humanos como ganado, y eran frecuentemente asesinados cuando se volvían demasiado numerosos o molestos. Para conservar al Homo sapiens como una raza esclava y prevenir una futura rebelión, se reprimió el conocimiento espiritual, se esparcieron geográficamente los seres humanos en diferentes grupos lingüísticos, y se crearon las condiciones para hacer de la supervivencia física en la Tierra un quehacer que-todo-lo-consume, desde el nacimiento hasta la muerte.

Este arreglo sería indefinidamente mantenido mientras la sociedad Custodial poseyera la Tierra. En contraste, el punto de vista moderno es que los seres humanos habían evolucionado accidentalmente del “material estelar” a fango o liga, a peces, monos, y finalmente a personas. El punto de vista moderno realmente parece más imaginativo y vistoso que el antiguo.

En la historia de Adán y Eva, nosotros notamos la aparición de una serpiente. Se decía que la serpiente era el enemigo de “Dios”, Satanás, que literalmente se había transformado en un reptil. La Biblia sugiere que hoy en día, las serpientes son temidas y detestadas, debido a la supuesta transformación de Satanás en el Jardín de Edén. Sin embargo, debe recordarse que la historia bíblica de Adán y Eva es completamente simbólica. La serpiente, también, era un símbolo, no un reptil real.

Para determinar lo que la serpiente Bíblica representaba, debemos regresar una vez más a las más antiguas fuentes pre-bíblicas. Al hacer esto, descubrimos que el símbolo de la serpiente tiene dos significados importantes en el mundo antiguo: estaba asociada con el “Dios” Custodio Ea, reputado creador y bienhechor de la humanidad, y también representaba una influyente organización con que Ea era asociado.

 

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