Los científicos, no
dicen todo lo que saben... pero no saben todo lo que, más allá de
sus limitadas herramientas, ya ha sido revelado a la humanidad, a lo
cual pretenden desmentir atacándolo con sus escépticos argumentos a
esta altura insustentables.
Los dirigentes religiosos, no pueden sino negar la verdad para poder
sustentarse en las falsedades que predican.
Y ciertos gobiernos, históricamente han sido digitados por
sociedades secretas obedientes a fuerzas cósmicas de doble
polaridad, que han manejado el mundo desde su génesis (en especial
con la polaridad negativa = oscuridad).
Nadie que pretenda saber lo que el sistema oculta, podrá descubrirlo
gracias a sus tentáculos de manipulación informativa (científicos,
jefes religiosos o gobernantes), sino muy a pesar de ellos. Nadie
que se resista a ser mantenido en la ignorancia, podrá depender de
la palabra "oficial" para formarse un juicio.
Cuando los primeros extraterrestres bajaron a revelar
información a los humanos, no había ciencia, ni religión, ni
política que pudieran negar la realidad de los contactos habituales.
Y desde que la ciencia, la religión y la política se complotaron
para desinformar a la sociedad, no sólo fue alterada o calificada
como "superstición" la evidencia extraterrestre en la antigüedad,
sino también la registrada desde el oscurantista medioevo hasta la
actualidad.
De esta manera, cuando ya deberíamos tener definiciones claras sobre
la dualidad de seres del cosmos aquí intervinientes (en la
manipulación del mundo por parte de unos, y en ayuda liberadora por
parte de otros), todavía debemos presenciar el interminable
debate de si existen o no los extraterrestres...
Al margen de esa polémica inconducente, para estar a la altura de
los tiempos y no quedados en el tiempo (allá por 1947), proponemos
aquí profundizar en el trasfondo del fenómeno: quiénes vienen del
cosmos, desde cuándo, por qué y para qué, como producto de qué
situaciones no sólo de nuestro orbe, sino de un contexto cósmico
mucho mayor, en el cual han ocurrido conflictos anteriores a la
existencia del mundo, que han determinado el desorden en que estamos
y la disputa entre fuerzas de signos opuestos, unas para preservar
el status quo involutivo, y otras para corregirlo.
Todo esto, sabido a
partir de mensajes cósmicos que no por primera vez han llegado a la
Tierra para esclarecer a los humanos, pues ya hace veinte siglos
alguien que dijo "Yo no soy de este mundo", habló muy claro sobre
qué poderes actúan aquí desde arriba, y sobre la misión de ayuda que
vino a cumplir, enfrentándolos.
No era necesario caer en lo religioso institucionalizado,
pero en eso se derivó aquella revelación. Tampoco era necesario caer
en lo sectario pseudorreligioso con lo revelado por las
fuentes cósmicas recientemente transmisoras de los mensajes que aquí
se podrán leer, pero se cayó en ello con la misma actitud
fanática de los herederos y dogmatizadores aquella historia
legendaria. Por eso, en los documentos aquí publicados, se podrá
encontrar tanto el mensaje cósmico revelador de lo que ha pasado
en el Universo y en especial en la Tierra, como los manejos que
sectariamente se hicieron en forma autoritaria, conduciendo al
descrédito público a la información recibida del cosmos.
Toda vez que se transmite información (tanto sea desde el cosmos
como por Internet), se corre el riesgo de exponer a ella a gente no
preparada para saber manejarla adecuadamente. Por eso no es
descartable la posibilidad de que, con el contenido de los textos
que aquí encontrarán, haya quienes adopten actitudes apocalípticas,
reúnan gente, la fanaticen y manipulen.